NO*. La respuesta es un rotundo NO. Ya dejen, ya dejemos esas cursilerías que solo sirven para encubrir la engañosa realidad.
Somos humanos, somos adultos, no solo mujeres y hombres.
Si bien la variabilidad nos hace diferentes, el dimorfismo sexual es indistingible desde una referencia no-humana.
Insistir en ese cliché, en esa frase trillada, primero lleva a confudir propiedades de gusto o emocionales, con defectos morales o legales. Y en segunda, es solapar conscientemente defectos que terminan en pugnas desgraciadas. Y todo por solo querer a lo wey y dejar el entendimiento, don tan valioso que nos dotó la Naturaleza (o Dios para los creyentes) y que nos mordemos la lengua al creernos civilizados. Vaaaa.
El "Circuito del habla" (¿lo recuerdan? Por allá de la primaria y en primer grado de secundaria) no distingue género para su manifestación. No pone entre sus elementos el género, no condiciona a: "pero si es mujer", "pero si es varón".
Somos hu-ma-nos (léase de nuevo pausadamente), a-dul-tos, y hasta me daré el lujo de decir, "ci-vi-li-za-dos". Si para entendernos debemos añadir condiciones de género al Circuito de la Comunicación, al rato añadiremos tantos candados, que si de por sí la buena comunicación escacea, mucho mucho más con tanta condición de uso.
Hay circunstancias donde sí es necesario discernir entre uno y otro, pero en materia romántica y sobre todo conyugal, he visto que es ultranecesario recordar que somos una misma cosa, por muy bíblico que se oiga.
Sí, debemos comprender el juego de las emociones en las damas, pero todos, no solo los varones. Como un alcohólico reconociendo su condición, que aunque difícil de controlar, no es imposible. Depende de su voluntad y de quien lo rodea.
En todos funciona igual, debemos respetar los gustos; debemos lidiar con las emociones, ser pacientes, se empáticos, y en algunos casos tolerantes. Pero en materia moral debemos ser claros, contundentes, racionales y prudentes, jamás solapadores. Pero con todos funciona igual.
Me cuesta trabajo dar ejemplos pues para su servidor somos la misma fregadera; la infidelidad, los celos, los vicios, adicciones, etc. Todos estamos cortados por la misma tijera. "Sodoma y Gomorra forever".
Acepto que la mujer es más romántica, pero en la mayoría de las especies es igual, esa gran mayoría es seducida por varios machos, donde el más dominante (en estética y/o fuerza) suele conquistar a la dama. Aunque Disney, el feminismo y la misma hembra humana nos lleven la contraria, donde la bella ve detrás de la bestia, del sapo, al encantador "príncipe azul". O el femenismo con sus derechos de equidad, y en donde toman lo que quieren, o las sumisas féminas que toman al más feo, borracho, golpeador, dominante, gritón, jodido, etc.
Que si las damas van acompañadas al baño, que si cambian de decisión repentinamente, que si les gustan los detalles, que si cuando dicen "no" es "sí" y viceversa; que si cuando dicen "no pasa nada" sí pasa y algo... etc. Mientras no cruce esto la raya moral, no hay problema, debemos quererlas.
Una cosa son esas propiedades (sobre todo emocionales) que hacen a la mujer ser "mujer" dentro de la sociedad, y otra que moral o jurídicamente se "pasen de lanzas" y uno confunda esto con esas propiedades. Una cosa es que diga que está "bien" cuando no es cierto, y otra que sea infiel. Por la segunda ¿quién las va aceptar así? "Es que así es ella, infiel". Jaaa sí cómo no...
Si el problema con ellas (como con ellos) es moral o legal, ¡a la chingada el querer y no entender! Se debe censurar y poner en su lugar las chingaderas que hagan, y como repito, esto aplica en varones como en féminas.
Todo esto es variabilidad y variedad. Todos somos diferentes, entre los mismos machos y las mismas hembras. Pero también es innegable ese común denomidador que nos hace ser una misma especie, y nos discierne de género.
Esto es entender. Entender lo que es variedad y variabilidad; y que detrás de esto somos una misma especie. Hay que amar al prójimo, pero ello no significa solapar sus errores morales o más todavía, con toda intención, y menos lo jurídico. Esto aplica en ambos géneros.
Insisto bellezas, no se dejen, pero no abusen; que tengan muy buen día, muy buen sexo y que todo sea para bien.
Amante, W.
*(Esta reflexión parte de una referencia monógama legal y moral, no aplica necesariamente en una sociedad polígama o poliándrica)