La batalla contra el dragón en el mar
(o la verdadera guerra de las galaxias)
EL DRAGÓN
los taninim nombrados en hebreo durante el quinto día de la creación genésica, son grandes monstruos que relaciona la Biblia; tanin significa dragón, serpiente, y monstruo marino. En el sexto día se produjeron “remesh”, reptiles “según su género” y “según su especie”. Estos “animales” corresponden a una clasificación hecha por Dios (elohim) de acuerdo a los comportamientos de seres humanos ya existentes, o de acuerdo a los frutos mostrados por cada quien en aquel momento en que se iniciaba la restauración. Las serpientes son reptiles que se caracterizan por no tener patas, de esta manera a ellos son asemejadas las personas rastreras que llevan veneno para establecer sus propósitos de maldad.
En Isaías están claramente identificados como los enemigos de Dios que serán castigados.
En el Salmo 74 y en Isaías 51.9 el tanin aparece relacionado con grandes batallas que Dios realiza para derrotar y castigar con su brazo poderoso, a los enemigos principales de su causa.
El monstruo Leviatán es una figura que personifica a enemigos de Dios y representa al mal establecido de la manera que lo impuso el dragón. El texto de Isaías los relaciona a ellos también con la serpiente; animal que se ajustó como el icono o como el logotipo que utilizó el maligno, para darse a conocer junto con su ejército delante de muchas culturas, y será sobre ellos que Dios dejará caer su espada al final de los tiempos.
Tras su rebelión surgida al seguir su propia voluntad, apartándose de los propósitos de Dios; Satán, la “serpiente antigua”, fue expulsada del “monte del testimonio”, el sistema de gobernación santa de Dios, y del seno de las familias del reino de los cielos. Aunque no fue sacada del escenario que es llamado “mar” o “mares”, constituido por los cielos que contaminó, y que alojan las aguas que agitó con su maldad. La serpiente fue sellada como mal testimonio después de afectar el plan del Altísimo, engañando a la mujer llamada Varona:
“Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.”
Satanás también fue echado de las piedras de fuego, que son los mundos que corrompió directamente con su modelo, y fue replegado al gran mar. Así influyó en la historia humana desde esos cielos como el dragón, un monstruo que puede dominar con maldad mediante las potestades que fue incorporando en su sistema. De manera que no es él personalmente quien está presente arriba y abajo, sino que desde los cielos contaminados tiene injerencia a través de sus autoridades; por esto dice Apocalipsis 20 “un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano.
Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años;
y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones…” Será acorralado desde esos cielos, y luego será arrojado a lo profundo de la tierra, donde estará prisionero antes de su condena final.
El monstruo leviatán está relacionado en Isaías con la serpiente y el dragón; y según Apocalipsis la guerra con esa organización de maldad se lleva a cabo en el cielo.
Jesús también relacionó los cielos con el mar; “Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces”
Isaías 27.1 “EN AQUEL DÍA Jehová castigará con su espada dura, grande y fuerte al leviatán serpiente veloz, y al leviatán serpiente tortuosa; y matará al dragón que está en el mar”
Se relaciona directamente con la gran batalla que Miguel libra en el cielo contra el maligno y sus ángeles.
Esa guerra ocurre en el cielo: ”Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles;
pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo”
En Génesis se establece para los adámicos: “señoread en los peces [daget] del mar, en las aves [of] de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra…”, debían señorear sobre dos potestades que habitan en el celeste:
El Of es una potestad que se desplaza en el celeste (vuela); la Biblia algunas veces las identifica con aves de rapiña y carroñeras, pendientes de la muerte. Aunque mosca es tsebub; Uf es volar, y también llega a significar mosca, y ser oscuro. Son llamadas “aves del cielo”. Son quienes se enfrentan a Miguel. En Sofonías 1.3 se dice “Destruiré los hombres y las bestias; destruiré las aves del cielo y los peces del mar, y cortaré a los impíos”
Igualmente el Daget del “mar”. Dag en hebreo significa pez.
Egipto también representó a la serpiente misma, al opositor; se le llama el gran dragón, el cual será sacado de su lugar junto con los peces que están con él…
Ezequiel 29:3 Habla, y di: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra ti, Faraón rey de Egipto, el gran dragón que yace en medio de sus ríos, el cual dijo: Mío es el Nilo, pues yo lo hice.
29:4 Yo, pues, pondré garfios en tus quijadas, y pegaré los peces de tus ríos a tus escamas, y te sacaré de en medio de tus ríos, y todos los peces de tus ríos saldrán pegados a tus escamas.
Of y Daget son dos organizaciones conformadas por principados. Son satánicas; y la Biblia se refiere a ellas como “huestes espirituales de maldad”.
El Predicador también comparó los hombres con los peces y las aves; “Porque el hombre tampoco conoce su tiempo; como los peces que son presos en la mala red, y como las aves que se enredan en lazo, así son enlazados los hijos de los hombres en el tiempo malo, cuando cae de repente sobre ellos” Eclesiastés 9.12
En un contexto donde los cuatro vientos del cielo combaten en el gran mar, Daniel describe cuatro bestias que “subían del mar”; luego el profeta sabe que son “cuatro reyes que se levantarán en la tierra”. Suben del mar y se levantan en la tierra, lo que ocurre desde allí se manifiesta acá.
EL MAR
La Biblia tiene muchísimas referencias a las aguas relacionándolas con pueblos y naciones; los cielos tan profundos como son, tienen aguas interminablemente y están habitados. Dios les denominó como “mar” o “mares” en las áreas influidas por la rebelión: “Yo soy un dios, en el trono de Dios ESTOY SENTADO EN MEDIO DE LOS MARES”
Corresponden a las aguas que quedaron bajo la “expansión” creada en el segundo día genésico, cuando se constituyeron diversos cielos para hacer frente a la maldad. El primer cielo corresponde a las moradas que fueron afectadas, a cada mundo donde habita la humanidad. El segundo cielo es el gran mar o los mares que contiene el conjunto de “aguas”: naciones, muchedumbres, y pueblos, donde se sentó la maldad en los cielos. Y el tercer cielo es el universo santo que nunca fue contaminado, y a donde fue llevado Pablo para que conociera sobre la verdad.
“¡ Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo. Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón.”
Estos moradores del “mar” no son únicamente “peces” o marineros. Se refiere como el “mar” a ese sector del universo que será regenerado y que por tanto dejará de existir: “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, Y EL MAR YA NO EXISTÍA MÁS”
Daniel 7 dice en medio de una visión del “mar” del celeste:
9 “Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente.
10 Un río de fuego [nejar di nur] procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían; y millones de millones asistían delante de él; el juez se sentó y los libros fueron abiertos” (este episodio narra una ceremonia solemne).
El mar tiene un fondo y un abismo, y el "mar" está conformado por los cielos oscurecidos o contaminados por la rebelión: Isaías dijo que el dragón "esta en el mar", y la Revelación dice cuál es esa ubicación: ".... apareció otra señal EN EL CIELO: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas...y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo...";
y con la gran batalla a cargo de Miguel que se desarrolla en esos lugares, el enemigo es acorralado y "no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo".
El maligno organizó Principados y potestades que desde el celeste influyen en la historia humana; se revela en Daniel, Efesios, y Apocalipsis.
“…pues no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores del mundo de las tinieblas, los que tienen espíritu de maldad en las regiones celestes”. (Efesios 6:12).
La palabra que usa el apóstol Pablo para referirse a los “dominadores de las tinieblas” es "kosmokratoras", “cosmocrátoras”: los gobernadores del cosmos.
PRINCIPADOS; (archás, en plural femenino) del gr. arché; los orígenes o los principios, los primeros; los principales, las personas que encabezan y que son líderes; o que son el origen y la causa activa; los gobernantes, los jefes.
POTESTADES;
Aquí el texto hebreo en Efesios utiliza moshelim, los dominios, los reinos, también refiriéndose a las regulaciones que provienen de los cielos.
En griego se utilizó exousias; autoridades, o poderes de peso que a su vez son delegados; poderes espirituales que influyen sobre el poder terrenal. Como la autoridad que Dios da a sus santos, Mateo 7.29 “ porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas”; o como las autoridades que son delegadas para que se cumpla el orden superior “Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace”.
Al tratarse de un poder que proviene de Dios se cumple en la tierra mediante sus hijos Lucas 5:24 “ Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados(dijo al paralítico):A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa”; o como se manifiesta en la tierra mediante los dos testigos que tienen el poder que Dios les ha conferido para cerrar los cielos, o el poder que les da sobre las aguas para convertirlas en sangre.
De igual manera si se trata de un poder transmitido por el enemigo, como Efesios 6.12 lo señala, diciendo que nuestra lucha es contra esos principados que se originaron con el maligno, y que ejercen su influencia desde los cielos a través de sus potestades, que reflejan su autoridad aquí en la tierra sobre aquellos que siguen su propuesta, o que se dejan arrastrar por ella.
En este contexto Pablo nos dice que nuestra lucha es “contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo”
Contra los gobernadores, los kosmócratas, los gobernadores del Kosmos, palabra griega que no solo engloba al mundo, sino también el orden celestial existente en el universo. Por esto Pablo dice que están ubicados en lugares celestiales, y que desde allí influyen en la historia humana, porque son gobernadores de las tinieblas de este “siglo”; que es el período de tiempo que abarca la rebelión, o el imperio de satán y de la muerte; una situación nefasta, terrible, y gravísima en el universo desde que surgió el mal, hasta que finalice el reino de las tinieblas con el trabajo victorioso de Jesús y todo su ejército, para gloria del Padre celestial.