Como sabemos bien los Testigos por nuestro estudio del libro Proclamadores, Russell creía que la Gran Pirámide de Gizeh corroboraba períodos bíblicos, y que Isaías 19:19, 20 aludía a ella. Aunque personalmente parecía estar convencido, no lo consideraba una de las enseñanzas fundamentales que todos los cristianos debían aceptar (La Atalaya del 15-nov-1928 explicó que la Pirámide tiene relación con la religión falsa y que Isaías 19:19, 20 hablaba en sentido figurativo). Bien, pues en el tercer tomo de Estudios de las Escrituras, en el capítulo 10, Russell citó a la persona de la que al parecer adquirió sus ideas respecto a la Pirámide, el reverendo Joseph Seiss, que escribió:
(Algunas fuentes suelen citar erróneamente estas palabras como si fueran de Russell, pero son de Seiss; lo único que añade Russell es lo que viene entre corchetes).“La ciencia ha terminado por descubrir que el Sol no es un centro muerto, estacionario, alrededor del cuál giran los planetas. Se ha demostrado que el mismo Sol está en movimiento alrededor de otro centro de atracción considerablemente más poderoso, arrastrando con él por todo el espacio toda su espléndida corte de cometas y planetas con sus satélites. Los astrónomos no se han puesto todavía de acuerdo sobre dónde está este centro de atracción ni sobre su situación en el espacio. No obstante algunos de entre ellos creen haber encontrado la dirección de este centro que estaría en las Pléyades y particularmente en Alcyón, la estrella central de esta famosa constelación. El honor de haber hecho este descubrimiento se le ha concedido al distinguido astrónomo alemán, el profesor J.H. Maedler. Alcyón por lo tanto hasta dónde la ciencia es capaz de ver parece ser el "trono de la medianoche" y comprendería la sede central de todo el sistema gravitatorio y desde el cual el Todopoderoso gobernaría su Universo. Corresponde con este hecho maravilloso el que en la fecha de la construcción de la Gran Pirámide, en la medianoche del equinoccio de Otoño tal como se conserva en las tradiciones de muchos pueblos [en esta fecha es realmente cuando comienza el año, diez días antes del Día de la Reconciliación comenzaba el año judaico tal como muestra el volumen dos de los "Estudios de las Escrituras"], las Pléyades se encontraban sobre el meridiano de esta Pirámide con Alcyón (n de Taurus) precisamente sobre esta línea".
La enseñanza por la que se pregunta se puede extraer de este párrafo: la cúspide de la Pirámide señalaba en dirección a las Pléyades, donde en la antigüedad se encontraba el centro de la galaxia. Ya que en el siglo XIX se creía que el centro de nuestra galaxia era el centro del Universo y ya que la Pirámide parecía señalar en su dirección, Russell pensaba que era posible que Jehová residiera allí. No tiene absolutamente nada que ver con la astrología; la postura sobre la astrología y la adivinación ha sido siempre la misma entre los testigos de Jehová. Simplemente, los científicos creían que toda la materia del Universo giraba en torno a un centro, y Russell consideraba razonable pensar que Jehová lo controlaba todo desde aquel lugar. Esto estaba en armonía con su creencia de que Dios no está en todas partes, sino que tiene un cuerpo espiritual y reside en un lugar concreto del Universo.
Esto tampoco se consideraba una enseñanza fundamental, pero muestra cuán real era Jehová para los primeros Estudiantes de la Biblia. Treinta y siete años después, en 1928, el libro Reconciliation hizo una breve mención en su página 14 de este mismo asunto. Cuando a finales de 1928 se comprendió mejor el asunto de la Gran Pirámide, se fue abandonando esta idea respecto a las Pléyades. En La Atalaya del 15-nov-1953, se explicó de forma específica por qué no hay ningún fundamento bíblico para esa creencia. Hoy sabemos que los cielos son una región espiritual, y probablemente no tienen nada que ver con el universo físico. Pero seguimos convencidos de que Dios es una persona real, con un cuerpo, y que ocupa un lugar concreto desde donde lo ve y lo controla todo.