1. Los sindonólogos creen estar ante uno de esos misterios inexplicables, en el que se achaca la emisión producida por una radiación al hecho de ver esa figura impregnada en la sábana. Se dice que no hay nada que pueda explicar ese efecto. Y eso no es verdad.
Secondo Pía la fotografió en 1898, dándose cuenta de un particular detalle. Se trataba de un negativo fotográfico. Y dio en la clave. Eso sí, no todo es un negativo en la imagen, pues si hubiera habido una fuerte radiación, la misma sangre que impregna el lienzo hubiera sufrido la misma transformación en negativo. Pero no, la sangre es sólo sangre. No sólo eso, tratándose de un negativo y teniendo en consideración el color de la barba del negativo, que es oscura, eso implicaría que la barba original del positivo debería ser blanca. ¿Y desde cuándo se representó a Jesús con barba blanca? Aquí vemos uno de los primeros fallos del autor de la falsificación.
En cualquier caso tratándose de una fotografía, ¿ya existían las técnicas fotográficas en tiempos pasados? Sí, la cámara oscura ya se había inventado en Bagdad en el siglo VI, apareciendo en el libro “Tratado öptico” del árabe Alhacén, en el año 965. Roger Bacon en el siglo XIII lo llamó “luna cornata”, pues amplió su uso haciendo que esta técnica permitiera impregnar telas de imágenes. Bacon fue acusado de herejía por usar como modelos para sus fotografías, ni más ni menos, que a cadáveres.
Los alquimistas medievales se sabe que usaban haluros de plata para ennegrecer partes de una tela empapada con una exposición prolongada al Sol. Tomás de Aquino, en el siglo XIII, habla de las propiedades de las sales de plata o cloruros de plata, para realizar fotografías.
Para realizar el experimento de la “luna cornata” usé una tela recubierta de yoduro de plata. No es cloruro de plata, como algunos pudieran imaginar. El yoduro deja ese color característico amarillo y reacciona ante la luz para convertirse en una placa fotográfica. También se puede usar yoduro de mercurio. De hecho, en los análisis efectuados por el doctor McCrone sobre la Sábana Santa de Turín se encontró que todo el tejido estaba cubierto con esta capa de yoduros.
Para el proceso sólo tienes que usar un calco de una figura original que, o bien, reproduces en una hoja vegetal o bien usas una cámara oscura, como las de Roger Bacon que, además, coincide en tiempo con la datación por Carbono 14 de la Sábana de Turín. Ahora bien, personalmente el dibujo en la hoja vegetal es tan tosco que dudo que fuera un calco con cámara oscura. Creo que está pintado a mano.
Finalmente se coloca la hoja vegetal encima de la tela con yoduro de plata, y he ahí el resultado.
Mi dibujo está hecho a mano, basándome en cualquier Pantocrator bizantino, como el de Dafne. El resultado a la vista está. Es tan bueno que podría confundirse con la Sábana Santa de Turín. Incluso se puede realizar una tomografía con mi experimento y el resultado sería una escultura 3D. No hay escrutinio que pueda afirmar que hay fallos en mi experimento.
Se comenta que la Sábana Santa oculta una tomografía, pero en realidad se trata de una reconstrucción tomográfica. Las proyecciones de un objeto a determinado ángulo heta están conformadas por una serie de integrales de línea. En las tomografías axiales computarizadas de rayos-X, los integrales de línea representan la atenuación total del haz de rayos-X mientras estas viajan en línea recta a través del objeto. Como mencionado anteriormente, la imagen resultante es un modelo 2D (ó 3D) del coeficiente de absorción. Hablando de una manera más comprensible, con cualquier imagen 2D se puede obtener una reconstrucción tomográfica 3D.