Dice Eva: Del fruto
de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto
del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le
tocaréis, para que no muráis.
Refuta El teólogo: “No moriréis; sino
que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y
seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.
Esta es la típica técnica de los Teólogos usada para imponer
su propio modo de interpretación; no se conforman con lo que dice el texto sino
que empiezan a darle vueltas y vueltas hasta que logran transformarlo por
completo, y el diablo les dio la primera lección.