Según el texto griego, así nos dicen estos versículos:
"Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio; mas yo os digo que todo el que mira a una mujer con intención de codiciarla, ya cometió adulterio con ella en el corazón de él ". (Mateo 5,27-28).
Entonces, lo que está mal es mirar a una mujer con intención de codiciarla, de tenerla como una propiedad. Y esto es muy comprensible, porque la codicia es la raíz de todos los males. Pero el deseo sexual natural lo hizo Dios así desde el principio porque Dios lo hizo todo, y la escritura nos dice que Dios, después de haberlo creado todo, vio que era bueno.
El deseo natural que Dios ha puesto en los hijos suyos es bueno y no es pecado: "Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; macho y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Procread y multiplicaos; llenad la tierra..." (Génesis1:27-28),
"Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto" (Génesis 1:31).
Dios hizo al hombre con su deseo sexual, "y he aquí que era bueno" Lo que está mal es codiciar a las personas para tenerlas como esclavas privándolas así de su libertad. Por eso el texto griego en Mateo 5,27-28 es el que le da sentido a estos versículos:
"Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio; mas yo os digo que todo el que mira a una mujer con intención de codiciarla, ya cometió adulterio con ella en el corazón de él ". (Mateo 5,27-28).
Cuando está mal traducido este versículo, es un arma muy poderosa para las religiones judaizantes obsesionadas siempre en hacer malo todo acto sexual entre los solteros, o también entre casados si no se hace únicamente para la procreación. Por eso debemos tener cuidado con las traducciones y las interpretaciones religiosas que no corresponden con la verdad.
Muchos grupos religiosos, con sus escrituras e interpretaciones, hacen pecado mortal los deseos sexuales naturales, pero los deseos sexuales naturales que Dios ha creado no son pecado, porque Dios lo hizo todo y, después de haberlo hecho, vio que era bueno. Lo que es malo es cambiar la Palabra de Dios y poner en su lugar las mentiras de los hombres.
Si el deseo sexual natural fuera pecado, entonces ningún hombre debería mirar a la mujer con quien se casa porque, si la mira y la desea, ya comete pecado. Y si no la mira y no la desea, ¿cómo se va a unir a ella?
Entonces, muchas biblias nos entregan un texto que no corresponde con la realidad ni con la misericordia que Dios nos ha predicado... El pecado es la codicia, esto es, el que mira "a una mujer con intención de codiciarla". Y ésta es la traducción correcta. Vuestras biblias no son fieles al texto griego, que así os dice:
"Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio; mas yo os digo que todo el que mira a una mujer con intención de codiciarla, ya cometió adulterio con ella en el corazón de él ". (Mateo 5,27-28).
Cuando yo estudiaba teología en una universidad católica, me contaron una historia terrorífica en la que se hablaba de dos jóvenes que habían tenido deseos sexuales naturales y por ello, cuando murieron fueron enviados al infierno donde allí debían de estar por toda la eternidad sufriendo terribles tormentos... Nunca se ha perpetrado una monstruosidad tan grande como esta enseñanza.
Toda esta enseñanza religiosa ha atormentado la vida de muchísimos millones de creyentes, y contradice a lo que Dios quiere, que es la misericordia, pues Jesucristo así nos dijo:
"... si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7 )