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General: PABLO Y LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO.2Tesal CAP 2.
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Respuesta  Mensaje 1 de 7 en el tema 
De: Damarit Espinoza  (Mensaje original) Enviado: 25/12/2021 00:50

El Apóstol Pablo, en su segunda carta a los Tesalonicenses, predijo la gran apostasía que había de resultar en el establecimiento del poder papal. Declaró, respecto al día de Cristo: “Ese día no puede venir, sin que venga primero la apostasía, y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición; el cual se opone a Dios, y se ensalza sobre todo lo que se llama Dios, o que es objeto de culto; de modo que se siente en el templo de Dios, ostentando que él es Dios”. 2 Tesalonicenses 2:3, 4 (VM). Y además el apóstol advierte a sus hermanos que “el misterio de iniquidad está ya obrando”. Vers. 7. Ya en aquella época veía él que se introducían en la iglesia errores que prepararían el camino para el desarrollo del papado. Esta avenencia entre el paganismo y el cristianismo dio por resultado el desarrollo del “hombre de pecado” predicho en la profecía como oponiéndose a Dios y ensalzándose a sí mismo sobre Dios. Ese gigantesco sistema de falsa religión es obra maestra del poder de Satanás, un monumento de sus esfuerzos para sentarse él en el trono y reinar sobre la tierra según su voluntad. 

2 Tesalonicenses 2-> Ver. 1

[V.1-> Venida. Gr. parousía (ver com. Mat 24:3). El tema de Pablo en los 2Ts 2:1-12 gira en torno al regreso de Cristo. Nuestra reunión. Uno de los principales propósitos del retorno de Cristo es el de congregar a sus elegidos (ver com. Mat 24:31; Jn 14:3) para que puedan estar “siempre con el Señor” (1Ts 4:17). Pablo invoca la perspectiva de ese suceso para que los pensamientos de los tesalonicenses se concentren en ese tema y mediten en él con solemnidad. Os rogamos. Sin duda estaban circulando en la iglesia de Tesalónica ideas erróneas acerca de la enseñanza de Pablo en cuanto a la proximidad de la venida de Cristo; y para corregir esas tergiversaciones escribió esta segunda epístola. Trata el tema con gran tacto, pues se dirige a sus lectores no como a inferiores sino como a hermanos, y les ruega que presten atención a las enseñanzas que está por impartirles. Desea reanimar y no desanimar a los temerosos. ] 

2 Tesalonicenses 2-> Ver. 2

[V.2-> Dejéis mover. Los tesalonicenses no debían dejarse arrancar del fundamento de su firme convicción y ser “llevados por doquiera de todo viento de doctrina” (Efe 4:14). Los cristianos deben ser firmes en su modo de pensar. Conturbéis. Gr. throéò, “clamar en voz alta”, “asustarse”, de ahí “conturbarse”. Se refiere aquí a un estado de agitación o excitación nerviosa. El pensamiento de que la venida del Señor era inminente, había mantenido a los tesalonicenses en un estado de continua alarma. Espíritu. Sin duda aquí se refiere al espíritu o don de profetizar (cf. com. 1Co 7:40; 1Co 12:10). Palabra. O enseñanza oral. Carta. Es decir, comunicación escrita. Como si fuera nuestra. Puede entenderse que esta frase se refiere a las tres clases de comunicación que se mencionan, como si todas ellas hubieran procedido de Pablo. Muchos intérpretes consideran que Pablo se refiere a alguna comunicación fraguada en su nombre. Es posible que Pablo pensara que se pudiera redactar algún escrito en su nombre, por lo cual quizá tenía la precaución de firmar las cartas con su propia mano (ver com. 2Ts 3:17). Otros creen que si ése hubiese sido el caso, quizá habría tratado este asunto con más vigor. Sugieren que es más probable que se estuviera tergiversando alguna declaración de sus enseñanzas, o de alguna de sus pláticas, o de la redacción de su primera epístola (ver com. 1Ts 4:15; 1Ts 4:17; 2Ts 2:1; cf. HAp 214). El día del Señor. En cuanto a la expresión “el día del Señor”, ver com. Hch 2:20. Está cerca. Gr. enístèmi, “estar cerca”, “ser inminente”, o en la forma en que está aquí, “ha llegado”, “ha sobrevenido”. En Gal 1:4, Pablo emplea el participio de este mismo verbo, que se ha traducido como “presente”. Pablo había destacado en su primera epístola -así como el Señor lo había hecho en sus enseñanzas- que los cristianos deben vivir preparados para el regreso del Señor (Mat 24:42; Mat 24:441; 1Ts 1:10; 1Ts 5:23); deben velar y estar listos, pero nunca estar tan preocupados por la inminencia del segundo advenimiento, que lleguen a un estado de agitación irrazonable. ] 




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Respuesta  Mensaje 2 de 7 en el tema 
De: Damarit Espinoza Enviado: 25/12/2021 01:04

2 Tesalonicenses 2-> Ver. 3
[V.3-> Nadie os engañe. El apóstol reconoce que el peligro de un engaño es real y grave (cf. Mat 24:4). Los métodos de engaño serían muchos, y Pablo no trataba de limitarlos a los tres mencionados (2Ts 2:2), sino que añade: “en ninguna manera”. El enemigo de la iglesia hará señales y milagros aparentes para inducir a los incautos a que acepten el gran engaño o mentira (2Ts 2:9-11). El pueblo de Dios debe, por lo tanto, estar alerta para no ser descarriado. Su fe debe fundarse en las claras afirmaciones de la Palabra de Dios. Porque no vendrá. Estas palabras no están en el texto griego. Los omite la BJ. Se han añadido para que el pensamiento sea más claro. Es obvio que la reunión de Cristo con los suyos es lo que “no vendrá” hasta que se revele el anticristo. Esto era lo que perturbaba a los tesalonicenses (2Ts 2:1). La apostasía. Gr. apostasía. Este vocablo griego aparece en el NT sólo aquí y en Hch 21:21. El artículo definido indica que se hace referencia a una apostasía definida, e implica que esa defección era algo bien conocido por los lectores. Pablo sin duda había dado instrucciones personalmente a los tesalonicenses acerca de la apostasía que vendría. Algunos años más tarde en su plática a los ancianos de la iglesia de Efeso, predijo que la apostasía se debería a hombres que se levantarían dentro de la iglesia “para arrastrar tras sí a los discípulos” (Hch 20:30). El amonestó a Timoteo acerca de peligros similares, añadiendo que llegaría el tiempo cuando los hombres preferirían las fábulas y cerrarían 278 sus oídos a la verdad (1Ti 4:1-3; 2Ti 4:3-4). Pedro y Judas hablan en tono duro acerca de los que han abandonado la senda recta (2Pe 2:1; 2Pe 2:12-22; Jud 1:4; Jud 1:10-13); y Juan testifica que en el tiempo cuando escribía habían surgido muchos anticristos (Jn 2:18). El Señor mismo instó a sus seguidores a que se cuidaran de los falsos profetas (Mat 7:15; Mat 24:24), y predijo que muchos tropezarían (Mat 24:10). Pablo no define específicamente la forma de la apostasía, pero se puede deducir de los pasajes mencionados; sin embargo, lo siguiente es claro: (1) la apostasía es religiosa, es una rebelión espiritual que tiene una relación primordial con la política; (2) esa defección aún era futura cuando escribía Pablo; (3) la apostasía no sólo sería antes del segundo advenimiento (2Ts 2:2), sino que serviría como una señal de la proximidad del regreso de Cristo. Por eso no se debía esperar la venida del Señor sin que sobreviniera antes la apostasía. La profecía acerca de esta caída espiritual parcialmente se cumplió en los días de Pablo, y mucho más durante la llamada Edad Media papado  inquisición ; pero su cumplimiento completo ocurrirá en los días inmediatamente previos al regreso de Jesús (cf. Nota Adicional de Rom. 13). Ver t. VI, pp. 65-68. Se manifieste. Gr. apokalúptò, “descubrir”, “quitar un veló”, “exponer”, “hacer saber” (cf. com. Ap 1:1). Este verbo se repite en 2Ts 2:6; 2Ts 2:8, y se usa en otras partes del NT para referirse a revelaciones sobrenaturales (cf. Mat 16:17; Luc 10:22, etc.), y especialmente para referirse a la aparición de Cristo (cf. Luc 17:30. El sustantivo afín apokálupsis, “revelación”, ocurre en 1Co 1:7, “manifestación”; en 2Ts 1:7, “manifieste”; en 1Pe 1:7; 1Pe 1:13, “manifestado”; en 2Ts 4:13, “revelación”). Esto sugiere que la manifestación del “hombre de pecado papado  Apocalipsis 13:2,4vers17,18cap 17:8 ” implicaría elementos sobrenaturales y que su esfera de acción sería claramente de carácter religioso. El hecho de que, el “hombre de pecado papado  Apocalipsis 13:2,4vers17,18cap 17:8 ” ” va a “manifestarse”, significa que estaría oculto hasta cierto momento, y entonces se manifestaría al mundo -del cual hasta ese tiempo se había escondido-, o que se quitaría su disfraz y aparecería tal c¿>mo es, o que se le quitaría su disfraz y se daría a conocer su verdadera naturaleza ante los habitantes de la tierra. El hombre de pecado. Es decir, el hombre cuya característica distintiva es el pecado papado  Apocalipsis 13:2,4vers17,18cap 17:8 ”  . La evidencia textual se inclina (cf. p. 10) por el texto “hombre de ilegalidad” (anomía), que se ha traducido de diversas formas: “hombre impío” (BJ); “hombre de la iniquidad” (NC). Cf. com. 2Ts 2:8 donde “aquel ‘inicuo” es literalmente “el Impío” (BJ). El artículo definido “el” indica que Pablo se está refiriendo a un enemigo acerca del cual ya había hablado a los tesalonicenses, y que esperaba que ellos supieran de qué estaba escribiendo. El hecho de que emplee el sustantivo “hombre’ (Gr. ánthropos) indica también una persona definida o un poder definido. En cuanto a la identidad de esa persona o ese poder, ver com. 2Ts 2:4. El hijo de perdición. O “hijo de destrucción”, es decir, un hijo destinado a la destrucción. Este es otro título o descripción del “hombre de pecado”. Hay sólo un lugar más en las Escrituras donde se usa esta denominación. El Salvador la aplicó a Judas (ver com. Jn 17:12), apóstol que una vez fue compañero de los otros discípulos e igual a ellos, pero que permitió de tal manera que Satanás entrara en su corazón (Jn 13:2; Jn 13:27), que traicionó a su Señor (Mat 26:47-50). ] 

2 Tesalonicenses 2-> Ver. 4
[V.4-> Se opone. Gr. antíkeimai, “ser adversario de”, “resistir”, “oponerse”. Se levanta. Del verbo griego huperáiò, “levantarse por encima”, “alzarse sobre” algo. Todo lo que se llama Dios. Esto incluye todas las formas de deidad, tanto verdaderas como falsas, y no debe limitarse al Dios de los cielos. O es objeto de culto. Gr. sébasma, “objeto de adoración”; en el plural, como aquí, “culto”. Las palabras de Pablo describen a un poder arrogante que se opone a todo competidor en el terreno de la religión, y no permite que ningún rival reciba el culto que exige para sí mismo.] 

2 Tesalonicenses 2-> Ver. 5
[V.5-> ¿No os acordáis? En sus dos epístolas a los tesalonicenses, el apóstol recurre con frecuencia a su enseñanza oral anterior (cf. 1Ts 2:1; 1Ts 2:9; 1Ts 2:11; 1Ts 2:13; 1Ts 3:4; 1Ts 4:1; 1Ts 5:1-2; 2Ts 2:15; 2Ts 3:10). Os decía. O “solía deciros”, como lo indica el griego. Habría sido extraño que un maestro tan cuidadoso como Pablo hubiera dejado de instruir a sus conversos en un tema tan importante. El hecho de que sin reservas pudiera recordar a sus lectores sus enseñanzas previas, demuestra que sus puntos de vista acerca de la venida de Cristo no habían sufrido un cambio, y que antes no había esperado la aparición inmediata del Señor. Al mismo tiempo es cuidadoso en lo que escribe, quizá para evitar complicaciones políticas si su carta caía en manos de adversarios. ] 




Respuesta  Mensaje 3 de 7 en el tema 
De: Damarit Espinoza Enviado: 25/12/2021 01:17





 2Tesalonicenses 2-> Ver. 6
[V.6-> Y ahora vosotros sabéis. Pablo recuerda de nuevo a sus lectores un tema acerca del cual al menos estaban parcialmente informados. Los estudiantes posteriores de las palabras del apóstol tienen la desventaja de no conocer el pleno contenido de su enseñanza oral. Detiene. Gr. katéjò, “detener”, “contener”, “restringir”; literalmente “y ahora lo que detiene” o “la cosa que retiene”, pues en griego se usa el género neutro. En el 2Ts 2:7 Pablo usa una expresión similar, pero emplea el género masculino: “el que ahora le retiene” (BJ); “el que lo detiene” (BC). Los comentadores reconocen que hay grandes dificultades en los 2Ts 2:6-12, y las atribuyen al hecho de que Pablo al dirigirse a los tesalonicenses hace referencia a circunstancias creadas por informaciones previamente impartidas, que nosotros ahora no conocemos. De modo que cualquier explicación que se presente de este pasaje tendrá un elemento de conjetura, y deberá ser cuidadosamente examinada dentro del contexto del mensaje de Pablo para los tesalonicenses. Algunos afirman que el poder que retenía era el Imperio Romano. Las persecuciones paganas impedían la tendencia de la iglesia de adoptar costumbres y creencias paganas, y así detenían la aparición del papado (CS. 53). 280 Quizá Pablo no identifica aquí al poder que retiene porque está tratando un tema delicado, y no se atreve a ser más explícito por temor de causar otra persecución sobre sus conversos si la carta caía en manos de enemigos. Otros creen que esta frase tiene una aplicación más amplia. Piensan que la forma masculina “hay quien... lo detiene” se refiere a Dios. Pero “lo que lo detiene” (género neutro) podría considerarse como una referencia a las circunstancias dispuestas y permitidas por Dios (cf. com. Dan 4:17) para demorar la manifestación aún futura del anticristo, tanto en su aspecto histórico como en su manifestación final (ver com. 2Ts 2:4). En cuanto a la forma en que Dios restringe a los poderes del mal, ver com. Ap 7:1. A su debido tiempo. Es decir, en el tiempo u oportunidad que Dios señale, y no en un tiempo determinado por “el hombre de pecado”. El anticristo se manifestará cuando llegue el tiempo debido. Cuando esto se aplica al papado histórico (ver com. 2Ts 2:4), se ha entendido que se refiere al período de 1.260 años de predominio de ese poder religioso (ver com. Dan 7:25; Ap 12:6). Cuando se le da una aplicación más amplia (ver com. 2Ts 2:4), se considera que el pasaje también se refiere al tiempo cuando Satanás desempeñará un papel personal en los acontecimientos de los últimos días, cuando será desenmascarado su plan cuidadosamente preparado para asegurar el dominio mundial y sea evidente su verdadera naturaleza (ver com. 2Ts 2:4; Ap 17:16). Se manifieste. Pablo no identifica específicamente quién es el que se manifestará, pero por el contexto es evidente que se refiere al “hombre de pecado” (2Ts 2:3-4). En cuanto a “manifieste”, ver com. 2Ts 2:3

2 Tesalonicenses 2-> Ver. 7

[V.7-> Ya está en acción. Gr. energéo (ver com. Fil 2:13). Pablo se está refiriendo a un agente que ya estaba en actividad. La apostasía comenzó en los días de Pablo (ver com. 2Ts 2:3). Con el transcurso del tiempo esa apostasía tomó la forma de las pretensiones papales. De modo que, desde el punto de vista histórico moderno, “el misterio de iniquidad” puede ser identificado con el poder papal (CS 53-60). Por esto puede considerarse que “el hombre de pecado” y “el misterio de iniquidad” representan el mismo poder papal apóstata (CS 405). Detrás de todas las manifestaciones de iniquidad está Satanás, el cual desempeñará inmediatamente antes del fin un papel personal en un esfuerzo para someter a todo el mundo (ver com. 2Ts 2:4; 2Ts 2:9). Misterio de iniquidad. Gr. mustèrion tès anomías. En cuanto al significado de mustèrion como algo oculto, ver com. Rom 11:25, y en cuanto a anomía, “desprecio y violación de la ley”, “ilegalidad”, “iniquidad”, ver com. “el hombre de pecado” (2Ts 2:3). El título se refiere a un poder que se caracteriza por su desobediencia. La referencia a “la ley” es particularmente significativa por el intento de cambiar la ley al cual se hace referencia en Dan 7:25 (ver el respectivo comentario). En último término, esta descripción se aplica a Satanás, el autor de toda desobediencia (TM 364-365); pero por lo general el diablo ha disfrazado su personalidad actuando mediante diversos instrumentos. Pero en los últimos días desempeñará personalmente un papel más directo, y su engaño culminará falsificando personalmente la venida de Cristo (ver com. 2Ts 2:4; 2Ts 2:9). Sólo. Con este adverbio comienza el elemento que fija límites a la acción del misterio de iniquidad. Detiene. Gr. katéjò (ver com. 2Ts 2:6). La mayoría de los comentadores concuerdan en que la construcción griega pide la añadidura de una palabra o palabras explicativas como “que hay quien” (que no están en el texto griego), para completar el pensamiento de la sentencia. “Porque ya está obrando el misterio de iniquidad: solamente espera hasta que sea quitado de en medio el que ahora impide” (RVA). El verbo esperar, en cursiva, significa que fue añadido para aclarar el pensamiento de Pablo. Algunos creen que aquí, como en el 2Ts 2:6, se hace referencia al Imperio Romano; otros, que Dios es el que detiene (ver com. 2Ts 2:6). Sea quitado de en medio. Los que afirman que el poder que “detenía” era el Imperio Romano, creen que ese poder es el que sería “quitado de en medio”. Los que creen que Dios es el que ‘detiene”, parafrasean así la segunda mitad del versículo: “El Retenedor, Dios, quien mantiene refrenado el mal (CS 656, 672), continuará deteniéndolo hasta que venga el tiempo cuando se ‘manifestará’ (2Ts 2:8) el misterio de iniquidad y será ‘quitado de en medio’ “. Estos comentadores consideran que esta frase asegura al creyente que a pesar de la acción del poder apóstata, éste no continuará para siempre. A su debido 281 tiempo, Dios hará que terminen sus actividades (ver com. Mat 24:21-22). ] 



Respuesta  Mensaje 4 de 7 en el tema 
De: Damarit Espinoza Enviado: 25/12/2021 01:28

2 Tesalonicenses 2-> Ve
[V.8-> Entonces. Los que afirman que el “quitado de en medio” (2Ts 2:7) es el Imperio Romano, entienden que el adverbio “entonces” se refiere al tiempo cuando ascendió al poder la Roma papal (ver com. Dan 7:8). Los que afirman que el “quitado de en medio” es el anticristo (ver com. “aquel inicuo”), creen que “entonces” se aplica a un tiempo todavía futuro, cuando el papado experimentará un breve período de reavivamiento (ver com. Ap 13:3), después del cual quedará desenmascarada su verdadera naturaleza (ver com. Ap 17:16-17), o, dentro de una aplicación más amplia, al tiempo cuando Satanás, el anticristo supremo, actúe personalmente en los acontecimientos de los últimos días, hasta que quede al descubierto la falsedad de sus pretensiones de ser dios (ver com. 2Ts 2:4). Debe recordarse que el apóstol no trataba de presentar un resumen doctrinal completo de los acontecimientos de los últimos días, sino que sólo procuraba proporcionar a los tesalonicenses una información profético que impidiera que fueran engañados acerca del tiempo del regreso del Señor. Por lo tanto, no debemos esperar una cronología completa de los sucesos que precederán al “día del Señor”. Se manifestará. Gr. apokalúptò (ver com. 2Ts 2:3). Si se aplicara al papado, se referiría a su elevación al poder después de la declinación del Imperio Romano; pero la referencia también podría ser al tiempo, aún futuro, cuando el poder papa¡ se refortalecerá (ver com. Ap 13:8), y al tiempo cuando, después de ese breve período de reavivamiento, se desenmascarara o manifestará la verdadera naturaleza de ese sistema (ver com. Ap 17:16-17). Si esta manifestación o quitamiento del velo se aplica a Satanás, se referiría a su pretendida falsificación de la venida de Cristo (ver com. 2Ts 2:9). Aquel inicuo. Gr. ho ánomos, literalmente “el sin ley”, por lo tanto, “el violador de la ley”, “el desobediente”; o el “impío” (BJ, BC). Se hace referencia al “hombre de pecado” (2Ts 2:3) o “misterio de iniquidad” (2Ts 2:7). De acuerdo a un punto de vista, “el violador de la ley” es el papado (ver com. 2Ts 2:4; cf. CS 405, 636); según un segundo enfoque, no es sólo el papado sino ante todo Satanás, el anticristo supremo, cuando personificará a Cristo precisamente antes del último día (ver com. 2Ts 2:4; 2Ts 2:9). El Señor. Algunos MSS dicen “Señor Jesucristo”; otros dicen sólo “Señor”. Sin embargo, la evidencia textual se inclina (cf. p. ID) por el texto “Señor Jesús”. Esto armoniza mejor con el contexto que habla del glorioso regreso de Cristo. Matará. Gr. analískò, “consumir”, “aniquilar”, “destruir”. Aunque algunos MSS tienen el verbo anairéò, “anular”, “abolir”, “matar”, la evidencia textual se inclina (cf. p. 10) por el verbo analískò. Ver com. “destruirá”. Espíritu de su boca. Es decir, el aliento de su boca (cf. com. Luc 8:55; Ap 19:15). Aquí puede haber una alusión a las palabras de Isa 11:4. Destruirá. Gr. kalargéò, “inutilizar”, por lo tanto, “dejar anulado e inútil” (ver com. Rom 3:3). Este significado corresponde bien con la descripción de la suerte que aguarda al papado, o más específicamente a Satanás en la segunda venida de Cristo (cf. com. Ap 20:1-6). El papado deja de existir y se desmorona el designio cuidadosamente elaborado por Satanás. Las palabras de este versículo se han usado a veces para describir la destrucción de los impíos en la segunda venida de Cristo. Es cierto que entonces los impíos vivos serán súbitamente destruidos; pero Pablo se está refiriendo a la suerte de “aquel inicuo”, “el impío”, y no a la de los impíos en general. Resplandor. Gr. epifáneia, “epifanía”, “manifestación”, palabra que se usaba con frecuencia en el griego clásico para describir la aparición gloriosa de los dioses paganos. “Manifestación” (BJ, NC). En el NT se emplea exclusivamente para describir los dos gloriosos advenimientos del Señor Jesús: el primero (2Ti 1:10) y el segundo (1Ti 6:14; 2Ti 4:1; 2Ti 4:8; Tit 2:13). Venida. Gr. parousía, palabra que generalmente se usa para la segunda venida de Cristo (cf. com. 2Ts 2:1; Mat 24:3). ] 

2 Tesalonicenses 2-> Ver. 9

[V.9-> Advenimiento. Gr. parousía, la misma palabra que describe la venida de Cristo en el 2Ts 2:8 (ver com. allí). Muchos afirman que el apóstol se está refiriendo a la imitación que hará Satanás de la venida en gloria de nuestro Señor, debido (1) al significado técnico que tiene el término parousía, (2) al uso frecuente de esta palabra para describir la segunda venida de Cristo y (3) a la yuxtaposición 282 de parousía (ver com. inmediato anterior). En cuanto al hecho de que Satanás imitará una parousía, ver CS 651, 681-683; 5T 698; SC 64. Debemos estar agradecidos porque la Palabra de Dios proporciona claras descripciones de la venida de Cristo para que los creyentes no sean engañados. El mismo Señor “descenderá del cielo” (1Ts 4:16) “con las nubes” (Ap 1:7), así como los discípulos le habían “visto ir al cielo” (Hch 1:11), y su venida será “como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente” (Mat 24:27), y por lo tanto “todo ojo le verá” (Ap 1:7). No le será posible a Satanás falsificar exacta y completamente la parousía del Señor (ver CS 683). El pueblo de Dios podrá escapar del engaño satánico (ver com. Mat 24:24) si estudia diligentemente las Sagradas Escrituras y recuerda bien los detalles proféticos del segundo advenimiento del Señor. Por. Gr. katá, “de acuerdo con”, “en conformidad con” (cf. 8T 226). Obra de Satanás. O de acuerdo con el método propio de Satanás. Poder y señales y prodigios mentirosos. El adjetivo “mentirosos” modifica a los tres sustantivos. Las palabras “poder”, “señales”, “prodigios” también se aplican a los milagros de Jesús (ver t. V, p. 198); pero las obras maravillosas del Señor eran genuinas y “señales” que atestiguaban su naturaleza divina Jn 10:25; Jn 10:37-38). Los milagros que producen actos de creación exceden, por supuesto, al poder de Satanás; sin embargo, se registra que Satanás tiene poder para afligir a los hombres con dolencias físicas (cf. Luc 13:16). Es, pues, evidente que tiene poder para aliviarlos de esas dolencias cuando así conviene a sus propósitos. Satanás y sus agentes harán obras maravillosas de curaciones aparentemente iguales a las que hizo Cristo (CS 645-646, 651; TM 364-366; 3JT 285; 5T 698). Satanás  imitará la segunda venida de Cristo sentándose en el Vaticano resaltará el catecismo santificar las fiestas domingo la marca de la Bestia papado hará obras maravillosas y recurrirá a manifestaciones espiritistas de poder sobrenatural en su intento final por engañar al mundo. ] 

2 Tesalonicenses 2-> Ver. 10
[V.10-> Todo engaño de iniquidad. Es decir, todo engaño que procede de iniquidad. Esto identifica aún más la naturaleza de la falsificación, pues pone de manifiesto su propósito: engañar, y su origen: iniquidad. Para los que se pierden. Esta misma frase se emplea en 2Co 2:15 y 2Co 4:3. Satanás logra engañar a los réprobos; pero los elegidos no serán engañados (cf. Mat 24:23-27). Recibieron. Gr. déjomai, “aceptar”, “dar la bienvenida” (ver com. 2Co 6:1). Pablo aquí indica la razón por la cual serán engañados los incrédulos: tuvieron la oportunidad de amar la verdad, pero despreciaron ese privilegio que se les brindó. El amor de la verdad. Los que no aceptan la salvación no sólo la rechazan sino que aun se resisten a abrigar amor por la verdad, es decir, la odian. Esta actitud no se refiere a una verdad abstracta sino a “la verdad”, a la única gran verdad que procede de Dios, la que está personificada en Cristo Jesús. La condenación final de los pecadores se deberá a que rechazaron a Jesús, el cual es “la verdad” (Jn 14:6). Su negación a albergar amor por lo que es verdadero los hace propensos a la influencia de todo lo que es engañoso, a todas las artimañas del inicuo. Para ser salvos. El rechazo de la verdad que es en Cristo Jesús, significa muerte; pero su aceptación produce vida para salvación eterna. ] 



Respuesta  Mensaje 5 de 7 en el tema 
De: Damarit Espinoza Enviado: 25/12/2021 01:43

2 Tesalonicenses 2-> Ver. 11
[V.11-> Por esto. Es decir, debido a que los incrédulos rehusan amar la verdad y creer en ella. Lo que sigue es un resultado de su obstinada actitud. Dios les envía. Mientras el “inicuo papado ” está inundando el mundo con sus engaños (2Ts 2:8-10). En la etapa final de la historia del mundo que aquí se predice, los impíos claramente habrán preferido la mentira antes que la verdad, y por esta razón no puede alcanzarlos la redención. Por eso Dios los abandona para que sigan lo que han elegido (ver com. Rom 1:18; Rom 1:24). En las Escrituras se dice con frecuencia que Dios hace lo que no impide (ver com. 1Sa 16:14; 2Cr 18:18). Un poder engañoso. ”Energía de engaño” o “fuerza de error” (cf. com. 2Ts 2:9), es decir, una acción que conduce al error final que resulta en una condenación irrevocable. La mentira. Es decir, el engaño culminante cuando Satanás personificará a Cristo para bendecir a los que tengan la marca de la Bestia el catecismo santificar las fiestas LAUDATO si cambio climático COP26 . No puede haber peor mentira que ésa, que el autor del mal se presente como Cristo, el Origen de la verdad. Los que creen que Satanás es Jesús, no pueden ser salvos serán destruidos eternamente Apoc 19:20,21 .. ] 

2 Tesalonicenses 2-> Ver. 12

[V.12-> A fin de que sean condenados. Gr. kríno, “juzgar”. El resultado de este juicio debe deducirse del contexto y no de kríno (ver com. Rom 2:2). No creyeron a la verdad en la Biblia que advierte de la marca de la bestia cosa que el catecismo no lo hace . Una definición negativa de aquellos que se dice que creen a  “la mentira catecismo ” (2Ts 2:11), de los cuales también se dice que no recibieron el amor de la verdad (2Ts 2:10). Se complacieron. Esto es lo que la Inspiración dice de la mentalidad de los que se perderán. Prefirieron el pecado catecismo a la justicia; se complacieron haciendo lo incorrecto antes que lo correcto. ] 



Respuesta  Mensaje 6 de 7 en el tema 
De: Damarit Espinoza Enviado: 25/12/2021 15:00

El sello de Dios sábado séptimo día Apocalipsis 7:2,3cap 14:7cap 14:12Exodo 20:8,11Exodo 31:12,18  Génesis 2:1,4 Apoc 15:2 y la marca de la bestia Génesis 4:15 Apoc cap 13 CAP 14:8,11cap 16cap 17:8cap 19:20,21 .

Sólo dos clases antes del regreso de Cristo 

Sólo puede haber dos clases. Cada grupo está marcado claramente, ya sea con el sello del Dios viviente o con la marca de la bestia o de su imagen.—

Todo el mundo cristiano estará involucrado en el gran conflicto entre la fe y la incredulidad. Todos tomarán partido. Aparentemente algunos no participarán en el conflicto en ninguno de los dos lados. Parecerá que no toman partido contra la verdad, pero no se adelantarán osadamente por Cristo por temor a perder propiedades o a sufrir reproches. Los tales serán contados con los enemigos de Cristo.—

A medida que nos acerquemos al fin del tiempo, la línea de separación entre los hijos de la luz y los de las tinieblas será más y más definida. Estarán más y más en desacuerdo. Esta diferencia se expresa en las palabras de Cristo, “Nacido de nuevo”: creado de nuevo en Cristo, muerto al mundo y vivo para Dios. Estos son los muros de separación que dividen lo celestial de lo terrenal y que describen la diferencia entre aquellos que pertenecen al mundo y los que son escogidos para salir de él, que son elegidos, preciosos a la vista de Dios.—


SELLO DE DIOS SELLO DE PROPIEDAD A DIOS CRISTO PARA VIDA ETERNA ESCRITO ESTA EN LA SANTA BIBLIA .

. Fundamento de Dios la Santa Biblia y su ley Éxodo 20:1,17Exodo 31:12,18  Escrito con su dedo en piedra Sinaí . Este “fundamento” es la inmutabilidad de la naturaleza y del carácter divino como se revelan en las Escrituras. La iglesia, que es el resultado de la gracia de Dios y el objeto de su máximo cuidado, finalmente triunfará porque Dios no anulará sus promesas ni dejará de guiarla. Ella descansa  sobre un fundamento seguro (c£ Efe 2:19-20; ver com. Mat 16:18). Firme. Gr. stereós, “firme”, “sólido”, “estable”. Sello. Gr. sfragís, “sello” para confirmar, autenticar o certificar. Cf. Eze 9:4; Rom 4:11. Dios ha deseado desde la creación de¡ mundo proporcionar un firme motivo de confianza a los que manifiestan una verdadera lealtad al sendero que él estableció. Ser sellado con la aprobación de Dios es lo máximo que el hombre puede aspirar y alcanzar. A los seres humanos que son “sellados” Dios les ha prometido la protección de legiones de ángeles y el consuelo y el aliento de la presencia divina. Además, los hombres pueden estar seguros ahora de que las normas sobre las cuales Dios basa su aprobación son las mismas que hubo en los tiempos bíblicos (ver com. 2Ti 2:13). La obra del sellamiento continuará mientras los seres humanos tengan la oportunidad de aceptar la salvación. Ver com. Ap 7:1; Ap 7:4. Conoce. Quizá sea una referencia a Num 16:5, LXX. Todos los que lealmente aceptan los principios de¡ gobierno de Dios, pueden estar seguros de la promesa divina de que ni el hombre ni el demonio pueden arrebatarlos de su mano (Jn 10:28). Podemos confiar en Dios; las condiciones que presenta para la vida eterna son inmutables. Por esto nadie tiene nunca motivo para perder su fe en la palabra divina. Los que están dispuestos a testificar fielmente por Dios aquí en la tierra, pueden tener la confianza de que Dios los recordará en el cielo (cf. 2Ti 2:12). Apártese. Gr. afístemi, “estar lejos de”. Cf. Mat 7:23 (ver com. Isa 52:11; 1Co 6:1718; 1Pe 1:15-16). El apóstol destaca la inevitable consecuencia de una plena entrega a la voluntad de Dios. El miembro de iglesia que así procede, aborrecerá el mal como Cristo lo detestó. El sello de Dios nunca puede descansar sobre un ser humano impuro. Dios nunca aprobará nada que no sea una entrega completa a los principios de su gobierno. Los que llevan el sello de la aprobación divina serán para el mundo ejemplos de una forma superior de vida; revelarán un carácter que refleja la integridad moral de Dios. Iniquidad. Gr. adikía, “injusticia”. Todo aquel que invoca. Es decir, los que han elegido ser llamados “cristianos” (ver com. Hch 11:26). En los días de Pablo llevar el “nombre de Cristo” era una abierta invitación a la persecución y la burla (ver com. Hch 15:26). El cristiano deseará expresar su entrega a la forma de vida dispuesta por Cristo, pues estima que la aprobación del cielo está por encima de la de los hombres. ] 

LA MARCA DE LA BESTIA ,MARCA DE PROPIEDAD A SATANAS LOS DEL CATECISMO.LAUDATO SI CAMBIO CLIMATICO COP26


null 13-> Y hace que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se hagan una marca en la mano derecha o en la frente,

17 y que nadie pueda comprar nada ni vender, sino el que lleve la marca con el nombre de la Bestia o con la cifra de su nombre.

18 ¡Aquí está la sabiduría! Que el inteligente calcule la cifra de la Bestia; pues es la cifra de un hombre. Su cifra es 666.

[V.16-> Hacía que a todos. Todos serán afectados por esta legislación mundial por leyes del estado e iglesia unión mundial hijas y madre . Es evidente que sólo el fiel remanente de Cristo  se negará a obedecer Al papado catecismo  (Ap 13:8; cf. Ap 12:17). Una marca. Gr. járagma, “impresión”, “sello”, “marca”. Evidentemente es algún distintivo de lealtad a la bestia papado , algo característico que indica que el que lleva esa marca adora a la primera bestia papado , cuya herida mortal fue curada (Ap 13:8). Los intérpretes adventistas en tienden que esta marca no es un distintivo literal, concreto, sino una señal de homenaje que identifica al portador como leal al poder, representado por la bestia papado . La lucha en ese tiempo tendrá como centro la ley de Dios Éxodo 20:1,17Exodo 31:12,18 , específicamente el cuarto mandamiento Génesis 2:1,4Exodo 20:8,11sabado séptimo día (ver com. Ap 14:12); por lo tanto, la observancia del domingo constituirá una señal de Satanás su marca del papado , pero esto será sólo cuando resurja el poder de la bestia papado  y la observancia del domingo se imponga como una ley civil del estado EEUU todos los países se unirán que debe cumplirse. Los adventistas sostienen que el mensaje del tercer ángel Apoc14:6,13 amonestará simultáneamente contra la recepción de esa marca (Ap 14:9-11). Este mensaje, que llegará a ser un fuerte clamor (Ap 18:1-4), iluminará a los hombres en cuanto a los principios en pugna. Cuando los hombres, a pesar de tener claramente delante de sí las consecuencias implicadas, elijan apoyar la institución de la bestia papado sabiendo que está en directa oposición con el cuarto mandamiento de la ley de Dios Éxodo 20:8,11sabado séptimo día , estarán rindiendo su homenaje al poder de la bestia y entonces recibirán su marca. La mano derecha... la frente. Esta marca en la mano o en la frente indica que están  afectadas las acciones y los pensamientos de quienes reciben la señal. También puede referirse a dos clases de personas: los que se someten a los decretos de la bestia sólo por conveniencia, y los que lo hacen por convicción personal. ] 





Respuesta  Mensaje 7 de 7 en el tema 
De: Damarit Espinoza Enviado: 05/03/2022 17:39

Arrepentimiento

¿CÓMO SE JUSTIFICARÁ el hombre ante Dios? ¿Cómo se hará justo al pecador? Sólo por medio de Cristo podemos ponemos en armonía con Dios y la santidad; pero, ¿cómo iremos a Cristo? Muchos formulan la misma pregunta que hicieron las multitudes el Día de Pentecostés, cuando, convencidas de su pecado, exclamaron: “¿Qué ha-remos?” La primera palabra de respuesta de Pedro fue: “Arrepentíos”. Poco después, en otra ocasión, dijo: “Arrepentíos y convertios, para que sean bo-rrados vuestros pecados”. 1 CC 21.1

El arrepentimiento incluye tristeza por el pecado y abandono del mismo. No renunciaremos al pecado a menos que veamos su pecaminosidad; mientras no lo repudiemos de corazón, no habrá cambio real en la vida. CC 21.2

Hay muchos que no entienden la verdadera natu-raleza del arrepentimiento. Gran número de personas se entristecen por haber pecado e incluso se reforman exteriormente porque temen que su mala vida les acarree sufrimientos. Pero esto no es arrepentimiento en el sentido bíblico. Lamentan el sufrimiento antes que el pecado. Tal fue el dolor de Esaú cuando vio que había perdido su primogenitura para siempre. Balaam, aterrorizado por el ángel que estaba en su camino con la espada desnuda, reconoció su culpa por temor a perder la vida; pero no experimentó un arrepentimiento genuino por el pecado, ni cambio de propósito, ni aborrecimiento del mal. Judas Iscariote, después de traicionar a su Señor, exclamó: “He peca-do entregando sangre inocente”. 2 CC 21.3

Esta confesión fue arrancada a la fuerza de su alma culpable por un tremendo sentido de conde-nación y una pavorosa expectación de juicio. Las consecuencias que le sobrevendrían lo llenaban de terror, pero no experimentó profundo quebranta-miento de corazón, ni dolor en su alma, por haber traicionado al inmaculado Hijo de Dios y negado al Santo de Israel. Cuando Faraón sufría bajo los juicios de Dios, reconocía su pecado para escapar del castigo, pero volvía a desafiar al Cielo tan pronto como cesaban las plagas. Todos éstos lamentaban los resultados del pecado, pero no sentían tristeza por el pecado mismo. CC 22.1

Pero cuando el corazón cede a la influencia del Espíritu de Dios, la conciencia se vivifica y el peca-dor discierne algo de la profundidad y santidad de la sagrada ley de Dios, fundamento de su gobierno en los cielos y en la Tierra. “La luz verdadera que ilumi-na a todo hombre que viene a este mundo” 3 ilumina las cámaras secretas del ser y se manifiestan las ocul-tas cosas de las tinieblas. La convicción se posesiona de la mente y el corazón. Entonces el pecador tiene conciencia de la justicia de Jehová y siente terror de aparecer en su iniquidad e impureza delante del Escudriñador de los corazones. Ve el amor de Dios, la belleza de la santidad y el gozo de la pureza; ansia ser limpiado y restituido a la comunión con el Cielo. CC 22.2

La oración de David después de su caída ilustra la naturaleza del verdadero dolor por el pecado. Su arrepentimiento fue sincero y profundo. No hizo ningún esfuerzo por mitigar su culpabilidad; ningún deseo para escapar del juicio que lo amenazaba inspiró su oración. David vio la enormidad de su transgresión; vio las manchas de su alma; aborreció su pecado. No imploró solamente por perdón, sino también por pureza de corazón. Deseó tener el gozo de la santidad: ser restituido a la armonía y comunión con Dios. Este fue el lenguaje de su alma: CC 23.1

“Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.
Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño”. 4
“Ten piedad de mí, Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones...
Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí...
Purifícame con hisopo y seré limpio, lávame y seré más blanco que la nieve...
¡Crea en mí, Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí!
No me eches de delante de ti y quites de mí tu santo Espíritu.
Devuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente...
Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación, cantará mi lengua tu justicia”. 5
 CC 23.2

Efectuar un arrepentimiento como éste está más allá del alcance de nuestro propio poder; sólo se lo obtiene de Cristo, quien ascendió a lo alto y ha dado dones a los hombres. CC 23.3

Precisamente éste es un punto en el cual muchos yerran, y por esto dejan de recibir la ayuda que Cristo desea darles. Piensan que no pueden ir a Cristo a menos que primero se arrepientan, y que el arrepentimiento los prepara para el perdón de sus pecados. Es verdad que el arrepentimiento precede al perdón de los pecados, porque solamente el corazón quebrantado y contrito es el que siente la necesidad de un Salvador. Pero ¿debe el pecador esperar hasta haberse arrepentido antes de poder ir a Jesús? ¿Ha de ser el arrepentimiento un obstáculo entre el pecador y el Salvador? CC 24.1

La Biblia no enseña que el pecador deba arrepen-tirse antes de poder aceptar la invitación de Cristo: “¡Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso!” 6 La virtud que sale de Cristo es la que guía a un arrepentimiento genuino. Pedro habla del asunto de una manera muy clara en su exposición a los israelitas cuando dice: “A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados”. 7 Así como no podemos ser perdonados sin Cristo, tampoco podemos arrepentimos sin el Espíritu de Cristo, que es quien despierta la conciencia. CC 24.2

Cristo es la fuente de todo impulso correcto. Él es el único que puede implantar enemistad contra el pecado en el corazón. Todo deseo por verdad y pureza, toda convicción de nuestra propia pecaminosidad, es una evidencia de que su Espíritu está obrando en nuestro corazón. CC 24.3

Jesús dijo: “Yo, cuando sea levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo”. 8 Cristo debe ser revelado al pecador como el Salvador que muere por los pecados del mundo; y cuando contemplemos al Cordero de Dios sobre la cruz del Calvario, el misterio de la redención comenzará a descifrarse en nuestra mente y la bondad de Dios nos guiará al arrepentimiento. Al morir por los pecadores, Cristo manifestó un amor incomprensible; y este amor, a medida que el pecador lo contempla, enternece el corazón, impresiona la mente e inspira contrición en el alma. CC 25.1

Es verdad que algunas veces los hombres se avergüenzan de sus caminos pecaminosos y aban-donan algunos de sus malos hábitos antes de darse cuenta de que son atraídos a Cristo. Pero cuando hacen un esfuerzo por reformarse, nacido de un sincero deseo de hacer lo correcto, es el poder de Cristo el que los está atrayendo. Una influencia de la cual no son conscientes obra sobre el alma, la conciencia se vivifica y la vida externa se enmienda. Y a medida que Cristo los induce a mirar su cruz y contemplar a quien han traspasado sus pecados, el mandamiento halla cabida en la conciencia. Se les revela la maldad de su vida, el pecado profundamente arraigado en su alma. Comienzan a comprender algo de la justicia de Cristo, y exclaman: “¿Qué es el pecado, para que exigiera un sacrificio tal por la redención de su víctima? ¿Fueron necesarios todo este amor, todo este sufrimiento, toda esta humillación, para que no pereciéramos sino que tuviésemos vida eterna?” CC 25.2

El pecador puede resistir este amor, puede rehusar ser atraído a Cristo; pero si no se resiste será atraído a Jesús; un conocimiento del plan de la salvación lo guiará al pie de la cruz arrepentido de sus pecados, los cuales han causado los sufrimientos del amado Hijo de Dios. CC 26.1

La misma mente divina que obra en las cosas de la naturaleza habla al corazón de los hombres y crea un deseo indecible de algo que no tienen. Las cosas del mundo no pueden satisfacer su ansiedad. El Espíritu de Dios está suplicándoles que busquen las cosas que sólo pueden dar paz y descanso: la gracia de Cristo y el gozo de la santidad. Por medio de influencias visibles e invisibles, nuestro Salvador está constan-temente obrando para atraer la mente de los hombres de los vanos placeres del pecado a las bendiciones infinitas que pueden disfrutar en él. A todas estas per-sonas, que están procurando vanamente beber en las cisternas rotas de este mundo, se dirige el mensaje di-vino: “El que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”. 9 CC 26.2

El que en su corazón anhela algo mejor que lo que este mundo puede dar, reconozca este deseo como la voz de Dios que habla a su alma. Pídale que le dé arrepentimiento, que le revele a Cristo en su amor infinito y en su pureza perfecta. En la vida del Salvador quedaron perfectamente ejemplificados los principios de la ley de Dios: amor a Dios y al hombre. La benevolencia y el amor desinteresado fueron la vida de su alma. Mientras lo contemplemos, a medida que nos inunde la luz de nuestro Salvador, será cuando veremos la pecaminosidad de nuestro corazón. CC 26.3

Podemos lisonjeamos, como lo hizo Nicodemo, de que nuestra vida ha sido muy buena, de que nuestro carácter moral es el correcto y pensar que no ne-cesitamos humillar nuestro corazón delante de Dios como el pecador común; pero cuando la luz prove-niente de Cristo resplandezca en nuestro interior, ve-remos cuán impuros somos; discerniremos el egoísmo de nuestros motivos y la enemistad contra Dios, los cuales han manchado todos los actos de nuestra vida. Entonces sabremos que nuestra propia justicia es en verdad como trapos inmundos, y que sólo la sangre de Cristo puede limpiamos de la contaminación del pecado y renovar nuestro corazón a su semejanza. CC 27.1

Un rayo de luz de la gloria de Dios, un destello de la pureza de Cristo que penetre en el alma, hace dolorosamente visible toda mancha de contaminación y descubre la deformidad y los defectos del carácter humano. Hace patente los deseos impuros, la infidelidad del corazón y la impureza de los labios. Los actos de deslealtad del pecador al querer anular la ley de Dios quedan expuestos a su vista, y su espíritu se aflige y se oprime bajo la influencia escudriñadora del Espíritu de Dios. Se aborrece a sí mismo mientras contempla el carácter puro y sin mancha de Cristo. CC 27.2

Cuando el profeta Daniel contempló la gloria que rodeaba al mensajero celestial que le había sido enviado, se sintió abrumado con un sentido de su propia debilidad e imperfección. Al describir el efecto de la maravillosa escena dice: “Estaba sin fuerzas; se demudó mi rostro, desfigurado, y quedé totalmente sin fuerzas”. 10 Cuando la persona se conmueva de esta manera odiará su egoísmo, aborrecerá su narcisismo y buscará, mediante la justicia de Cristo, la pureza de corazón que esté en armonía con la ley de Dios y el carácter de Cristo. CC 27.3

Pablo dice que “en cuanto a la justicia que se basa en la Ley” -es decir, en lo que se refiere a las obras externasera “irreprochable”; 11 pero cuando discernió el carácter espiritual de la ley se vio a sí mismo un pecador. Juzgado por la letra de la ley, así como los hombres la aplican a la vida externa, se había abstenido de pecado; pero cuando miró en las profundidades de sus santos preceptos y se vio como Dios lo veía, se humilló profundamente y confesó su pecado. Dice: “Yo sin la ley vivía en un tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí”. 12 Cuando vio la naturaleza espiritual de la ley, el pecado apareció en su verdadera fealdad y su vanidad se desvaneció. CC 28.1

Dios no considera todos los pecados como de igual magnitud; a su juicio, hay grados de culpabilidad, como los hay a juicio de los hombres; sin embargo, aunque éste o aquel acto malo pueda parecer frívolo a los ojos de los hombres, ningún pecado es pequeño a la vista de Dios. El juicio de los hombres es parcial e imperfecto; pero Dios considera todas las cosas como realmente son. El borracho es detestado y se le dice que su pecado lo excluirá del cielo, mientras que muchísimas veces el orgullo, el egoísmo y la codicia pasan sin condenarse. Pero estos pecados son especialmente ofensivos para Dios; porque son contrarios a la benevolencia de su carácter, a ese amor desinteresado que es la atmósfera misma del universo que no ha caído. El que cae en alguno de los pecados más groseros puede avergonzarse y sentir su pobreza y necesidad de la gracia de Cristo; pero el orgullo no siente ninguna necesidad, y así cierra el corazón contra Cristo y las infinitas bendiciones que él vino a derraMarcos CC 28.2

El pobre publicano que oraba: “¡Dios, ten mise-ricordia de mí, pecador!”, 13 se consideraba un hom-bre muy malvado, y así lo consideraban los demás; pero él sentía su necesidad, y con su carga de pecado y vergüenza vino delante de Dios implorando su misericordia. Su corazón estaba abierto para que el Espíritu de Dios hiciera en él su obra de gracia y lo libertase del poder del pecado. La oración jactanciosa y santurrona del fariseo mostró que su corazón estaba cerrado a la influencia del Espíritu Santo. Por estar lejos de Dios, no tenía idea de su propia corrupción, la que contrastaba con la perfección de la santidad divina. No sentía necesidad alguna, y nada recibió. CC 29.1





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