Si Dios no hubiera intervenido con su plan y mediante su pueblo hoy sufrirían muchísimos más niños en el mundo, estarían en manos de sociedades instituidas sobre la base del abuso y del asesinato de los niños ofrecidos a los demonios. Simplemente habrían más desviados y criminales, más viejos cacorros y maricones asquerosos que abusan de los pequeños. Si aún con el plan desplegado por Dios, el mundo moderno es llamado Sodoma y Egipto, qué hubiera sido sin la intervención que Dios hizo primero para contener a las tinieblas, y luego para destruirlas.
Muchos reclaman a Dios porque no interviene de la manera en que creen que debería hacerlo; no se quejen entonces cuando venga el día de su ira para acabar por siempre con la maldad. Su plan fue consolidado de una manera tal, que nunca más se repetirá la historia de iniquidad y de injusticia que tenemos frente a nosotros.