No me extraña que repitas el nombre de Félix para satanizarlo, ya que él también estuvo por Mexico dando garrote a los judaizantes, y compartiendo su conocimiento que incomoda bastante a los religiosos.
Cuando me separé de su grupo tuve diferencias personales, pero eso no me impide ver la solidez de sus enseñanzas, ni puedo dejar de reconocer que es un gran luchador y verdadero trotamundos en Cristo. Sobre sus enseñanzas, nosotros no solo las recibimos porque estuvimos a su lado personalmente, sino que aparte organizamos un grupo de estudios con otros hermanos y maestros, y durante años cada uno se dio a la tarea de investigar y confrontar lo que decía en temas tan neurálgicos como el de la identidad del Padre y de Hijo en las Escrituras.
Nosotros no nos limitamos a tragar entero sus temas, sino que por iniciativa propia tuvimos que aprender el hebreo bíblico para establecer si era cierto todo lo que nos decía, y pudimos ver la certeza de cada detalle. Incluso su mismo hijo Frederik que es de un gran talento no lo siguió en algunas enseñanzas; y yo no estuve de acuerdo en un par de tres temas con Félix; pero él siempre respetó nuestra posición.
Ahora si tú afirmas que el Padre celestial, que es Espíritu de amor incomparable, vino a manchar sus manos y sus vestiduras de sangre, ese es tu problema.
Este problema lo resolvió la hermandad con Jesús a la cabeza; el Padre continúa purísimo y es inocente.