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Monogamia, mi elección interpersonal.

Forever my WondeRouss.

 

• Esta no es una apología moral o jurídica, tan solo la introspección de motivos sobre la monogamia como mi forma conyugal de vida.
• Reflexión incompatible para pro y homosexuales, el que lea entienda. Y no, no es discriminación, es naturaleza.
• 4 motivos: idilio, placer, reproducción y autorrealización.

1. Idilio: como mexicano nacido y crecido en una cultura monogámica, me cuesta muchísimo trabajo entender la administración del amor y el enamoramiento en las sociedades poligámicas. Acostumbrado a enamorarse de una sola mujer, acortejarla, desposarse, películas, novelas, Disney y sus princesas, telenovelas, etc. Cierto que también he sabido de personas que están enamoradas de dos, pero "todos" nos reservamos nuestras conjeturas. En esta cultura donde idílicamente nos acostumbramos (ron) a que el ideal solo cabe en una persona y no en dos y que así nos ocurre a la mayoría, no es que solo exista un ideal en todo el mundo para uno/a, y que tal sea la pareja contemporánea, es más simple y sincero, más químico y social: químicamente está demostrado, sobre todo por el olfato, sobre la compatibilidad sexual entre personas. Es difícil que alguien comparta el tálamo con una pareja por más papi o más mami que esté, si olfatoriamente nos desagrada su humor natural. Es algo también sabido que una mujer-enamorada, quién chingados sabe por qué, tolera el edor de su príncipe por más sucio, borracho, sudoroso, cagado esté; pero tal hedor no es natural, algo que nos induce a sospechar parte del enigma. Un varón es más ojete. Este factor es de por sí ya un filtro natural contundente, si a esto le mutiplicamos nuestros intereses, conscientes y preconscientes, sola habrá ciertas personas que satisfagan nuestras expectativas inmediatas, reforzadas por las endorfinas, dopamina y serotonina, máxime. Si a todo esto, le agregamos nuestra voluntad e inteligencia, es que uno está con "la pareja correcta" relativamente concluído. Este último punto es cardinal e insutituible, pues habla del compromiso personal, no del compromiso que uno tiene con la otra persona, si no el que uno tiene consigo mismo para serse honesto y aceptar que uno está enamorado y no obsesionado, que uno está en el momento indicado para desenvolverse, que tiene la disposición, el tiempo, la edad, los recursos... para llevar a cabo una relación, una buena relación, por encima de todos los problemas que a diario nos aquejan, bastardos u ordinarios (que si uno es fan del América y otro del Chivas, que si me gusta el cigarro y el otro lo odia; que si los papases están de acuerdo; que si eres alérgico a lo que uno le gusta; que si le gusta la música que uno detesta, etc.), y sobrepasar lo inmediato a longevo. Y para rematar, en las sociedades poligámicas está un indicio claro del romance que apoya nuestra gusto monogámico: el Taj Mahal y las Mil y Una Noches: uno hombre para una mujer.
2. Placer: si bien me encantaría tener un harén, hacer tríos, y fornicar con un chingo de chicuelas, reconozco 3 cosillas: 2.1) es verdad que estando enamorado el ayuntamiento sabe mejor. 2.2) evito enfermedades a lo wey, y 2.3) evito sobrepoblación a la tarugo.
3. Reproducción: la situación económica y social actual exige prudencia al pensar en vástagos. 3.1) hay menos tiempo para la familia, que simples descuidos son entrada para vicios y adicciones en nuestros hijos. 3.2) Éste como el siglo pretérito son característicos del estrés como agente patológico, y los hijos suelen ser un objetivo en los cuales se puede descargar el mismo. 3.3) el que aumente la familia causa una pobreza relativa, es decir, el presupuesto tiene qué distribuirse: el espacio se reduce, el alimento se reduce, el tiempo se reduce... variación inversamente proporcional. En consecuencia, tener un o dos hijos, máximo, y con una sola mujer, administra mejor el recurso económico y social. Y...
4. Uno tiene proyectos y vocación personal independientemente del cónyuge. Con quien sea, con quien se conviva se tienen qué realizar acuerdos para que ambos salgan beneficiados y es donde ocurren ciertos sacrificios de gustos o planes personales. De acuerdo a lo anterior, tener formalmente una sola hembra o macho, reduce significativamente el estrés por mantener la relación y no muchas, que serían tropiezos bastardos encontra de nuestros proyectos e ideas. Si esa pareja es madura, civilizada, que nuestros sentidos, razón y corazón hayan electo "bien", será una sinergia garantizada de autorrealización, de no solo cumplir con lo que la naturaleza nos impone, sino hacerlo a nuestro modo satisfaciendo a la naturaleza, a la otra persona y a uno mismo.