CUIDADO CON AQUELLOS QUE HABLAN SIEMPRE CON PALABRAS ALTISONANTES  Y SIEMPRE ESTAN INSULTANDO A TODOS

¿Pablo fue amable cuando le llamó a Elimas el mago HIJO DEL DIABLO, ENEMIGO DE TODA JUSTICIA?:

Hch 13:10  dijo:  ¡Oh,  lleno de todo engaño y de toda maldad,  hijo del diablo,  enemigo de toda justicia!  ¿No cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor?

A ver, ¿fue amable Pablo con ese?, ¡pues claro que no!, Pablo no fue amable con ese falso profeta y embustero, sino que le INSULTÓ en todo el sentido literal de la palabra. 

Por lo tanto, cuando Pablo dijo que hemos de ser amables para con TODOS (2Tm.2:24), ¿qué quiso decir Pablo?, eso significa que  en principio no debemos insultar a todo mundo solo porque no piensa igual que nosotros, desde luego que cuando abiertamente estamos frente a un anti dios o ante un beligerante y supino ególatra, esto no quiere decir que no podamos insultarles, por ello se reafirma que  HEMOS DE SER AMABLES CON TODOS LOS QUE DEMANDEN RAZÓN DE NUESTRA FE, leámoslo:

1Pe 3:15  sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones,  y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;

Está bien claro, a las personas que pregunten por nuestras creencias, demandando razón de nuestra fe, tenemos que responderlas con amabilidad, con mansedumbre y reverencia, pero a los supinos ególatras que enseñan doctrinas personales influenciados por demonios y engañan a muchos NO HAY QUE SER AMABLES CON ELLOS, sino llamarles como enseña la Biblia, es decir, apostatas, hijos del diablo, mentirosos, falsos profetas, etc. Lo que ocurre es que muchos beligerantes y supinos ególatras se han dejado engañar por esa mentira asquerosa producto de su imaginación y diabólica de que hemos de utilizar siempre palabras groseras, déspotas, insultos disfrazados con sus propias definiciones con todos los seres humanos, insultando a todo mundo, por creer en su imaginación que son los iluminados de los últimos tiempos, luz que no va más allá que el de una luciérnaga, lo cual desde el punto de vista escritural, es una gran mentira. 

Miren como es el efecto de los que utilizan siempre ese tipo de lenguaje áspero e indecente con todos los seres humanos, y siempre están insultando a todo mundo, miren quienes son:

 Rom 16:17  Mas os ruego,  hermanos,  que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido,  y que os apartéis de ellos.

Quien siempre está insultando, creyéndose el poseedor de una verdad que solo compete a Dios, en vez de causar unión, divide pues su actitud beligerante conlleva solo a división, por más que se esfuerce por decir que es el ultimo profeta de Dios en la tierra. Desde luego que para ganar a adeptos primero utiliza palabras suaves para después salir como toro de Lidia expresando con toda clase de insultos y majaderías. Noten lo que continúan diciendo las Escrituras al respecto de estos tipejos:

Rom 16:18  Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo,  sino a sus propios vientres,  y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos.

Esos son los falsos y supinos ególatras que se creen maestros, ellos siempre vienen con suaves palabras (amabilidad) y lisonjas, para engañar los corazones de los ingenuos. Esos hijos del diablo, insultadores no sirven a Cristo,  predican doctrinas de demonios, ellos insultan a todo mundo con su estúpida excusa que Jesús también así lo hacia, cuando en las Escrituras no hay prueba de ello, si es cierto que lo hizo algunas ocasiones contra el clero judío, pero vamos, él era Jesús, mientras que los hijos del diablo que se creen el Mesías, enfermos en su egolatría creen que si no llaman a todo mundo “hijo del diablo o apostata o mentiroso o falso profeta” no son verdaderos hijos de Dios por ello dicen que ellos nunca darán una apariencia de amabilidad y menos lisonjear a los “idiotas ignorantes” que no les creen sus estúpidas doctrinas de demonios que los llevarán a la condenación.

Por consiguiente, cuidado con aquellos que dicen que hemos de ser insultadores  con todos los seres humanos, repito, en principio no se debe insultar a nadie mucho menos con quienes  preguntan por nuestras creencias y desean saber más, o tienen curiosidad por conocer los fundamentos de nuestra fe, a esas personas jamás debemos insultar, sino ser mansos con ellos, pacientes y reverentes. Los supinos ególatras y falsos maestros hijos del diablo que se la pasan insultando a todo el mundo insultan hasta a quienes preguntan por sus creencias y con una pregunta que se sientan ofendidos, sueltan todo el veneno que traen a través de una sarta de majaderías e insultos. La doctrina de insultar a todo mundo es una doctrina de demonios que desune a las congregaciones, ustedes no la practiquen, sigan los pasos de Jesús y no el pensamiento de los falsos maestros hijos del diablo que pregonan la beligerancia.

¿Ha quedado clarito de una vez por todas?