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General: Ensayo en el discernimiento del Evangelio segùn san Mateo cap. 26
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De: Hermano Cristiano  (Mensaje original) Enviado: 15/04/2014 17:38

Ensayo en el discernimiento del Evangelio según san Mateo.

Cap. 26: del v1 al v5

Aquí se nos está mostrando de una manera que va de acuerdo a lo que estamos discerniendo, qué debemos estar conscientes, de que, debemos permitir sea crucificada nuestra condición tradicionalmente materialista.

Pero no faltará que quién esté haciendo la voluntad de hombre en las cosas de Dios nos quiera eliminar para que no enseñemos a guardar la voluntad de Dios siendo fiel a Jesús y a su enseñanza.

Cap. 26: del v6 al v16

Observamos que ese derroche de perfume que la mujer hizo sobre la cabeza de Jesús, fue la demostración de amor, fraterna y filial del reconocimiento humano en su conversión espiritual del amor que Dios manifiesta en todos sus hijos, transformando todo pecado en una bendición amorosa para fortalecernos en la hora de la prueba, en la que deberemos echar fuera a ese hombre de negocios para no querer cambiar por ningún dinero, la enseñanza fiel de la doctrina de Jesús.

Pidámosle al Padre, en el Nombre de Jesús, que el amor y la fe de Dios que su Palabra nos obsequia, podamos transmitirlo con fidelidad y valentía a nuestros hermanos, hijos, padres, amigos, y a todo aquel que quiera escucharla para guardarla y enseñarla a cumplir como la voluntad de Dios.

Cap. 26: del v17 al v29

Como sabemos, o deberíamos saber, la Fiesta de la Pascua Judía se celebra para conmemorar la liberación que Dios, por conducto de Moisés, hizo del pueblo judío de la esclavitud a la que los egipcios lo tenía encadenado.

Cuando nosotros nos preparamos para celebrar la Pascua Cristiana, debemos permitirle a nuestra consciencia espiritual resurgir sobre nuestra conciencia tradicional para que podamos entrar en esa santa celebración vestidos adecuadamente para comer el pan sin levadura y tomar el vino nuevo de la gracia del perdón de Dios.

Cuando se esté recibiendo la cena, Jesús advierte a los ahí reunidos que no faltará aquel, que como Judas, contamine el significado de su enseñanza con pensamientos de hombre, y al preguntar ¿Seré yo, Señor?

El que se ha dejado tentar por su condición de mercader y a cambio de unas cuantas monedas ha ajustado la enseñanza de Jesús a la voluntad de hombre para seguir sus mandatos, se hará el disimulado y todavía preguntará ¿Seré acaso yo, Maestro? Entonces escuchará en su mente: Tú, que te estás aprovechando de la condición en la que estás colocado para enseñar la Palabra de Dios dada a Jesús queriendo sacar provecho de ello. ¡Conoces la respuesta!

Todos aquellos que limpiaron su mente para obedecer y recibir la voluntad de Dios a través de Jesús, estarán comiendo del Pan de Vida que es su cuerpo y bebiendo el Vino Nuevo que es su Sangre, Sangre de la Alianza Nueva y Eterna que Dios hace con el hombre del cual Jesús volverá a beber cuando hayamos cumplido fielmente sus mandatos como la voluntad de Dios.

Cap. 26: del v30 al v35

Debemos de reconocer que todos los que hemos decidido seguir a Jesús, cuando nos hemos visto envueltos en situaciones difíciles y a pesar de declararnos como sus fieles creyentes, lo hemos lastimado con nuestros miedos, angustias, e incredulidad en su poder por no creer suficientemente en su Palabra a pesar también de haberle dicho: Aunque tenga que morir no renegaré de ti.

Pero es tan grande su misericordia que a pesar de todos los pesares, de nuestras vacilaciones que nos hacen tropezar y algunas veces caer, él siempre estará delante de nosotros para levantarnos cuantas veces sea necesario.

Cap. 26: del v36 al v46

Habrá muchos momentos en nuestra vida que, como Jesús, sentiremos una tristeza enorme por dejar las cosas a las que estamos acostumbrados, y de sólo pensarlo nos sentiremos morir, ya que habrá fuerte resistencia a renunciar a las cosas de este mundo, pero, si queremos salir de todos los miedos, angustias y preocupaciones de este mundo, apartémonos de los demás y digamos: Padre, de ser posible aleja de mi esa copa, pero que no se cumpla lo que yo quiero sino lo que quieres tú. Y lo que el Padre quiere, es que recibamos los dones y el Fruto del Espíritu para tener una vida plena, por lo que él permite que pasemos por ciertas pruebas para templar nuestra fe y su poder se manifieste en nosotros, ya que todo tiene un tiempo, un orden y un propósito para cada uno de nosotros y no debemos permitir, que todo eso que nos está sucediendo nos domine y nos adormezca para no orar, porque recordemos: El espíritu es animoso, pero la carne es débil.

Como podemos apreciar, no será nada fácil decidirse a colocar lo material bajo lo espiritual en nuestras vidas, por lo que deberemos perseverar en la oración una y otra vez, para que así seamos fortalecidos en el espíritu, en el alma, en la mente y en nuestro cuerpo para encontrarnos en el orden y propósito de Dios.

Es en este momento, cuando se acerca el final del dominio de lo material sobre lo espiritual y la Ley sea cumplida por el amor que perdona, y no por imposición que castiga para dar comienzo al año de la gracia y misericordia del perdón de Dios para el hombre y recibir y aceptar su voluntad divina, para que éste disfrute a plenitud y en abundancia el Reino de Dios aquí en la tierra, y después la vida eterna en el mundo venidero.

Cap. 26: del v47 al v56

La condición tradicional del ser humano tratará por todos los medios a su alcance, de detener esa transición hacia lo espiritual de nuestro ser, por lo que el tentador pondrá muchos obstáculos para que ésta no se lleve a cabo, y no faltará el creyente que se rebele ante esta transición y quiera contender por lo que cree que es injusto, y habrá muchos más que abandonen por momentos la fe de Dios y huyan a otros lugares.

Pero la verdad, es que mientras más obstáculos se nos pongan enfrente y los vayamos superando con la fuerza de la fe de Dios, más vamos siendo fortalecidos para aceptar la crucifixión de nuestra condición tradicionalmente materialista para que se cumpla lo escrito en la Palabra de Dios dada a Nuestro Señor Jesucristo.

Cap. 26: del v57 al v68

Será entonces que la esencia espiritual del ser humano, será confrontada con su esencia material, porque ésta, se sentirá amenazada con terminar su dominio sobre el hombre, y éste dominio, será utilizado para que el tentador haga caer en confusiones al hombre que pudieran poner un velo de duda a su fe, lo que propiciaría ser acusado ante Dios de no ser congruentes con ella y así no podrá destruir su Templo a lo material para construir sobre él en tres días, es decir: en tres tiempos, el Templo del hombre nuevo en su verdadera imagen y semejanza de Dios en su Trinidad Perfecta; ese Templo espiritual de Dios que le haría afirmarse como hijo obediente de Dios, por lo que los insultos y agresiones del Tentador seguirán adelante y le preguntará: ¿Adivina de dónde viene todo esto?

Cap. 26: del v69 al v75

Todo esto nos debe llevar a reflexionar, que en el proceso de aprendizaje por el que estamos transitando, nos veremos envueltos en diversas situaciones que harán que las palabras, acciones o actitudes nuestras, parezcan una negación a Jesucristo y su Palabra porque ellas no son congruentes con el compromiso aparente que estamos haciendo con él, pero cuando se llegue el tiempo, resurgirá en nosotros majestuosamente la esencia espiritual de la enseñanza que estamos recibiendo y retumbe en nuestra mente esa Palabra que nos enseña, que no debemos jurar nunca, ni por el Cielo porque es el trono de Dios, ni por la tierra porque es la tarima de sus pies, ni por nuestra cabeza, porque no podemos hacer blanco o negro uno sólo de nuestros cabellos; digamos sí cuando es sí, y no, cuando es no, porque lo demás lo dicta el demonio.

Así, pues, que no debemos comprometernos con nadie en las cosas de Dios, mejor, aumentemos nuestra fe en la reflexión y meditación de la enseñanza de Jesús para que lo que decidamos sea por amor a Dios y no un compromiso de hombre que tal vez no podamos cumplir.



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