Me hice cristiano aproximadamente cuatro años atrás, por querer agradar a Dios, en mi ignorancia entre en una iglesia evangélica, allí empecé a imitar lo que hacían, creyendo que estaba bien, como orar a Jesucristo, adorarle, orar al espíritu santo, dar el diezmo, cantar alabanzas con un sonido tan fuerte que te dolían los oídos y que solo producían euforia, sentimientos y emociones carnales, como de que uno es un campeón, que uno es grande, que uno conquistara a las naciones, etc., compraba los libros de esos evangélicos y también leía libros pentecostales que son muy semejantes en sus enseñanzas. Pasado el tiempo decidí salirme de la iglesia evangélica por la gente carnal que había en ellas, así que me hice pentecostal, porque ellos  se veían más santos y con más fe, más “vivos”. Entonces empecé a practicar las cosas extremistas que hacen los pentecostales, siguiendo el ejemplo de una persona que antes creía era un gran siervo de Dios, me refiero a Yiye Avila, oraba yo como el, aproximadamente 7 horas diarias y ayunaba días seguidos, también hacia estudio extremo de la palabra de Dios, todo eso me dejaba totalmente fatigado, y estaba tan delgado que parecía vagabundo hambriento, hacia todo eso yo con la intención errónea de “fortalecerme espiritualmente”, en fin, todo eso junto más un pasado de maltrato psicológico de parte de mi papa (antes de ser cristiano), hiso que en mi brotaran alucinaciones como las que tienen los pentecostales, osea, yo oía voces que creía eran de Dios, de ángeles, demonios, etc., también alucinaba que sentía cosas, como el famoso “fuego” o “candela” pentecostal, o también sentía como que tenía poder y hacia mover el suelo, soportar calores extremos, fríos intensos, y creía que nada me podía hacer daño, en fin vivía alucinando que estaba en una guerra contra satanás y yo tenía poderes sobrenaturales.

         Un día en ese estado de desgaste físico, mental y emocional, me llevaron al hospital, pues estaba muy mal, oraba sin hacer caso a lo que me decían, pues creía que satanás usaba a mis familiares para hacerme daño, en el hospital entre en razón otra vez, gracias a Dios deje de alucinar todo ese complejo, aunque fue muy duro el tratamiento, me diagnosticaron con esquizofrenia paranoia, me dijeron que me dio esa enfermedad por el desgaste mental, emocional y físico que tenía, más un pasado de maltrato psicológico.

         Después Dios me ilumino al encontrar la página “las 21 tesis de tito” del hermano Tito Martínez, con sus estudios de sana doctrina pude salir de a poco de todas las falsas doctrinas en que estaba enredado, algunas cosas me constaron trabajo entenderlas, pero Dios me da entendimiento para entenderlas.

         El consejo que les doy a los que se hacen llamar cristianos pentecostales, evangélicos, católicos, en fin, al sistema iglesiero apostata, ósea, el “SIA”, es que no se dejen llevar por las cosas que sienten en su cuerpo o emociones, esas cosas son simples alucinaciones causadas por el tipo de vida que llevan esas personas del “SIA”, pues están tan mal emocionalmente y mentalmente, que alucinan que oyen cosas, o sienten, o ven, etc., ¡y como no van a alucinar si se la pasan cantando con un sonido súper fuerte cosas que producen emociones y fatiga mental, también viven con terror del infierno y del demonio que les meten los falsos maestros evangélicos, pentecostales, etc., aparte se desgastan  mentalmente y emocionalmente con exceso de oración, ayuno y estudio bíblico!.

         En la página de “las 21 tesis de Tito” hay material de sana doctrina que puede hacerlos libres si los estudian, y la sana doctrina es de Dios, no de hombres.

No se cómo terminar, espero que les haya servido mi testimonio de ex evangélico pentecostal fanático, ahora soy cristiano bíblico. También gracias a todos los hermanos bíblicos por enseñar de la palabra de Dios a la gente por medio de esta página “las 21 tesis de tito”.