Apo 13:7 Y le fue permitido hacer guerra contra los santos y vencerlos. También le fue dado poder sobre toda raza y pueblo y lengua y nación.
Apo 13:16 Y ella hace que a todos, a pequeños y a grandes, a ricos y a pobres, a libres y a esclavos, se les ponga una marca en la mano derecha o en la frente,
Apo 13:17 y que nadie pueda comprar ni vender, sino el que tenga la marca, es decir, el nombre de la bestia o el número de su nombre.
El pasaje del Apocalipsis dice bien claro que la bestia hará la guerra a los santos Y LOS VENCERÁ, es decir, los matará, por lo tanto, hermano, ahí lo tienes, es Palabra de Dios, la bestia NOS MATARÁ, nos cortará la cabeza (Ap.20:4)... pero paciencia, que al final resucitaremos en gloria y reinaremos sobre todo el Universo.
Los santos por supuesto que no se dejarán marcar, y por tanto no podrán comprar ni vender en ese gobierno mundial que durará 42 meses, por lo tanto, PASARÁN HAMBRE Y SED, CALOR Y FRIO, léelo en la Profecia:
Apo 7:14 Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.
Apo 7:15 Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos.
Apo 7:16 Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno;
Aquellos iglesieros que enseñan que los santos no morirán durante la gran tribulación, o que escaparán a lugares seguros para salvar sus pellejos, ESTÁN MINTIENDO DESCARADAMENTE, sencillamente no creen en el Apocalipsis.
Claro, por supuesto que quedarán santos vivos cuando Jesús venga en gloria (1Ts.4:15-17), y estos no morirán, sino que serán arrebatados juntamente con los resucitados, pero esos santos no morirán porque sencillamente ESTARÁN EN CAUTIVERIO, es decir, estarán encarcelados o estarán en campos de concentración, y cuando Jesús regrese en gloria ellos aun estarán vivos:
Apo 13:10 Si alguno está destinado a ir en cautividad, irá en cautividad; si alguno está destinado a morir a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos.
(El tormento de los malditos judaizantes y demás apóstatas de la fe)