Es un peligroso hombre pro-ateista. Ha hecho del insulto y de la "caza de brujos" su modus vivendi.
No duda en meter al mismo saco a falsos cristos, herejes y estafadores a cuenta de la fe con gentes de fe serias y sinceras, para él todo vale lo mismo y desprecia con fuerza ignominiosa la fe ajena sea la que sea.
Sin embargo pide que lo crean a él y compren sus libros, que ni es dios ni es nada.