Bajo ese contexto la Escritura en Apocalipsis menciona la expresión "vengo rápido", es decir, todo iba a estar sucediendo a pasos agigantados a través de los siglos despúes de la revelación de Jesucristo dada a Juan.
Apocalipsis dice que los reinos o imperios que habían conquistado (Jerusalén) eran cinco antes del imperio romano, y que el romano era el sexto reino, y que ese no era relacionado a la bestia. Bajo este contexto, estaría indicando que no era parte de los musulmanes. Luego, muchos piensan que quien derrotó al imperio romano para conquistar Jerusalén fue el imperio Islam, o lo que era el califato Omeya de Damasco, pero eso es falso; antes del Islam hubo un imperio llamado Sasánida, que duró varios años, aunque reinó o conquistó a Jerusalén un mínimo de años, extremadamente poco comparado con el resto de los imperios que han tenido conquistado a Jerusalén.
El destino de Jerusalén siguió ligado a sucesivas conquistas y conflictos, formando parte del Imperio romano de Oriente o Imperio bizantino, dentro del cual fue una de las cuatro sedes de importancia religiosa doctrinal del cristianismo, junto conConstantinopla, Antioquía y Alejandría. El año 326, el emperador Constantino I el Grande mandó levantar la Iglesia del Santo Sepulcro, que se constituyó en uno de los principales lugares religiosos del cristianismo.
El año 614 el Imperio sasánida conquistó la ciudad, rigiéndola hasta el año 638, siendo desplazado por la expansión musulmana que ocupó la ciudad incorporándola al Califato Omeya de Damasco, sustituido posteriormente por el califato abasí. Entre los años 687 y 691 se construyó la Cúpula de la Roca. En 710 se terminó de erigir la mezquita de Al-Aqsa. Ambos templos son importantes puntos religiosos de la religión musulmana.
Por ahí el Apocalipsis habla de que el séptimo reino relacionado con la bestia (o en comunión con ella) debería durar poco tiempo, despúes del sexto que era el romano. En el imperio Sasánida también participaban musulmanes, pero era conocido como la segunda dinastía de los imperio Persa. Sin embargo, quien luego derrotó al séptimo imperio que había conquistado a Jerusalén, fue el imperio Islámico (imperio Omeya). Entonces, bajo este contexto, sería entonces este el octavo rey, o bien, el rey que indicaba que la bestia corresponde al que reinaría Jerusalén en octava ocasión. Esto también corresponde porque Apocalipsis dice que este octavo rey pertenece o es de entre los 7 (anteriores), que sería quizá Egipto (el primer rey).
Aquí hay un dato iteresante, la bestia del mar le pasó su autoridad a la bestia de la tierra. Y según la historia, el imperio Islámico fue derrotado en 1924 por el imperio Británico o reino unido, el “casualemente” originario de lo que hoy es USA y su cultura, sedes masónicas con simbología del antiguo imperio Egipcio.
En 1917 los ejércitos británicos desplegados en Egipto, liderados por el general Edmund Allenby, avanzaron por la costa oriental del mar Mediterráneo, tras vencer la fuerte resistencia otomana durante la campaña del Sinaí y Palestina en el marco de la Primera Guerra Mundial. Finalizada la contienda, la Sociedad de Naciones otorgó el territorio al Reino Unido en calidad de Mandato. Los británicos no pudieron calmar las crecientes hostilidades entre la población civil judía y árabe. Los grupos paramilitares judíos se opusieron al régimen británico, puesto que reclamaban un Estado judío independiente y la libre entrada de refugiados judíos de Europa, perseguidos por la Alemania nazi. La tensión entre británicos y judíos aumentó tras el final de la Segunda Guerra Mundial, al terminar la colaboración entre judíos y británicos en la lucha contra los nazis, y al agravarse las restricciones británicas a la inmigración judía, fijadas en el "Libro Blanco". El 22 de julio de 1946 el Irgún, liderado por Menájem Beguín, atentó contra el ala sur del Hotel Rey David, donde se encontraba la base del Secretariado Británico, sede del mando militar y la División de Investigación Criminal (sección especial de la policía), que se saldó con 91 muertos, 17 de ellos judíos, en uno de los mayores atentados ocurridos durante el Mandato británico de Palestina.