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General: LAS SIETE CABEZAS SON SIETE MONTES, "ADEMÁS" SON SIETE REYES
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De: EL ULTIMO (Mensaje original) |
Enviado: 10/02/2015 23:04 |
Hay algo clave que debemos considerar o poner mucha atención en el pasaje de Revelación 17:9-10.
9 Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer, 10 y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo.
Cuando a Juan se le revela que las siete cabezas que tiene la bestia que sale del mar, son: siete montes, ADEMÁS se le dice que esas siete cabezas son: siete reyes. ¡Son dos cosas esencialmente distintas!
Cualquiera de nosotros podría pensar que siete cabezas = siete montes = siete reyes, y en efecto así es, pero no son los mismos reyes a los que hace mención con los 7 montes, y con los 7 reyes. Veamos que nos quiso decir la Revelación en ese pasaje:
Apo 17:9-10 Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer, ADEMÁS son (esas cabezas) siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo.
La palabra en griego usada para decir Y son siete reyes, es usada para decir TAMBIEN o ADEMÁS. Lo que Juan nos señala es que son dos revelaciones en una, por un lado Juan quiere que pensemos y conozcamos en forma simbólica (espiritual), que no solo las cabezas representan siete montes, sino adicionalmente representa a unos siete reyes. Los siete montes de las siete cabezas son siete reinos (con sus respectivos reyes), y tambien los siete reyes de esas mismas cabezas, representan otros siete reyes. ¡Se está refiriendo a dos perspectivas distintas!
La primera perspectiva es:
1. Siete cabezas = Siete montes
Apo 17:9-10 Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer, ADEMÁS son (esas cabezas) siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo.
- 1 cabeza = 1ra bestia que vió Daniel como Loón con alás, su cabeza representa 1 reinado/imperio.
- 2 cabeza = 2da bestia que vió Daniel como Oso, levantado de un costado más que del otro, su cabeza representa 1 reino.
- 4 cabezas = 3ra bestia que vió Daniel como Leopardo con 4 cabezas y alas, sus cabezas representan 4 reinos.
- 1 cabeza = 4ta y última bestia que vió Daniel con dientes de hierro y uñas de bronce, pero además con 10 cuernos similares entre sí, y uno que salió diferente y que derrumbaba a 3 de los 10 cuernos. Su cabeza representa 1 reino más.
Si sumamos todas las cabezas de las bestias, miramos que son 7 cabezas o 7 reinados. 1+1+4+1 = 7.
Esas 7 cabezas son los siete montes que señaló Juan primero, y que se los vió a la bestia del mar.
La segunda perspectiva es:
2. Siete cabezas = Siete reyes
Apo 17:9-10 Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer, ADEMÁS son (esas cabezas) siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo.
Luego Juan dice que esa cabezas representan adicionalmente 7 reyes, estos son los reyes que componen a la cuarta bestia que vió Daniel, que son aquellos 11, pero que uno de esos reyes que salió entre los 10, era diferente a los demás y derrumbó a 3 de ellos, entonces quedarían 8 cuernos. 7 cuernos similares más 1 diferente.
Esos son los reyes que Juan quiso decir en donde los 7 reyes que habían "caído" son referidos a los reinos que había tenido la última bestia que vió Daniel en su cabeza, la cabeza de la cuarta bestia. Es por eso que Juan señala que hubo una herida mortal de las 7 cabezas, pero que fue sanada, y que la bestia que era correspondería al octavo rey, el cual le corresponde al cuerno pequeño diferente de los 7 que quedaron despues de que ese cuerno derribó a 3, pero que ese cuerno pequeño estaba entre los otros siete.
3 Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia,
11 La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición.
¡Efectivamente así es!, el cuerno pequeño es el Papado que ha estado vivo en los últimos 9 reinos situados en Italia, pero el papado ha estado presente todo ese tiempo con un reinado diferente al reinado de Roma, desde la perséctiva político mitlitar tícpica, le añade el ámbito religioso (pagano). Ese papado derribó a 3 reinos que dominaron desde el siglo V d.E.C. y desde entonces se han manifestado 6 reinos (6 cabezas que vió Juan), o lo que es lo mismo, 9 reinos según los cuernos que vió Daniel en la cabeza de la cuarta bestia.
¡Falta un cuerno/cabeza por manifestarse como reino de Italia (Roma)!
¡Esa es la bestia o rey final que siempre ha estado entre los siete, y que todavía no se ha manifestado su verdadera identidad!
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De: Cajeli |
Enviado: 11/02/2015 01:04 |
Los significados de la palabra griega kai son: y, también, incluso, en efecto, pero
Con cualquiera de ellos el sentido de la frase permanece siendo el mismo que se ha comprendido, que los siete montes significan siete reyes; probemos con “incluso” y “pero” que parecen ser las más directas en señalar quienes son.
“son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer, incluso son siete reyes”
“son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer, pero son siete reyes”
Se indica el significado de los montes, que son reyes, eso es simplemente lo que establece.
En Apocalipsis se resume toda la Escritura y se corrobora la revelación completa del plan que está en la Biblia; a lo largo de este libro se van confirmando los diferentes significados de los símbolos que se usan en las ilustraciones, en las parábolas con que nos habla desde Génesis.
En el capítulo 17 se revela que las cabezas de la bestia son montes; que los montes son reyes; que los cuernos también son reyes, pero que aún no han recibido reino; mientras que las cabezas o los montes, esas ya son gobernaciones que han sido establecidas. Igualmente se revela que las aguas son naciones, pueblos y muchedumbres; y que la mujer llamada Babilonia es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra. Cada uno de estos significados ya han sido establecidos también en otros apartes de la Biblia, lo que hace Apocalipsis es confirmarlos.
Sacar otros siete reyes, además de las siete cabezas, y los otros 10 reyes, lo veo difícil. Aún más teniendo en cuenta que la bestia misma es comparada con otro rey, con el octavo: “La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición”. Ahí está la lista completa de los personajes con la bestia misma haciendo de último rey, entre los siete reyes pertenecientes a sus 7 cabezas o gobernaciones.
Viene ahora la pregunta; si los montes son reyes ya establecidos, ¿por qué se dice entonces que cinco han caído, uno es, y el otro no ha venido? Justamente, porque el imperio Romano fue un tipo de la bestia final.
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¿Verlo dificil? Yo pensé lo mismo al principio, de hecho siempre lo había pensado así, desde que he estudiado el libro de Revelación., Dicho de otra manera, yo había pensado que es redundante o innecesario hacer una "doble distinción", creyendo que no habría necesidad de hacer esa "doble perspectiva" de ver a las 7 cabezas, pero hay algo que hay que considerar, y es que la Escritura justo antes de comenzar a revelar el misterio nos aconseja en Apo 17:9, que hay que tener una mente distinta a la típica forma de pensar que usaría cualquier lector de un libro de texto.
7 Y el ángel me dijo: ¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la trae, la cual tiene las siete cabezas y los diez cuernos.
8 La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será.
9 Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer,
10 y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo.
Si analizamos bien el contexto, el ángel ya le tendría que haber revelado el mistero de la bestia y la mujer, así como se lo está mencionando en el versículo 8 (Apo 17:8), sin embargo, justo antes de revelar el misterio de las siete cabezas y siete montes en el versículo 9 (Apo 17:9), el ángel le revela a Juan usando una expresión de "cambio de mentalidad" común, aún sabiendo que ya estaba revelando el misterio desde el verso 8.
Osea que el ángel le estaba manifestando en los versos 8 al 10 un "complemento" de la profecía de la cuatro bestias que vió Daniel (Dan 7). El ángel le revelaba o complementaba el momento en el que estaba Juan, donde el ya veía no solo cuatro bestias con sus respectivas cabezas (7 sumadas), sino que estaba ya viendo una sola bestia con las 7 cabezas ya juntas. Pero no solo eso, sino que Juan ya estaba parado sobre la séptima cabeza (sobre la última cabeza de la 4ta bestia), entonces a Juan ya se le reveló también el número de reinos que pasarían hasta la venida del reino del Cordero, y que causalmente TAMBIEN son 7 reinos, o más bien, así lo quiso revelar la Palabra (Yahushua), invitándonos a escudriñar ese misterio que en realidad solo podríamos saberlo mirando la historia de esa cuarta bestia con 10 cuernos que vió Daniel, osea la historia de los imperios de Roma/Italia.
Si observamos tambien, para las 7 cabezas se usó doble perspectiva: montes y reyes. Pero para los cuernos solo se usó una: reyes
9 Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer, 10 y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo.
12 Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia.
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De: Cajeli |
Enviado: 11/02/2015 03:02 |
Solo insistes con criterios personales en que sí hay 7 reyes más.
¿Ellos ya recibieron reino? |
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En otras palabras, el angel si hubiera querido dar el misterio sin tener que tener otra mentalidad sin conocimiento de la historia 8si la sabiduría que expresa el ángel, hubiera simplemente dicho, algo más o menos así:
9 Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas sobre los cuales se sienta la mujer son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo.
No hubiera habido necesidad o hubiera omitido decir que las 7 cabezas eran tambien 7 montes.
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De: Cajeli |
Enviado: 11/02/2015 03:20 |
Son criterios personales que no ayudan a esclarecer el tema.
El llamado a la sabiduría no es para despejar un valor matemático simplemente, si te fijas acerca de los reyes y de la bestia se dicen cosas adicionales para identificarlos, de eso se trata; establecer por qué son 7 reyes de los que 5 han caído, uno es, y el otro no ha venido. Lo mismo comprender por qué la bestia era, no es, y será; igualmente por qué se habla de unos reyes como cabezas, y de otros como cuernos; mas otros detalles que son importantes de entender en la ilustración. Así que si me dices que la sabiduría reside en saber que hay otros 7 reyes en la figura de esa bestia, dinos si ya recibieron su reino, o no. |
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Caje,
Las 7 cabezas visto desde la perspectiva de los 7 montes, si recibieron reino, es decir, ya se han manifestado antes de nuestra era, y la séptima cabeza, recibió una herida y luego fue sanada. Osea que, el reino o imperio de Roma tuvo un tropiezo o caído del cual resurgió, el cuerno pequeño la hizo revivir.
Ahora bien, las 7 cabezas desde la perspectiva de los 7 reyes, solo falta que se cumpla el séptimo reino, el cual será el mismo que el octavo, puesto que cuando surga el septimo rey en conjunto con las 10 reyes con mismo propósito (10 cuernos que vió Juan), es ahí donde saldrá la verdadera identidad del cuerno pequeño que siempre ha estado con los otros 7 reyes, por eso se dice que el séptimo sería el octavo, y a la vez la bestia.
Si tuviera que explicar esto de otra manera quizá descriptiva, diría algo mas o menos así. Espero explicarme:
1ra bestia --> 1 imperio entero. Completado.
2da bestia --> 1 imperio mayor que otro, pero unido como un solo reino: Medo-Persia. Completado.
3ra bestia --> 1 imperio que se divide en en 4 reinos: 4 dinastías. Completado
4ta bestia --> 1 imperio con 11 subreinos, 1 diferente a 10 iguales, y 3 de los 10 derribados = 1 imperio con 8 subreinos. Falta por cumplirse el reino 7, que será en paralelo con el reino 8. Cuando se forme el reino 7 en paralelo con el reino 8, entonces se sumarán a este reino otros 10 reinos semejantes entre sí, pero diferentes al reino 8. |
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De: Cajeli |
Enviado: 11/02/2015 04:17 |
Me parece que asi lo has explicado muy bien y estoy de acuerdo, principalmente porque no mencionaste los otros 7 reyes adicionales, y dejando en claro que la visión de las 4 bestias de Daniel no excluye que Juan en Apocalipsis se refiere a los imperios hasta Egipto.
En resumen volvemos a lo mismo la clave está en Roma, en cómo se manifestó este imperio para establecer cómo será el último. |
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En definitiva no puedo excluir a Egipto como historia de la maldad en el mundo, generada por satanás, pero para el análisis o explicación profética, lo debemos dejar "fuera". Pero está ahí, implícitamente, lo que se "comió" Babilonia.
Lo que me llama la atención es que ese imperio, el séptimo, ya se está formando, desde los años 50's del siglo pasado, y crece a pasos agigantados, pronto se manifestaría la verdadera identidad que gobierna con todo su poder desde Roma.
El último imperio ya pasó, terminó con Moussolini, justo despues de terminar la 2da Guerra Mudial, pero ensegudia se empezó a formar el otro, unos pocos años despues. La Cuarta Bestia sigue "viva", por medio del cuerno pequeño y por medio del cuerno en turno a lo largo del tiempo.
Gracias por comprender la esencia de lo que quice dar a entender.
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Perseo y Andrómeda
Publicado 15 November 2013 | 0 Comentarios
El mito de Perseo y Andrómeda es uno de los más conocidos y de más larga pervivencia; en realidad, vestido con otro ropaje, llega hasta nuestros días.
En torno al héroe Perseo se articulan varios mitos y elementos, algunos muy antiguos que se remontan a la Prehistoria, a la época de los cazadores paleolíticos, y otros más recientes del Neolítico y de las primeras monarquías. Si su origen es muy antiguo, su pervivencia llega hasta nuestros días, en algunos mitos como por ejemplo el famoso de “San Jorge y el dragón” y otros germanos y sajones (Beowulf, Sigfrido…). En él se acumulan muchos de los elementos frecuentes en mitos y cuentos populares de monstruos, princesas cautivas y héroes salvadores.
Resumimos brevemente el mito primero, luego proponemos una lectura del mito rehecho fundamentalmente sobre la versión de Ovidio en su Metamorfosis y finalmente haré algunas anotaciones, que más que ofrecer una explicación del relato, lo que hacen es entreabrir las puertas a la complejidad polivalente que todo mito encierra.
Resumen: se vaticina a un rey que será precisamente su descendiente quien acabe con su vida; para impedirlo encierra en una cámara a su hija, que a pesar de ello concibe un hijo de un dios; madre e hijo son arrojados a las aguas, pero sobreviven y son criados por su salvador en otro país; una vez adulto el héroe ha de cumplir un trabajo o empresa imposible para evitar el capricho deseo del rey del lugar que desea apoderarse de su madre; consigue con la ayuda de otros dioses cumplir la tarea; en el viaje de regreso libera a una doncella, hija del rey de Etiopía, que un monstruo marino tiene encadenada y acaba así con la amenaza y desolación permanente que el monstruo ocasiona al país de la doncella; en recompensa recibe la mano de la princesa; luego participando en unos juegos atléticos lanza el disco que golpea mortalmente a su abuelo, cumpliéndose así la ineludible profecía inicial.
Relato mítico:
Acrisio, rey de la poderosa ciudad de Argos, en la antigua Grecia, deseaba ardientemente tener descendencia y preguntó al oráculo, que anuncia el futuro, cómo podría tener hijos. Pero el dios del oráculo, el apuesto y resplandeciente Apolo, le respondió enigmático:
-Tu hija Dánae te dará un nieto, fuerte y valeroso, que será el causante de tu propia muerte.
Asustado Acrisio construyó una cámara subterránea de bronce en la que encerró a su hija Dánae, pretendiendo impedir el cumplimiento del terrible anuncio.
Pero de nada sirven las medidas y cautelas de los hombres que se oponen al designio de los dioses. Dánae fue fecundada por el propio Zeus o Júpiter, padre de los dioses, transformado en lluvia de oro y dio a luz un hermoso niño. La lluvia del metal que compra los corazones y abre todas las puertas, penetró también por las rendijas de la cámara de bronce, aparentemente inaccesible, y el seductor dios todopoderoso, infiel una vez más a su esposa, la diosa Juno, procreó en la muchacha argiva al héroe Perseo, pues tal categoría de héroe tienen los descendientes de dioses y mortales.
Nacido en el secreto de la cámara subterránea, el niño creció sano y robusto durante algunos meses sin que su abuelo se percatase de su existencia. Un día, el niño juguetón profirió un grito que Acrisio oyó desconcertado. Pero pronto, sabedor de lo ocurrido y consciente del futuro peligro, no quiso admitir la intervención divina del seductor Zeus, encerró en un cofre de madera a su hija Dánae y a su nieto Perseo y los arrojó al mar. El cofre, zarandeado por las olas, fue a parar a la isla de Sérifos. El pescador Díctis, hermano de Polidectes, el rey de la isla, acogió en su casa a los pobres náufragos. Dictis educó como a un hijo a Perseo, que se convirtió en un hermoso adolescente de extraordinario valor.
Mientras tanto el rey Polidectes se había enamorado ardientemente de la hermosa Dánae, pero el joven Perseo, protector de su madre, le impedía satisfacer su loca pasión. Cierto día el rey celebró un banquete e invitó a la mesa a sus nobles amigos y al propio Perseo. Preguntados por el rey sobre qué regalo pensaban ofrecerle los comensales, todos opinaron que el obsequio más adecuado para un rey era un caballo, pero el joven Perseo, ufano y atrevido, contestó fanfarrón:
- No es obsequio cualquiera un veloz y ágil caballo, pero yo traería a mi soberano la cabeza de la mismísima Gorgona si preciso fuera.
Al día siguiente todos los nobles príncipes llevaron al rey el caballo prometido mientras el imprudente Perseo acudió con las manos vacías. Irritado Polidectes le ordenó que marchase inmediatamente en busca de la cabeza de la Gorgona y añadió
- De lo contrario, si vuelves sin la cabeza del terrible monstruo, me apoderaré de tu madre Dánae por la fuerza.
La empresa era muy difícil, más bien imposible de realizar, incluso para un héroe como Perseo. Pero los dioses Hermes y Atenea, solícitos con el retoño de Zeus y por lo tanto hermano suyo de padre, acudieron en su ayuda y le indicaron la forma de conseguir su propósito.
Por consejo de los dioses Perseo fue en busca de las tres Grayas (Enio, Pefredo y Dino) hijas del dios marino Forcis que nacieron ya “viejas” y nunca fueron jóvenes y vivían en el país de la noche, donde nunca alumbra el sol . Tenían las Fórcides un solo ojo y un solo diente para las tres que utilizaban por turno, que Perseo les robó con habilidad y se negó a devolverles hasta que no le mostrasen el camino que le conduciría hasta el palacio de las “Ninfas”, poseedoras de objetos mágicos que le serían muy útiles y que le revelarían el procedimiento para acabar con la terrible Gorgona.
Recibió el héroe Perseo de las ninfas sus sandalias aladas y una alforja o zurrón, así como el casco de Hades que hacía invisible a quien lo llevaba protegiendo su cabeza. Hermes le proporcionó también una hoz de pedernal dura y cortante.
Equipado de esta manera, acudió Perseo volando a la mansión de las tres Gorgonas (Esteno, Euríale y Medusa), junto al azulado Océano, en la costa atlántica de España. Eran éstas monstruos terribles de ojos brillantes, con serpientes rodeando su cabeza, con colmillos enormes similares a los de jabalí, con una lengua enorme que salía de sus bocas y duras escamas de dragón protegiendo su cuello. Sus manos eran de bronce brillante y tenían alas de oro que les permitían volar de un lado para otro. Su sola mirada convertía en piedra a quienes osaban mirarlas de frente. De las tres hermanas sólo Medusa era mortal.
Parecía la empresa imposible si Perseo no hubiera contado con la ayuda divina. Se aproximó sigiloso siempre de espaldas y volando con sus aladas sandalias y las encontró profundamente dormidas y confiadas. Atenea acudió en ayuda del héroe y sostuvo en la posición adecuada su escudo de bruñido bronce en el que Perseo vio reflejado el rostro de Medusa como en un espejo, evitando así la mirada directa que le hubiera petrificado y con certero tajo cercenó su cabeza con la cortante hoz de pedernal. De su cuello herido surgieron al instante Pegaso, el caballo alado, y el gigante Crisaor, “el de la espada de oro”, hijos ambos de la cópula con el dios Posidón cuando Gorgona era hermosa en un templo de Atenea. La profanación del templo sagrado fue castigada con su terrible apariencia.
Recogió veloz Perseo la cabeza de la Gorgona Medusa y la introdujo en la alforja, evitando en todo momento cruzar su mirada con la del monstruo decapitado y emprendió el regreso, protegido por el casco de Hades que le hacía invisible para las dos hermanas que furiosas le buscaban.
Emprendió Perseo rápidamente el largo camino de vuelta, que le llevó primero al país donde reinaba Atlas, en el extremo Occidente, en donde se encontraba el huerto de las manzanas de oro, las manzanas de las Hespérides , las Occidentales. El gigante Atlas se enfrentó a Perseo temiendo que se llevase las manzanas de oro e intentó expulsarle. Perseo extrajo del saco la cabeza de Medusa que aun después de muerta conservaba su poder petrificador y vuelto de espaldas la muestra a Atlas, que al momento quedó convertido en la cordillera montañosa del Atlas, en el noroeste de Africa. Esta montaña sostiene desde entonces el cielo con sus astros.
En su camino de vuelta, mientras surcaba el denso aire, al pasar por la tórrida Etiopia, advertido por desgarradores gritos que pedían auxilio, divisó desde lo alto a una hermosa joven de rubia cabellera atada a una roca junto a la costa, expuesta a los peligros del profundo y violento mar.Sensible el héroe a los encantos de la bella joven, giró el rumbo de su viaje y se acercó con decisión, impelido por la pasión que surgía en su corazón.
- ¿Cuál es tu nombre, hermosa muchacha con el que tus padres y vecinos te reconocen entre todas? ¿Quién ha atado con tanta crueldad y dureza tus frágiles brazos a esa roca desnuda y te expone a los peligros de los monstruos que habitan el profundo mar? ¿Qué motivo puede existir para castigo tan desmesurado, olvidando tu belleza y juventud? --
preguntó ansioso Perseo y escuchó impaciente una voz quejumbrosa y apenada que le decía:
- Soy Andrómeda, hija de Cefeo y Casiopea, reyes de este ardiente país que se llama Etiopia. Te ruego que no aumentes mi dolor y sufrimiento con tanta pregunta inútil. Sólo te diré que pago, por castigo de los dioses, una culpa que no es mia.
Suspiró el cercano Cefeo, a quien, aun conservando su apostura real, se le humedecieron los ojos de tristeza, abrazado a su hermosa esposa Casiopea, cuya extraordinaria belleza fue la causa de tantas desgracias.
En efecto, la imprudente y vanidosa reina Casiopea, orgullosa de su belleza , se jactó de superar en hermosura ella misma y su hija a todas las Nereidas, las cincuenta hijas de Nereo, nietas del Océano, todas bellísimas, que habitan en el fondo del mar y se divierten nadando entre las olas con sus cabellos al viento. Pretendió en su locura ser más hermosa que Tetis, la madre de Aquiles, o Anfitrite la esposa de Posidón o la gentil Galatea. Celosas las Nereidas , pidieron a Posidón, dios de los mares, que recorre los océanos agitando las aguas con su carro, que vengase tal insulto y tan orgullosa pretensión.
Y el dios envió a un terrible monstruo marino, un cetáceo de enormes dimensiones:
- Ve, Cetáceo, al país de Casiopea, devasta sus tierras, inunda su costa y mata a sus gentes y su ganado.
Así lo hizo el monstruo una y otra vez. El pueblo, asustado, pedía al rey que les salvara. Cefeo consultó el oráculo y éste le comunicó:
- Rey desgraciado, sólo hay una posible salvación. Debes ofrecer a tu hija Andrómeda en sacrificio como víctima propiciatoria. Deberá ser encadenada junto al mar y esperar la llegada del monstruo terrible para devorarla.
Conocedor Perseo de lo sucedido e inflamado de amor su corazón, propuso a Cefeo:
- Desgraciado, yo libertaré a tu hija Andrómeda y la salvaré del monstruo que ya se divisa a lo lejos si me concedes que sea mi esposa.
Accedió Cefeo de inmediato y Perseo se dispuso presto a la lucha. Apareció a lo lejos el monstruo Cetáceo, irguiendo su cabeza entre las olas y nadaba ya veloz hacia la costa. Se elevó Perseo ágilmente con sus aladas sandalias para proyectarse sobre él y clavar una y otra vez su espada mortífera en el lomo escamoso. La sangre tiño las aguas de rojo. Con rápido movimiento ascendente esquivo el ataque del fiero dragón y cayó de nuevo para hundir profundamente la espada en su corazón. Herido mortalmente, el monstruo Cetáceo se hundió para siempre en las profundidades marinas, quedando libres Andrómeda y su país de la anunciada destrucción.
Cefeo, en cumplimiento de lo pactado, entregó su hija al héroe Perseo. Pero la dulce Andrómeda estaba destinada con anterioridad a casarse con su tío Fineo, que no aceptó la boda y se enfrentó con furia al héroe. Perseo se defendió con valentía y ante el elevado número de enemigos que le atacaban extrajo de su saco la cabeza de la terrible Medusa e inmediatamente quedaron transformados en piedra quienes incautamente la miraron.
Perseo se dirigió con su esposa Andrómeda a Sérifos, para encontrarse con Dánae, su madre. Polidectes, incapaz de reprimir sus deseos, quiso apoderarse por la fuerza finalmente de Dánae, que se vio obligada a refugiarse junto al altar inviolable. Perseo se vengó de Polidectes y sus amigos, a quienes la visión de Medusa convirtió también en estatuas de piedra.
Entregó el reino de Sérifos a su padre adoptivo Dictis, devolvió las sandalias aladas a Hermes, y el saco y el casco de Hades que le hacía invisible, a las Ninfas. La diosa Atenea, que generalmente está armada de pies a cabeza, colocó por su parte la cabeza de Medusa en el centro de su égida o escudo, costumbre que por cierto han imitado desde entonces los valerosos soldados a fin de petrificar a quienes se enfrentan en la lucha.
Marchó después Perseo junto con Andrómeda a Argos su patria para reencontrarse con su abuelo Acrisio, que temiendo el cumplimiento del oráculo que anunció su muerte a manos de su nieto había huido al país vecino de los pelasgos. Su rey había organizado unos juegos fúnebres en honor de su padre difunto.
El joven héroe Perseo por su parte acudió para participar en los juegos buscando el honor de la victoria. Cuando llegó su turno tensó sus músculos, fuertes y flexibles, giró veloz sobre sí mismo y proyecto con fuerza el disco a lo lejos, con tan mala fortuna que golpeó a su abuelo Acrisio, sentado entre los espectadores de los juegos, provocándole su muerte y cumpliéndose así el indefectible oráculo al que nadie puede sustraerse.
Rindió honores a su abuelo, pero no queriendo volver a Argos cambió su trono por el de Tirinto, donde reinaba su primo Megapentes. Perseo, que todavía vivió largos años en compañía de Andrómeda, fundó y fortificó la ciudad de Micenas, cuyas murallas construyeron los Cíclopes con grandes piedras. Su primer hijo, Perse dio origen al pueblo de los Persas.
Por lo extraordinario de su nacimiento y por su gloriosas hazañas Perseo fue elevado al firmamento por la diosa Atenea y allí sigue aún, sosteniendo en su mano la cabeza monstruosa de Medusa, que petrifica a quien la mira, con su ojo, la estrella Algol, parpadeante, luciendo intermitentemente. Junto a él Atenea honró también a la dulce Andrómeda con un lugar entre las estrellas.
Cetáceo, el monstruo marino, se encuentra también allí, esperando y persiguiendo eternamente a Andromeda, a quien protege Perseo.
Posidón quiso también honrar a Cefeo y a su imprudente esposa Casiopea, a la vista de los mortales, que han de tomar buena cuenta de las consecuencias de los comportamientos inadecuados.
http://es.antiquitatem.com/andromeda-perseo-medusa-danae-zeus
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Hablemos un poco de los imperios de guerra del mundo (las bestias de fin)...
Apocalipsis 13: 17: 13:17 y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. Esto es lo dice Apocalipsis 13: 17... Pero también hay que recordar lo que dice Apocalipsis 13: 18 y que así te dice: 13:18 Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, calcule el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis. Como podemos ver, las escrituras hablan de calcular el número de la bestia... Y el calculo que yo entrego del número de la bestia es el siguiente: sobre esta Bestia del Fin, así nos dice la escritura: "Aquí la sabiduría. El que tenga inteligencia calcule el número de la bestia, un número de hombre. Su número es 666". [Apocalipsis 13,18]. Sobre este número simbólico de la Bestia (666), Juan el apóstol nos dice que el que tenga inteligencia lo calcule. Y este es el cálculo y la interpretación: 6 + 6 + 6 = 18 y 1 + 8 = 9... 9 será el número y la llave que nos abrirá la puerta de muchos misterios en el tiempo del Fin (ver LA MAGIA en relación con el número 9 en las respuestas anteriores)... Este es el calculo del número de la bestia, pero la bestia con el número 666 también nos entrega el numero de años de cada bestia: 666 años: La Bestia con el Número 666 Hay Tres imperios de guerra DE 666 AÑOS cada uno DESDE JESUCRISTO HASTA EL TIEMPO DEL FIN: el Dragón y las dos Bestias (Apocalipsis 12 y 13): El imperio del Dragón (Roma) con 666 años de poder en el mundo hasta el año 666... El imperio de la Bestia primera, GUERRAS EN LA EDAD MEDIA entre moros y cristianos (año 666 + 666 de guerras hasta el 1332.... Al final de ese período de 666 años (1332), el mundo y sus religiones también cambió por decreto la Ley misericordiosa del Evangelio por las leyes de muerte, de guerras y esclavitud del viejo testamento (bulas papales). La Bestia o imperio del Fin (los 666 últimos años HASTA EL FIN (1332 - 2000 aprox.). La Bestia del Fin es el último imperio de dolor profetizado por el apóstol Juan. El Dragón y las dos Bestias son tres imperios de 666 años..., años de injusticias, guerras, muerte y destrucción, que abarcarían un tiempo aproximado de 2000 años. Desde QUE JESUCRISTO PREDICÓ EL EVANGELIO (30 DC) hasta nuestros días ya CASI ha pasado ese tiempo: 30 + 2000 = 2030... EL TIEMPO PRÓXIMO AL FIN DE LAS BESTIAS (IMPERIOS DE GUERRA) ESTÁ CERCA. La enseñanza de Jesucristo es el amor, la misericordia y el perdón, pero los hombres codiciosos del mundo no quisieron vivir como Jesucristo manda, y por esto se entregaron a la Bestia (las leyes de guerras, penas de muerte y esclavitud).
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Los sacrificios son ofrendas ..
Ofrendas de vida y conciliación..
Tal la ofrenda del sacrificio de Cristo..
Que se ofreció así mismo por los pecados del mundo..
Siendo esta ofrenda el mayor tributo de amor y vida..
Saludos El Ungido
Hola elUnfido...
Las cartas atribuidas a Pablo torcidas por los indoctos que usáis los
que os hacéis llamar ""evangelicos"", os tienen confundidos, pues Dios
no quiere sacrificios ni mandó sacrificios... Y eso te lo dice
Jesucristo que así te dice:
"Si hubierais comprendido qué quiere decir: "Misericordia quiero, y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7)
Como
puedes ver, cuando se imponen sacrificios a los inocentes, ya no se
cumple con la misericordia. Y es que la misericordia es lo que Dios
quiere. Por eso, todos los mandamientos que Jesucristo nos enseña en el
Evangelio son misericordiosos.
Vosotros
los falsos evangélicos habéis abandonado el Evangelio de Jesucristo
para seguir las cartas atribuidas a Pablo que fueron torcidas por los
indoctos del imperio romano... Y de esas cartas torcidas os viene toda
vuestra confusión...
No
son las cartas torcidas las que hay que seguir como Ley de Dios, sino
el Evangelio de Jesucristo que es lo que mandó predicar Jesucristo por
todos los pueblos del mundo:
"Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (Marcos 16:15-16).
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LA GRAN BABILONIA DEL FIN Y LA BESTIA CON EL NÚMERO 666
Mucho se ha hablado y se ha escrito sobre la Gran Babilonia del Fin.
Este imperio de terror es el imperio que domina sobre las siete cabezas
de la Bestia (las siete naciones más poderosas del mundo en los tiempos
del fin).
Esta reina Babilónica se sienta sobre una Bestia con
siete cabezas, pero en las visiones del tiempo del Fin, el apóstol Juan
nos habla de otra visión de la Bestia, pero esta vez ve a la Bestia con
dos cuernos de cordero pero que habla como un dragón. ¿Cuál es la
relación entre la visión de la Gran Babilonia sentada sobre una Bestia
con siete cabezas y la otra visión de la Bestia que el apóstol ve con
dos cuernos de cordero y que está marcada con el número 666?
La
relación que hay entre estas dos visiones de la Bestia del Fin, es que
este poder que domina sobre las naciones del mundo y que se nos presenta
de dos formas diferentes, son el mismo poder, pero que se presenta con
diferentes apariencias para que podamos descubrir al imperio del Fin con
distintas apariencias.
Ahora veamos cómo el apóstol Juan nos
descubre a la Bestia del Fin con sus dos distintas apariencias. El
apóstol ve tres Bestias (tres imperios de guerra), desde los tiempos de
Jesucristo hasta el tiempo del Fin, pues ve un Dragón y dos Bestias. Y a
la Bestia del tiempo del Fin, la última Bestia, la ve con dos cuernos
de cordero... Esta Bestia que tiene dos cuernos de cordero habla como un
Dragón, y además está marcada con un número: el 666. Ahora escribiremos
la profecía:
"Después vi otra
bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de
un cordero, pero hablaba como dragón.......... También hace grandes
señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la
tierra delante de los hombres. Y engaña a los moradores de la tierra con
las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia,
mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia
que tiene la herida de espada, y vivió. Y se le permitió infundir
aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese
matar a todo el que no la adorase. Y hacía que a todos, pequeños y
grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en
la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni
vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el
número de su nombre. Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento,
calcule el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es
seiscientos sesenta y seis". (Apocalipsis 13:11-17)
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Así es Esperanza, muchos se hacen llamar cristianos pero con sus interpretaciones niegan los misericordiosos mandamientos de Jesucristo que manda que los verdaderos cristianos lo tengan todo en común:
Los primeros cristianos lo tenían todo en común:
"Y
perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con
otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Y sobrevino temor a toda persona;
y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían
creído estaban juntos, y tenían en común
todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a
todos según la necesidad de cada uno.
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Mat
24:15 Por eso, cuando ustedes vean en el Lugar Santo la
abominación desoladora dela que habló el profeta Daniel (el que lee, que entienda),
LA ABOMINACIÓN DESOLADORA Y EL PROFETA DANIEL...
El lugar santo es la Ley y los mandamientos del Evangelio, que es lo que Jesucristo mandó predicar...
Y "la abominación desoladora"
son todos los preceptos de penas de muerte, Guerras, genocidios,
sacrificios y esclavitud del viejo testamento judío, que Jesucristo
abolió porque solo eran preceptos de hombres..., y que el imperio
Romano puso en sus biblias para dejar ahogada y desplazada la
enseñanza misericordiosa del Evangelio...
Fueron los emperadores de Roma y su
religión los que impusieron a los cristianos las leyes de muerte
del viejo testamento judío
Cuando descubramos esta abominación desoladora: "en el Lugar Santo la abominación desoladora"
debemos huir de Judea (las falsas religiones que imponen en sus
biblias las leyes de muerte del viejo testamento) para encaminarnos
a los montes, que son los verdaderos cristianos que predican los
verdaderos mandamientos de Dios, que son los misericordiosos
mandamientos del Evangelio...
Jesucristo NO mandó predicar las
leyes de muerte y de esclavitud del viejo testamento judío..., lo
que Jesucristo mandó predicar por todos los pueblos fue solamente
el Evangelio:
"Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (Marcos 16:15-16).
"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén". (Mateo 28,19-20).
"Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin". (Mateo 24,11-14)...
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