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General: FUE PABLO UN ESPIA DE ROMA?(por menachem)
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: tertulo  (Mensaje original) Enviado: 15/08/2012 06:16
De: menahem (Mensaje original) Enviado: 10/02/2012 03:04
ESTUDIO DE LA INTERNET SOBRE PABLO

PABLO: EL ESPIA DE ROMA

Pablo es para muchos cristianos incluso más importante que el propio Jesús, superándolo de tal forma que los hay que estarían de acuerdo en eliminar los evangelios y limitar el nuevo testamento exclusivamente a las cartas de Pablo. Tal es la influencia que su figura ha ejercido desde que hiciera aparición y fuera descrito en el libro de los Hechos.

Conozcamos no obstante al Pablo del que apenas se menciona nada en el libro de los Hechos, pero del que la historia aporta datos muy significativos.

El libro de los Hechos omite la clase de información que nos ayudaría a descubrir y comprender los acontecimientos que se sucedieron en su disputa con la jefatura de Jerusalem, una disputa cuyos resultados iniciales fueron un conato de linchamiento popular y culminarían con un intento de asesinato que a la postre provocaría su salida precipitada de la ciudad y que llevaría a Pablo hasta Roma. A partir de aquí ya no se pueden historiar los últimos momentos de Pablo siguiendo la trama argumental relatada en los Hechos y todo se vuelve confuso.

Por el relato de los Hechos comprendemos que la jefatura de Jerusalem, si bien acepta a regañadientes admitir a Pablo entre sus filas, no dejará de mirarlo con sospecha. El pasado de Pablo estaba excesivamente reciente como para creer que tan extraño y fantasioso cambio hubiera podido tener lugar en tan poco tiempo. Así que lo primero que deciden es enviarlo lejos y ver que es capaz de hacer.

Es evidente que hace algo que enoja a la jefatura de Jerusalem, tanto como para ser llamado a consultas. El peligro era muy serio, esto lo derivamos de la propia lectura del libro de los Hechos, en el que sus amigos y colaboradores le insisten e intentan persuadirle para que renuncie a volver a Jerusalem, temen por su vida, pero ¿por qué? ¿acaso no se supone que estamos hablando de una iglesia pacífica? ¿que temores podían albergar contra la jefatura de Jerusalem?.

Finalmente se reunirá con Santiago y otros importantes líderes de la “iglesia”. La defensa que hace de si mismo no convence a los líderes, ha quedado demostrada su laxitud, su negligencia y su despreocupación por lo verdaderamente importante para Israel y el pueblo judío, la Torah. Lo que habían oído de Pablo era cierto, Pablo predicaba una doctrina extraña. Lo curioso de la predicación de Pablo no es lo que predicaba, sino lo que él hacía. Mientras proclamaba una fe jesuítica que se alejaba de la Torah, él para sí mismo, y como judío, continuaba fiel a los principios fundamentales de la ley. En otras palabras, su intención era alejar a los gentiles de la Torah presentándoles una visión distorsionada de Yeshu, es decir; Pablo fue el artífice del pre cristianismo alejado de toda idea mesiánica que tuviera que ver con Israel y con la redención nacional que Israel esperaba (y espera).

¿Más claro?, lo último que quería Pablo era un ejército de gentiles mesiánicos al estilo de los zelotai y que estuvieran dispuestos a ir a luchar del lado de Israel contra Roma. Y esa era precisamente su encomienda, evitar la aparición de mesiánicos beligerantes pro judíos. ¿Resultado?, todo lo contrario.

Basta leer y analizar las consecuencias de sus actos en el libro de los Hechos, el enojo de la jefatura de Jerusalem estaba justificado “¿pero se puede saber que clase de enseñanzas estás dando?”. Las sospechas eran ciertas, las acusaciones fundadas, y la prueba justificada, por lo tanto tendría que hacer meritos. Por supuesto Pablo acepta de buen grado esa prueba de lealtad que le imponen, a fin de cuentas él en lo personal era todavía un judío observante de la Torah y las tradiciones de los padres.

La casualidad es un elemento de la filosofía al que se apela solo cuando surgen elementos que tienden a coincidir en el tiempo y en el espacio de forma extraña, es decir; que en otras circunstancias jamás se habrían producido pero que en ese preciso instante todo confluye en un punto. Los líderes le imponen una prueba, si Pablo se hubiera negado él mismo se habría desenmascarado, y su negativa habría equivalido a una demostración de su absoluta desvinculación de la Torah. Por lo tanto y a petición de la jefatura Pablo iría al Templo, pero no iría solo.

Sin embargo al aceptar esa prueba de fidelidad Pablo se descubre ante la jefatura como “el mentiroso”. En rigor, las acusaciones que él mismo no pudo negar lo colocaban en una situación difícil, si rechazaba someterse a la prueba, se desenmascaraba como traidor, si aceptaba la prueba, lo hacía como mentiroso.

Una vez en el Templo, alguien infiltrado entre la multitud, sospechosamente, advierte a todos los presentes sobre la presencia de Pablo, ¿casualidad?. “Este es el hombre que va enseñando a todos en todas partes contra la ley”, explica el texto de Hechos. El alboroto se sucede de inmediato. Al analizar cualquier manifestación multitudinaria observamos que para una correcta sincronización de las masas, estas necesitan la figura de individuos situados en puntos estratégicos dentro y colocados entre la multitud para ser inducida a determinados comportamientos. De esta manera se apresura la comprensión de toda situación inherente al tumulto. Y este no es un caso excepcional. La gente venía de todas partes de la ciudad y la vida de Pablo estuvo en peligro. Hechos relata que “Toda Jerusalem está revuelta”, lo que significa mucho más que un encuentro casual.

Los romanos estaban acostumbrados y hastiados de tantas revueltas y asonadas, sabían por experiencia que entre los judíos surgían toda clase de disputas, y sabían perfectamente que estas disputas a veces traían consigo la muerte de algún judío. Pero este es un caso especial, una cohorte sale en defensa del responsable del tumulto, ¿600 soldados para defender a un solo hombre?. Si seiscientos soldados salen a defender a un solo hombre es porque el tumulto que se produjo fue de considerable envergadura. La jefatura de Jerusalem demuestra en Hechos el gran poder de convocatoria que tenía.

Si Pablo no hubiera pedido permiso para ejercer su derecho a la palabra, lo que viene después carecería de sentido, sin embargo, y puesto que a Pablo le concedieron unos minutos para defenderse ante la multitud, las sospechas sobre su papel adquieren mayor relevancia. El discurso de Pablo gira en torno a conceptos básicos de la fe judía, para nada aborda asuntos que tengan que ver con la política subyugante de Roma, o con el cuerpo sacerdotal del Templo. Pero no sirve de nada, la multitud todavía se encoleriza más contra él. Los soldados, sigue el relato de Hechos, lo llevan para que sea interrogado; ¿interrogarlo? ¿por qué si la disputa popular se ha centrado exclusivamente en conceptos religiosos que solo competen a los judíos y en los que Roma no interviene?.

No interviene excepto si existe la sospecha que un tumulto pueda tener consecuencias políticas o militares en cuanto a un levantamiento se refiere. El mismo relato de Hechos permite que surja una cuestión que roza la sospecha, si nos conformamos al propio relato tan solo tenemos un tumulto, un conato de violencia contra la persona de Pablo, y la intervención armada del ejército no para salvar la vida del que a ojos de todo el pueblo es tenido como un traidor, ¿un traidor, pero a qué?. Flavio Josefo en su obra Antiguedades de los judíos ofrece la información que el nuevo testamento cristiano prefiere omitir, y porque no, ocultar. Muchos pensarán que esa omisión es producto del mensaje intrínseco que destila “del evangelio de Jesús”, del Jesús de Pablo por supuesto.

No obstante es la clase de información que uno esperaría encontrar en un libro que supuestamente historia unos acontecimientos no poco importantes para adquirir una mayor comprensión de estos. ¿Por qué los romanos se llevan a Pablo?, para interrogarle seguro, pero ¿interrogarle sobre qué?, ¿por qué razón Pablo había sido causa de semejante alboroto?. El nuevo testamento omite estas pruebas y apenas si son mencionadas de forma vaga.

Pablo no es salvado de la multitud para ser puesto en libertad dos calles más abajo sino arrestado, que quede esto bien claro. No se trata de un “no, si yo solo pasaba por aquí y de pronto fui asaltado”, Pablo es encontrado culpable del amotinamiento popular. El motivo es evidente, los romanos ven en él a un adversario político capaz de amenazar a Roma. Su presencia en el Templo provocó un levantamiento que para apaciguarlo fue necesaria la intervención de una cohorte, así que no estamos frente a un suceso sin importancia, una riña sin consecuencias; Estamos frente a un hecho grave del cual los romanos quería algo más que unas simples explicaciones y excusas.

¿Quién era capaz de enfrentar a los romanos?, los grupos de zelotai, los celosos por la Torah. No obstante en el tumulto que casi le cuesta la vida a Pablo los zelotai parecía, según el relato de Hechos, que eran precisamente los amotinados y sin embargo los soldados arrestan a un solo individuo. Pablo estaba amenazado por los zelotai por considerarlo un traidor a Israel, a la Torah y a la fe judía que emana de ella. Cuarenta hombres se prometen eliminarlo de la escena pública y juran no tomar comida, ni beber hasta haber cumplido su misión.

Aparece en escena un misterioso sobrino de Pablo que advierte del complot, y su tío es inmediatamente trasladado bajo escolta pesada de Jerusalem a Cesárea, allí ejerciendo su doble ciudadanía romana apela el derecho a presentarse ante el emperador. ¿Por qué Hechos narra que sus captores tuvieron temor cuando le oyeron apelar a Cesar?.

Allí en Cesárea Pablo conversará de forma cordial con Félix el procurador romano. Pero no solo con este procer hombre del imperio, también con el cuñado de este al que sin duda conocía de mucho antes.

Pablo era poseedor de una fortuna nada desdeñable, como lo sugiere que a pesar de su juventud fuera ayudante del Cohen Ha Gadol, y quien cumplía las funciones de policía contra los temidos zelotai. Por otra parte la ciudadanía romana no es un detalle menor a pesar de que poco se alude a su gran relevancia y significación real. La ciudadanía no era algo que podía comprarse con unas monedas enmohecidas, ni que se otorgaba por el simple hecho de haber nacido en una ciudad romana, muchos ciudadanos de la propia Roma carecían de tal alto honor y derecho, incluso hubo generales romanos que la consiguieron luego de haber demostrado por años su valor y su entrega en los campos de batalla. Y aquí tenemos a Pablo que la tiene desde su nacimiento.

Mayor motivo para que la jefatura de Jerusalem dudara de su sinceridad y le tomara desde el principio por un falso y un mentiroso, con dudosas pero previsibles intenciones.

La influencia de Pablo no se limitaba a ser la mano derecha y violenta del Cohen Ha Gadol, también gozaba de relaciones poderosas en el gobierno títere de Israel como lo demuestra que uno de sus colaboradores se llame Herodión, que no es un nombre sino un apelativo. Poco característico para un discípulo de Jesús. Encontramos además que otro de sus más íntimos colaboradores escogidos es Menahem, nada menos que el hermano del tetrarca Herodes, la influencia de la que podía disfrutar era tremenda y muy peligrosa para los grupos de zelotai y adversarios a Roma.

Todo en Pablo sugiere otra lectura e invita a la sospecha, no es lógico que un reo sea mantenido bajo la custodia de una escolta de lujo, ni en unas condiciones físicas que poco tienen que ver con las de un preso vulgar, y desde aquí hasta su desaparición absoluta de la escena novotestamentaria. Pablo aparece como el protegido de Roma, Pablo mediante un engaño intenta convencer a la jefatura de Jerusalem que se ha convertido a Jesús, ¿por qué dudan de él los líderes de la “iglesia”?, la respuesta es porque esa supuesta visión que Pablo afirma haber tenido nada tiene que ver con la realidad del Jesús que ellos habían conocido y no le creen. Quienes piensan que esa “primitiva iglesia” ya en Hechos había roto con las tradiciones de Israel y con la Torah, se equivocan, la “conversión” del tal Pablo les hace sospechar que pretende entrar a la comunidad no como un “converso” sino como un espía, es por este motivo que deciden enviarlo cuanto más lejos mejor, y será desde allí donde Pablo forjará al Jesús crístico del que poco después evolucionaría una religión que nada tenía que ver con los planteamientos iniciales, nacionalistas y tremendamente celosos por la Torah de aquella comunidad original. Estos quizá lo tuvieron como mesías, y quizá estaban convencidos que los tiempos del Mashiaj ya habían llegado, la destrucción del Templo y la diáspora de Israel les convenció rápidamente de su tremendo error, para entonces el mal ya estaba hecho, Pablo había sentado las bases del cristianismo creando al Jesús de los gentiles.

En este sentido una advertencia; Muchos son los cristianos que como aquel Pablo, especialmente del campo de los evangélicos de la rama protestante, que se acercan a los judíos fingiendo amor por el pueblo de Israel y que con palabras empalagosas de cariño y afecto disfrazado de verdad, engañan a los más débiles. No les creáis; pues ese amor que dicen que tienen es mentiroso y lo manifiestan de muchas formas, unos apelando a los sufrimientos de Israel, otros expresando solidaridad por los problemas actuales, y aun otros en nombre de un Yeshu descafeinado para hacerlo más atractivo a los judíos incautos, todos estos comportamientos no son sino una falsa apariencia, engañosa, dañina y perversa. Cuando se les confronta con la Torah, acaban siempre mostrando su verdadera cara. Alejaos pues de todos ellos porque sus labios son mentirosos y sus abrazos hieden a destrucción.

Su Yeshu no pudo describirlos mejor; “sepulcros blanqueados por fuera, pero llenos de putrefacción por dentro”.

Pues está escrito:
«Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te diere señal o prodigios, y acaeciere la señal o prodigio que él te dijo, diciendo:
Vamos en
pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador, porque Hashem tu Elokim os está probando, para saber si amáis a Hashem vuestro Elokim con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma.
En pos de Hashem vuestro Elokim andaréis, a él temeréis, guardaréis sus mandamientos, y escucharéis su voz… » Devarim 13

 

 


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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: MENORAH Enviado: 16/08/2012 07:33

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: LUIS GONZA GOMEZ Enviado: 16/08/2012 15:12
mateo 9:15 Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán. 9:16 Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura.
9:17 Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conservan juntamente.


Indudablemente el Señor hablaba aca sobre el nuevo pacto; el no venía a arreglarlo, ni tampoco venia a agregarle algo pues esto lo dañaría; el traía un nuevo pacto; que otra explicación tiene esta parábola; si no es la del cambio del viejo pacto por uno nuevo, en lugar de remendarlo el señor lo cambia por completo.




 
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