AGUAS CONTENIDAS COMO SI FUERAN MUROS

Cuando Israel huyó de Egipto, Moisés dividió las aguas del mar y levantó con su mano la vara de Dios, "los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, 
teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda"

Quienes tuvieron la audacia de imitar a Moisés en el año 1994, pero a una escala mucho menor que la bíblica, fueron los científicos japoneses que descubrieron la propiedad diamagnética del agua 
Su Mar Rojo fue un tubo horizontal lleno hasta la mitad con agua, y envuelto por una bobina de cable superconductor. Al activarse el embobinado crearon un poderoso campo magnético alrededor del tubo, y obligó al agua desplazarse con rapidez hacia los extremos del cilindro, dejando un espacio completamente seco en el medio. Entonces los científicos le llamaron el efecto Moisés.

Con la vara que tenía Moisés se abrieron los mares; y también se abrió la peña en Horeb en medio del desierto por donde brotaron manantiales. Su vara funcionaba como un dispositivo para influir sobre las propiedades de las aguas haciéndolas mover.

Hoy se sabe que el diamagnetismo es la propiedad de algunos líquidos, gases, y metales; y que puede aprovecharse aplicando la ley de Lenz a escala atómica; “el sentido de las corrientes inducidas es tal que con sus acciones electromagnéticas tienden a oponerse a la causa que las produce”

Esta tecnología prueba que no es fantasioso que las aguas se puedan dividir, o que sean conducidas mediante magnetismo; porque también fueron hechas brotar por una peña alta y reseca, cuando el nivel freático allí está muchísimo más bajo.

En aquel entonces el ángel de Jehová iba adelante de los israelitas en una "nube" donde se ocultaba el carro del ángel; pero cuando los egipcios los acorralaron contra el mar, la "columna de nube" se desplazó para ubicarse entre los egipcios y los israelitas, quienes reclamaron a Moisés ante el peligro de ser muertos.

14:15 Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen. 
14:16 Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco.

En el relato bíblico se aclara que cuando Moisés levantó su mano, fue Jehová (el ángel desde la "nube") quien produjo un viento recio que dividió las aguas. En ese momento hubo una interacción entre el carro donde se encontraba el ángel, y la vara que Moisés sostenía en alto sobre el mar, para que las aguas fueran divididas.

Cuando una corriente pasa entre dos electrodos, uno más delgado que el otro, crea un viento en el aire entre ellos. Si se aplica suficiente voltaje, el viento resultante puede producir gran empuje sin la ayuda de motores o combustible; y este fenómeno es conocido como viento iónico, el cual puede utilizarse incluso para impulsar aviones...

Éxodo 14:21 Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas. 
14:22 Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda

Si la ciencia de hoy en un mundo que las profecías llaman "egipto", con su tecnología HAARP puede conducir las aguas en los cielos, alterando los campos magnéticos de la alta atmósfera para manipular el clima; mucho más pueden hacer con las aguas, quienes cuentan con tecnología celestial, y están con el ejército de Dios.

Este "egipto" de hoy representa de nuevo al dragón, que perseguirá con gran ira al pueblo de Dios; pero este escapará de su furia como antes; atravesando "el mar", con ayuda de los ángeles de Dios, quienes reunirán a sus escogidos hasta llegar al desierto.

Apocalipsis
12:13 Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. 
12:14 Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo