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General: JN. 17.5 (LA GLORIA DEL HOMBRE ANTES QUE EL MUNDO FUESE)
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Respuesta  Mensaje 1 de 12 en el tema 
De: GOYOBRITO  (Mensaje original) Enviado: 23/01/2013 20:33

LA VERDAD DE JN. 17.5 (LA GLORIA DEL HOMBRE ANTES QUE EL MUNDO FUESE):

 

Contenido:

1) Etimología de Mundus (mundo):

2) Primer Hijo humano creado por Dios, su gloria y facultades antes de la destrucción del mundo antiguo en agua.

3) Vencimiento del hombre por la maldad de lucifer y la maldición que Dios puso entre la simiente de la serpiente y la simiente de la mujer.

4) Corrupción y destrucción del mundo antiguo.

5) El segundo Hijo humano de Dios, para la recuperación de la gloria del hombre.

 

1) Mundus (mundo):

Originalmente, la palabra mundus (mundo), era limpio “claro”, lo cual por la idea del filósofo Pitágoras (582-507 a.C), pasó a ser llamado cosmos, ordenado y bello. De cuya palabra se correlaciona los animales limpios e inmundos.

2) Primer Hijo humano creado por Dios, su gloria y facultades, antes de que fuese en el mundo anegado por agua.

El primer Hijo humano creado por Dios, era Adán, quien además de facultades, tenía gloria con Dios en el Huerto del Edén, tal como a continuación se comenta:

A) Gn. 2-8. Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que el Dios Altísimo, hizo la tierra y los cielos, y toda planta en el campo antes que fuese en la tierra, y toda hierva del campo antes que naciese; porque Dios Altísimo aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre que labrase la tierra, sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra. Entonces Dios Altísimo formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente. Y Dios Altísimo plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado.

B) Gn. 1:26 Entonces dijo Dios, hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en la aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.

C) Le has hecho poco menor que a los Ángeles. Y lo coronaste de honra y de gloria. Le hiciste señorear sobre todas las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies: Ovejas y bueyes, todo ello; Y asimismo las bestias del campo, las aves de los cielos y los peces del mar; Todo cuanto pasa por los senderos del mar (Salm. 8:6-8).

D) Le hiciste un poco menor que los ángeles, le coronaste de gloria y de honra, y le pusiste sobre la obras de tus manos; todo lo sujetaste bajo sus pies (Hb. 2:7-8).

 E) Pero vemos aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Iesue (Jesús), coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos (Heb. 2.9).
 
3) Expulsión y condenación del hombre por la maldad de lucifer.

De ser vencido el hombre por la maldad de lucifer, y condenado a morir no el Edén, sino en el mundo que forjaría o fundaría con la procreación y consiguiente propagación de la humanidad, no tuvo Dios otra solución que lanzar una maldición entre la simiente de la serpiente y la simiente de la mujer, para restituir a posterior la gloria del hombre que Satanás en una oportunidad le arrebató.

4) Corrupción y destrucción del mundo antiguo.

Causante a los vigilantes (Hijos de Dios), el mundo fue corrompido, por lo tanto Dios mediante un diluvio, hizo que el mundo de ese entonces, pereciera en agua. Pasado este diluvio, Noé y su familia serían los encargados de forjar o fundar un nuevo mundo, con la procreación y multiplicación de una nueva sociedad (Gn. Cap. 6, 7 y 8; y 2ª de P. 3:6 ). Mundo este también el cual ha de ser destruido con fuego, donde las obras que están sobre la tierra serán quemadas (2ª de P. 3.7, 10-13).

5) El segundo hijo de Dios, para la recuperación de la gloria del hombre.

Algo muy importante se ha de tener en cuenta, es que Dios queriendo recobrar la gloria y la honra que el hombre tuvo a su lado antes que aquel mundo fuese, pronunció maldición entre la simiente de la serpiente y la simiente de la mujer, pues era su propósito de consumar el misterio de la piedad, para retornarle al hombre la vida perdurable arrebatada por Satanás.

Así que Satanás, al estar al tanto ya, de que Dios mediante la simiente de la mujer recobraría la gloria y la honra del hombre, trató de frustrarlo mediante Herodes, pues en lo tocante Ap. 12.3-5, ello lo señala así:

3También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón, escarlata que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas; 4y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese. 5Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono.”

Era necesario de que Iesue (Jesús) naciera y se sacrificara por todos, puesto que si por el primer Adán sobrevino la muerte, por él al contrario de ser levantado de entre los muertos, sobre venga la vida eterna para sus escogidos. Por lo tanto Jesús como hombre dijo: “Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese (Jn. 17.5).”



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Respuesta  Mensaje 2 de 12 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 23/01/2013 20:45
 

“Aquella Gloria que Tuve Contigo:

 

Jesús dice en Juan 17:5: “Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. Para los Trinitarios este pasaje “prueba” que Cristo preexistió en el cielo antes de hacerse hombre. Pero algo similar pasa en Génesis 15:18 donde se lee que Dios le prometió a Abraham: “Ha tu descendencia he dado (tiempo pasado) esta tierra...” (V.B.A), a pesar de que aún no existía su descendencia.  Ahora observe lo que dice Jesús en Juan 17:22: “La gloria que me diste yo les he dado (tiempo pasado, a los apóstoles)”. ¿Notó? ¡Jesús y sus apóstoles compartieron la gloria de Dios! Pero: ¿Son del todo literales esas palabras de Jesús?¿Tienen la gloria los apóstoles? En 1 Pedro 5:1 el apóstol Pedro reconocía que “participaba” de la gloria ¡que aún no había sido revelada! Sus palabras son como siguen: “...que soy también participante de la gloria que será revelada. Pedro recibió la gloria como una promesa, pero que tendría que esperar la segunda venida de Cristo para recibirla (1 Pedro 5:4).

 

Concluimos entonces que Cristo tuvo su gloria con el Padre, pero que en verdad la recibió en su resurrección (Hechos 3:13-15). Recuerde que Cristo tuvo su gloria con el Padre, del mismo modo que sus discípulos tuvieron su gloria con Jesús. Pero ambas glorias se reciben después de la resurrección o de la transformación de nuestros cuerpos mortales (Colosenses 3:4, Filipenses 3:20,21; 1 Corintios 15:43).

 

En Apocalipsis 13:8 dice: “...del cordero que fue inmolado desde el principio del mundo. ¿Cómo es posible que el cordero haya sido inmolado desde el principio del mundo, si en realidad ello ocurrió hace casi dos milenios? La única explicación posible es que Cristo fue sacrificado desde el principio del mundo en los planes redentores de Dios.

 

El profesor de Teología en Heidelberg, H.H. Wendt, escribió: “...Jesús mismo, el Mesías, realmente no existió desde el comienzo con Dios, pero fue el objeto del amor de Dios, de sus pensamientos de amor, planes y propósitos” (Comentando sobre Juan 17:5). Ver “La Enseñanza de Jesús”, Edinburg: T&T Clark, 1982, 169-172.

 

El profesor de Lenguaje y Literatura del Nuevo Testamento, del Seminario Teológico de Chicago, escribió en su obra “Revelación de Jesús, un Estudio de las Fuentes Primarias del Cristianismo” su opinión sobre Juan 17:5; 8:58; 6:62, de este modo: “Jesús poseyó esta gloria antes de la fundación del mundo en el sentido que fue propuesta divinamente para él. Él supo que su obra mesiánica había sido planeada por Dios desde la eternidad, y que el glorioso resultado de él... Concluimos, entonces, que estos tres pasajes en Juan (6:62; 8:58; 17:5), en los cuales Jesús alude su preexistencia, no envuelve la afirmación de que esta preexistencia era personal y real.” (páginas 221,222).

 

Respuesta  Mensaje 3 de 12 en el tema 
De: Apolonio Enviado: 23/01/2013 20:54
No hay tal preexistencia de cristo, lo que dice Juan que dice cristo no tiene base.

Respuesta  Mensaje 4 de 12 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 23/01/2013 21:16
En la misma BIBLIA DE JERUSALEN, la catolica, reconoce como posible traduccion la AUTO EXCLUSION DE CRISTO, en JUAN 17:5 en su comentario en la parte inferior en el mismo capitulo. LA DOCTRINA DE LA DIVINIDAD DE CRISTO ES EL MAYOR ENGAÑO DE LA HISTORIA.
 
NO PUEDE HABER HABIDO DEMONIZACION DE LA MUJER SIN DICHA DOCTRINA.
 
saludos

Respuesta  Mensaje 5 de 12 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 23/01/2013 21:38
 

LA PREEXISTENCIA DE CRISTO: UNA DOCTRINA DE ORIGEN GRIEGO

 

Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

La Biblia de Jerusalén dice:

«En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron (Jn. 1:1-5)».

La influencia de la filosofía griega a partir del Siglo II de la era presente dentro de la recién fundada Iglesia de Cristo fue decisiva para desarraigar casi por completo la verdadera identidad del Hijo de Dios como «Hombre» (1 Tim. 2:5), para otorgársele en esta intromisión pagana una incorrespondiente “deidad”. La filosofía griega logró con mucho éxito conciliar para la Iglesia un Cristo de tiempo eterno y co-sustancial con el Dios verdadero, que compartirá los mismos derechos de adoración e inmortalidad con la Deidad, es decir, una misma jerarquía en todos los aspectos con el Padre, a pesar de ser “hijo”, a pesar de que Cristo afirmó categóricamente la «superioridad del Padre» con respecto a su «Persona» (Jn. 14:28).

La palabra «logos» que se encuentra en los manuscritos antiguos de las santas escrituras posee el mismo significado que el término hebreo «davar» que se interpreta como «palabra». La palabra «logos» fue trastornada de su connotación bíblica real por el mañoso influjo de la filosofía griega que sustenta a “dios” como «principio de la creación». Para los cristianos bajo este valimiento extraño, la palabra «logos» muestra la continua existencia del “hijo” como una persona sin origen o principio, y como “dios”, igual al Padre. Heráclito la empleaba para indicar el «principio que controla el universo». Los estoicos la utilizaban para señalar «el alma del mundo» («anima mundi») y Marco Aurelio utilizó la frase «spermatikos logos» para mostrar el «principio que genera la naturaleza». Lo anterior fue un importante factor para que se entendiera sin acierto a Cristo como el «logos preexistente» que literalmente se encarnó («se hizo carne», verso 14, sarx egeneto, gr.), para tomar “dos naturalezas”: una “humana” y otra “divina”, según la doctrina antibíblica de la “hipóstasis”.

«La Palabra estaba con Dios, significa en realidad, «la que estaba en la mente del Divino desde el principio». No se trata aquí de una literal “personalización” de ella, que se traduce como una agente preexistente, estrechamente intimidado con Dios («Con Dios», pros ton tehon, gr.). Por lo tanto, Cristo, como «el verbo de Dios» (ho logos tou theou, gr.), es el representante humano por excelencia más fiel de la «Palabra de Dios», en obedecerla y promulgarla para propósito salvífico:


Jn. 6:38 «Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió».

Jn. 7:16-17 «Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió». El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta».

Ap. 19:12-13 « Sus ojos, llama de fuego; sobre su cabeza, muchas diademas; lleva escrito un nombre que sólo él conoce; viste un manto empapado en sangre y su nombre es: La Palabra de Dios».

La palabra «logos» (Cabe decir que la palabra «verbo» en la Biblia no existe como tal) proviene de la antigua palabra griega «legö», y significa para Homero «poner a un lado», «recoger», «colocar palabras lado a lado», «hablar», «expresar una opinión». El «logos» homérico es el más atendible para comprender que «la palabra que estaba con Dios» significa claramente el «plan ideal perfecto» del Padre que habría de cristalizarse más tarde, después de la creación del mundo, en un Ser Humano tan singular y libre de pecado por su engendramiento sobrenatural con el propósito de «dar vida a los hombres que estaban muertos en delitos y pecados» (Ef. 2:1).

El «logos» de Juan va mucho más allá de las expectativas y de las elucubraciones de la filosofía griega, por no «incorporar» al Hijo como un agente preexistente. Si el Hijo de Dios preexistió, entonces el monoteísmo hebreo que continuó con la Iglesia es una falsa contradicción bíblica “certificada”. Por tal motivo, la doctrina de “trinidad” politeísta tendría toda la razón del mundo. No habría excusas para atacarla. Certeramente, la Biblia es «monoteísta». No hay nada dentro de sus miles de párrafos que sugiera ni tan siquiera algún rasgo “microscópico trinitario”. Su monoteísmo puede confirmarse en los versos siguientes, de los tantos que hay:

Dt. 6:4 «Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es».

Is. 44:6 «Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios».

Jn. 17:3 «Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado».

1 Co. 8:6 «…para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él».

«La gloria que Cristo tuvo antes de la fundación del mundo», consiste en haber sido elegido para este «plan maravilloso» que estaba atemporalmente en la mente infinita de Dios para la redención de los hombres malignos, antes del principio de todas las cosas tridimensionales (Jn. 17:5).

Los textos siguientes, son de mucha importancia para aclarar la que hemos dicho previamente:

Sal. 139:16 «Mi embrión vieron tus ojos,Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosasQue fueron luego formadas,Sin faltar una de ellas».

Ro.4:17 «(como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen».

Jer.1:5 «Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones».

Ef.1:4-5 «… según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad…».

Jn.17:24 «Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo».

1 P.1:20 «…ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros…».

Ap. 13:8 «Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo».

Jn. 8:58 «Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy» («ego eimi», gr., conjugación en primera persona del singular).

Para acabar, los dejo con un oportuno y excelente comentario de un conocido y serio teólogo unitario:

«La ironía de la historia es que la ortodoxia eventualmente cae por la misma verdadadera especulación filosófica. Propusieron un “segundo dios” preexistente, y usaron a Juan para apoyar esta partida del monoteísmo. Las traducciones modernas del prólogo con su Palabra con P mayúscula y el uso de pronombres masculino para logos son un permanente testimonio de la filosofía Griega Filónica la cual ha confundido la fe Hebrea del Nuevo Testamento. Juan ha sido retorcido y malentendido y la víctima fue el monoteísmo unitario de Jesús y sus seguidores (Jn. 5:44, 17:3)».

Dios les bendiga siempre.

Comentario al Texto Griego del Nuevo Testamento, A.T. Robertson.

La Doctrina de la Trinidad: La Herida Auto Infligida del Cristianismo. Anthony F. Buzzard.

Biblia de Jerusalén.

Biblia Reina Valera 1960.

Biblia de Estudio Siglo XXI, Reina Valera 1909.
 

Respuesta  Mensaje 6 de 12 en el tema 
De: GOYOBRITO Enviado: 23/01/2013 21:48
Barilochense veo que tienes un poco de razón en lo que dices, yo considero que el primer cordero inmolado en el principio del mundo fue Adán, y luego IVEL (Abel). Lo que sería prototipo de lo que Cristo sería, pero, como siempre ha haber un pero, es que si aquel del principio fue para muerte, ahora con Cristo es para vida eterna. Lo de Cristo con sus aposteles, es pues un ejemplo, Adán tuvo gloria con Dios en el Huerto del Edén, antes que el mundo fuese fundado (sociedad, sistema de cosas), y que debido a Satanás el perdió esa gloria, y cristo vino a recuperarla. Cristo es el Segundo Adán (Espíritu vivificante) que ha de dar la vida eterna. De hecho ya los escogidos tienen la gloria asegurada.
 
Porque la confución de mundo con cosmos, lo que pasa es que anteriormente mundo no era cosmo o universo, ni tierra, esto último devino de Pitágoras, por lo que ahora la gente cree que cuando se habla de mundo se habla del globo terraqueo, lo cual no es así de acuerdo a la sabiduría humana, vemos que el mundo de ese entonces pereció en agua, más no así la tierra no dejó de existir, la que luego volvió a estar como estaba antes del diluvio, y consiguientemente Noe con su familia fundan un nuevo mundo, no una nueva tierra (planeta).
 
Jn. 17.5 es utilizado para justificar que son dos Seres Divinos, ya que Jesús según ellos estaba en las alturas al lado de Dios como un Dios menor, cuando a la verdad, es que siempre ha existido un solo Dios, y el unico que al principio en el Huerto del Éden estuvo con Dios fue el hombre, a quien Dios coronó de gloria y de honra, pero Satanás se encargó de destruir esa gloria. Si bien ese cordero que tu dices es Jesús que fue inmolado antes de la fundación del mundo, creo que se hace alusión a Adán, y luego IVEL (Abel), que así como Satanás fue el causante de la muerte de su hermano Adán, también cain en contra de su hermano, y más adelante, el cordero figurado (Jesús) el segundo Adán que muere en su estado fisico. Pero vuelve a tomar la vida de ese cuerpo, inerte, triunfando sobre la muerte.
 
Ahora, yo si creo la prexistencia de Cristo en el sentido de su forma Espíritual como Dios, antes de hacerse humano, y no la preexistencia como un segundo Dios. antes de que el mundo fuese. Ves Barilochense.
 
Saludos.
 
 

Respuesta  Mensaje 7 de 12 en el tema 
De: GOYOBRITO Enviado: 23/01/2013 22:24
Antes de la fundación del mundo es su plan de salvación, ¿y porque este plan de salvación?, por la caida del hombre. Es Dios quien despues de la caida del hombre y antes de que Adam con su mujer fundaran su mundo, puso enemistad entre la simiente de la serpiente y la simiente de la mujer. De aquí parte todo, es el MISTERIO DE LA PIEDAD: (cristo anunciado antes de la fundación del mundo, los discípulos escogidos antes de la fundación del mundo e inscritos en el libro de la vida del cordero) ¿De quien es este libro? ¿De algún otro? No, del Cordero, y este Cordeo está sentado en el Trono de Dios, porque es Dios (Ap. 12.5). Más del Hijo dice: Dios tu trono para siempre.
 
No puede haber dos Tronos Divinos, ni tampoco dos Dioses, sino Un Sólo Trono Divino para Un Dios (CRISTO). El que no entienda esto salgase de las parabolas,  y entre a compreder directamente.
 
Saludos otra vez.

Respuesta  Mensaje 8 de 12 en el tema 
De: Elias711 Enviado: 23/01/2013 22:53

muy bien Goyobrito pero recuerda que todo a su devido tienpo no podemos adorar a cristo como Dios en tanto su labor como Mesias esta actiba todavia. resien cuando todo se conume el sera nuestro Dios .

Apc .21:5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas. 
21:6 Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. 
21:7 El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.


Respuesta  Mensaje 9 de 12 en el tema 
De: GOYOBRITO Enviado: 23/01/2013 23:14
Bueno si es verdad Elias711, pero como dijo Tomás: Señor y Dios mío.
 

Respuesta  Mensaje 10 de 12 en el tema 
De: Elias711 Enviado: 23/01/2013 23:30

eso fue una esclamacion de asombro ,

pero no sotros ya sabemos toda la verdad

                    Señor y Dios mío. amen


Respuesta  Mensaje 11 de 12 en el tema 
De: Apolonio Enviado: 24/01/2013 04:48
De: Elias711 Enviado: 23/01/2013 23:30

eso fue una esclamacion de asombro ,

pero no sotros ya sabemos toda la verdad

                    Señor y Dios mío. amen

Cristo fué uno de tantos que se hacian pasar por mesias, toda esa region estaba inundada de eso.



Respuesta  Mensaje 12 de 12 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 24/01/2013 21:33
 

La "Preexistencia" de Jesucristo

Varios pasajes bíblicos parecen implicar que Jesucristo existió en alguna forma en el cielo antes de aparecer aquí en la tierra. La mayoría de estos pasajes se encuentran en el Evangelio de Juan. Por ejemplo:

"Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió." (Juan 6:38)

¿"Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero?" (Juan 6:62)

"De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy." (Juan 8:58)

"Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese." (Juan 17:5)

Se argumenta que estas afirmaciones son claras y debemos aceptar la enseñanza bíblica de que Jesús vivió anteriormente en el cielo. Es cierto que los pasajes son claros, pero eso no significa necesariamente que debemos tomarlos en sentido literal. Hay otros pasajes bíblicos que son tan claros como estos, y sin embargo no los tomamos en sentido literal, aunque frecuentemente las personas que oyeron las palabras no sabían inicialmente cómo tomarlas. Muchos de estos pasajes también se encuentran en el Evangelio de Juan. Por ejemplo:

"Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás?" (Juan 2:19-20)

"Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?" (Juan 3:3-4)

"Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla." (Juan 4:13-15)

"Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra." (Juan 4:34)

"Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera." (Juan 6:50)

"Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti..." (Mateo 18:9)

"Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame." (Lucas 9:23)

"Con Cristo estoy juntamente crucificado..." (Gálatas 2:20)

De la misma manera que no tomamos las anteriores afirmaciones en sentido literal, tampoco debemos tomar en sentido literal las afirmaciones de que Jesús vivió en el cielo antes de nacer en la tierra. En primer lugar, la Biblia afirma que Jesús es un hombre (ver Isaías 53:3, Juan 1:30, Juan 8:40, Hechos 2:22, Hechos 17:31, Romanos 5:15, 1 Corintios 15:21, 1 Corintios 15:47). Los hombres y mujeres comenzamos nuestra existencia cuando nacemos. En el caso de Jesús, Mateo y Lucas nos informan que María la madre de Jesús concibió por el poder del Espíritu de Dios, y Mateo nos habla del momento en que "Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes" (Mateo 2:1). Si Jesús no nació en forma real y normal en ese momento, ¿en qué sentido puede ser hijo de Abraham y de David, o incluso de María? Lucas nos dice que el niño Jesús "crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres." (Lucas 2:52) ¿Cómo puede haber crecido en sabiduría si antes de nacer ya era un ser celestial dotado de toda sabiduría? Y si Jesús abandonó toda su sabiduría y conocimiento anterior para nacer en la tierra como hombre, ¿cómo pudo seguir siendo la misma persona? ya que la esencia de cualquier persona es la totalidad de las experiencias y sabiduría adquirida en el transcurso de su vida. También el autor de la Epístola a los Hebreos dice que Jesús fue perfeccionado y aprendió la obediencia por medio de sus experiencias aquí en la tierra (Hebreos 2:10, 5:8), pero ¿cómo puede haberse perfeccionado aquí si antes de nacer ya era un perfecto y poderoso ser celestial?

Existía entre los judíos la idea de que un buen maestro "venía de Dios," pero no en el sentido de haber vivido en los cielos con Dios antes de nacer. Por ejemplo, en Juan 3:2 Nicodemo le dice a Jesús: "Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él." Sin embargo, no hay evidencia de que Nicodemo creyera que había existido literalmente en los cielos antes de nacer.

Si la Biblia aparentemente insinúa que Jesús vino del cielo, dice lo mismo acerca de otros hombres. Por ejemplo, Juan 13:3 dice que Jesús "había salido de Dios," y en Juan 16:28 Jesús dice "Salí del Padre, y he venido al mundo." Estas palabras son tomadas comúnmente como evidencia de la preexistencia de Jesús en el cielo, pero Juan 1:6 dice: "Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan." La frase afirma literalmente que Juan vino de la presencia de Dios, al igual que Jesús, pero nadie sostiene que Juan haya preexistido en el cielo.

Otro caso más claro aún es el del profeta Jeremías. En Jeremías 1:5 la palabra de Jehová vino al profeta diciendo, "Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te dí por profeta a las naciones." Estas palabras, tomadas literalmente, implican que Jeremías existía antes de nacer, pero nadie las toma en ese sentido. Significan que antes que el profeta naciera, Jehová ya sabía cómo sería y ya había decidido que cuando naciera lo nombraría como profeta a las naciones. Antes de nacer, Jeremías existía solamente en la mente y en el plan de Dios, quien conoce todas las cosas antes que existan. De la misma forma, Dios dice en Isaías 51:2 que "cuando [Abraham] no era más que uno solo lo llamé, lo bendije y lo multipliqué." Como ya había decidido que Abraham tendría una descendencia numerosa, habló de aquello como si ya fuera una realidad desde que lo decidió (ver también Isaías 46:10, 49:1-3, Romanos 4:17). El salmista dice: "Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas" (Salmos 139:16). Incluso en la esfera puramente humana, cuando un arquitecto se propone construir un edificio, primero hace una maqueta, y posiblemente la presenta diciendo: "Este es el edificio X," cuando todavía no es más que un proyecto.

El Nuevo Testamento dice que Dios escogió a los creyentes cristianos antes que nacieran, hablando como si ya existieran. En Efesios 1:4 Pablo dice que Dios "nos escogió en él [Cristo] antes de la fundación del mundo," lo que implica que si Cristo existía en aquel entonces, también existían las demás personas que iban a creer en él. En realidad, Pablo está hablando de la predestinación, el hecho de que Dios conoce de antemano quiénes van a nacer y qué papel harán en su plan y propósito. Unos versículos más adelante, en Efesios 1:11, el apóstol dice en forma explícita: "En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad." También dice en Romanos 8:29-30: "Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos." Dirigiéndose a Timoteo, Pablo habla de la "gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos" (2 Timoteo 1:9), como si todos los creyentes ya existieran en aquel entonces. De la misma forma el apóstol Pedro explica las alusiones a la supuesta "preexistencia" de Jesucristo diciendo que fue "ya destinado antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros" (2 Pedro 1:20).

En lo que se refiere a la "gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese" (Juan 17:5), es obvio que Jesús no pudo haber gozado de esa gloria aunque realmente existiera en aquel entonces, puesto que las Escrituras enfatizan que sólo se hizo merecedor de esa gloria al completar en la cruz su victoria sobre el pecado. El escritor a los Hebreos dice:

"Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos." (Hebreos 2:9)

En Hechos 3:13, refiriéndose a la resurrección y ascensión de Jesús al cielo, Pedro dice:

"El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su Hijo Jesús, a quien vosotros entregasteis y negasteis delante de Pilato, cuando éste había resuelto ponerle en libertad."

En su primera epístola, Pedro dice que Dios "resucitó [a Jesús] de los muertos y le ha dado gloria..." (1 Pedro 1:21).

Jesús mismo, hablando a dos discípulos en el camino a Emaús, enfatiza que su glorificación era posterior a sus sufrimientos, diciendo:

"¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?" (Lucas 24:26; ver también Juan 7:39, Juan 12:16)

Los anteriores pasajes demuestran que Jesús no pudo haber gozado literalmente de gloria antes de su nacimiento, porque solamente podía recibirla después de haber terminado su ministerio en forma exitosa. Tanto la existencia de Jesús antes que el mundo fuese, como su glorificación, solamente pudieron haber existido en forma anticipada en la mente y propósito de Dios. Este propósito fue a menudo revelado por medio de los profetas. Hablando de lo que le iba a acontecer, el Señor dice, "A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él..." (Mateo 26:24). Los pasajes que son citados para apoyar la idea de la supuesta "preexistencia" de Jesucristo no indican que realmente viviera en el cielo antes de nacer. Simplemente enfatizan en lenguaje figurado el hecho de que la aparición del Señor Jesús en la tierra no fue una cosa fortuita sino un acontecimiento que fue determinado y autorizado por su Padre celestial desde antes de la creación del mundo.

James Hunter

Publicado por la Misión Bíblica Cristadelfiana


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