Según Medios como NBC y CNN, el ataque se extendería por 72 horas. Habría dos oleadas de bombardeos.

El ataque contra el régimen del presidente Bashar al Asad, en Siria, en represalia por haber usado armas químicas contra civiles.

Durante el día, tanto el Secretario de Estado, John Kerry, como el de Defensa, Chuck Hagel, mantuvieron intensos contactos con países aliados que tomarían parte en la intervención –Reino Unido y Francia– para ultimar los detalles. También con socios estratégicos, como Turquía, Arabia Saudí y Jordania, de los que esperan un aval.

Hagel, en declaraciones a la BBC, sostuvo estar listo y pendiente de la decisión final del presidente Barack Obama. El plan, por ahora, sigue siendo un ataque quirúrgico contra bases militares y centros de poder en Damasco.

En principio, el bombardeo se realizaría con misiles Tomahawk lanzados desde barcos estadounidenses y submarinos británicos.

Transcurridos tres días de bombardeos, los estadounidenses harían una pausa para evaluar el daño ocasionado y determinar, en ese momento, si es necesaria una segunda oleada de ataques.

A Obama le interesa que el ataque sea lo más pronto posible, pues la semana entrante tiene previsto viajar a Rusia para la Cumbre del G-20, donde se verá la cara con el presidente Vladimir Putin, gran aliado de Damasco y quien ha criticado las intenciones de Occidente.

Así mismo, Obama quiere atacar antes de tomar una decisión, también inminente, sobre si suspende la ayuda militar a Egipto en respuesta a la matanza de cientos de civiles, hace 15 días, en El Cairo y otras ciudades.

Los militares egipcios, que en julio derrocaron al presidente islamista Mohamed Morsi, son considerados aliados cercanos de Washington en una región donde Estados Unidos tiene pocos amigos. La tensión por un inminente ataque coincide con un documental de National Geographic sobre la guerra en Irak. En él, el exsecretario de Estado Collin Powell sostiene que propuso al presidente George W. Bush no atacar Bagdad sin el consentimiento de la ONU.

Según Powell, fue el vicepresidente Dick Cheney quien empujó al presidente a lanzar un ataque unilateral bajo el argumento de que Sadam Hussein poseía armas de destrucción masiva.

Como se sabe, EE. UU. había presentado al mundo supuestas evidencias sobre la existencia de dicho arsenal. Sin embargo, las armas nunca aparecieron y como consecuencia la credibilidad de EE. UU. se vio minada. El desgaste no fue solo internacional, sino también ante el público estadounidense, que se sintió engañado.

Aunque la Casa Blanca está pidiendo de nuevo que le crean cuando dice que Siria posee armas químicas y que las ha usado contra la población, las circunstancias de hoy son un poco distintas a las que precedieron la intervención militar en Irak. Especialmente por las cientos de víctimas que dejó el ataque de la semana pasada en Damasco. Médicos Sin Fronteras confirmó más de 350 muertos. Si bien el régimen niega ser responsable, el repudio ha sido mundial y son pocos los que le creen.

Israel: ‘Si tratan de perjudicarnos, vamos a reaccionar con fuerza’

El movimiento registrado en los últimos días en varios puntos de Israel, donde se reparten máscaras antigás, refleja el sentir general. Damasco advierte que si EE. UU. ataca Siria, Siria atacaría Tel Aviv. En Israel nadie descarta esa tesis como una tontería. “Aquí todo puede ser”, dice Husam, un ciudadano árabe residente en Jerusalén, al presentarse con su familia a recoger su máscara. “Escuchamos las noticias, sabemos qué pasa y no sería responsable hacer caso omiso de los aires de guerra”, asegura.

Expertos estiman que el régimen de Bashar al Asad cometería un grave error si abriera un nuevo frente ante Israel. Pero eso no quiere decir que descarten que pueda hacerlo.

Otros recuerdan los 40 misiles que disparó desde Irak Sadam Hussein en la Guerra del Golfo. Entonces Israel se abstuvo de responder a los ataques para no enredar el trabajo de la coalición encabezada por Estados Unidos. Pero ahora, el tono es distinto.

“No somos parte de la guerra civil en Siria, pero estamos prontos para cualquier escenario”, aclaró el primer ministro, Benjamn Netanyahu. “Si identificamos cualquier intento de perjudicarnos, reaccionaremos, y lo haremos con fuerza”, dijo.

EE.UU. decidirá su acción en Siria independientemente de la ONU

 

EE.UU. decidirá su acción en Siria independientemente de la programación de la ONU, anunció la portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf.