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PANEL PRIVADO DE LA FORISTA REINA4: Devocionales
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De: Reina4 (Mensaje original) |
Enviado: 10/07/2020 01:53 |
Creados para amar a Dios Jorge Monroy
Leer | LUCAS 10.25-28
Los fariseos y los saduceos dedicaban mucho tiempo y esfuerzos para analizar la ley de Moisés, y para discutir sobre el valor de sus 613 normas. Pero el Señor Jesús fue al grano de la discusión al resumir la ley en dos principios clave: “Amarás al Señor con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo” (Dt 6.5; Lv 19.34).
Aun antes de decirle a su pueblo que lo amara, Dios se identificó a sí mismo por medio de varios nombres que revelaban su carácter. Por ejemplo, Jehová se refiere a su ser y a ser fiel guardador del pacto, y Elohim se refiere a su poder infinito. Por medio de sus nombres, Dios estaba llamando la atención en cuanto a lo digno que era de ser amado por encima de todos y de todo, y también de su disposición de amarnos sin medida. Él nos hace promesas inquebrantables, y tiene el poder para cumplir cada una de ellas.
La Biblia no exagera el deseo de Dios de que sus hijos lo amen con todo su ser. Cuando Él se llama a sí mismo Dios celoso y exige nuestra devoción, está señalando nuestra absoluta necesidad de Él (Éx 20.5). Cualquier cosa que tenga más prioridad en nuestra vida, es un ídolo y, por tanto, nada debe ser más importante o más fundamental para nuestra existencia que Jehová Dios.
Fuimos creados para ser amados por Dios, y para amarlo a Él en reciprocidad. No adorarle con todo nuestro ser obstruye su propósito para con nosotros. El fiel Guardador del Pacto, que es infinito en poder, nos hizo para relacionarnos con Él, de modo que podamos conocerlo, servirle y honrarlo. |
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De: Reina4 |
Enviado: 15/11/2020 19:25 |
Una conciencia limpia...
enviado por Jorge Monroy
Cuando usted enfrenta decisiones difíciles, ¿le presta atención a su conciencia?
Dios nos ha dado a todos una “brújula moral”. De hecho, reflejar su verdad en el interior de cada persona, es una manera que Él tiene de revelarse a sí mismo a la humanidad. La conciencia es una alarma que nos alerta en cuanto al peligro o las consecuencias que se aproximan. Su propósito principal es dar protección y guía.
Pero el pecado pervierte la conciencia. Por tanto, es importante entender la diferencia que hay entre seguir a nuestro corazón, y dejar que una conciencia limpia nos ayude a tomar decisiones.
Si el criterio del mundo ha infiltrado su corazón, entonces usted no puede confiar en su conciencia. Pero si ha permitido que la Palabra de Dios transforme su mente (Ro 12.2), su voz interior será confiable.
El Espíritu Santo, junto con una conciencia iluminada divinamente, guía a los creyentes. Para mantener una brújula interna, debemos meditar constantemente en las Sagradas Escrituras. Los Diez Mandamientos son una base sólida en cuanto a la moralidad, y somos sabios cuando los internalizamos, especialmente de la manera que el Señor Jesús los resumió: amar a Dios por sobre todas cosas, y amar a los demás (Mt 22.36-40).
¿Qué diría usted que impacta más sus convicciones? ¿La verdad de la Biblia, o los parámetros del mundo? El Dios todopoderoso sabe que lo mejor para usted es su hijo Jesucristo; Él le dio una conciencia para ayudarle a tomar decisiones sabias. |
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De: Reina4 |
Enviado: 15/11/2020 19:28 |
Cuando se ignora a la conciencia
enviado por Jorge Monroy
¿Está usted tomando ciertas decisiones hoy que su conciencia no habría aceptado en el pasado? Si es así, usted se ha insensibilizado con el paso del tiempo.
Dios usa nuestra “brújula moral” interna, junto con la guía del Espíritu Santo, para dirigir nuestras decisiones. La conciencia sirve como un “sistema de alarma” que protege al cristiano cuando está a punto de caer en pecado. Sin embargo, la práctica constante del pecado puede hacer que perdamos la capacidad de percibirla.
El perverso proceso comienza si decidimos desobedecer, y luego negarnos a encarar nuestra rebeldía. La conciencia nos alerta una y otra vez, pero al final se cerrará y se volverá inoperante si persistimos en ignorar la señal de alarma. Cuando eso sucede, ya no hay mas señales del corazón que nos señalen el camino de vuelta a Dios.
Una manera de ver esto es imaginar que todas las señales de tránsito han sido eliminadas: es una receta para el desastre. No hacer caso a las “luces rojas” en nuestra vida, puede hacernos pensar equivocadamente que podemos avanzar, cuando lo que debemos es aplicar los frenos.
Hágase un autoanálisis para comprobar si sus señales internas están en buenas condiciones. Si no están funcionando bien, arrepiéntase delante del Señor, y busque la compañía de otros creyentes para rendirles cuentas. Una sana conciencia bien vale el esfuerzo.
No tarde. La Biblia nos advierte que tenemos un enemigo real que desea apartarnos de la santidad y llevarnos a la perdición. Dios utiliza una conciencia limpia para guiarnos, protegernos y conducirnos a su luz y a su paz. |
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De: Reina4 |
Enviado: 15/11/2020 19:32 |
¿Quién es el Espíritu Santo?
enviado por Jorge Monroy
Si le preguntaran a usted quién es el Espíritu Santo, ¿diría que es una energía o una persona? La Biblia enseña claramente que el Espíritu de Dios es una persona, y Él...
• Es un miembro de la Deidad. La Trinidad está formada por Dios Padre, Dios Hijo, y Dios Espíritu Santo.
• Actúa como una persona. Él vive, da testimonio, enseña, convence, guía y habla.
• Tiene una personalidad, que se manifiesta por medio de conocimiento, pensamientos, voluntad y palabras.
• Tiene varios nombres, entre ellos: Espíritu de Santidad, Espíritu de Cristo y Espíritu de Dios, todos los cuales indican su naturaleza divina.
• Puede ser tratado —o maltratado— como cualquier persona: Se le puede mentir, resistir, obedecer y llamar.
Sin embargo, muchos creyentes no creen que el Espíritu de Dios sea alguien a quien pueden conocer. Quizás estos cristianos han interpretado mal los versículos que hablan del “Espíritu Santo”, o han recibido una enseñanza incompleta acerca de Él. O, tal vez, cuando leen acerca de su poder, asumen que “poder” es todo lo que Él es. Incluso, pudiera ser que su iglesia se ha concentrado en el Padre y/o en el Hijo, dejando fuera al Espíritu Santo.
Si creemos cualquier cosa que no sea lo que la Biblia enseña sobre el Espíritu Santo, entonces no experimentaremos la vida que Dios quiso que tuviéramos.
La solución es fácil: pida al Espíritu Santo que le indique mediante la Biblia quién es Él, para que pueda conocerlo en toda su plenitud. Él es quien le ayudará a encontrar en Cristo una vida radiante, poderosa, placentera y victoriosa. |
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De: Reina4 |
Enviado: 15/11/2020 20:50 |
El sentimiento de la insatisfacción
Jorge Monroy
¿Alguna vez se ha parado frente al refrigerador, tratando de encontrar algo para satisfacer una vaga sensación de vacío? No está buscando nada específico, pero sabe que necesita algo. Probablemente, nada de lo que haga servirá, porque el espacio vacío no está en su estómago sino en su alma.
Ya sea que busque comida, prestigio, posesiones o compañía, nuestras almas están tratando de encontrar satisfacción continuamente. Pero nada en este mundo va a llenar ese vacío, ya que fuimos creados para relacionarnos con Dios, Él puso en lo más profundo de nosotros el anhelo de buscarlo. Aunque es posible que no identifiquemos ese vacío como tal, todos conocemos el sentimiento de insatisfacción que a veces se filtra en nuestras almas. Cada vez que buscamos satisfacción en cosas del mundo, terminamos con desengaño y desilusión.
Hay dos posibles menús de donde podemos elegir para llenar nuestro vacío. El menú de Satanás es grande y lleno de cosas atractivas que parecen prometer satisfacción y placer: dinero, amistades, notoriedad, aceptación o reconocimiento. Todo lo que Satanás ofrece parece la clase de vida que traerá satisfacción, pero es un engaño. En cambio, el menú de Dios es bastante pequeño. De hecho, solo tiene un “plato”: Jesús. Él es el único capaz de llenar el vacío.
¿Ha encontrado usted la satisfacción que busca, o tiene una vaga sensación de descontento en su alma? Haga del Señor Jesús su máxima prioridad, y dedique tiempo para pasarlo tranquilo y enfocado en Él. El Señor le va a satisfacer como nada más puede hacerlo. |
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De: Reina4 |
Enviado: 15/11/2020 20:52 |
Convicción de pecado o condenación
Jorge Monroy
A veces, es fácil aun para los creyentes ser confundidos, porque las emociones pueden ser engañosas. Por esta razón, no es prudente confiar en los sentimientos o basar nuestras decisiones en ellos.
Pero ¿qué de los momentos cuando usted se siente inseguro? Probablemente puede recordar períodos cuando estuvo sintiendo la convicción del Espíritu Santo, pero se preguntaba si eso podía ser más bien una condenación proveniente del enemigo.
Hay una diferencia entre la emoción y la verdadera convicción o conciencia de haber pecado (Jn 16.7, 8). El Espíritu Santo provoca la convicción de pecado como una expresión de su amor, porque Él quiere mantenerle a usted en el camino correcto. Una manera segura de saber si se trata de una convicción del Espíritu Santo, es que Él siempre identificará algo específico (Sal 51.3, 4; Lc 22.60-62). Dios no dudará en poner su dedo en cualquier cosa que esté fuera de su voluntad.
Por el contrario, Satanás tratará de inspirar sentimientos de culpa y condenación, susurrándole: “¿Y te llamas cristiano? ”. El enemigo quiere agobiarlo de tal manera, que se vuelva inútil para el Señor. Cuando los creyentes deciden escuchar esa voz engañosa, pueden llegar a sentirse incapaces por las falsedades del padre de mentiras.
El Espíritu Santo utiliza la convicción de una manera positiva, para prevenir contra el peligro al creyente que se ha descarriado, para hacerlo volver al camino que el Señor ha dispuesto para él. Afortunadamente, este es uno de los incesantes actos de amor de Dios. |
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De: Reina4 |
Enviado: 29/11/2020 00:55 |
Nuestras convicciones
enviado por Jorge Monroy
La única manera que usted tiene para protegerse de la mentira, es saturar su mente con la verdad. Por tanto, debe pasar tiempo con la Biblia fortaleciendo sus convicciones con la realidad de Dios, para poder reconocer la falsedad.
Esto se parece a la manera como un cocinero crea su propia versión de una receta. Mientras cambia los ingredientes, hace pruebas repetidas de sabor; solo mediante la comparación de su creación con la receta original puede determinar la autenticidad de su propia receta.
La Palabra de Dios es nuestra norma. Revise sus convicciones. ¿Qué cree usted en cuanto al matrimonio? ¿Es de por vida? ¿O cree que está bien divorciarse cuando se vuelva inconveniente o entorpezca su estilo de vida? ¿Y qué de los hijos? ¿De los amigos? ¿Del dinero? ¿De la moralidad? ¿De la iglesia? ¿Qué de esos temas de los que tanto se habla en la actualidad?
Si usted no está seguro de su posición en algunos de estos temas, es imperativo entonces que se siente con una Biblia y comience a investigar, hasta que escuche las respuestas de Dios. Encuentre los pasajes de la Escritura que tengan que ver con cada área, y pregunte al Espíritu Santo: “¿Qué significa, en realidad, este pasaje?”
No basta con preguntarse: “¿Cómo puedo interpretar este pasaje de una manera que me convenga?” El mundo funciona con esa filosofía, que se conoce como relativismo moral. En vez de ello, pídale al Señor que Él moldee sus convicciones por medio de su Palabra. Es maravilloso cómo le preparará y fortalecerá el Espíritu Santo para defender lo que cree. |
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De: Reina4 |
Enviado: 29/11/2020 01:00 |
La senda de la paz
enviado por Jorge Monroy
Todos tenemos responsabilidades, ya sean con el trabajo, la familia, la comunidad o la iglesia, y con razón podemos sentir algo de preocupación acerca de cómo cumplir con estos compromisos. Pero cuando a nuestra preocupación natural le falta equilibrio, el resultado es la ansiedad.
Aunque Pablo enfrentó pruebas extremas (2 Co 11.23-28), podía decir: “Por nada estéis afanosos”. Entendía que la ansiedad revela falta de fe —no es posible estar ansioso y al mismo tiempo confiar en Dios. El desasosiego también agota las energías, divide la mente y entorpece el servicio efectivo al Señor, porque mantenemos nuestro enfoque en nosotros mismos, en vez de en Dios.
Para mantener el equilibrio en cuanto a las preocupaciones, debemos presentar nuestras peticiones a Dios (Fil 4.6), quien está listo y dispuesto para encargarse de cualquier preocupación que le traigamos. Hacemos esto por medio de...
• La oración. La palabra griega implica adoración a Dios y el reconocimiento de sus atributos, no expresión de pensamientos llenos de pánico.
• El ruego. Nuestro clamor humilde comunica nuestra total dependencia del Dios todopoderoso.
• La acción de gracias. Debemos acercarnos a Dios, no con reproches o quejas, sino con gratitud porque Él usará finalmente la dificultad para nuestro bien, como lo ha prometido (Ro 8.28).
Filipenses 4.7 dice que si traemos nuestras peticiones a Dios, el resultado será su paz maravillosa e inefable. Siendo así, debemos aprender a ir a Él primero, y no dejarlo como el último recurso. |
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De: Reina4 |
Enviado: 29/11/2020 01:03 |
EN EL SILENCIO
En la inspiración dejad que suavemente Dios nos llene de su vida, y en cada expiración dejad toda vuestra vida en el Señor.
Como que vuelve y retorna y se abandona a Dios; igual que se retira
el mar de la playa y vuelve a sí mismo.
La respiración es un nacer y un morir en las manos de Dios.
Cada respiración es una manera de vivir, es una manera de ser, es un existir.
No nos damos la respiración, nos la da Dios.
A nosotros se nos pide vigilancia, lucidez para recibirla.
Encontrad una buena base en esta tierra en que hemos de vivir;
pero la cabeza en el cielo.
Somos de la tierra pero somos también del cielo.
Nuestro corazón tiende hacia el cielo, y el cielo desciende hacia nosotros.
El cielo viene en nuestra búsqueda, nos busca siempre.
Cada vez que respiramos es el soplo de Dios el que nos viene a buscar.
El cielo y la tierra se besan en nuestro corazón.
Dios se abraza a nosotros en cada respiración.
Así el silencio es presencia ante esta vida que se nos da.
La vida entera es Presencia, es aliento.
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(Mensajes para el alma) |
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De: Reina4 |
Enviado: 29/11/2020 01:08 |
La prioridad número uno
enviado por Jorge Monroy
Cuando se dirigía a Jerusalén, Jesús se detuvo en Betania para pasar un tiempo con unos amigos a los que amaba —Lázaro y sus dos hermanas. Mientras Marta corría de un sitio para otro ocupándose de la comida, María estaba sentada escuchando al Señor.
En aquella época, la cultura dictaba que una mujer sirviera a los hombres en la casa. Al descansar a los pies de Jesús, María estaba desafiando las normas de su sociedad. Pero ésta era una mujer a la que le interesaba más su Señor, que hacer lo que era culturalmente apropiado. Cuando Marta se quejó, Jesús le dijo gentilmente que su hermana había tomado la decisión correcta. La prioridad número uno era pasar tiempo con Él.
Lo que era cierto para María y Marta, también lo es para nosotros hoy. Todo creyente necesita apartar tiempo para pasarlo diariamente con Dios. Hacerlo demuestra lo mucho que valoramos nuestra relación con Él, ya que las personas con las que pasamos más tiempo son las que más amamos.
Muchas veces, los creyentes se disculpan diciendo que están demasiado ocupados. Nos decimos a nosotros mismos: Solo necesito terminar unas pocas cosas, y después oraré y leeré la Biblia, pero siempre parece haber una nueva tarea que reemplaza a la ya terminada. Tenemos que decidir apartar tiempo para el Señor.
Puede ser difícil alterar nuestra agenda para dar a Dios el lugar que le corresponde. Pero ninguna otra relación en la vida se iguala a lo que tenemos en el Señor cuando hacemos de Él nuestra prioridad absoluta. |
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De: Reina4 |
Enviado: 10/12/2020 16:32 |
Amados, pero Perdidos
enviado por Jorge Monroy
Muchas personas asumen que, puesto que Dios es amor, Él dará un lugar a todo el mundo en el cielo, pues no entienden las verdades básicas en cuanto a “perdidos” y “salvos”.
1. Todas las personas comienzan su vida como seres “perdidos”. Cuando Adán pecó (Gn 3), su espíritu se volvió malo y rebelde (Ro 5.12) al igual que los de todos los que hemos nacido después de él. Esa “naturaleza de pecado” que se transmitió de una generación a otra, hace que estemos “perdidos”.
2. La humanidad está muerta en delitos y pecados (Ef 2.1). Cuando Adán pecó, su relación íntima con Dios murió. Nosotros, sus descendientes, hemos nacido en ese estado de muerte. Aunque físicamente estamos vivos al nacer, nuestro espíritu —la única parte de nosotros que puede relacionarse con Dios— está muerto.
3. Somos seres eternos. Porque estamos hechos a imagen de Dios, nuestra alma es eterna. Pero la Biblia nos dice que quienes rechazan a Cristo como Salvador perecerán (Jn 3.16). Esto no significa que serán aniquilados, sino que estarán separados de Dios eternamente.
4. Es necesario el nuevo nacimiento (1 P 1.3). Para tener una relación con el Padre celestial, es necesario que la parte de nosotros que ha estado muerta para Dios sea ahora vivificada. Cuando ponemos nuestra fe en Cristo, la vida misma de Dios nace en nosotros, y pasamos de estar espiritualmente muertos y perdidos, a estar vivos y salvos.
Nuestro Padre celestial, por amor a nosotros, proveyó lo que necesitábamos —un Salvador. ¡Comience a predicar esta verdad! |
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De: Reina4 |
Enviado: 10/12/2020 16:49 |
El sacrificio de Cristo: Pago total
enviado por Jorge Monroy
El diácono de cierta iglesia confesó un pecado terrible en una red social. Después de dar una descripción de lo que había hecho, comentó: “Sé que hay un precio que pagar por este pecado, y ese precio es la muerte”. Pero no solo tenía el corazón destrozado por lo que había hecho; sabía también que el efecto sobre sus amigos y su familia sería devastador.
Con todo, su temor era más grande que su remordimiento. Se atemorizó de Dios, creyendo que el soberano Señor del universo estaba ahora dispuesto a hacerlo pagar. ¿Qué le diría usted a este creyente? ¿Reflejan sus palabras la respuesta de Dios al pecado?
Es cierto que Romanos 6.23 enseña claramente que “la paga del pecado es muerte”; sin embargo, este angustiado hombre había pasado por alto la importantísima segunda mitad del versículo: “mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. Si nuestro Padre celestial nos da un regalo, podemos confiar en que Él nunca nos lo quitará. No hicimos nada para merecerlo, y por eso no podemos hacer nada para perderlo.
Todo descansa en la iniciativa de Dios. Si el pecado del creyente después de ser salvo pudiera requerir su muerte —o cualquier forma de castigo—, entonces el sacrificio de Cristo no fue suficiente. Pero la Biblia nos dice que la muerte del Señor Jesús fue el pago de toda la deuda de pecado de la humanidad (Heb 10.10).
O la sangre de Jesús cubre nuestros pecados, o no los cubre. No hay término medio. El Espíritu Santo, las palabras de Cristo y el testimonio de la Biblia, afirman claramente que sí los cubre. |
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De: Reina4 |
Enviado: 10/12/2020 16:57 |
La dificultad de perdonar
enviado por Jorge Monroy
Leer | EFESIOS 4:30-32
Todos hemos sido heridos en algún momento u otro, y el ofensor puede muy bien haber sido alguien que amamos. A menudo tratamos de disimular el dolor con comentarios como: “Está bien”, o “No te preocupes por eso”. Sin embargo, pareciera que no podemos vernos libres de ese penetrante aguijón. ¿Por qué no somos capaces de olvidar?
Por el simple orgullo, y como resultado, la ofensa se convierte en mucho más de lo que deberíamos permitir. Se convierte en una cuestión de tipo personal, en vez de un error involuntario o de insensibilidad momentánea.
Otro factor por el que no perdonamos, es por la amargura. Nos volvemos resentidos cuando nos negamos a enfrentar nuestros sentimientos heridos, y dejamos que el asunto se vuelva una úlcera en nuestro corazón. Un sentimiento creciente de irritación se extiende por nuestro espíritu como una infección. Se ha dicho con razón que la amargura es como un veneno que uno prepara para otra persona, y luego se lo bebe uno mismo. Mientras la amargura destruye silenciosamente nuestra vida, la persona que nos hirió puede permanecer completamente ignorante de nuestros sentimientos.
A veces, nuestra lucha implica un malentendido en cuanto al perdón. O, podemos quedarnos sentados esperando una disculpa que nunca llega.
Si usted ha sido herido recientemente, pídale dirección a Dios. A veces, es conveniente acercarse al ofensor y decirle: “Hiciste esto, y eso me hirió. Pero te perdono, y me niego a dejar que esto destruya nuestra relación”. |
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De: Reina4 |
Enviado: 19/12/2020 22:23 |
Cómo aprender a perdonar
enviado por Jorge Monroy
¿Le resulta difícil perdonar a quienes le han herido? Si es así, puede que las siguientes cuatro pautas le sean de mucha ayuda:
1. Reconozca y confiese delante de Dios que tiene un espíritu rencoroso. Aunque no siempre resulte fácil perdonar, a veces, somos el blanco de ofensas extremadamente dañinas. Sin embargo, no somos responsables por la conducta de otras personas, sino solo de la nuestra. Dios nos ha ordenado que seamos comprensivos y perdonadores. Si guardamos rencor, ese es nuestro problema, no de la otra persona; debemos arrepentirnos de este pecado y pedirle a Dios que nos ayude a superar nuestra falta de perdón.
2. Deje de estar pensando en la otra persona. Tome la decisión consciente, de dejar de pensar en el ofensor. Si se encuentra reviviendo constantemente los detalles de la conducta de la otra persona que le produjo la molestia, oblíguese a no hacerlo más.
3. Perdone al ofensor, y olvide el agravio. Mantener detalles frescos en la mente, le atrapa en un ciclo de dolor que solamente le afecta a usted. Decida más bien separar a la persona del recuerdo doloroso.
4. Perdone con carácter definitivo. El perdón genuino es completo. Esto significa que usted no puede “perdonar” a alguien, y después seguir hablando del tema. Perdone a esa persona, y después siga adelante.
Si usted se ha mantenido empecinado en la amargura, pida a Dios las fuerzas para perdonar. Y hágalo después, sin demora. |
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De: Reina4 |
Enviado: 19/12/2020 22:25 |
Nuestro Ayudador en la oración
enviado por Jorge Monroy
Mientras Jesús se acercaba al día de su muerte, se refería con frecuencia al Ayudador que enviaría a sus discípulos —y, finalmente, a todos los creyentes. El Espíritu Santo fue prometido, para que morara en los seguidores del Señor, y para que les diera poder e instrucción. Llamado por lo general el Consolador o Parakletos en griego, Él es quien viene a estar a nuestro lado para ayudarnos en todo lo que Dios nos llame a hacer.
Una de las responsabilidades del Espíritu Santo es ser nuestro Ayudador en la oración. La necesidad de orar que sentimos viene de Él. El Espíritu sabe de las tentaciones que nos acechan más adelante, o de las duras experiencias que pueden sucedernos; por tanto, Él nos impulsa a hablar con nuestro Padre celestial. Cuando usted sienta la necesidad de orar, lo último que debe hacer es ignorarla. En 1 Tesalonicenses 1.59 se nos dice: “No apaguéis el Espíritu”; en otras palabras, ignorar ese impulso divino es, en realidad, un pecado.
Al darnos la carga de orar por alguien, el Espíritu Santo nos ofrece la oportunidad de participar en la obra de Dios.
Esta carga en nuestros corazones de orar por nosotros mismos o por otros, es una demostración especial del amor de Dios. Al llamarnos a orar, Él comienza el delicado trabajo de hacernos sensibles a las circunstancias que nos rodean, o de prepararnos para una batalla que vendrá. Escuchar los impulsos del Espíritu Santo y permitirnos estar preparados, es la manera como nosotros le mostramos nuestro amor. |
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De: Reina4 |
Enviado: 19/12/2020 22:27 |
Lecciones de un fugitivo
enviado por Jorge Monroy
Se nos dice que el profeta Jonás compró un boleto para huir a Tarsis en un intento por escapar de la presencia del Señor, y de ese modo evitar la tarea que Dios le había dado. Es probable que ninguno de nosotros reservaría un pasaje de avión para ir a un país lejano intentando escapar de la presencia de Dios. Sin embargo, personas que aman a Dios, algunas veces, tratan de huir de Él de muchas maneras diferentes, y terminan experimentando miserias como las de Jonás.
Mientras huía del Señor, el profeta olvidó cosas que todos debemos recordar. Primero, pensó que huir de Dios le evitaría tener que obedecer. Probablemente nunca imaginó cuán persistente puede ser el Señor cuando nos llama a un lugar de destino.
Finalmente, Jonás descubrió que es imposible huir de Dios. Su amor nos persigue, aun hasta las profundidades del mar para conformarnos a su voluntad y a su plan para nuestras vidas. Dios simplemente no se verá impedido por nuestra desobediencia.
Jonás había olvidado también la verdad de que la dirección de la desobediencia es siempre hacia abajo. La Biblia nos dice que el reacio profeta descendió inicialmente a Jope. Allí encontró una nave y se introdujo en el fondo de la misma, y antes de que se diera cuenta estaba en lo profundo del mar, e incluso había descendido a los cimientos de los montes (Jon 2.6).
Cuando se huye de Dios, no hay lugar donde esconderse, ni siquiera en el fondo del mar. Toda nuestra vida es siempre visible para el Señor. Así que, en vez de tratar de huir de su presencia, acéptela con beneplácito. |
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