Las operaciones más letales de Hamás contra el Ejército israelí han sido llevadas a cabo sobre los túneles excavados en Gaza. Los 2.500 cohetes lanzados desde la Franja matan a civiles y hacen un daño indiscriminado, pero no tienen ninguna precisión: casi todos son interceptados por el sistema israelí Cúpula de Hierro o caen al tuntún en pleno campo. Un operación de un comando llevada a cabo por milicianos de Hamás infiltrados a través de los túneles es lo que realmente teme el Ejército israelí.
De ahí el empeño del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en no detener la actual ofensiva sobre la Franja hasta la destrucción de todos los túneles. Hasta el momento, el Ejército israelí ha destruido más de treinta pasadizos, pero se calcula que Hamás ha construido un laberinto de más de sesenta pasos subterráneos, muchos de ellos interconectados.
Los túneles les sirven a los combatientes de Hamás para esconderse durante los ataques israelíes, para infiltrar comandos y pasar armas. Pero, fuera de los periodos de guerra, los túneles de Gaza tienen también un cometido económico esencial. Por los túneles excavadoshacia Egipto pasan los principales suministros de armas de la milicia islamista, pero también una parte fundamental de los productos que abastecen a una Franja bajo bloqueo. Y en tiempos de paz los túneles que conectan con territorio israelí son también una de las principales vías de importación de bienes. Poco antes de la ofensiva israelí, el Ejército descubrió que por uno de esos túneles estaba entrando una importante partida de materiales de construcción. La construcción era, precisamente, la principal actividad laboral de la Franja. Aunque Netanyahu sostiene también que las inmensas partidas de material de construcción eran más empleadas en la excavación de nuevos túneles que en el levantamiento de viviendas.
Tras la retirada israelí de Gaza, se multiplicó el número de túneles construidos hacia Egipto e Israel. Se trataba de un lucrativo negocio, para quienes traían bienes de contrabando y para Hamás, que impone un impuesto sobre cada producto «importado» por los túneles.
De ahí que la destrucción de túneles tenga no solo una dimensión militar, sino también fundamentales consecuencias económicas. Si el bloqueo de Gaza prosigue tras el conflicto, Hamás va a perder una fundamental vía de ingresos. Pero también la población civil va a sufrir de un encierro sin vía alguna de escape. Su precaria economía durante todos estos años se ha basado en la red de túneles; sin ellos y sin una relajación del bloqueo, la asfixia económica de la Franja será total. Y la desesperación de la población, aun mayor.