Aquí el tema es que Pablo contrasta la fragilidad del hablar humano que suele ser falso, ante la veracidad de la palabra de Dios
3:4 De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito:
Para que seas justificado en tus palabras
Por esto Pablo no se ufana al incluirse entre los pecadores, lo que indica es que por el pecado de la humanidad, la gloria de Dios ha mostrado su abundancia con el perdón. Por esto mismo Pablo ya había aclarado al iniciar este capítulo que solo es veraz la Palabra de Dios que recibieron los judíos.