La gran águila
En Ezequiel 17 se registra la ilustración donde surgen dos grandes águilas las cuales representan a un rey poderoso cada una.
Según el mismo Ezequiel, una gran águila representó al rey de Babilonia, y la otra gran águila simbolizó al faraón de aquella época.
En la parábola, una vid que es Israel, está bajo la cobertura de esa gran águila que era el rey de Babilonia, quien tomó a Israel y la plantó "en un campo bueno para sembrar", refiriéndose al dominio que ejercía Nabucodonosor sobre Israel, y la manera en que impuso un rey vasallo, a Sedequías, haciéndole jurar sometimiento y lealtad en nombre de Jehová
A pesar de ese juramento de servidumbre, la vid de la parábola que es Israel, quiso estar bajo la protección y el aprovisionamiento de otra gran águila, el faraón, a quien Sedequías envió mensajeros hasta Egipto, en busca de ayuda militar rebelándose contra Nabucodonosor; y principalmente en contra de las instrucciones que Dios le había dado por medio del profeta Jeremías, por lo cual sobrevino la toma y la destrucción de Jerusalén en manos de Babilonia.
El faraón también es referido como otra gran águila, debido a que Nekoh desde Egipto había sometido con anterioridad a Israel, y había destronado a Jehoacaz reemplazándolo por Eliaquin.
Una "gran águila" simboliza un reino poderoso, que con su hegemonía destrona y también impone a reyes de otras naciones; en este caso son reyes de otros imperios que llevaron al trono de Israel reyes vasallos, luego que destronaron a los verdaderos.
Por esto puede entenderse que al final de Ezequiel 17 está implícita una tercera gran águila en la historia.
El reino de los cielos es obra de nuestro Padre celestial y su Primogénito, Jesucristo. El Rey de reyes y Señor de señores, es quien finalmente destronará, e impondrá en los cielos y en la tierra reyes preparados en sabiduría y santidad para que gobiernen en justicia.
La verdadera Gran Águila en la parábola de Ezequiel corresponde al reino imperecedero de justicia; reino que se extenderá por todo el universo.
Ezequiel 17:22 Así ha dicho Jehová el Señor: Tomaré yo del cogollo de aquel alto cedro, y lo plantaré; del principal de sus renuevos cortaré un tallo, y lo plantaré sobre el monte alto y sublime.
17:23 En el monte alto de Israel lo plantaré, y alzará ramas, y dará fruto, y se hará magnífico cedro; y habitarán debajo de él todas las aves de toda especie; a la sombra de sus ramas habitarán.
Mateo 13:31 Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo;
13:32 el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.
La mujer que es la congregación de Jesucristo recibirá las dos alas de la gran águila cuando sea conducida al lugar del celeste donde será preparada en sabiduría y en experiencia, para gobernar cuando desciendan a la tierra.
La estructura militar de la nueva Jerusalén destronará el gobierno único que a nivel mundial tendrá la bestia del 666; así descenderá la Jerusalén celestial para imponiéndose como capital sobre las naciones; por lo mismo quienes reciben las dos alas de la gran águila, serán gobernantes junto con Cristo.