|
General: LA LEY DE DIOS PADRE HIJO Y ESPIRITU SANTO UNO. EN EL SINAI LA TIERRA
Elegir otro panel de mensajes |
|
Desde el origen de la gran controversia en el cielo, el propósito de Satanás ha consistido en destruir la ley de Dios. Para realizarlo se rebeló contra el Creador y, aunque expulsado del cielo, continuó la misma lucha en la tierra Apoc 12:9 CAP 13:2,4vers 17,18 .CAP 17:8 .. Engañar a los hombres para inducirlos luego a transgredir la ley de Dios, tal fue el objeto que persiguió sin cejar. Sea esto conseguido haciendo a un lado toda la ley o descuidando uno de sus preceptos, el resultado será finalmente el mismo. El que peca “en un solo punto” manifiesta menosprecio por toda la ley; su influencia y su ejemplo están del lado de la transgresión; y viene a ser “culpado de todos” los puntos de la ley. Santiago 2:10.
[V.10-> Guardare. Gr. teréo, “guardar”, “prestar cuidadosa atención”. Santiago presenta como ejemplo el caso hipotético de un miembro de iglesia que guarda toda la ley, excepto un mandamiento. No afirma que ese caso fuera real. Ofendiere. Gr. ptáio, “tropezar”, “delinquir”, “faltar al deber”. Punto. La ley no es una simple colección de preceptos aislados: es un trasunto perfectamente armonioso de la voluntad divina. Todos los preceptos son manifestaciones del amor en acción, ya sea hacia Dios o hacia nuestros prójimos. Preferir la parte de la ley que nos conviene e ignorar el resto, aunque sólo se trate de un pequeño detalle, revela el deseo de hacer nuestra propia voluntad y no la de Dios. Se quebranta la unidad del amor y aparece el pecado básico del capricho egoísta. Culpable de todos. Para quebrantar la ley, ya sea civil o religiosa, no es necesario violar todas las leyes: una sola falta es suficiente. El punto esencial es la cuestión básica de ser leal a la autoridad; es suficiente una sola violación para manifestar la inclinación del corazón. ”Un vidrio que es golpeado en un solo punto queda, sin embargo, destrozado. La ley no es un conjunto de diez bolos, uno de los cuales puede ser derribado mientras los otros quedan firmes. La ley es una unidad; su unidad es el amor. Si se viola en un punto, se viola el amor como tal, o sea la unidad de ella” (R. C. H. Lenski, The Interpretation of the Epistle to the Hebrews and of the Epistle of James, Wartburg Press, Columbus, Ohio, 1946, p. 572). Así como una cadena queda rota cuando se rompe su eslabón más débil, así como una nota puede echar a perder toda la armonía musical, así como una parte herida hace sufrir todo el cuerpo, o así como la lepra en cualquier lugar del cuerpo hace que todo el hombre sea catalogado como leproso, así también quebrantar un mandamiento arruina la plenitud y la armonía de toda la ley para el transgresor ]
Apocalipsis 14:7cap 14:12 lo confirma la ley del Sinaí escrito con el dedo de Dios Éxodo 31:12,18 .Apoc 14:12 Aquí se requiere la paciencia de los santos, de los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.
[V.12-> Paciencia. Gr. hupomon’ (ver com. Rom 5:3). La traducción “perseverancia” o “aguante” sería aquí más adecuada. “Aquí está la perseverancia de los santos” (BA). El contexto llama la atención a la intensa lucha contra la bestia y su imagen. Se hará todo esfuerzo posible para obligar a que el remanente se una con el movimiento promovido por la segunda bestia; incluso será amenazado con aislamiento y muerte (Ap 13:11-17); Satanás obrará al mismo tiempo con todo “engaño de iniquidad” (2Ts 2:10; cf. Mat 24:24) para hacer que parezca que el poder de Dios se manifiesta en ese movimiento. Pero en medio de todo perseverará hasta el fin el fiel remanente y mantendrá su integridad. Su firmeza a toda prueba merece una alabanza especial. Santos. Gr. hágios (ver com. Rom 1:7). Guardan los mandamientos de Dios. Esta declaración es muy significativa por el contexto en que se halla. El mundo, cautivado por los engaños de Satanás, se inclinará delante de la bestia y su imagen, y cumplirá sus dictados y decretos (ver com. Ap 13:8); pero los santos se negarán a cumplir sus exigencias porque guardan los mandamientos de Dios. El asunto crucial del conflicto será el cuarto mandamiento de la ley de Dios. Los cristianos concuerdan en términos generales en cuanto al carácter obligatorio de los otros nueve mandamientos; pero a principios de la era cristiana se comenzó a poner a un lado el sábado, séptimo día de la semana, y a sustituirlo por la observancia del primer día de la semana como día de culto (ver com. Dan 7:25). Los cristianos que observan el domingo presentan diversas razones por las cuales observan el primer día de la semana en lugar del séptimo, y por qué se sienten autorizados para despreciar las exigencias del mandamiento original. Algunos afirman que los Diez Mandamientos fueron abolidos junto con todas las leyes ceremoniales del AT; Otros sostienen que el elemento temporal del cuarto mandamiento es ceremonial, pero que la orden de observar un día en siete es una obligación moral. Estas opiniones no se basan en las Escrituras. El punto de vista de la iglesia de Roma es que ella transfirió el carácter sagrado de un día al otro por autoridad divina. Pero los protestantes no pueden aceptar esta posición, porque la Biblia y solamente la Biblia es su regia de fe. El asunto llegará a su punto culminante cuando Babilonia la grande se imponga sobre el Estado para que éste haga de la observancia del domingo un asunto de ley civil, obligatorio, y decida castigar a todos los que no le obedezcan. 847 Este es el conflicto que describe Ap 13:12-17 (ver el comentario respectivo, especialmente los Ap 14:12; Ap 14:16). En esa hora tenebrosa los hijos de Dios se aferrarán a la Biblia y no le rendirán homenaje a ningún poder, excepto a Cristo. Entre los muchos rasgos característicos que podrían habérsele mencionado al profeta, se le indicó que destacase dos predominantes: la observancia de los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. La fe de Jesús. O “fe en Jesús”. El texto griego puede entenderse en ambas maneras, aunque generalmente se prefiere la segunda. En cuanto a la diferencia entre las dos expresiones y la importancia de la fe en la experiencia cristiana, ver com. Rom 3:22. La fe de Jesús y la observancia de los mandamientos representan dos aspectos importantes de la vida cristiana. Los mandamientos de Dios son un reflejo de su carácter, pues exponen la norma divina de justicia que Dios anhela que alcance el hombre, pero que debido a su condición pecaminosa no puede lograr. “La mente carnal... no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede” (Rom 8:7). A pesar de sus mejores esfuerzos, el hombre continuamente está destituido de la gloria de Dios (ver com. Rom 3:23); pero Jesús vino para capacitar a los seres humanos y restaurarlos a la imagen divina. Vino para mostrar cómo es el Padre, y en este sentido amplió el significado de la ley moral o Diez Mandamientos. Los hombres pueden guardar los requisitos divinos por medio del poder de Cristo (ver com. Rom 8:3-4) y reflejar así la imagen divina. La iglesia remanente honra los mandamientos de Dios y los observa, no con un sentido legalista sino como una revelación del carácter de Dios y Cristo, que mora en el corazón del verdadero creyente (Gal 2:20).GALATAS 2:
[V.20-> Con Cristo estoy juntamente crucificado. Es decir, Pablo había aceptado la expiación proporcionada por la muerte de Cristo en la cruz (ver Rom 6:3-11; Fil 3:8-10). Se consideraba a sí mismo como muerto al pecado, al mundo y a los métodos ideados por el hombre para lograr la justificación, como si él hubiera sido realmente crucificado. Ya no sentía la atracción de esos métodos; en su corazón no había respuesta para ellos. Y ya no vivo yo. Pablo había muerto a algunas cosas, pero estaba completamente vivo para otras. Su actividad después de su conversión era tan intensa como lo había sido antes, pues la vida de un cristiano no es una vida de inactividad. Jesús habló de esa nueva vida como una vida más abundante (Jn 10:10). Jesús es la fuente de la vida, por lo tanto, no se puede apreciar verdaderamente la vida sin tenerlo en cuenta a él. Vive Cristo en mí. Este es el secreto de una vida cristiana de éxito: Cristo viviendo en nosotros, a la vista de todos, la misma vida perfecta que él vivió en la tierra. El amor de Cristo nos constriñe (2Co 5:14) y la justicia de Cristo llega a ser una realidad en nuestra vida (Rom 8:3-4). En la carne. Es decir, esta vida. El cristiano está aún en el mundo, aunque no pertenezca a él (Jn 17:11; Jn 17:14). Fe del Hijo de Dios. Es decir, fe en el Hijo de Dios. Existe evidencia textual (cf. p. 10) que favorece la variante “fe en Dios y Cristo”. ]
|
|
|
Primer
Anterior
2 a 4 de 4
Siguiente
Último
|
|
...
PARA EL ATEO HALCON77 ¿Conoces los mandamientos de Dios?...
...una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanue-l, que traducido es: Dios con nosotros. (1:20 ....... ......
|
Y
Jesucristo nos enseñó los verdaderos mandamientos de Dios que
hay que seguir si se quiere entrar en la vida, pues Jesucristo
así dijo:
|
"SI QUIERES ENTRAR EN LA VIDA, GUARDA LOS MANDAMIENTOS..."
Los verdaderos mandamientos de Dios:
"todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)
Jesús también enseña los verdaderos mandamientos de la Ley de Dios que
debemos guardar para entrar en la vida y que así nos dicen: "Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No
matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio.
Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces
Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente
entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más
fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en
el reino de Dios" (Mateo 19:16-24)
....... ...... |
|
|
|
|
REGRESA CRISTO EL DIOS DE SINAI A BUSCAR A SUS HIJOS .
EL REGRESO DE NUESTRO DIOS Y SALVADOR CRISTO CREADOR DEL MUNDO UNIVERSO Y QUIEN ESCRIBIO LAS TABLAS DEL SINAI APOCALIPSIS 1:7. Todo el mundo le verá—“Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del hombre”. Mateo 24:27... No se puede remedar semejante aparición. Todos la conocerán y el mundo entero la presenciará
Apocalipsis (de Juan) 1-> Ver. 7
[V.7-> He aquí que viene. Después de terminar el saludo en el Ap 1:6, Juan anuncia el tema del Apocalipsis: la segunda venida de Cristo. Esta es la meta hacia la cual se mueve todo lo demás. Es significativo que Juan use el tiempo presente, “que viene”, con lo cual destaca la certeza del acontecimiento, quizá también su inminencia (ver com. Ap 1:1). Con las nubes. Ver com. Hch 1:9-11. Traspasaron. Gr. ekkentéō. Esta palabra la usa Juan en su Evangelio (Jn 19:37) cuando cita a Zac 12:10. Los traductores de la LXX sin duda se equivocaron al leer en Zac 12:10 la palabra hebrea daqaru, “traspasaron”, como raqadu, “danzaron en triunfo”, y así la tradujeron al griego. El Evangelio de Juan es el único en donde se registra que el costado de Jesús fue herido por un lanzazo (Jn 19:31-37). Este punto de similitud entre los dos libros es una evidencia indirecta de que el Apocalipsis fue escrito por la misma mano que redactó el cuarto Evangelio. Aunque Juan sin duda escribe en griego, no tiene en cuenta la LXX en ambos casos, y da una traducción correcta del hebreo. La afirmación de Ap 1:7 claramente implica que los responsables de la muerte de Cristo serán levantados de entre los muertos para presenciar su venida en gloria (ver com. Dan 12:2). Durante su enjuiciamiento Jesús advirtió a los dirigentes judíos en cuanto a este temible suceso (Mat 26:64). Lamentación. Literalmente “se cortarán”, referencia a la costumbre antigua de cortar o herir el cuerpo como señal de tristeza. En sentido figurado, como aquí, describe el dolor más bien que la acción física de herirse el cuerpo. Refleja el remordimiento que se apoderará de los impíos (ver com. Jer 8:20). ]
La ley de Dios del Sinaí aparece en los cielos a su regreso a su segunda venida Y los cielos declararán su justicia, porque Dios es el juez. Salmos 50:6.
Las nubes se retiran, y el cielo estrellado brilla con esplendor indescriptible en contraste con el firmamento negro y severo en ambos lados. La magnificencia de la ciudad celestial rebosa por las puertas entreabiertas...
En el templo se verá el arca del testimonio, en la cual están colocadas las dos tablas de piedra, sobre las que está escrita la ley de Dios. Esas tablas de piedra serán sacadas del lugar donde estaban ocultas, y sobre ellas se verán los Diez Mandamientos escritos por el dedo de Dios. Esas tablas de piedra que ahora reposan en el arca del pacto, serán un testimonio convincente en favor de la verdad y de la vigencia de los requerimientos de la ley de Dios...
Mentes y corazones sacrílegos pensaron que eran lo suficientemente poderosos como para cambiar los tiempos y leyes de Jehová; pero a salvo en los archivos del cielo, en el arca de Dios, están los mandamientos originales, escritos sobre dos tablas de piedra. Ningún potentado de la tierra tiene la facultad de sacar esas tablas de su sagrado escondite, ubicado bajo el propiciatorio.
Aparece en el cielo una mano que sostiene dos tablas de piedra puestas una sobre otra. El profeta dice: “Denunciarán los cielos su justicia; porque Dios es el juez”. Salmos 50:6. Esta ley santa, justicia de Dios, que entre truenos y llamas fue proclamada desde el Sinaí como guía de la vida, se revela ahora a los hombres como norma del juicio. La mano abre las tablas en las cuales se ven los preceptos del Decálogo inscriptos como con letras de fuego. Las palabras son tan distintas que todos pueden leerlas. La memoria se despierta, las tinieblas de la superstición y de la herejía desaparecen de todos los espíritus, y las diez palabras de Dios, breves, inteligibles y llenas de autoridad, se presentan a la vista de todos los habitantes de la tierra.
Es imposible describir el horror y la desesperación de aquellos que pisotearon los santos preceptos de Dios...
Los enemigos de la ley de Dios... reconocen demasiado tarde que el día de reposo del cuarto mandamiento es el sello del Dios vivo Apoc 7:2cap14:7cap14:12 .sábado séptimo día y su ley del Sinaí .Aquí se requiere la paciencia de los santos, de los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.
|
|
|
|
La ley es una revelación de la voluntad y del carácter de Dios del Sinaí en su santa Biblia .
De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno. Romanos 7:12.
Muchos maestros en religión aseveran que Cristo abolió la ley por su muerte, y que desde entonces los hombres se ven libres de sus exigencias. Algunos la representan como yugo enojoso, y en contraposición con la esclavitud de la ley, presentan la libertad de que se debe gozar bajo el Evangelio.
Pero no es así como los profetas y los apóstoles consideraron la santa ley de Dios. David dice: “Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos”. Salmos 119:45. El apóstol Santiago, que escribió después de la muerte de Cristo, habla del Decálogo como de la “ley real”, y de la “perfecta ley, la de la libertad” Santiago 2:8; 1:25. Y el vidente de Patmos, medio siglo después de la crucifixión, pronuncia una bendición sobre los que “lavan sus ropas [o “guardan sus mandamientos”], para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad”. Apocalipsis 22:14.
El aserto de que Cristo abolió con su muerte la ley de su Padre no tiene fundamento. Si hubiera sido posible cambiar la ley o abolirla, entonces Cristo no habría tenido por qué morir para salvar al hombre de la penalidad del pecado. La muerte de Cristo, lejos de abolir la ley, prueba que es inmutable. El Hijo de Dios vino para engrandecer la ley, y hacerla honorable. Isaías 42:21. Y con respecto a sí mismo declara: “El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón”. Salmos 40:8.
La ley de Dios, por su naturaleza misma, es inmutable. Es una revelación de la voluntad y del carácter de su Autor. Dios es amor, y su ley es amor. Sus dos grandes principios son el amor a Dios y al hombre. “Así que el cumplimiento de la ley es el amor”. Romanos 13:10. El carácter de Dios es justicia y verdad; tal es la naturaleza de su ley. Dice el salmista: “Tu ley la verdad”; “todos tus mandamientos son justicia”. Salmos 119:142, 172. Y el apóstol Pablo declara: “La ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno”. Semejante ley, expresión del pensamiento y de la voluntad de Dios, debe ser tan duradera como su Autor.
Es obra de la conversión y de la santificación reconciliar a los hombres con Dios, poniéndolos de acuerdo con los principios de su ley. Al principio el hombre fue creado a la imagen de Dios. Estaba en perfecta armonía con la naturaleza y la ley de Dios; los principios de justicia estaban grabados en su corazón. Pero el pecado lo separó de su Hacedor. Ya no reflejaba más la imagen divina... Mas “de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito”, para que el hombre fuese reconciliado con Dios. Por los méritos de Cristo puede restablecerse la armonía entre el hombre y su Creador..
El valor del estudio de la Biblia
“Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia, para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruido para toda buena obra”. 2 Timoteo 3:16, 17. La Palabra de Dios es como un tesoro que contiene todo lo esencial para perfeccionar al hombre de Dios. Nosotros no apreciamos la Biblia como debiéramos. No estimamos debidamente las riquezas que encierra, ni nos damos cuenta de la gran necesidad que tenemos de escudriñar las Escrituras por nosotros mismos. Los hombres descuidan el estudio de la Palabra de Dios por ir tras intereses mundanales o entregarse a los placeres del momento. Se hace de algún asunto insignificante una excusa que justifique la ignorancia acerca de las Escrituras dadas por inspiración de Dios. Pero sería mejor desechar cualquier cosa de carácter terrenal en vez de este estudio importante en todo sentido, que ha de hacernos sabios para vida eterna.
AL REGRESO DE LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO .
Aparece en el cielo una mano de Dios Padre que sostiene dos tablas de piedra del Sinaí escritas con su dedo puestas una sobre otra. El profeta dice: “Denunciarán los cielos su justicia; porque Dios es el juez”. Salmos 50:6. Esta ley santa del Sinaí , justicia de Dios, que entre truenos y llamas fue proclamada desde el Sinaí como guía de la vida, se revela ahora a los hombres como norma del juicio. La mano de Dios padre abre las tablas en las cuales se ven los preceptos del Decálogo inscriptos como con letras de fuego Éxodo 20:1,17 . Las palabras son tan distintas que todos pueden leerlas. La memoria se despierta, las tinieblas de la superstición y de la herejía desaparecen de todos los espíritus, y las diez palabras de Dios, breves, inteligibles y llenas de autoridad, se presentan a la vista de todos los habitantes de la tierra.
|
|
|
Primer
Anterior
2 a 4 de 4
Siguiente
Último
|
|
|
|
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados | |
|
|