Andaba un pastor como misionero en África, cruzando la selva se topa con un león y se echa a correr.
Alcanzado por el felino, que de un salto ya estaba sobre él, a punto de devorarlo, atina a orar diciendo:"Señor, por favor haz un milagro".
De repente el león se detiene y comienza a orar diciendo:
"Señor, gracias te doy por este alimento".