Si el Padre y el Hijo son uno, pues de este uno emana el Espíritu de verdad (Espíritu Santo). El cual es substancia del mismo Señor Jesucristo, quien desde la antigüedad, él nos da para que comamos y bebamos, tal cual está escrito así: "Y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, y todos comieron el mismo alimento espiritual, y todos bebieron la misma bebida espiritual: porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo (1ª de Co. 10:2-4). Todas las cosas, las hace uno, y el mismo Espíritu repartiendo a cada uno en particular como él quiere. Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, o sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. (1ª de Co. 12.11-13)."

Si esto no le parece suficiente para entender, puede ser que entonces le acontece lo mismo que a los no convertidos a Cristo, quienes no se dan cuenta, que el Señor es el Espíritu, llámese (Espíritu Santo, Espíritu de Dios o Espíritu de verdad)  y del cual el da una porción a quienes guardan su palabra. Esta situación Pablo la aclaró a los Corintios, acerca de la Carta de Cristo y del espíritu y no la letra, y de lo cual a continuación, me permito transcribirle para que te sea de gran utilidad: