" En el Evangelio según San Mateo , capítulo 13, hay un pasaje decisivo donde jesús explica en una parábola, cómo los creadores salieron de su planeta para crear la vida en otro mundo.
La Utilidad Del Cristo
He aquí un sembrador salió a sembrar. Mientras él sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la devoraron. Y otra parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó rápidamente, porque la tierra no era profunda. Pero cuando salió el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Y otra parte cayó entre los espinos. Los espinos crecieron y la ahogaron. Y otra parte cayó en buena tierra y dio fruto, una a ciento, otra a sesenta y otra a treinta por uno. El que tiene oídos, que oiga.
Mateo 13: 3-9 alusión a las diversas tentativas para crear la vida en otros planetas, tres de las cuales fracasaron:
La primera a causa de las «aves» que vinieron a devorarlas; en realidad un fracaso debido a la proximidad excesiva de ese planeta con el planeta de origen de los creadores. Quienes se oponían a esta creación de hombres semejantes a ellos y que veían una posible amenaza, llegaron a destruir la creación.
La segunda tentativa se llevó a cabo en un planeta situado demasiado cerca de un sol excesivamente cálido, cuyas radiaciones nocivas destruyeron la creación.
La tercera tentativa, por el contrario, se hizo «entre espinos», en un planeta demasiado húmedo en el cual el reino vegetal tomó la delantera, destruyendo el equilibrio y el mundo animal. Ese mundo únicamente vegetal todavía existe.
Por último, la cuarta tentativa fue un éxito, «en la buena tierra». Y, algo muy importante, tuvieron lugar otros tres éxitos, lo que quiere decir que en otros dos planetas relativamente cercanos, hay seres semejantes a los hombres, y creados por los mismos creadores Elohim.
«El que tenga oídos, que oiga»: que comprenda quien pueda hacerlo.
Cuando llegue el tiempo, aquellos que buscan comprenderán. Los demás, todos aquellos que ven sin mirar y oyen sin escuchar y sin comprender, esos no comprenderán la verdad. aquellos que por sí mismos hayan demostrado su inteligencia, y por eso mismo son dignos de ser ayudados por los creadores, recibirán ayuda... "
Esta es la forma como estos individuos interpretan la biblia, el libro es extenso y trata de una supuesta entrevista del escritor del libro con un extraterrestre quien viene de un lejano planeta y le explica la Biblia.
Es un buen libro para quien quiera reírse un poco de las tonterías de esos supuestos iluminados.
Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; pero al que no tiene, aún lo que tiene le será quitado. Mateo 13: 12
Los pueblos que no logren demostrar su inteligencia serán destruidos.
Ahora bien, los hombres casi han demostrado que son dignos de ser
admitidos como iguales por sus creadores, y sólo les falta... un poco de
amor. amor entre ellos, y sobre todo hacia sus creadores.
Porque a vosotros se os ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos. Mateo 13. 11
Los tres planetas donde fue creada la vida se pusieron en
competencia. Aquel en donde la humanidad logre alcanzar los mayores
progresos científicos, demostrando así su inteligencia, podrá
beneficiarse con la herencia de los creadores el día del juicio final, a
condición de que no se muestre agresivo hacia ellos. El día en que se
haya adquirido un nivel suficiente de conocimientos. Y los hombres de la
Tierra ya no están muy lejos de ese momento. El genio humano es:
Esta es la más pequeña de todas las semillas, pero cuando crece,
es la más grande de las hortalizas, y se convierte en árbol, de modo que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas. Mateo 13: 32
Las «aves del cielo»: los creadores vendrán a “anidar” en sus
ramas, ofrecerán su saber a los hombres cuando éstos hayan demostrado
ser dignos de ello.
El reino de los Cielos es semejante a la levadura que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo quedó leudado. Mateo 13: 33
Una nueva alusión a los tres mundos donde los creadores esperan la exclusión científica.
Publicaré cosas que han estado ocultas desde la fundación del mundo. Mateo 13: 35
Ya que ésta es una de las cosas más importantes, los planetas
tienen una vida, y un día ya no son habitables. En ese momento, el
hombre tendrá que haber alcanzado un nivel científico suficiente para
emprender, ya sea una mudanza a otro planeta, o si no puede adaptarse
en otra parte, la creación de una forma de vida humanoide adaptada a
otro mundo. Si el medio no puede adaptarse a los hombres, es necesario
crear un hombre que se adapte al medio. Por ejemplo, creando antes de su
extinción otra raza de hombres que pueda vivir en una atmósfera
totalmente diferente, y que antes del fin de sus creadores, heredará el
saber de estos últimos. Para que la herencia no se pierda, los creadores
han depositado la vida en tres mundos, y solamente el mejor tendrá
derecho a la herencia:
así será el fin del mundo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos. Mateo 13: 4
El libro
remata con esta invitación, que ha decir verdad es lo único rescatable del
libro, todo lo demás no es más que basura.
Las Llaves
Introducción
Estos
escritos son las llaves que permiten abrir las mentes que milenios de oscurantismo han encerrado en una
roca estéril.
La puerta
que encierra a la mente humana, está bloqueada por numerosas cerraduras que es necesario abrir a
un tiempo, si se quiere hacerla salir
hacia el infinito. Si solamente nos servimos de una llave, las demás cerraduras permanecerán
bloqueadas, y si todas no se mantienen
abiertas al mismo tiempo, cuando se abre la siguiente, vuelve a cerrarse la primera, impidiendo la
apertura de la mente.
La sociedad
humana teme a lo desconocido y por tanto, siente temor de lo que hay detrás de esa puerta, aún
si es la conquista de la felicidad a
través del conocimiento de la verdad, así que presiona para impedir que algunos entreabran esa puerta,
prefiriendo permanecer en la desgracia y
la ignorancia.
Este es un
obstáculo más para franquear la puerta por donde puede
liberarse la
mente. Pero como decía Gandhi: «No es porque nadie ve la verdad, que ésta se
convierte en un error».
así que si
se deciden a abrir esa puerta, ignoren los sarcasmos de quienes no han visto
nada, o de quienes habiendo visto, parecen no ver nada por temor a aquello que
no conocen.
Y si la
apertura de la puerta les parece demasiado difícil, soliciten la ayuda de un
guía, puesto que los guías ya han abierto la puerta de su mente y conocen las
dificultades que esto implica.
Ellos no
podrán abrir la puerta por ustedes, pero sí podrán explicarles las diversas
técnicas que les permitirán lograrlo. Por otra parte, son los testimonios
vivientes de la felicidad que causa la apertura de la puerta y la prueba de que
están en el error quienes temen a lo que hay detrás de ella. El Hombre En todos
los casos y antes que nada, siempre hay que considerar las cosas en relación
con cuatro planos: - En relación con el infinito;
- En
relación con los Elohim, nuestros Padres, nuestros creadores.
- Después,
en relación con la sociedad humana.
- Y por
último en relación con el individuo.
El plano más
importante es con relación al infinito, y en relación a ese plano es como
debemos juzgar todas las cosas, pero teniendo una constante: el amor, y por
consiguiente, teniendo en cuenta a los demás a quienes hay que dar amor, puesto
que es necesario vivir en armonía con el infinito y por lo tanto, con nuestros
semejantes que a su vez, también constituyen una parte del infinito.
Después, hay
que tener en cuenta los consejos que nos han dado los Elohim nuestros
creadores, y actuar de tal manera que la sociedad humana escuche los consejos
de aquellos que la engendraron.
Después hay
que tener en cuenta a la sociedad, que ha permitido a los hombres florecer en
el sendero de la verdad. Hay que tenerla en cuenta, pero no seguirla; por el
contrario, debemos ayudarla a salir de su esterilidad primitiva, cuestionando
permanentemente todas sus costumbres y sus tradiciones, aún si están apoyadas
por las leyes, unas leyes que no tratan sino de encerrar las mentes en el
suplicio del oscurantismo.
Por último,
también hay que tener en cuenta la realización del individuo, sin lo cual la
mente no alcanza todo su potencial, y no es posible ponerse en armonía con el
infinito y convertirse en un hombre nuevo.
El robot me preguntó si deseaba ver mi habitación y al responderle afirmativamente, me tendió un cinturón para desplazarme. Me encontré nuevamente transportado por encima del suelo y cuando volví a poner los pies en la tierra, estaba delante de una casa más parecida a una concha gigante que a una habitación. El interior estaba totalmente recubierto de pieles de pelo largo y un lecho inmenso, cuando menos equivalente al de cuatro camas terrestres, parecía estar hundida en el suelo, no era reconocible sino por el color diferente de las pieles que la cubrían. En un rincón de la inmensa habitación,había una bañera de gran tamaño, también hundida en el suelo y tan grande como una piscina, instalada entre una vegetación de formas y colores maravillosos. “¿Desea algunas compañeras?” me preguntó el robot. “Venga conmigo para que pueda elegir”. Volví a ponerme el cinturón y nuevamente me vi transportado hasta el aparato que servía para la fabricación de robots. Delante de mí, apareció un cubo luminoso; tomé asiento en un sillón frente al cubo y me entrego un casco. Una vez instalado, una joven morena de dimensiones maravillosamente armoniosas, apareció en el cubo luminoso en tres dimensiones. Se movía para realzar más su figura y si no hubiese estado en el interior de un cubo flotando a un metro del suelo, verdaderamente hubiera creído que era real. Mi robot me preguntó si me agradaba, o si deseaba que tuviera formas o rostro diferentes. Le dije que la encontraba perfecta, a lo cual me respondió que se trataba de la mujer ideal estéticamente hablando, o mejor dicho, de uno de los tres tipos de mujer ideal definidos por la computadora en función de los gustos de la mayoría de los residentes del planeta, pero que podía solicitar todas las modificaciones que me complacieran. ante el rechazo de modificar en nada a esa magnífica criatura, apareció una segunda mujer, rubia y encantadora, diferente pero tan perfecta como la primera.
En este caso tampoco encontré nada que debiera modificarse. Por último apareció en el interior del extraño cubo, una tercera joven pelirroja todavía más sensual que las dos primeras. El robot me preguntó si quería ver otros modelos, o si me bastaba con esos tres tipos ideales de mi raza. Evidentemente le respondí que encontraba extraordinarias a esas tres jóvenes. En ese momento una magnífica negra apareció en el cubo, después una china delicada y esbelta, después una oriental voluptuosa. El robot me preguntó cuál de esas jóvenes deseaba como compañera, y al responderle que todas me agradaban, avanzó hacia la máquina que fabricaba los robots y habló por un momento con uno de sus semejantes. Entonces la máquina empezó a trabajar y comprendí lo que estaba a punto de suceder. Unos minutos después, me encontraba de vuelta en mi residencia con mis seis compañeras. ahí tomé el más inolvidable baño que jamás haya tomado, en compañía de esas robots de encanto absoluto y sumisas a todos mis deseos. Después, mi robot guía me preguntó si tenía deseos de crear un poco de música; ante mi respuesta afirmativa, sacó un casco parecido al que me había puesto para la proyección de los modelos de robots femeninos. El robot me dijo que pensara en la música que me gustaría escuchar. De inmediato se dejó oír un sonido que correspondía exactamente a la música en la cual estaba pensando, y a medida que construía una melodía en mi mente, ésta se convertía en realidad, con sonidos de una amplitud y una sensibilidad, que eran los más extraordinarios que jamás había escuchado. El sueño de todo compositor se había convertido en realidad: poder componer directamente la música sin tener que pasar por el trabajo laborioso de la escritura y la orquestación. Después, mis seis adorables compañeras empezaron a danzar al compás de mi música; un baile hechizante y voluptuoso. Por último, al cabo de un momento, mi robot me preguntó si también deseaba crear algunas imágenes. Me ofrecieron otro casco, y me instalé delante de una pantalla semicircular. Entonces empecé a imaginar algunas escenas, las cuales se hacían visibles en la pantalla. En realidad, era una visualización inmediata de todos los pensamientos que me venían a la mente. Empecé a pensar en mi abuela, y apareció en la pantalla, pensé en un ramo de flores y apareció, si imaginaba una rosa de pétalos verdes, ésta también aparecía. De hecho, ese aparato permitía la visualización instantánea del pensamiento, sin necesidad de tener que explicarlo. ¡Qué maravilla!. El robot me dijo: “Con algo de entrenamiento, se llega a crear una historia y a desarrollarla. aquí tienen lugar numerosos espectáculos de este género, espectáculos de creaciones directas”. Por fin, después de un momento fui a acostarme y pasé la noche más alocada de mi existencia con mis maravillosas compañeras. al día siguiente por la mañana, me levanté y volví a darme un ... bla.. bla y mas basura
Y la peor estupidez es que el autor del libro pretende vendernos la idea de que
todo esto fue revelado por un extraterrestre, debe ser el más idiota de todos
los E.T. para pensar asi.
Saludos pasadla bien si pueden o si no disfrutadlo
Alguien debería poner orden en este foro y no me refiero sólo a las payasadas de los Titos.
Me refiero a este mismo epígrafe.
Teología del librepensador. ¿?
¿Eso qué es?
El librepensador no tiene teología.
Y el escrito NO es de un librepensador.
Con ese título se menosprecia al librepensador adjudicándole cosas que no le pertenecen y ni es ni apoya ni nada.
Es un insulto para los librepensadores y este foro, al menos en el título, es librepensador. Hay cosas que no deberían permitirse por mucho sin censura que sea.
Dice el autor que el ser que lo contacto lo llama unlibrepensador de ahí el título del epígrafe;
todo lo que está en ese libro es la teología de ese libre pensador me refiero
en particular al señor que escribe el libro.
Existen muchos librepensadores así como hay muchos dioses.
Agradezco tu bienvenida, siempre me despertó curiosidad ese
libro escrito por un librepensador y por ello lo comente en este foro, mi animo
no es ofender sino mas bien expresar libremente y sin censura mi posición en relación
con el mensaje allí expresado..
Otra cosa … ese libro lo obtuve de este mismo foro .
Saludos
Dice el autor en su prologo
“¿Por qué me escogió a mí?”
(y le responde el extraterrestre )
“Por muchas razones. En primer lugar, teníamos necesidad de alguien
que se encontrase en un país donde sean bien recibidas las nuevas ideas, y
donde sea posible expresarlas. Francia es el país donde nació la democracia, y
su imagen por toda la Tierra es la del país de la libertad. También
necesitábamos a alguien inteligente y abierto a todo. Por último y sobre todo,
era preciso encontrar a alguien que fuese librepensador, sin ser
antirreligioso. Siendo hijo de Padre judío y madre católica, sucede que usted
era el lazo de unión ideal entre dos pueblos muy importantes en la historia de
la humanidad. Por otra parte, como sus actividades no lo predisponen para nada
a estas revelaciones increíbles para la mayoría, esto hará que sus relatos sean
más creíbles. Como no es un científico, no complicará las cosas y podrá
explicarlas con toda sencillez.al no
ser un literato, no hará frases complicadas y difíciles de leer para la gran
mayoría. En fin, decidimos escoger a alguien nacido después de la primera
explosión atómica que tuvo lugar en 1945, y usted nació en 1946. Hemos venido
observándolo desde su nacimiento, y aún antes; he aquí por qué lo hemos
escogido.
Aquellos que, al abandonar las verdades religiosas y dictados morales de la revelación cristiana, y al no aceptar ninguna enseñanza dogmática basada en la autoridad, basaron sus creencias en los hallazgos libres de la sola razón. El librepensamiento, del cual hicieron una profesión, es una forma exagerada, aunque un desarrollo bastante lógico, de la doctrina
del juicio privado en asuntos religiosos. El librepensador afirma
tales principios, ya sea de verdad o de acción, que está persuadido que
puede probar, y no da asentimiento a ningún otro. Es un racionalista. Pero como la persuasión de haber probado (o ser capaz de probar) incluso las doctrinas de la religión natural por la sola razón varían infinitamente con el individuo,
es difícil, salvo en líneas muy generales, clasificar a todos los
librepensadores juntos. Esta dificultad es manifiesta en el caso de los deístas,
a quienes se les aplicó característicamente la denominación a finales
del siglo XVII. Todos ellos concuerdan, sin embargo, en negarse a
aceptar las doctrinas de un cristianismo autoritativo; y es sobre este terreno negativo que se define más claramente su posición.
Aunque las palabras “librepensador” y “librepensamiento” aparecieron por primera vez en relación con los deístas ingleses
[Collins, "Discourse of freethinking occasioned by the Rise and Growth
of a Sect called Freethinkers" (1713), le da este nombre a la tendencia
deísta],“el fenómeno del librepensamiento ha existido, en forma
específica, mucho antes de que pudiera expresarse a través de escritos
propagandísticos, o encontrar ningún nombre genérico salvo los de ateísmo o infidelidad”
(Robertson). Tomado en el sentido amplio con que Robertson lo usa aquí,
el término parecería incluir el movimiento reaccionario contra
cualquier forma tradicional de doctrina a la cual se esperaba que el hombre asintiese. En este sentido es posible hablar de librepensadores de Grecia o Roma o, de hecho, de cualquier cuerpo considerable que pueda inculcar su enseñanza a las multitudes. En los tiempos clásicos hubo, sin duda,
en cierta medida y en todo caso, quienes i se burlaban públicamente de
los mitos autoritativos de la religión de su país, o los explicaban
filosóficamente con ahínco. Por tanto ---pero esto en un sentido más
verdadero--- en la Edad Media se podía encontrar racionalistas, o librepensadores, entre los filósofos de las escuelas.
Los Padres de la Iglesia se habían enfrentado al paganismo con sus propias armas y habían argumentado contra las falsedades con la ayuda de la razón natural. Los primeros herejes fueron librepensadores en su rechazo a la autoridad reguladora de la Iglesia sobre puntos relacionados con sus herejías, que frecuentemente elaboraban sobre líneas racionalistas; y los panteístas
y otras de las escuelas criticaban y silogizaban la revelación en un
estilo verdaderamente librepensador. Ambos fueron condenados en
consecuencia; pero el espíritu de exceso en la crítica y la confianza en la suficiencia de la razón humana son tan típicas del librepensamiento de los tiempos medievales como el del siglo XXI.
Desde los deístas en adelante, indudablemente el librepensamiento ha ganado terreno entre las masas. Originalmente el exceso intelectual
de los eruditos y de los estudiantes, y raramente saliendo del estudio
de una forma que pudiera esperarse que fuera en absoluto popular,
comenzó con Annet y Chubb (vea deísmo) a ser vulgarizado y a penetrar en los estratos inferiores de la sociedad.
Sus profesores abiertos han sido aparentemente menos numerosos que sus
adherentes. Algunos se pararon en seco en una posición negativa,
reclamando nada más que autonomía para la ciencia o la filosofía que representaban. Otros continuaron haciendo una amarga e inescrupulosa guerra contra la religión. Es evidente en las diversas ramas de la ciencia y de la crítica, así como en la filosofía;
y aunque generalmente ostenta un plano científico, usa más los métodos
“a priori” que los “a posteriori”. Una de sus formas más peligrosas, que
generalmente acaba en puro escepticismo religioso, puede remontarse a
la distinción kantiana entre noúmeno y fenómeno. Pero sus principales posiciones positivas son el rechazo a la profecía, el milagro y la inspiración, su rechazo a toda revelación externa (incluyendo obviamente la autoridad eclesiástica), y su afirmación del derecho
a la libre especulación en todas las materias racionales. A esta
última frecuentemente sigue la negación de, o la suspensión del juicio
con relación a, la existencia de Dios (ateísmo y agnosticismo), y la negación de la inmortalidad del alma o de que su verdad es susceptible de prueba, y el rechazo del libre albedrío.
Entre los principales librepensadores se puede mencionar a Voltaire,
Thomas Paine (los Derechos del Hombre), Renan, Ingersoll, Strauss (Leben
Jesu), Haeckel, Clough, y Holyoake.
Por
todas partes vemos a alguien o algo diciéndonos qué, cómo y cuándo
pensar, qué hacer y cómo hacerlo: afiches, carteles, revistas,
periódicos, libros, pasquines, , televisión, ,
pregoneros, predicadores, etc. Ello es causado por el deseo de obtener
poder (tanto político como económico, aunque el primero es buscado para
obtener el segundo) de unos, la necesidad adictiva de mantenerlo de
otros, o simplemente la alienación mental de unos más que ya piensan y
hacen lo que otros les ordenan, y creen que expandiendo su única forma
de ver el mundo inculcada por el ‘líder’ le hacen un favor a la
humanidad; y éstos últimos son la mayoría de los que se ven en las
calles divulgando sus ideas.
Una sola persona que piense
por sí misma puede no constituir una grave amenaza para quienes tienen
el control de las mentes de muchos y viven gracias a ello, pero si
muchas personas empiezan a liberarse de las ataduras mentales que poseen
entonces la situación se vuelve intolerable para quienes dirigen los
hilos de las marionetas; por eso es la propaganda y el ataque constante
por medio de ella dirigido hacia nuestros cerebros.
Y no crea el lector que estoy exagerando en mis afirmaciones:
es cuestión de encender la televisión, la radio o abrir una revista
para vernos bombardeados de propaganda política indicándonos por qué tal
o cual partido es el indicado, cuál ideología es la correcta, cuál
político es honesto (aunque realmente ninguno lo sea); comerciales
diciéndonos qué detergente comprar, qué marca de zapatos es la mejor,
cuál programa no podemos perdernos esta noche o cuál libro tenemos que
leer; en todos los medios de comunicación masiva nos encontramos -además
del ataque propagandístico comercial- programas de televisión, radio o
lecturas que moldean la forma de ver el mundo de los televidentes,
oyentes o lectores, dependiendo de cuál sea el caso, y sin que éstos se
den cuenta les moldean su visión de las cosas: hablo, entre otros, de
los programas de farándula que dicen cómo hay que vestirse, peinarse,
cuál música escuchar, qué películas ver, a qué personaje admirar, etc.;
si sale uno a la calle de cualquier ciudad grande encuentra gente de
todos los credos, partidos políticos o asociaciones de cualquier clase
divulgando sus ideas como el non plus ultra de la humanidad porque “solo
nosotros tenemos la verdad”, “solo el sistema económico que proponemos
acabará con la pobreza” o simplemente “comer carne es un crimen así la
agricultura no dé abasto”. Ya ni en la propia casa se puede estar
tranquilo, porque, aparte del omnipresente televisor, hay más de un
grupo de individuos que tocan a la puerta de la casa para convencer de
su verdad particular: los más conocidos son los Testigos de Jehová,
quienes deben haber arruinado el descanso dominical de más de uno de los
lectores.
Y todas las acciones mencionadas anteriormente dan frutos: los
partidos políticos con mayor ataque propagandístico generalmente son los
que ganan las elecciones, aún si los electores no tienen la menor idea
de la ideología que siguen; las ventas del detergente o el zapato
promocionado aumentan si el comercial es llamativo; los libros
publicitados como que no pueden dejar de leerse son los que más se
venden así quien los compre no los lea jamás; qué decir de los
resultados de los ‘consejos’ dados por los programas y las revistas de
farándula que crean la desgracia llamada moda que marca generaciones
enteras con una forma de vestir, de peinarse y con un tipo específico de
música que escuchar, además de hacer que actores y otros personajes que
no hacen nada bueno por el mundo sean considerados por la mayoría como
más importantes que el científico que trabaja día y noche para mejorar
nuestra calidad de vida, y pobre del infeliz que decida no hacer caso a
las tendencias del momento porque será objeto de los ataques de quienes
están in y por ello creen que son lo mejor del mundo al tiempo que son
manipulados por las grandes marcas comerciales como hojas secas dejadas a
la brisa de la mañana; vemos en las manifestaciones sobre el aborto o
sobre los derechos sindicales a niños de colegio protestando por asuntos
que aún están fuera del alcance de sus pequeñas mentes, manipulados por
los mal llamados maestros o los directores de las escuelas para mostrar
un peso que no tienen ante la sociedad; al frente de las plazas de
toros hay grupos de jóvenes y niños también gritando y llamando
“asesinos” a quienes asisten a las corridas, portando camisetas con
letreros contra el espectáculo taurino y los toreros, arengados siempre
por una persona mayor, sin darse cuenta de que, si bien tienen algo de
razón en la protesta, el único interés real de quien los dirige es
venderles esas camisetas que portan; también los grupos de
vegetarianismo que intentan todo lo que esté a su alcance para
publicitar alimentos vegetarianos, sin ver que detrás de su convicción
está alguien haciendo negocio con la venta de vegetales y recetas.
La alienación mental de la mayor parte de la humanidad es un hecho
innegable, y aparte de las minucias mencionadas, hay algo que es
realmente grave para la supervivencia de los seres humanos como especie,
y es el fanatismo creado por muchos grupos y la divulgación de ese
fanatismo. El fanatismo no es solo religioso, también hay fanatismo
político, racial, deportivo y de otras clases que no solo ahora sino
desde siempre han hecho del mundo un lugar no tan grato para vivir: como
muestra de fanatismo religioso tenemos las Cruzadas y los ataques
suicidas de los fundamentalistas islámicos; como muestra de fanatismo
político está La Violencia que azotó a Colombia a mediados del siglo XX
por las discrepancias entre liberales y conservadores, y la locura
mundial llamada la Guerra Fría donde con una sola orden podía
desencadenarse el fin del mundo; como muestra de fanatismo racial está
el asesinato de seis millones de judíos a manos de las SS durante la
Segunda Guerra Mundial, así como los genocidios hechos por los serbios
en la antigua Yugoslavia; como muestra de fanatismo deportivo están las
Barras Bravas que violentan y hasta asesinan a los hinchas del equipo
contrario. Asesinatos y guerras por simples ideas ha habido y habrá
siempre mientras exista el fanatismo.
¿Qué hacer para evitar caer en todo lo mencionado? ¿Qué hacer para
evitar ser sólo uno más dentro de la amorfa, engañada y manipulada masa
humana llena de ignorancia y brutalidad? ¿Qué hacer para evitar caer
dentro del fanatismo? La respuesta es: volverse un librepensador.
Prescindiendo de las definiciones del diccionario, mi visión
personal de un librepensador es alguien que sigue únicamente lo que su
propio razonamiento le dicta como correcto, alguien que ante una nueva
idea que otro le presenta piensa, razona, pesa los argumentos lógicos a
favor y en contra de ella, observa detenidamente si al aceptarla no está
siendo manipulado por alguien más que busca aprovecharse de él, y
únicamente luego de lo anterior y de ver si le es útil en la vida,
concordante con lo que le gusta, apegado a la ética y no transporta
elementos de fanatismo es que toma una decisión de aceptación o rechazo. De acuerdo a la definición
anterior, vemos que un librepensador no necesariamente es ateo,
antirreligioso, liberal o simpatizante de la izquierda. Puede darse el
caso de que un librepensador cree en un ser superior sin necesidad de
creer en el dios de ninguna religión establecida, el cual es mi caso
particular; también ha pasado que un librepensador crea en la mayor
parte de una religión establecida, como lo deja claro Eliphas Lévi en su
obra póstuma El libro de los sabios; un verdadero librepensador critica
por igual cuando lo merecen a izquierdas y derechas, a religiosos y
ateos, como hacía Héctor Abad Gómez, intelectual colombiano funestamente
asesinado por fuerzas oscuras que al no poder vencerlo por la razón
prefirieron deshacerse de él por la fuerza; críticas como las que hacía
Dios según salía de la pluma de Enrique Jardiel Poncela en su novela La
tournée de Dios.
Lamentablemente, no todas las
personas pueden llegar a ser librepensadores. Por más que se diga que
los seres humanos somos todos iguales, la verdad es que, gracias a Dios,
no lo somos. Hay diferencias, y pongo un simple ejemplo: Pelé no tenía
la capacidad para las matemáticas que poseo, pero al mismo tiempo era un
genio del fútbol, campo en el que soy un completo inútil. Pues bien,
hay personas que están incapacitadas para ser librepensadores, bien sea
porque no nacieron con la capacidad de razonamiento, manejo de la lógica
y capacidad de lectura que los demás; bien sea porque sus mentes han
estado tanto tiempo dentro de la engrasada maquinaria de la alienación
que ya no desean o pueden salir de ahí; otros son fanáticos pareciera
que por naturaleza: en mi experiencia debatiendo por los foros de
Internet he visto varios casos de personajes que eran cristianos
fanáticos, y que al abandonar el cristianismo se volvieron seguidores
fanáticos de quien les mostró el camino fuera de la iglesia, o de quien
se dedica a criticar su antigua fe. Qué decir también de asociaciones
ateas que parecieran desarrollar fobia a cualquier creencia religiosa y
se cierran completamente a cualquier cosa que pueda sonar como tal, al
punto de que muchos además se dedican a impedir que los creyentes
expresen su fe, como si la libertad de expresión y creencias aplicara
únicamente a quienes son como ellos.
Ciertamente, no todos pueden ser librepensadores, o al menos
moderados, y lo único que puede hacerse sobre los fanáticos, como decía
Eliphas Lévi, es evitar que hagan daño.
Alguien que se considere librepensador debe entonces considerarse y
ser una persona racional, alguien que al escuchar argumentos
irrebatibles, una cadena de razonamiento acertada a la luz de la lógica y
basada en hechos comprobables o al menos postulados claros acepte lo
que se le dice y dé la razón a quien le habla.
Al escribir éste artículo y los demás que he publicado no intento
mostrar mis ideas como la Verdad absoluta: a diferencia de todos los
‘iluminados’ que andan por ahí, yo acepto que soy simplemente un ser
humano y puedo equivocarme muy fácilmente. Sin embargo, mostrando
algunos temas desde mi punto de vista, sustentados en argumentos que
espero sean irrefutables razonablemente, espero tocar la mente de los
que se consideran racionales y buscan un punto de apoyo para su
librepensamiento, espero ayudar a aquellos que se consideran encerrados
en un sistema de creencias y buscan una salida, y así tratar que el
racionalismo avance y la ignorancia y el fanatismo pierdan terreno en
las mentes de la humanidad, para así lograr que un mundo mejor esté a
nuestro alcance.
para carlosr : el foro es sin censura puede usted publicar sus mensajes en total libertad es su derecho en este foro como tambien es el derecho de otros foristas opinar sobre el articulo . saludos
para rosemberg :si no le gusta el articulo usted puede refutarlo o ignorarlo si asi lo desea . saludos