El reino de los cielos fue mostrado por Jesús mediante parábolas, como un gran campo que sembró el Padre celestial con la semilla del hijo del hombre en el universo, hasta que surgió un enemigo que quiso adueñarse de sus plantíos.
Efesios es una carta celestial que aún no se dimensiona completamente en la congregación, pero muestra asuntos de los cielos revelando con claridad que el maligno tiene injerencia sobre la historia de la tierra, mediante los gobernadores del cosmos, -o las kosmocraturas. Aquí Pablo muestra cuál es la verdadera perspectiva de la congregación que hereda el universo junto con Cristo, para llevar el conocimiento consagrado al Altísimo, a principados y potestades en las regiones celestes.
La nueva Jerusalén que desciende del cielo, es una ciudad santa de oro, que llega con ejércitos celestiales, y se asienta sobre una gran región del planeta para gobernarlo.
En definitiva, si el cristianismo es conocimiento no debe extrañarse que se hable de tecnologías y de moradores de los cielos, porque un reino tiene habitantes que lo construyen y gobernantes que administran.
Efesios 6.12
“no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”
PRINCIPADOS; (archás, en plural femenino) del gr. arché; los orígenes o los principios, los primeros; los principales, las personas que encabezan y que son líderes; o que son el origen y la causa activa; los gobernantes, o los jefes.
Nuestra lucha es contra esos principados que se originaron con el maligno, y que ejercen su influencia desde los cielos a través de sus potestades, que reflejan su autoridad aquí en la tierra sobre aquellos que siguen su propuesta, o que se dejan arrastrar por ella.
En este contexto Pablo nos dice que nuestra lucha es “contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo”
Contra los gobernadores, los kosmócratas, los gobernadores del Kosmos, palabra griega que no solo engloba al mundo, sino también el orden celestial existente en el universo. Por esto Pablo dice que están ubicados en lugares celestiales, y que desde allí influyen en la historia humana, porque son gobernadores de las tinieblas de este “siglo”; que es el período de tiempo que abarca la rebelión, o el imperio de satán y de la muerte; la situación nefasta, terrible, y gravísima que surgió en un sector del universo desde que surgió el mal, hasta que finalice el reino de las tinieblas, con el trabajo victorioso de Jesús y todo su ejército, para gloria del Padre celestial.
1Corintios 15.24 Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio [archēn], toda autoridad y potencia
El plan restaurador se origina en la tierra mediante la obra realizada por Jesús, y luego se extiende por los cielos contaminados, para cumplir el objetivo de suprimir completamente la maldad, y regresar todo en santidad de nuevo al Dios y Padre.
Pablo declara comenzando la carta a los Efesios sobre: “… REUNIR TODAS LAS COSAS EN CRISTO, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, ASÍ LAS QUE ESTÁN EN LOS CIELOS, como las que están en la tierra”. Esto incluye los lugares desde los cuales actuó “el príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia” (Efesisos 2.2). De allí que una de las misiones de la congregación de Cristo, es “que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales” (Efesios 3.10)
Esos son los lugares de los cielos que el maligno hundió en maldad y en ignorancia, así como desde allí influyó en el pensamiento de los hombres; es decir que fueron lugares entenebrecidos, a los cuales llegará la luz de Cristo que existe en su congregación; por esto dice Pablo finalmente sobre el tema “no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. Todos esos lugares serán reunidos en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, es decir, cuando llegue el respectivo momento.