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General: LA CRUZ CÍCLICA DE HENDAYA, SEGÚN FULCANELLI
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Respuesta  Mensaje 1 de 6 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999  (Mensaje original) Enviado: 09/10/2014 03:05
LA CRUZ CÍCLICA DE HENDAYA, SEGÚN FULCANELLI
Fulcanelli - 05/08/2008

Mucho ha dado que hablar "El misterio de las catedrales" de este enigmático personaje, alquimista del siglo XX. Traemos aquí parte del final del libro, complementado con fotos actuales de esta cruz.
 
 
 

Pequeña ciudad fronteriza del país vasco, Hendaya agrupa sus casitas al pie de los primeros contrafuertes pirenaicos. Hállase encuadrada por el verde océano, el ancho Bidasoa, brillante y rápido, y los herbosos montes. La primera impresión que produce el contacto con aquel suelo áspero y rudo es más bien penosa, casi hostil. En el horizonte marino, la punta que Fuenterrabía, ocre bajo la cruda luz, hunde en las aguas glaucas y reverberantes del golfo, rompe apenas la austeridad natural del bravío paisaje. Salvo el estilo español de sus casas, el tipo y el idioma de sus habitantes, y el atractivo particularísimo de una playa reciente, erizada de orgullosos palacios, Hendaya no tiene nada capaz de retener la atención del turista, del arqueólogo o del artista.

Al salir de la estación, un camino agreste flanquea la vía del ferrocarril y conduce a la iglesia parroquias, situada en el centro de la población. Sus muros desnudos, flanqueados por una torre maciza, cuadrangular y truncada, se yerguen sobre un atrio levantado a la altura de unos pocos escalones y circundado de árboles de tupida fronda. Es un edificio vulgar, pesado, reformado, carente de interés. Sin embargo, cerca del lado sur del crucero y disimulada bajo las masas verdes de la plaza, se levanta una modesta cruz de piedra, tan sencilla como curiosa.

Hallábase antiguamente en el cementerio comunal, y hasta 1842 no fue trasladada al lugar que ocupa actualmente junto a la iglesia. Así, al menos, nos lo afirmó un anciano vasco que había desempeñado, durante largos años, las funciones de sacristán. En cuanto al origen de esta cruz, es totalmente desconocido, y nos fue imposible obtener el menor dato sobre la época de su erección. Sin embargo, fundándonos en la forma de la base y de la columna, no creemos que pueda ser anterior a las postrimerías del siglo XVII o a principios del XVIII. Sea cual fuere su antigüedad, la cruz de Hendaya constituye, por la decoración de su pedestal, el monumento más singular del milenarismo primitivo y la más rara expresión simbólica del quiliasmo que jamás hayamos visto. Sabido es que esta doctrina, aceptada primero y combatida después por Orígenes, san Dionisio de Alejandría y san Jerónimo, aunque la Iglesia no la hubiese condenado, formaba parte de las tradiciones esotéricas de la antigua filosofía de Hermes.

La ingenuidad de los bajo relieves y su basta ejecución nos hacen pensar que estos emblemas lapidarios no fueron obra de un profesional del cincel y del buril; pero, abstracción hecha de la estética, debemos reconocer que el oscuro artífice de estas imágenes encamaba una ciencia profunda y verdaderos conocimientos cosmográficos. En el brazo transversal de la cruz -una cruz griegadescubrimos la inscripción acostumbrada, chocantemente esculpida en relieve y en dos líneas paralelas, con las palabras casi soldadas y cuya disposición, que respetamos, es la siguiente:

O C R U X A V E S
P E S U N I C A

Ciertamente, la frase es fácil de descifrar, y su sentido, bien conocido: O crux ave spes unica. Sin embargo, traduciéndola a guisa de novato, no comprenderíamos muy bien con qué habíamos de quedamos, si con el pie o con la cruz, y aquella invocación resultaría sorprendente. Deberíamos, en verdad, llevar nuestro desenfado y nuestra ignorancia hasta el desprecio de las reglas elementales de la gramática, pues el nominativo masculino "pes" requiere el adjetivo "unicus", que es del mismo género, y no el femenino unica. Parecería, pues, que la deformación de la palabra "spes", esperanza, en "pes", pie, por ablación de la consonante inicial, hubiese sido resultado involuntario de una falta absoluta de práctica en nuestro lapicida. Pero ¿explica realmente la inexperiencia una rareza semejante? No podemos admitirlo. En efecto, la comparación de los motivos ejecutados por la misma mano y de la misma manera, demuestra una evidente preocupación por la colocación normal, un gran cuidado en la disposición y el equilibrio de aquéllos. ¿Por qué había de ser realizada la inscripción menos escrupulosamente? Un examen atento de ésta nos permite afirmar que sus caracteres son claros, si no elegantes, y que no están imbricados (Iám. XLVII). Sin duda, nuestro artífice los diseñó primeramente con tiza o carbón, y este boceto descarta necesariamente cualquier idea sobre un error sufrido durante la talla. Ahora bien, como este error existe, hay que sacar la consecuencia de que fue un error aparente. Y deliberado. Y la única razón que podemos invocar es que se trata de un signo puesto adrede, disimulado bajo el aspecto de una torpeza inexplicable y destinado a despertar la curiosidad del observador. Diremos, pues, que, en nuestra opinión, el autor dispuso de este modo el epígrafe de su obra turbadora, a sabiendas y voluntariamente.

El estudio del pedestal nos había iluminado, y sabíamos ya de qué manera, y con qué llave, debíamos leer la inscripción cristiana del monumento; pero deseábamos mostrar a los investigadores el gran auxilio que, para la resolución de las cosas ocultas, son capaces de prestarnos el sentido común, la lógica y el razonamiento. La letra S, que adopta la forma sinuosa de la serpiente, corresponde a la ji (X) de la lengua griega y toma de ella su significación esotérica. Es el rastro helicoidal del sol llegado al cenit de su curva a través del espacio, al producirse la catástrofe cíclica. Es una imagen teórica de la bestia del Apocalipsis, del dragón que vomita, en los días del Juicio Final, fuego y azufre sobre la creación macrocósmica. Gracias al valor simbólico de la letra S,desplazada adrede, comprendemos que la inscripción debe expresarse en lenguaje secreto, es decir, en la lengua de los dioses o en la de los pájaros, y que hemos de descubrir su sentido sirviéndonos de las regla de la Diplomática. Algunos autores, y en particular Grasset d'Orcet, en el análisis del Sueño de Polifilo, publicado por la Revue Britannique, las han expuesto con bastante claridad para que tengamos que hablar de ellas. Leeremos, pues, en fiancés, lengua de los diplomáticos, el latín tal y como está escrito, y después, empleando las vocales permutantes, obtendremos la asonancia de palabras nuevas que componen otra frase, cuya ortografía y cuyo orden de vocales restableceremos, así como su sentido literario. De este modo, recibimos este singular aviso: "Il est écrit que la vie se réfugie en un seul espace" (1), y nos enteramos de que existe una región donde la muerte no alcanzará al hombre, cuando llegue la época terrible del doble cataclismo. En cuanto al emplazamiento geográfico de esta tierra prometida, donde los elegidos presenciarán el retorno de la edad de oro, somos nosotros quienes debemos buscarlo. Pues los elegidos, hijos de Elías, se salvarán según las palabras de la Escritura.Porque su fe profunda, su incansable perseverancia en el esfuerzo, les harán merecedores de su elevación al rango de discípulos de Cristo-Luz. Llevarán su señal y recibirán de El la misión de empalmar a la Humanidad regenerada en la cadena de las tradiciones de la Humanidad desaparecida.


La cara anterior de la cruz -aquella en que los tres horribles clavos fijaron en la madera maldita el cuerpo dolorido del Redentor- aparece definida por la inscripción INRI, grabada en su brazo transversal. Corresponde a la imagen esquemática del ciclo que vemos en la base (lám. XLVIII). Tenemos, pues, aquí, dos cruces simbólicas, instrumentos del mismo suplicio: arriba, la cruz divina, ejemplo del medio escogido para la expiación; abajo, la cruz del globo, determinando el polo del hemisferio boreal y situando en el tiempo la época fatal de esta expiación. Dios Padre tiene en su mano este globo rematado por el signo ígneo, y los cuatro grandes siglos -figuras históricas de las cuatro edades del mundo- representan con el mismo atributo a sus soberanos: Alejandro, Augusto, Carlomagno y Luis XIV (2).

Esto es lo que enseña el epígrafe INRI, traducido exotéricamente por "Iesus Nazarenus Rex Iudeorum", pero que toma prestada de la CRUZ su significación secreta: "Igne Natura Renovatur Integra". Porque es por medio del fuego y en el fuego mismo que pronto será puesto a prueba nuestro hemisferio. Y, de la misma manera en que, por medio del fuego, se separa el oro de los metales impuros, nos dice la Escritura que serán separados los buenos de los malos en el día grande del Juicio Final.


En cada una de las cuatro caras del pedestal, observamos un símbolo diferente. Vemos en una de ellas la imagen del sol; en otra, la de la luna; la tercera nos muestra una gran estrella, y la última, una figura geoniétrica que, según acabamos de decir, no es sino el esquema adoptado por los iniciados para caracterizar el ciclo solar. Es un simple círculo dividido en cuatro sectores por dos diámetros que se cruzan en ángulo recto. En cada uno de lo sectores figura una A, que los señala como las cuatro edades del mundo, en este jeroglífico completo del universo, formado con signos convencionales del cielo y de la tierra, de lo espiritual y de lo temporal, del macrocosmo y del microcosmo, y donde volvemos a encontrar, asociados, los emblemas mayores de la redención (cruz) y del mundo (círculo).

En la época medieval, estas cuatro fases del gran período cíclico -cuya rotación contigua expresaban los antiguos por medio de un círculo dividido por dos diámetros perpendiculares- eran generalmente representados por los cuatro Evangelistas o por su letra simbólica, que era la alfa griega, y, todavía con mayor frecuencia, por los cuatro animales evangélicos rodeando a Cristo, figura humana y viva de la cruz.

Es la fórmula tradicional que encontramos a menudo en los tímpanos de los pórticos románicos. Jesús aparece sentado, con la mano izquierda apoyada en un libro y la derecha levantada en ademán de bendecir, y separado de los cuatro animales que le sirven de acompañamiento por la elipse llamada Almendra mística. Estos grupos, generalmente aislados de las otras escenas por una guirnalda de nubes, tienen siempre colocadas sus figuras en el mismo orden, según podemos observar en las catedrales de Chartres (puerta real) y de Le Mans (puerta occidental) en la iglesia de los Templarios de Luz (Hautes-Pyrénées), en la Civray (Vienne), en el pórtico de Saint Trophime de Arles, etcétera (lám. XLIV).

«Había también delante del trono -escribe san Juan como un mar de vidrio semejante al cristal; y, en medio del trono y alrededor de él, cuatro vivientes llenos de ojos por delante y por detrás. El primer viviente era semejante a un león; el segundo viviente, semejante a un temero; el tercero tenía semblante como de hombre, y el cuarto era semejante a un águila voladora» (3). Relato que está de acuerdo con el de Ezequiel: «Vi, pues... una nube densa en torno de la cual resplandecía un remolino de fuego, que en medio brillaba como bronce en ignición. En el centro de ella había semejanza de cuatro seres vivientes... Y sus rostros de frente eran de hombre; y los cuatro tenían de león el lado derecho de la cara; y los cuatro tenían de buey el lado izquierdo; y los cuatro tenían cara de águila en la parte de arriba» (4).


En la mitología hindú, los cuatro sectores iguales del círculo dividido por la cruz servían de base a un concepto místico bastante singular. El ciclo entero de la evolución humana encarnase en él en forma de una vaca, símbolo de la Virtud, que apoya las pezuñas en cada uno de los cuatro sectores- que representan las cuatro edades del mundo. En la primera edad, que corresponde a la edad de oro de los griegos y es llamada Credagugán o edad de la inocencia, la Virtud se mantiene firme sobre la tierra; la vaca descansa sólidamente sobre sus cuatro patas. En el Tredagugán, o segunda edad, que corresponde a la edad de plata, la vaca está más débil y se sostiene sólo sobre tres patas. Durante el Tuvabaragugán, tercera edad o edad de bronce, sólo tiene dos patas. Por último, en la edad de hierro, que es la nuestra, la vaca cíclica, o Virtud humana, alcanza el grado supremo de debilidad y de senilidad: se sostiene difícilmente, en equilibrio, sobre una sola pata. Es la cuarta y última edad, el Calgugán, edad de miseria, de infortunio y de decrepitud.



La edad de hierro no tiene más sello que el de la Muerte. Su jeroglífico es el esqueleto provisto de los atributos de Saturno: el reloj de arena vacio, imagen del tiempo cumplido, y la guadaña, reproducida en la cifra siete, que es el número de la transformación, de la destrucción, del aniquilamiento. El Evangelio de esta época nefasta es el que fue escrito bajo la inspiración de san Mateo. Matthaeus, en griego [proviene de uan palabra..] que significa ciencia. De esta palabra derivan [en griego, palabras que significan...] estudio, conocimiento, [proveniente de las palabras griegas que significan], aprender, instruirse. Es el Evangelio según la Ciencia, el último de todos, pero el primero para nosotros, ya que nos enseña que, salvo un pequeño número de elegidos, debemos perecer colectivamente. Por esto se dio a san Mateo el atributo del ángel; porque la ciencia, única capaz de penetrar el misterio de las cosas, de los seres y de su destino, puede dar al hombre alas con que elevarse hasta el conocimiento de las más altas verdades y llegar hasta Dios.

 

 


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Respuesta  Mensaje 2 de 6 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 09/10/2014 03:06
 

Great Cross of Hendaye

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Cross of Hendaye

The Great Cross of Hendaye (French: Croix d'Hendaye) is a stone cross located on the town square of Hendaye, in the Pyrénées-Atlantiques, in southwestern France. A physical representation of the belief by ancient Christians, Rosicrucians, and alchemists that the world's end is rapidly approaching, and will occur in the midst of fire. Many, including devotees of Nostradamus, the Bible Code, and especially the 2012 phenomenon, believe that a great comet will pass by, or into, the earth in the year 2012 and interpret the Cross of Hendaye as another reminder that 2012 is the end.[1]

 

 

Description[edit]

Upper Cross of Hendaye

An important part of the understanding of The Cross of Hendaye is the understanding of the mysterious alchemist, Fulcanelli, who gives us so many suggestions about the understanding of the Cross. The cross is carved with alchemical symbols that occultists find to contain encrypted information on a future global catastrophe. The alchemist Fulcanelli, hinted in his 1926 book 'Le Mystere des Cathedrales', that on the cross is encoded a warning of "a purifying fire that will soon consume the Northern Hemisphere."[2] The creation and transportation of the Cross of Hendaye is rumored to have been funded by the ancient Christian society known as the Rosicrucians. The Cross is a paradigm for synergy, where the whole is greater than the sum of the parts alone. The entire monument is a schematic of the Philosopher's Stone Of the symbols found on the cross, one thing is very important. All the parts of the Cross must be examined together. A holistic interpretation of the cross can not be determined simply on the analyzing of just one of the symbols.

The Monument[edit]

Divided into three basic parts. The Upper Cross, Greek Cross, the column, and the pedestal base. Each are further divided into their own components. The Upper cross has three symbols, the pillar has its own symbol, and the base has four symbols.

  1. Upper Cross: Three Main Symbols are: traditional inscription of INRI(located on top of the cross), two double 'X' markings, and a broken Latin inscription that reads O CRUX AVE SPES UNICA. These symbols offer a three inter-related meaning system, which gives us the key to understanding the entire process symbolized by the monument.
    Upper Cross.png
  2. The pillar: The pillar plays a unifying role on the monument that serves as a link in which bonds each element of the Cross together and explains that each portion of the Cross is to be considered in union with the remaining portions of the Cross. The cross is a single entity and its overall meaning is not to be interpreted based only on one of the elements but rather the overall meaning should be based on all of the elements together.
  3. The Base: The four symbols engraved on the base must be taken as one unity. One in which the order and the meaning of the symbols are constant. The images are: an eight ray star burst, a half moon shape with an eye spot, an angry sun face with a bulging spiral eye,and an oval that fills the entire space of the rectangle (which is quartered by a cross). Of the four symbols found on the Cross, there are two that have are believed to have significant meaning. The Sun Face symbol and the Oval Symbol.
    Cross and Base of Cross
  • Sun Face Symbol:
The face of the Sun is framed by 16 large spikes and 16 smaller spikes inside a containing outer circle. The Sun is then surrounded by four stars, which are placed in the corners of the rectangle and titled so that the diagonal axis continues through the center point of the Sun face. Which then draws a Galactic Alignment through the Sun.
  • Oval Symbol:
The oval has four capital letter "A"'s in it. One 'A' is positioned on each side of the arms of the cross. The A's are unusual in that they have a sharply angled cross bar set in the top angle of each 'A' rather than the usual horizontal cross bar

Fulcanelli's Deciphering: Upper Cross[edit]

  1. INRI: INRI is most commonly known as the acronym of the Latin phrase IESVS NAZARENVS REX IVD ÆORVM, which translates to 'Jesus the Nazarene, King of the Jews'. Through the Rosicrucian Alchemical Tradition, INRI is interpreted as IGNE NATURA RENOVATUR INTEGRA, which translates as 'By Fire Nature is Renewed Whole' and is one of the key maxims of alchemy. This phrase is important to Alchemists, but it also holds the Christian belief that the end of the world will be signaled with the return of Jesus Christ and the wicked will burn in fire, and then the Earth will be renewed and made whole.
  2. Double X's: The two Xs are placed on the Upper Cross, firmly planted on the symbol of Christ. There are two possible explanations behind this. The first is that the two X's symbolize that Christ is the 'Alpha and Omega' as described in Revelations Chapters 1, 21, and 22. Christ is thus, the beginning and the end. The second explanation is that, these two X's are a reminder of the shape of an hourglass. The hourglass was the main system of time keeping during the time of which the Cross was created. Fulcanelli believed that the hourglass meant several things on the cross. First, he believed that it represented how the time of the world was running short. Second, he believed that while the first X symbolizes the beginning of the world, the second X symbolizes the end of the world. For an alchemist, the beginning and the end are both with fire. Fulcanelli believed that the end of the world would come by fire. The third explanation is that these two Xs symbolize the Galactic Alignment, and that the time when they would align is 21 December 2012
  3. OCRUXAVES PESUNICA: When decoded it reads, O Crux Ave Spes Unica, which translates to 'Hail O Cross, the Only Hope'. However, when examining the inscription, Fulcanelli noticed something unique about the inscription, and that was the misplaced 'S'. Although he called attention to the "incorrect grammar", he believed that there was no mistake. But instead that the creator of the Cross wanted the interpretation to be 'Measure of the Twelfth Part'. Fulcanelli believed that this phrase was a clear reference to the cosmic cycles and alignments. He believed that the 'S', which takes on a curving shape of a snake, corresponds to the Greek khi (X) and takes over its esoteric meaning.
  • Making references to the 'Key' or 'Cross' in the sky, which are made by the X of the snake or dragon, Fulcanelli informs us that this explanation is the helicoidal track of the sun.
  • Noting on the misspelled word, 'SPEC' translates to 'hope', however in its reverse, 'SEPS' translates to 'snake.'

Fulcanelli's Deciphering: Base[edit]

The four symbols found on the base are: Sun, Moon, Great Star, and a Simple circle. The circle is divided by two perpendicular diameters into four sectors in which there are four As displayed.

  • The four As can be used to explain the four phases of the Great Cyclic Period in Medieval times. The four phases were represented either by: the four evangelists; by their symbolic letter, which is the Greek letter alpha; or by the four evangelical beasts surrounding Christ. These four quadrants are believed to stand for the four ages of the world. This symbolizes the diagram used to indicate the solar cycle, upon which the Galactic Alignment and procession rest.
  • This traditional formula is often seen on the tympana of Roman porches. Where Jesus is shown seated with his left hand resting on a book and his right hand is raised in the gestures of benediction. He is separated from the four beasts which attend him by an ellipse, which is called the mystic almond. These groups are seen in many chapel and cathedrals throughout Europe, including Church of Templars at Luz in Hautes Pyrénées[1]

Interpreting the Cross: End of the World[edit]

Through analysis of all the alchemical symbols found on the cross, it is believed that the Cross of Hendaye is a physical representation of the belief that the world is quickly coming to an end. And, as the symbols suggest, the end of the world will occur in the midst of fire. This belief was brought upon by the ancient Christian group, the Rosicrucians, and alchemists. Many believe that the end will be the return of Christ as referenced in the Bible. [3]

  • As Jay Weidner cites Fulcanelli's quote, "The age of iron has no other seal than that of Death. Its hieroglyph is the skeleton, bearing the attributes of Saturn: the empty hourglass, symbols of time run out..."
  • The Great Cross of Hendaye is believed to describe the end of both the four ages of the Hindu Yoga system as well as the four ages of alchemical chronological time keeping.[4]
http://en.wikipedia.org/wiki/Great_Cross_of_Hendaye

Respuesta  Mensaje 3 de 6 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 15/10/2014 20:29
Alcoseri  (Original message) Sent: 01/12/2012 15:09
La Cruz Masónica que anuncia el Fin de los Tiempos. http://www.portalnet.cl/comunidad/cementerio-de-temas.635/462336-la-cruz-masonica-que-anuncia-el-fin-de-los-tiempos.html [Resumen] Una cruz de piedra francmasónica de fines del siglo XVII que, según los expertos, predice el Apocalipsis en 2012, ya que los grabados en el pedestal de la cruz dicen que cuando el Sol, la Luna y las estrellas se alineen, llegará el fin de los tiempos. Hendaye es una pequeña ciudad fronteriza entr
e francia y el país vasco, un camino agreste flanquea la vía del ferrocarril y conduce a la iglesia, situada en el centro de la población. Es una construcción corriente y carente de interés. Sin embargo, en el lado sur y disimulada entre los jardines, se encuentra una cruz de piedra, tan sencilla como curiosa.





Hallábase antiguamente en el cementerio comunal, y hasta 1842 no fue trasladada al lugar que ocupa actualmente.

En cuanto a su origen -siglo XVII o principios del XVIII- LA CRUZ DE HENDAYE constituye el monumento cúlmine del llamado "calvario esotérico" de la Masonería y la más singular expresión simbólica del Quiliasmo, doctrina de la antigua filosofía de Hermes. 

Tallada en piedra por los maestros canteros y talladores pertenecientes a la llamada 'free-stone-masón', es decir, albañiles iniciados y altamente calificados, sus bajo relieves y su ejecución nos hacen pensar que sus emblemas encarnan una ciencia profunda y avanzados conocimientos cosmográficos.

En el brazo transversal de la cruz -una cruz griega- descubrimos la inscripción acostumbrada para la época, esculpida en relieve:



"O crux ave spes unica" = "La cruz es la única esperanza".




Pero la inscripción original hace una separación notable entre las palabras. Traduciendo el nominativo masculino pes requiere el adjetivo unicus, que es del mismo género, y no el femenino unica. Parecería, pues, que la deformación de la palabra spes, esperanza, en pes, pie, por ablación de la consonante inicial, hubiese sido resultado involuntario de un tallador principiante. PERO ¿explica realmente la inexperiencia una rareza semejante?

Absolutamente No.

En efecto, la ejecución de la obra por la misma mano y de la misma manera, demuestra una evidente preocupación por la colocación y un gran cuidado en la disposición y el equilibrio. ¿Por qué habría de ser realizada la inscripción menos escrupulosamente? Un examen cercano nos permite afirmar que sus caracteres son claros y elegantes, y que no están imbricados. Sin duda, se diseñó primeramente con tiza y carbón, y este boceto descarta necesariamente cualquier idea sobre un error sufrido durante la talla. Ahora bien, como este error existe, hay que sacar la conclusión de que fue un error... deliberado.

El autor dispuso de este modo el epígrafe de su obra, a sabiendas y voluntariamente.

La letra S, corresponde a la ji (X) de la lengua griega y toma de ella su significación esotérica. Es el rastro helicoidal del sol llegado al cenit de su curva a través del espacio al producirse la catástrofe cíclica. Es una imagen teórica de la bestia del Apocalipsis, del dragón que vomita, en los días del Juicio Final.
Gracias al valor simbólico de la letra S, desplazada adrede, comprendemos que la inscripción debe expresarse en lenguaje secreto, y que hemos de descubrir su sentido.

Leeremos pues en fiacés el latín, y después, empleando las vocales permutantes, obtendremos la asonancia de palabras que componen una frase: "Il est écrit que la vie se réfugie en un seul espace".





Y asi nos enteramos de que existe una región donde la muerte no alcanzará al hombre cuando llegue la época del cataclismo «Está escrito que la vida se refugia en un solo espacio.»

El Norte sufrirá un incendio y el Sur una inundación.
Los alquimistas no nos hablan de un doble cataclismo en sí mismo sino que se refieren "a la inversión de la bola", esto es exactamente el cambio del eje, la caída de los polos, uno de los cuales toma súbitamente el lugar del otro.





Para los Iniciados, cada ciclo comienza y termina debido a una catástrofe y la historia humana, evoluciona y se desarrolla entre dos polos, el agua y el fuego, los cuales operan juntos y durante el mismo tiempo en una región de la Tierra distinta y opuesta.

El gran hacedor de este conflicto es la traslación solar, la ascensión del Sol al cenit del polo. Es por esto que un mismo hemisferio es sumergido en las aguas al final de un período y calcinado por el fuego al término del ciclo siguiente.

Al reverso de la cruz también existe la inscripción INRI: "Iesus Nazarenus Rex Iudeorum" = Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos. Pero que toma del esoterismo su significación secreta: "Igne Natura Renovatur Integra" = "La Naturaleza se Renueva íntegramente en el Fuego", "porque es por medio del fuego que será puesto a prueba nuestro mundo".





En cada una de las cuatro caras del pedestal, observamos un símbolo diferente. Vemos en la primera la imagen del Sol; en otra la Luna; la tercera nos muestra una estrella de ocho puntas representando a Venus, y la última, una figura geocéntrica que es el esquema adoptado por los iniciados: un círculo ovalado dividido perfectamente en cuatro, donde en cada espacio aparece una letra A, representando las cuatro eras de la humanidad: Oro; Plata; Bronce; y la de Hierro, que es nuestra actualidad.





Los cuatro grandes siglos - figuras históricas de las cuatro edades del mundo - representan con el mismo atributo a sus soberanos: Alejandro, Augusto, Carlomagno, y Luis XVI.





Los tres primeros son emperadores; el cuarto es solamente rey, el Rey-Sol, y significa la declinación del astro y sus postreros resplandores. Es el crepúsculo anunciador de la larga noche cíclica. Curiosamente, el mínimo de Maunder(*) coincide con el reinado completo de Luis XIV de Francia, el "Rey Sol".


(*)El mínimo de Maunder, lapso de tiempo entre 1645 y 1715 durante el cual las manchas solares practicamente desaparecieron. Coincidiendo con el momento máximo de la llamada "Mini-Era del Hielo" de los siglos XV a XVII, en que Europa, América del Norte -y quizás el resto del mundo- sufrieron inviernos extremadamente crudos.





¿Pero cómo esto lo relacionamos a la fecha del 2012? Dos especialistas en ciencias esotéricas: Jay Weidner y Vincent Bridge, dedujeron que el fin de los tiempos tendría lugar tal año, ya que los grabados en el pedestal significan que cuando el Sol, la Luna y las estrellas se alineen, llegará el fin de los tiempos. Ellos plantean como esencial: "Su simbología revela una época de destrucción sobre un periodo de veinte años antes de comenzar con el equinoccio de otoño de 2002, cuando la alineación planetaria y solar forme una cruz de ángulos rectos. El punto culminante se sitúa en el solsticio de invierno de 2012". Estos investigadores plantearon su teoría, en la publicación de "Los misterios de la Gran Cruz de Hendaye".





Relacionado a su teoría, es el aproximamiento del tránsito del planeta Venus por delante del sol, visto desde la tierra, lo que significa que estos tres cuerpos se encuentran alineados. Este suceso de Venus, se divide en cuatro tránsitos de un periodo de 243 años, con intervalos entre cada uno de 105,5; 8; 121,5 y 8 años. Se suelen considerar los "pares" de tránsitos que se producen en un intervalo de 8 años. Esto tiene total relación al recordar que en la cruz de Hendaye, el símbolo del sol se encuentra opuesto a la estrella de Venus. Este evento tendrá lugar el próximo 6 de junio de 2012 y se apreciará un disco circular muy negro.


Todo lo anterior se corresponde con la imagen esquemática del ciclo que encontramos en las dos cruces simbólicas del monumento: Arriba, la cruz divina, ejemplo del medio escogido para la expiación; Abajo, la cruz del globo, determinando el polo del hemisferio boreal y situándolo en el Fin de los Tiempos.




En conclusión la Cruz Cíclica de Hendaye podría considerarse un aviso sobre los acontecimientos mundiales que nos han afectado en el pasado y que pronto volverán a suceder en nuestro planeta en un futuro muy cercano.
http://www.portalnet.cl/comunidad/cementerio-de-temas.635/462336-la-cruz-masonica-que-anuncia-el-fin-de-los-tiempos.html
 

Respuesta  Mensaje 4 de 6 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 15/10/2014 20:33
m: Alcoseri  (Original message) Sent: 01/12/2012 14:32
LA CRUZ CÍCLICA DE HENDAYA
Pequeña ciudad fronteriza del país vasco, Hendaya agrupa sus casitas al pie de los 
primeros contrafuertes pirenaicos.  Hállase encuadrada por el verde océano, el ancho 
Bidasoa, brillante y rápido, y los herbosos montes.  La primera impresión que produce 
el contacto con aquel suelo áspero y rudo es más bien penosa, casi hostil.  En el 
horizonte marino, la punta que Fuenterrabía, ocre bajo la cruda luz, hunde en las aguas 
glaucas y reverberantes del golfo, rompe apenas la austeridad natural del bravío paisaje.  
Salvo el estilo español de sus casas, el tipo y el idioma de sus habitantes, y el atractivo 
particularísimo de una playa reciente, erizada de orgullosos palacios, Hendaya no tiene 
nada capaz de retener la atención del turista, del arqueólogo o del artista. 
Al salir de la estación, un camino agreste flanquea la vía del ferrocarril y conduce a la 
iglesia parroquias, situada en el centro de la población.  Sus muros desnudos, 
flanqueados por una torre maciza, cuadrangular y truncada, se yerguen sobre un atrio levantado a la altura de unos pocos escalones y circundado de árboles de tupida fronda.  
Es un edificio vulgar, pesado, reformado, carente de interés.  Sin embargo, cerca del 
lado sur del crucero y disimulada bajo las masas verdes de la plaza, se levanta una 
modesta cruz de piedra, tan sencilla como curiosa.  Hallábase antiguamente en el 
cementerio comunal, y hasta 1842 no fue trasladada al lugar que ocupa actualmente 
junto a la iglesia.  Así, al menos, nos lo afirmó un anciano vasco que había 
desempeñado, durante largos años, las funciones de sacristán.  En cuanto al origen de 
esta cruz, es totalmente desconocido, y nos fue imposible obtener el menor dato sobre la 
época de su erección.  Sin embargo, fundándonos en la forma de la base y de la 
columna, no creemos que pueda ser anterior a las postrimerías del siglo xvii o a 
principios del xviii.  Sea cual fuere su antigüedad, la cruz de Hendaya constituye, por la 
decoración de su pedestal, el monumento más singular del milenarismo primitivo y la 
más rara expresión simbólica del quiliasmo que jamás hayamos visto.  Sabido es que 
esta doctrina, aceptada primero y combatida después por Orígenes, san Dionisio de 
Alejandría y san Jerónimo, aunque la Iglesia no la hubiese condenado, formaba parte de 
las tradiciones esotéricas de la antigua filosofía de Hermes. 
La ingenuidad de los bajo relieves y su  basta ejecución nos hacen pensar que estos 
emblemas lapidarios no fueron obra de un  profesional del cincel y del buril; pero, 
abstracción hecha de la estética, debemos reconocer que el oscuro artífice de estas 
imágenes encamaba una ciencia profunda y verdaderos conocimientos cosmográficos. 
En el brazo transversal de la cruz -una cruz griegadescubrimos la inscripción 
acostumbrada, chocantemente esculpida en relieve y en dos líneas paralelas, con las 
palabras casi soldadas y cuya disposición, que respetamos, es la siguiente: 
O C R U X A V E S 
P E S U N I C A 
Ciertamente, la frase es fácil de descifrar, y su sentido, bien conocido: O crux ave spes 
unica.  Sin embargo, traduciéndola a guisa de novato, no comprenderíamos muy bien 
con qué habíamos de quedamos, si con el pie o con la cruz, y aquella invocación 
resultaría sorprendente.  Deberíamos, en  verdad, llevar nuestro desenfado y nuestra 
ignorancia hasta el desprecio  de las reglas elementales de la gramática, pues el 
nominativo masculino pes requiere el adjetivo unicus, que es del mismo género, y no el 
femenino unica.  Parecería, pues, que la deformación de la palabra spes, esperanza, en 
pes, pie, por ablación de la consonante inicial, hubiese sido resultado involuntario de 
una falta absoluta de práctica en nuestro lapicida.  Pero ¿explica realmente la 
inexperiencia una rareza semejante?  No podemos admitirlo.  En efecto, la comparación 
de los motivos ejecutados por la misma mano y de la misma manera, demuestra una 
evidente preocupación por la colocación normal, un gran cuidado en la disposición y el 
equilibrio de aquéllos. ¿Por qué había de ser realizada la inscripción menos 
escrupulosamente?  Un examen atento de ésta nos permite afirmar que sus caracteres 
son claros, si no elegantes, y que no están imbricados (Iám.  XLVII).  Sin duda, nuestro 
artífice los diseñó primeramente con  tiza o carbón, y este boceto descarta 
necesariamente cualquier idea sobre un error sufrido durante la talla.  Ahora bien, como 
este error existe, hay que sacar la consecuencia de que fue un error aparente. Y 
deliberado.  Y la única razón que podemos invocar es que se trata de un signo puesto 
adrede, disimulado bajo el aspecto de una torpeza inexplicable y destinado a despertar la curiosidad del observador.  Diremos, pues, que, en nuestra opinión, el autor dispuso de 
este modo el epígrafe de su obra turbadora, a sabiendas y voluntariamente. 
El estudio del pedestal nos había iluminado, y sabíamos ya de qué manera, y con qué 
llave, debíamos leer la inscripción cristiana del monumento; pero deseábamos mostrar a 
los investigadores el gran auxilio que, para la resolución de las cosas ocultas, son 
capaces de prestarnos el sentido común, la lógica y el razonamiento. 
La letra S, que adopta la forma sinuosa de la serpiente, corresponde a la ji (X) de la 
lengua griega y toma de ella su significación esotérica.  Es el rastro helicoidal del sol 
llegado al cenit de su curva a través del espacio, al producirse la catástrofe cíclica.  Es 
una imagen teórica de la bestia del Apocalipsis, del dragón que vomita, en los días del 
Juicio Final, fuego y azufre sobre la creación macrocósmica.  Gracias al valor simbólico 
de la letra S, desplazada adrede, comprendemos que la inscripción debe expresarse en 
lenguaje secreto, es decir, en la lengua de los dioses o en la de los pájaros, y que hemos 
de descubrir su sentido sirviéndonos de las regla de la Diplomática.  Algunos autores, y 
en particular Grasset d’Orcet, en el análisis del Sueño de Polifilo, publicado por la 
Revue Britannique, las han expuesto con bastante claridad para que tengamos que 
hablar de ellas.  Leeremos, pues, en fiancés, lengua de los diplomáticos, el latín tal y 
como está escrito, y después, empleando las vocales permutantes, obtendremos la 
asonancia de palabras nuevas que componen otra frase, cuya ortografía y cuyo orden de 
vocales restableceremos, así  como su sentido literario.  De este modo, recibimos este 
singular aviso: Il est écrit que la vie se réfugie en un seul espace (1), y nos enteramos de 
que existe una región donde la muerte no alcanzará al hombre, cuando llegue la época 
terrible del doble cataclismo.  En cuanto  al emplazamiento geográfico de esta tierra 
prometida, donde los elegidos presenciarán el retorno de la edad de oro, somos nosotros 
quienes debemos buscarlo.  Pues los elegidos, hijos de Elías, se salvarán según las 
palabras de la Escritura.  Porque su fe  profunda, su incansable perseverancia en el 
esfuerzo, les harán merecedores de su elevación al rango de discípulos de Cristo-Luz.  
Llevarán su señal y recibirán de El la misión de empalmar a la Humanidad regenerada 
en la cadena de las tradiciones de la Humanidad desaparecida. 
La cara anterior de la cruz -aquella en que los tres horribles clavos fijaron en la madera 
maldita el cuerpo dolorido del Redentor- aparece definida por la inscripción INRI, 
grabada en su brazo transversal.  Corresponde a la imagen esquemática del ciclo que 
vemos en la base (lám.  XLVIII).  Tenemos, pues, aquí, dos cruces simbólicas, 
instrumentos del mismo suplicio: arriba, la cruz divina, ejemplo del medio escogido 
para la expiación; abajo, la cruz del globo, determinando el polo del hemisferio boreal y 
situando en el tiempo la época fatal de esta expiación.  Dios Padre tiene en su 
(1) En latín, spatium, con la significación  de lugar, sitio, emplazamiento, que le da 
Tácito.  Corresponde al griego Xo)ptav’ raíz Xwpa, país, comarca, territorio. 
(En español: «Está escrito que la vida se refugia en un solo espacio.» N. de 1,a T) 
mano este globo rematado por el signo ígneo,  y los cuatro grandes siglos -figuras 
históricas de las cuatro edades del mundo- representan con el mismo atributo a sus 
soberanos: Alejandro, Augusto, Carlomagno y Luis XIV (2).  Esto es lo que enseña el 
epígrafe INRI, traducido exotéricamente por Iesus Nazarenus Rex Iudeorum, pero que 
toma prestada de la CRUZ su significación secreta: Igne Natura Renovatur Integra Porque es por medio del fuego y en el fuego mismo que pronto será puesto a prueba 
nuestro hemisferio.  Y, de la misma manera en que, por medio del fuego, se separa el 
oro de los metales impuros, nos dice la Escritura que serán separados los buenos de los 
malos en el día grande del Juicio Final. 
En cada una de las cuatro caras del pedestal, observamos un símbolo diferente.  Vemos 
en una de ellas la imagen del sol; en otra, la de la luna; la tercera nos muestra una gran 
estrella, y la última, una figura geoniétrica que, según acabamos de decir, no es sino el 
esquema adoptado por los iniciados para caracterizar el ciclo solar.  Es un simple 
círculo dividido en cuatro sectores por dos diámetros que se cruzan en ángulo recto.  En 
cada uno de lo sectores figura una A, que los señala como las cuatro edades del mundo, 
en este jeroglífico completo del universo, formado con signos convencionales del cielo 
y de la tierra, de lo espiritual y de lo temporal, del macrocosmo y del microcosmo, y 
donde volvemos a encontrar, asociados, los emblemas mayores de la redención (cruz) y 
del mundo (círculo). 
En la época medieval, estas cuatro fases del gran período cíclico -cuya rotación contigua 
expresaban los antiguos por medio de  un círculo dividido por dos diámetros 
perpendiculares- eran generalmente representados por los cuatro Evangelistas o por su 
letra simbólica, que era la alfa griega, y, todavía con mayor frecuencia, por los cuatro 
animales evangélicos rodeando a Cristo, figura humana y viva de la cruz. 
(2) Los tres primeros son emperadores; el  cuarto es solamente rey, el Rey-Sol, y 
significa la declinación del astro y sus postreros resplandores.  Es el crepúsculo 
anunciador de la larga noche cíclica, llena de horror y de espanto, «la abominación de la 
desolación». 
Es la fórmula tradicional que encontramos a menudo en los tímpanos de los pórticos 
románicos.  Jesús aparece sentado, con la  mano izquierda apoyada en un libro y la 
derecha levantada en ademán de bendecir,  y separado de los cuatro animales que le 
sirven de acompañamiento por la elipse llamada  Almendra mística. Estos grupos, 
generalmente aislados de las otras escenas por una guirnalda de nubes, tienen siempre 
colocadas sus figuras en el mismo orden, según podemos observar en las catedrales de 
Chartres (puerta real) y de Le Mans (puerta occidental) en la iglesia de los Templarios 
de Luz (Hautes-Pyrénées), en la Civray (Vienne), en el pórtico de Saint Trophime de 
Arles, etcétera (lám.  XLIV). 
«Había también delante del trono -escribe san Juancomo un mar de vidrio semejante al 
cristal; y, en medio del trono y alrededor de él, cuatro vivientes llenos de ojos por 
delante y por detrás.  El primer viviente era semejante a un león; el segundo viviente, 
semejante a un temero; el tercero tenía semblante como de hombre, y el cuarto era 
semejante a un águila voladora» (3).  Relato que está de acuerdo con el de Ezequiel: 
«Vi, pues… una nube densa en torno de la cual resplandecía un remolino de fuego, que 
en medio brillaba como bronce en ignición.  En el centro de ella había semejanza de 
cuatro seres vivientes… Y sus rostros de frente eran de hombre; y los cuatro tenían de 
león el lado derecho de la cara; y los cuatro tenían de buey el lado izquierdo; y los 
cuatro tenían cara de águila en la parte de arriba» (4). 
En la mitología hindú, los cuatro sectores iguales del círculo dividido por la cruz servían 
de base a un concepto místico bastante singular.  El ciclo entero de la evolución humana encarnase en él en forma de una vaca, símbolo de la Virtud, que apoya las pezuñas en 
cada uno de los cuatro sectores- que representan las cuatro edades del mundo.  En la 
primera edad, que corresponde a la edad de oro de los griegos y es llamada Credagugán 
o edad de la inocencia, la Virtud se mantiene firme sobre la tierra; la vaca descansa 
sólidamente sobre sus cuatro patas.  En el Tredagugán, o segunda edad, 
(3) Apocalipsis, cap.  IV, vv. 6 y 7. 
(4) Cap. 1, vv. 4, 5, 10 y 11. 
que corresponde a la edad de plata, la vaca está más débil y se sostiene sólo sobre tres 
patas.  Durante el Tuvabaragugán, tercera edad o edad de bronce, sólo tiene dos patas.  
Por último, en la edad de hierro, que es la nuestra, la vaca cíclica, o Virtud humana, 
alcanza el grado supremo de  debilidad y de senilidad: se sostiene difícilmente, en 
equilibrio, sobre una sola pata.  Es la cuarta y última edad, el Calgugán, edad de 
miseria, de infortunio y de decrepitud. 
La edad de hierro no tiene más sello que el de la Muerte.  Su jeroglífico es el esqueleto 
provisto de los atributos de  Saturno: el reloj de arena vacio, imagen del tiempo 
cumplido, y la guadaña, reproducida en la  cifra siete, que es el número de la 
transformación, de la destrucción, del aniquilamiento.  El Evangelio de esta época 
nefasta es el que fue escrito bajo la inspiración de san Mateo.  Matthaeus, en griego 
Mar0a¿og, viene de Ma0?7t-¿a, Ma0?7iua7-og, que significa ciencia, De esta palabra 
deriva Maoi7ais., uaO-qaEwg, es@, conocimiento, de uavocivE¿g, aprender, instruirse.  
Es el Evangelio según la Ciencia, el último de todos, pero el primero para nosotros, ya 
que nos enseña que, salvo un pequeño número de elegidos, debemos perecer 
colectivamente.  Por esto se dio a san Mateo  el atributo del ángel; porque la ciencia, 
única capaz de penetrar el misterio de las cosas, de los seres y de su destino, puede dar 
al hombre alas con que elevarse hasta el conocimiento de las más altas verdades y llegar 
hasta Dios. 
CONCLUSIÓN
Scire, Potere, Audere, Tacere 
ZOROASTRO 
La Naturaleza no abre indistintamente a todos la puerta del santuario. 
Tal vez descubrirá el profano en estas páginas alguna prueba de una ciencia verdadera y 
positiva.  Pero no creemos que podamos alardear de convertirle, pues no ignoramos la 
tenacidad de los prejuicios y la fuerza enorme del recelo.  El discípulo sacará de ellas 
mayor provecho, a condición, empero, de que no menosprecie las obras de los antiguos 
filósofos, de que estudie con cuidado y penetración los textos clásicos, hasta adquirir la 
clarividencia suficiente para discernir los puntos oscuros del manual operatorio. 
Nadie puede aspirar a la posesión del gran  Secreto, si no armoniza su existencia al 
diapasón de las investigaciones emprendidas. No basta con ser estudioso, activo y perseverante, si se carece de un principio sólido y 
de base concreta, si el entusiasmo inmoderado ciega la razón, si el orgullo tiraniza el 
buen criterio, si la avidez se desarrolla bajo el brillo intenso de un astro de oro. 
La ciencia misteriosa requiere mucha precisión, exactitud y perspicacia en la 
observación de los hechos; un espíritu sano, lógico y ponderado; una imaginación viva 
sin exaltación; un corazón ardiente y puro.  Exige, además, una gran sencillez y una 
indiferencia absoluta frente a teorías, sistemas e hipótesis que, fiando en los libros o en 
la reputación de sus autores, suelen aceptarse sin comprobación.  Quiere que sus 
aspirantes aprendan a pensar más con el propio cerebro y menos con el ajeno.  Les pide, 
en fin, que busquen la verdad de sus principios, el conocimiento de su doctrina y la 
práctica de sus trabajos en la Naturaleza, nuestra madre común. 
Por el ejercicio constante de las facultades de observación y de razonamiento, por la 
meditación, el neófito subirá los peldaños que conducen al 
SABER.
La imitación ingenua de los procedimientos  naturales, la habilidad conjugada con el 
ingenio, las luces de una larga experiencia le asegurarán el 
PODER.
Pudiendo realizar, necesitará todavía paciencia, constancia, voluntad inquebrantable.  
Audaz y resuelto, la certeza y la confianza nacidas de una fe robusta le permitirán a todo 
ATREVERSE.
Por último, cuando el éxito haya consagrado tantos años de labor, cuando sus deseos se 
hayan cumplido, el Sabio, despreciando las vanidades del mundo, se aproximará a los 
humildes, a los desheredados, a todos los que trabajan, sufren, luchan, desesperan y 
lloran aquí abajo.  Discípulo anónimo y mudo de la Naturaleza eterna, apóstol de la 
eterna Caridad, permanecerá fiel a su voto de silencio. 
En la Ciencia. en el Bien, el Adepto debe para siempre 
CALLAR.
 

Respuesta  Mensaje 5 de 6 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 14/12/2014 14:40
LA CRUZ ES SINONIMO DE LA LETRA T=TIEMPO=TIME-14/15 DE SEPTIEMBRE ES EL DIA DE LA SANTA CRUZ EN LA IGLESIA CATOLICA-NEXO CON LA FESTIVIDAD DE LOS TABERNACULOS EN UN CONTEXTO HEBREO (LEVITICO 23:33)-THE LOST SYMBOL (THE KEY OF SOLOMON)(DAN BROWN)-PERIODO 24/12-15/9=266 DIAS=36 SABADOS LUNARES=9 MESES LUNARES=NAVIDAD =VID =MADRE
 

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Respuesta  Mensaje 6 de 6 en el tema 
De: el religioso Enviado: 14/12/2014 14:50
lei su libro "el secreto de las catedrales" hace un buen tiempo atras me interese por la alquimia y por la vida de los alquimistas como nicolas flamel,lascaris,edward kelley,paracelso,sait germain y otros afortunados que lograron conseguir la gran obra,la vida de fulcanelli es todo un misterio segun su amigo y discipulo canseliet fulcanelli seguia vivo gracias a la piedra filosofal.


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