En Lucas 21.24 Jesús deja como referencia el momento en que terminaría el tiempo de las naciones sobre Jerusalén, cuando cumplieran su dominio sobre ella para regresar de nuevo a los israelitas.
Las otras señales sobre el regreso del Señor se relacionan por ejemplo el reverdecimiento de la higuera que es Israel. Como el reverdecimiento es un proceso gradual, puede establecerse que comienza desde que Israel es fundada como Estado, continúa cuando recupera a Jerusalén más tarde, y se completa cuando se afirma delante de sus vecinos árabes, como potencia económica, militar y política; eso ya es cumplido, la higuera reverdeció. Una generación a partir de ese momento es la medida de tiempo que no pasará hasta que todo se cumpla sobre el regreso del Señor.
Una generación en sentido bíblico son 40 años; cuando Israel estuvo 40 años en el desierto, pereció toda aquella generación. A la vez Jesús también predijo los mismos hechos sobre la destrucción que sobrevendría a Jerusalén en manos de los romanos, lo advirtió en el año 33 d.C, y 37 años después en el año 70 comenzaron los tiempos de las naciones sobre Jerusalén; es decir que no pasó una generación y se cumplió.
Como la higuera ya reverdeció sabemos que estamos en los tiempos y otras señales lo dicen también.