El sustantivo en el idioma griego “porneia”, se traduce en varias porciones de la Biblia, como fornicación o inmoralidad, términos que abarcan los excesos sexuales en diferentes formas.
La adicción sexual esclaviza; el termino adicción lleva como idea ser cautivo o estar como esclavo.
La pornografía crea adicción y con frecuencia lleva al adicto a abusar sexualmente de otros.
En la mayoría de los casos de explotación sexual en niños, se descubrió que los adultos culpables poseían toda clase de material obsceno. Es una dependencia compulsiva y esclavizante que promueve la excitación erótica provocando conductas y pensamientos pecaminosos. La adicción sexual equivale a inmoralidad y por tanto Dios aborrece la porneia.
¿Con qué medios se promueve la adicción a los diferentes desvíos sexuales?
El sistema de este mundo es manejado por el mismo demonio.
Este sistema está preparado para que el corazón del hombre se aleje de Dios.
Los diferentes tipos de propaganda o anuncios con mensajes subliminales, la difusión de libros, revistas, películas y videos, acceso permanente por teléfono y por televisión a todo tipo de desviación del sexo son altamente comunes para la sociedad actual.
¿Qué peligros existen en la pornografía?
La pornografía es el acto de exhibir la conducta sexual con el fin de provocar lujuria y sensualidad.
La pornografía envilece a la sexualidad humana y ridiculiza los valores humanos llevando a las personas a la inmoralidad. La obscenidad apela e incita a la vileza y no a la virtud, degradando los valores de la vida humana.
Los sentimientos más comunes:
Nadie vive con más vergüenza, aislamiento y miedo al rechazo que el adicto sexual.
Las personas creen que pueden controlar sus impulsos fuera de sí.
Sentimientos de inferioridad y aislamiento; no pueden confiar en otras personas; ideas equivocadas sobre la sexualidad humana.
¿COMO SALIR DE LAS REDES DE LA CONDUCTA ADICTIVA?
La Palabra de Dios asegura con toda certeza que el hombre puede ser libre de cualquier esclavitud.
“Para Dios todo es posible” Mateo 19: 26
“Pues tú has librado mi alma de la muerte, mis ojos de lágrimas, y mis pies de resbalar.
Andaré delante de Dios en la tierra de los vivientes” Salmo 116: 8-9
La adicción sexual equivale a inmoralidad.
En la Biblia, se traduce en varios pasajes como fornicación o inmoralidad, término que abarca toda forma de exceso sexual. Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Romanos 8:12-13 “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricias, que es idolatría. Colosenses 3: 5
La posición del creyente es que ha muerto al pecado. De manera que el que cree en Cristo como Salvador personal no debe dejarse gobernar por el mal.
Hacer morir el pecado significa una labor profunda y espiritual. Se necesita crucificar el yo, la carne y el mundo, por la obra del Espíritu Santo en nuestros corazones.
La seducción produce un movimiento que puede ser resistido antes que se conciba el pecado: Nadie puede impedir que los pájaros den vuelta por la cabeza, pero sí impedir que hagan nido entre sus cabellos. Al prestar nuestro consentimiento concebimos al pecado. “Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y es seducido” Santiago 1:14
Atraídos y seducidos son términos tomados del arte de la caza y de la pesca. Se trata de atraer al animal para sacarlo de su escondite.
Pero luego se presenta la carnada mortal, sintiendo un tirón hacia el objeto de la tentación.
No existe ninguna adicción que no pueda ser vencida:
“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no nos dejara ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar” (1 Corintios 10:13)
Las tentaciones que sufrimos no son sobrehumanas; todas son humanas sujetas a este cuerpo de muerte y sobrevienen a los seres humanos en general.
Aun en medio de la tentación, Dios nos dará la salida, es decir la vía de escape a fin de que no nos hundamos bajo el peso del fracaso por haber fallado a Dios.
Nuestros Padre Celestial sabe qué carga podemos cada uno de nosotros aguantar y cuánto tiempo podremos soportar.
La gracia del Señor es maravillosa y Dios que es fiel no nos abandona sino que con la prueba nos da la salida. La idea de salida es la de un desfiladero en medio de la montaña.
Lo describen como “el escape de un ejército atrapado entre lugares montañosos saliendo de una situación apremiante por un estrecho pasadizo”. “Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica contra su propio cuerpo peca.” 1 Corintios 6: 18
El Apóstol Pablo no quiere decir que la fornicación sea el pecado más grave que exista.
Todo pecado es grave y nos aleja de la presencia de un Dios Santo.
Lo que afirma esta porción de la Biblia es que el pecado de la fornicación, es un pecado contra el mismo cuerpo.
Otros pecados como el robo, el homicidio tienen su esfera fuera del cuerpo.
El término porneia se usa en la relación sexual ilícita.
El cuerpo del Creyente es miembro de Cristo.
El cuerpo del Creyente es el santuario donde el Espíritu Santo vive; debe ser un lugar consagrado y apartado para la adoración y el sacrificio. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. 1Corintios 6:19-20
Cuidado con la porneia…