Parece lógico pensar, que los peregrinos, seguían las indicaciones naturales para guiarse hasta Santiago, siguiendo de Día el Camino de las Ocas y de Noche el Camino de las Estrellas.
En el hemisferio Norte, durante las cálidas noches de Verano, podemos observarla: Vía Láctea pasando por el Cisne (Cygnus), el Águila (Aquila) y el Escudo (Scutum).
El Camino de las Estrellas, está marcado por la indicación de la Vía Láctea, desembocando en la constelación del “Can Mayor”.
El Camino de las Estrellas, era el Mapa escrito en cielo, que nos guiaba en la Noche, de manera infalible hacia el “Finis Terrae”.