Repasemos brevemente el relato bíblico de cómo se inició la ruptura entre el Señor Jesús y la religión. Los cuatro evangelios muestran que empezó con el tema del ayuno y de la oración. El Señor Jesús llegó a un ambiente cargado de religiosidad, y estalló el conflicto. No lo empezó ni lo provocó El, sino que lo iniciaron los religiosos, los discípulos de Juan y de los fariseos. Los religiosos (perros
judaizantes) se presentaron ante el Señor Jesús para formularle
preguntas acerca del ayuno. Este fue el inicio de la ruptura.
El Señor no guardaba el ayuno, sino que El quebrantó esa carga religiosa. Después de quebrantar el rito del ayuno, El quebrantó el sábado en
cuatro ocasiones consecutivas. Cuando vemos el último caso, llegamos a
la cumbre, a la última etapa. No necesitamos el quinto sábado, pues
hemos llegado a la cima del monte; ahora somos el rebaño, la iglesia.
Obtenemos esto al salir del redil a través de la puerta, al seguir a
Jesús como Pastor y al disfrutarlo día tras día con todas Sus riquezas,
las cuales son nuestros pastos. Es debido a esto que nos reunimos en
unidad, pero unidad en la fe en El y en la doctrina que sustenta la
majestad de tan grandiosa verdad.
No estamos ni poseemos una organización donde los
líderes pedimos dinero o ayuda para hacer más dineros o mantener
prebendas y estatus de hombre importantes trasquilando el rebaño, allí
es donde radica nuestra autoridad, Jesús predicaba fuera de la sinagoga,
predicaba a su iglesia, en los montes, a la orilla del mar. No le somos
gravosos a la congregación de hermanos. El hermano Tito Martínez se
gana el pan como guardia de seguridad de una empresa en Madrid y este
servidor se los gana como carpintero en su taller de carpintería en
Managua, pero en las mentes de ambos burbujea la pasión por declamar y
proclamar la verdad de lo más bello que nuestro Padre celestial nos pudo
dar: Su Hijo Jesucristo.
Hemos sido congregados por el Señor Jesús quien es la puerta, los pastos verdes, el Pastor, el Guardián de sus ovejas, es el Carpintero de Nazareth que vendía sillas y mesas para darle de comer a su madre y hermanos. Es así como llegamos a ser la iglesia, la cual es el propósito eterno y consumado de Dios.
El lo ha cumplido, y lo hizo de una manera maravillosa. Y nosotros aquí
en internet y en este santo foro lo estamos logrando. Por eso es que el
mundo nos odia tanto. Por eso es que los judaizantes y pentecostales
nos odian tanto, porque no ayunamos ni hacemos kilométricas vigilias
como sacrificio para ser más agraciados ante el el Padre. No es lo mismo
caer en gracia que ser gracioso.
Yo llegué a la iglesia evangélica pentecostal en el
año 2000. El Señor Jesús me sacó de la “sinagoga” y me introdujo en los
sembradíos en el año 2009 después de haber pasado tres años leyendo,
releyendo, estudiando, escudriñando las 21 Tesis de Tito Martínez, para alimentarme con las riquezas de la sana doctrina.
En aquel tiempo en que comoncé a saborear la sana
doctrina de la salvación por la medio de la fe en Cristo por gracia de
Dios mi nueva iglesia o congregación (mis nuevos hermanos de las Congregaciones Cristianas Bíblicas en
todo el mundo de habla hispana) ahora me parecían un campo de trigo; yo
podía arrancar espigas libremente y disfrutarlas. Luego, El me rescató
del pozo donde había caído; yo era un miembro seco habituado a calentar
bancas en el pentecostalismo, yacía en el pórtico esperando algo o
alguien, un milagro financiero o una sanación milagrosa, pero vino El
impartió Su vida en mí y me hizo un miembro activo y saludable del
Cuerpo de Cristo.
Yo estaba imposibilitado y ciego, pero El impartió
algo de Sí mismo dentro de mi ser, no sólo para que yo tuviera vida,
sino para que la tuviera en abundancia; y al hacer esto, recibí la
vista, se me cayeron las escamas de los ojos. Entonces recibí la luz:
pude ver que el Señor era la puerta, lo seguí fuera del redil y entré en
los pastos.
Ahora puedo testificar que día y noche lo disfruto como mi pasto verde. Estoy en el rebaño.
¡Qué bueno es esto! Siempre estamos reunidos, en el foro, en nuestros
blogs, estudiando y alimentándonos en los sitios webs del hermano Tito,
en las tertulias, en los audios, en los libros, en las escridturas,
estudiando comiendo comida sólida . No se trata de que intentemos
unirnos, sino que ya hemos sido hechos uno. No estamos unidos por ningún estatuto ni credo escrito por manos humanas, sino por el Señor Jesús quien es la puerta, el Pastor y los pastos. El es nuestro TODO.
Ahora, he remoledado totalmente mi sistema de
creencias acomodándolo y sometiendolo a la sana doctrina que realmente
ensenó Jesucristo y sus apóstoles, y tenemos, digo tenemos porque es
nuestro, es la doctrina básica que debemos creer todos los cristianos
bíblicos que hemos conocido y saboreado los que hemos sido liberados por
la Verdad que es Cristo, y este es nuestro Credo Doctrinal.
El hecho de que el rebaño exista hace posible que todo se cumpla. Ahora tenemos el verdadero sábado, porque
el sábado ahora es nuestro, porque Nuestro Señor es dueño del sábado, y
nosotros somos coherederos y codueños de sus poseciones juntamente con
El. Ya no quebrantamos el sábado, porque es nuestro, sino que lo guardamos por la eternidad. Día tras día estamos descansando en Cristo, disfrutando del verdadero sábado. Todos los sábados de ardua labor han terminado; ahora estamos en el sábado del reposo. Estamos reposando en el rebaño.
Gracia y Paz
Mi sitio web donde enseño doctrina sana es este:
http://vozdejehova.wordpress.com/