Las vestiduras simbolizan la clase de conocimiento con el que se está cubierto.
Adán y Eva cosieron hojas de higuera para darse cobertura pues apenas crecían en el conocimiento de Dios, y fueron engañados quedando desnudos. El kerub rebelde que estuvo en el Edén para hacerlos caer, portaba un traje resplandeciente que representaba el conocimiento y la sabiduría que corrompió; en Génesis es llamado como la serpiente quien también muda de piel o cambia de traje, mientras que Dios no cambia nunca y es el mismo.
El sumo sacerdote de Israel también se vestía con el resplandor del oro y de las joyas porque estaba delante de la presencia de Jehová, y recibía su conocimiento
Las indumentarias exteriores de los israelitas eran de gran variedad en su colorido, y al interior usaban una especie de camisa blanca que llegaba a las rodillas.
Los lavanderos de la antigüedad podían limpiar o blanquear considerablemente la ropa. Pero Israel estaba inmunda por seguir detrás de los baales invalidando con su incumplimiento el pacto de la ley. Jeremías 2.22 Aunque te laves con lejía, y amontones jabón sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá aún delante de mí, dijo Jehová el Señor.
Sin embargo, cuando Marcos describió la incomparable blancura de las vestiduras de Jesús durante la transfiguración, dijo: “sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, como la nieve, tanto que ningún lavador en la tierra los puede hacer tan blancos.”
La gran multitud de todas las naciones en Apocalipsis 7 están delante del trono de Dios quien extenderá su tabernáculo sobre ellos y llevan puestas estolas, gr. stolë; mientras que la congregación que será desposada viste con imation que significa “vestido” o “vestiduras” blancas, e igual que todos los santos podrán ingresar a la ciudad de Dios, vestida como una novia con muros cristalinos de diamante.
Las vestiduras blancas y que están limpias representan la fidelidad y la dignidad de los santos. Estos, según Jesús “no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas.
El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles”