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General: LOS PROTESTANTES APOSTATAS SE UNEN PARA LA MARCA DE LA BESTIA 666
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UNION UNIVERSAL DE LA MARCA DE LA BESTIA LAUDATO SI CAMBIO CLIMATICO COP26 .SANTIFICAR LAS FIESTAS CATECISMO DOMINGO PRIMER DIA DE LA SEMANA.APOCALIPSIS 13CAP 14:8,12CAP 16CAP 19:20. LA HUMANIDAD TRAS LA MARCA DE LA BESTIA MARCA DE SATANAS DE MUERTE ETERNA .
El protestantismo EEUU TODOS LOS PROTESTANTES APOSTATAS DEL MUNDO y el catolicismo actúan en concierto CON EL CATECISMO DOMINGO .
El protestantismo [extenderá] la mano de camaradería al poder romano papado vaticano . Luego se decretará una ley contra el día de reposo de la creación de Dios GENESIS 2:1,4 SABADO SEPTIMO DIA , y entonces será que Dios hará “su extraña obra... su extraña operación” en la tierra.—
No podemos ver cómo la Iglesia Romana puede exonerarse de la acusación de idolatría... Y esta es la religión que los protestantes están comenzando a considerar tan favorablemente, y que eventualmente se unirá con el protestantismo. Sin embargo, esta unión no ocurrirá por un cambio en el catolicismo, porque Roma nunca cambia. Pretende ser infalible. Quien cambiará será el protestantismo. La adopción de su parte de ideas liberales lo pondrá en una posición en la cual pueda estrechar la mano del catolicismo.—
El llamado mundo protestante formará una coalición con el hombre de pecado PAPADO EL HIJO DE PERDICION , y la iglesia y el mundo estarán en una corrupta armonía.—
El romanismo en el Viejo Mundo EDAD MEDIA y el protestantismo apóstata en la América del Norte actuarán de la misma manera contra los que honren todos los preceptos divinos
El 29 de marzo de 1994 dirigentes protestantes evangélicos y católicos romanos firmaron en una declaración conjunta un documento memorable que nadie podría haber previsto aun en la década de 1980. Tal vez el evento más significativo en los últimos 500 años de la historia de la iglesia, la firma de esta asombrosa declaración titulada “Evangélicos y católicos unidos: la misión cristiana en el tercer milenio”, (ECT), derriba sustancialmente la Reforma protestante a la par que cumple la profecía bíblica .
Las leyes dominicales Laudato si cambio climático COP26 honran a Roma la marca de la Bestia .
Cuando las iglesias principales de los Estados Unidos, uniéndose en puntos comunes de doctrina CATECISMO , influyan sobre el Estado para que imponga los decretos y las instituciones de ellas, entonces la América protestante habrá formado una imagen de la jerarquía romana, y la imposición de penas civiles contra los disidentes vendrá de por sí sola...
La imposición de la observancia del domingo por parte de las iglesias protestantes es una imposición de que se adore al papado...
Por el mismo hecho de imponer un deber religioso con ayuda del poder secular, las mismas iglesias estarían elevando una imagen a la bestia; de aquí que la imposición de la observancia del domingo en los Estados Unidos equivaldría a imponer la adoración de la bestia y de su imagen Apocalipsis 13 CAP 14:8,11 cap 19:20 .—
Cuando el protestantismo extienda la mano a través del abismo para asir la mano del poder romano papado , cuando se incline por encima del abismo para darse la mano con el espiritismo, cuando, bajo la influencia de esta triple unión, nuestro país repudie la libertad religiosa todo principio de su Constitución como gobierno protestante y republicano, y haga provisión para la propagación de las mentiras y seducciones papales, entonces sabremos que ha llegado el tiempo en que se verá la asombrosa obra de Satanás, y que el fin está cerca
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EL CATECISMO EN SI ES LA MARCA DE LA BESTIA .En el capítulo 13 (versículos 1-10, VM), se describe otra bestia, “parecida a un leopardo”, a la cual el dragón dio “su poder y su trono, y grande autoridad”. Este símbolo, como lo han creído la mayoría de los protestantes, representa al papado, el cual heredó el poder y la autoridad del antiguo Imperio Romano. Se dice de la bestia parecida a un leopardo: “Le fue dada una boca que hablaba cosas grandes, y blasfemias [...]. Y abrió su boca para decir blasfemias contra Dios, para blasfemar su nombre, y su tabernáculo, y a los que habitan en el cielo. Y le fue permitido hacer guerra contra los santos, y vencerlos: y le fue dada autoridad sobre toda tribu, y pueblo, y lengua, y nación”. Esta profecía, que es casi la misma que la descripción del cuerno pequeño en Daniel 7, se refiere sin duda al papado.
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Roma papado recobrará su supremacía perdida como en la edad media nuevo orden mundial.
A medida que nos acercamos a la crisis final resulta de vital importancia que la armonía y la unidad reinen entre las instituciones del Señor. El mundo no conoce más que tempestades, guerras y discordias. Sin embargo, las gentes se unirán bajo una misma dirección, la de la potencia papal, para oponerse a Dios en la persona de sus testigos. Esta unión es cimentada por el gran apóstata.—
Leyes que impongan la observancia del domingo como el día de reposo catecismo causarán una apostasía nacional respecto a los principios del republicanismo sobre los cuales se ha fundado el gobierno. Los gobernantes aceptarán la religión del catecismo papado y la ley de Dios será anulada Éxodo 20:1,17 CAP 31:12,18 escrito con el dedo de Dios..—
Ha quedado probado que un período de gran oscuridad intelectual favoreció el éxito del papado. Todavía se demostrará que una época de gran luz intelectual es igualmente favorable a su éxito.—
En los movimientos que se realizan actualmente en los Estados Unidos de Norteamérica para asegurar el apoyo del Estado a las instituciones y prácticas de la iglesia, los protestantes están siguiendo las huellas de los papistas. Más aún, están abriendo la puerta para que el papado recobre en la América protestante la supremacía que perdió en el Viejo Mundo.Los protestantes consideran hoy al romanismo con más favor que años atrás. En los países donde no predomina y donde los partidarios del papa siguen una política de conciliación para ganar influjo, se nota una indiferencia creciente respecto a las doctrinas que separan a las iglesias reformadas de la jerarquía papal; entre los protestantes está ganando terreno la opinión de que, al fin y al cabo, en los puntos vitales las divergencias no son tan grandes como se suponía, y que unas pequeñas concesiones de su parte los pondrían en mejor inteligencia con Roma. Tiempo hubo en que los protestantes estimaban altamente la libertad de conciencia adquirida a costa de tantos sacrificios. Enseñaban a sus hijos a tener en aborrecimiento al papado y sostenían que tratar de congeniar con Roma equivaldría a traicionar la causa de Dios. Pero ¡cuán diferentes son los sentimientos expresados hoy! CI 48.1
Los defensores del papado declaran que la iglesia ha sido calumniada, y el mundo protestante se inclina a creerlo. Muchos sostienen que es injusto juzgar a la iglesia de nuestros días por las abominaciones y los absurdos que la caracterizaron cuando dominaba en los siglos de ignorancia y de tinieblas. Tratan de excusar sus horribles crueldades como si fueran resultado de la barbarie de la época, y arguyen que las influencias de la civilización moderna han modificado los sentimientos de ella. CI 48.2
¿Habrán olvidado estas personas las pretensiones de infalibilidad sostenidas durante ochocientos años por tan altanero poder? Lejos de abandonar este aserto lo ha afirmado en el siglo XIX de un modo más positivo que nunca antes. Como Roma asegura que la iglesia “nunca erró; ni errará jamás, según las Escrituras” (Juan L. von Mosheim, Institutes of Ecclesiastical History, libro 3, siglo XI, parte 2, cap. 2, nota 17), ¿cómo podrá renunciar a los principios que amoldaron su conducta en las edades pasadas? CI 48.3
La iglesia papal no abandonará nunca su pretensión a la infalibilidad. Todo lo que ha hecho al perseguir a los que rechazaban sus dogmas lo da por santo y bueno; ¿y quién asegura que no volvería a las andadas siempre que se le presentase la oportunidad? Deróguense las medidas restrictivas impuestas en la actualidad por los gobiernos civiles y déjesele a Roma que recupere su antiguo poder y se verán resucitar en el acto su tiranía y sus persecuciones. CI 49.1
Un conocido autor dice, acerca de la actitud de la jerarquía papal hacia la libertad de conciencia y acerca de los peligros especiales que corren los Estados Unidos si tiene éxito la política de dicha jerarquía: CI 49.2
“Son muchos los que atribuyen al fanatismo o a la puerilidad todo temor expresado acerca del catolicismo romano en los Estados Unidos. Los tales no ven en el carácter y actitud del romanismo nada que sea hostil a nuestras libres instituciones, y no ven tampoco nada inquietante en el incremento de aquél. Comparemos, pues, primero, algunos de los principios fundamentales de nuestro gobierno con los de la iglesia católica. CI 49.3
“La Constitución de los Estados Unidos garantiza la libertad de conciencia. Nada hay más precioso ni de importancia tan fundamental. El papa Pío IX, en su encíclica del 15 de agosto de 1854, dice: ‘Las doctrinas o extravagancias absurdas y erróneas en favor de la libertad de conciencia, son unos de los errores más pestilentes: una de las pestes que más se debe temer en un estado.’ El mismo papa, en su encíclica del 8 de diciembre de 1864, anatematizó ‘a los que sostienen la libertad de conciencia y de cultos’ como también ‘a cuantos aseveran que la iglesia no puede emplear la fuerza.’ CI 49.4
“El tono pacífico que Roma emplea en los Estados Unidos no implica un cambio de sentimientos. Es tolerante cuando es impotente. El obispo O’Connor dice: ‘La libertad religiosa se soporta tan sólo hasta que se pueda practicar lo opuesto sin peligro para el mundo católico.’ ... El arzobispo de Saint Louis dijo un día: ‘La herejía y la incredulidad son crímenes; y en los países cristianos como Italia y España, por ejemplo, donde todo el pueblo es católico y donde la religión católica es parte esencial de la ley del país, se las castiga como a los demás crímenes.’ ... CI 50.1
Es verdad que hay verdaderos cristianos en la iglesia católica romana. En ella, millares de personas sirven a Dios según las mejores luces que tienen. Nunca han visto el contraste que existe entre el culto o servicio vivo rendido con el corazón y una serie de meras formas y ceremonias. Dios mira con tierna misericordia a esas almas educadas en una fe engañosa e insuficiente. Hará penetrar rayos de luz a través de las tinieblas que las rodean. Les revelará la verdad tal cual es en Jesús y muchos se unirán aún a su pueblo. CI 50.2
Pero el romanismo, como sistema, no está actualmente más en armonía con el Evangelio de Cristo que en cualquier otro período de su historia. Las iglesias protestantes se hallan sumidas en grandes tinieblas, pues de lo contrario discernirían las señales de los tiempos. La iglesia romana abarca mucho en sus planes y modos de operación. Emplea toda clase de estratagemas para extender su influencia y aumentar su poder, mientras se prepara para una lucha violenta y resuelta a fin de recuperar el gobierno del mundo, restablecer las persecuciones y deshacer todo lo que el protestantismo ha hecho. El catolicismo está ganando terreno en todas direcciones. Véase el número creciente de sus iglesias y capillas en los países protestantes. Nótese en Norteamérica la popularidad de sus colegios y seminarios, tan patrocinados por los protestantes. Piénsese en la extensión del ritualismo en Inglaterra y en las frecuentes deserciones a las filas católicas. Estos hechos deberían inspirar ansiedad a todos los que aprecian los puros principios del Evangelio. CI 50.3
Los protestantes se han entremetido con el papado y lo han patrocinado; han hecho transigencias y concesiones que sorprenden a los mismos papistas y les resultan incomprensibles. Los hombres cierran los ojos ante el verdadero carácter del romanismo, ante los peligros que hay que temer de su supremacía. Hay necesidad de despertar al pueblo para hacerle rechazar los avances de este enemigo peligrosísimo de la libertad civil y religiosa. CI 51.1
Muchos protestantes suponen que la religión católica no es atractiva y que su culto es una serie de ceremonias áridas y sin significado. Pero están equivocados.
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Edictos reales, concilios generales y ordenanzas de la iglesia sostenidos por el poder civil fueron los peldaños por medio de los cuales el día de fiesta pagano alcanzó su puesto de honor en el mundo cristiano. La primera medida pública que impuso la observancia del domingo fué la ley promulgada por Constantino. (Año 321 de J. C.) Dicho edicto requería que los habitantes de las ciudades descansaran en “el venerable día del sol,” pero permitía a los del campo que prosiguiesen sus faenas agrícolas. A pesar de ser en realidad ley pagana, fué impuesta por el emperador después que hubo aceptado nominalmente el cristianismo. CI 57.1
Como el mandato real no parecía substituir de un modo suficiente la autoridad divina, Eusebio, obispo que buscó el favor de los príncipes y amigo íntimo y adulador especial de Constantino, aseveró que Cristo había transferido el día de reposo del sábado al domingo. No se pudo aducir una sola prueba de las Santas Escrituras en favor de la nueva doctrina. Eusebio mismo reconoce involuntariamente la falsedad de ella y señala a los verdaderos autores del cambio. “Nosotros hemos transferido al domingo, día del Señor—dice—todas las cosas que debían hacerse en el sábado.”—Roberto Cox, Sabbath Laws and Sabbath Duties, 538. Pero por infundado que fuese el argumento en favor del domingo, sirvió para envalentonar a los hombres y animarlos a pisotear el sábado del Señor. Todos los que deseaban ser honrados por el mundo aceptaron el día festivo popular. CI 57.2
Con el afianzamiento del papado fué enalteciéndose más y más la institución del domingo. Por algún tiempo el pueblo siguió ocupándose en los trabajos agrícolas fuera de las horas de culto, y el séptimo día, o sábado, siguió siendo considerado como el día de reposo. Pero lenta y seguramente fué efectuándose el cambio. Se prohibió a los magistrados que fallaran en lo civil los domingos. Poco después se dispuso que todos sin distinción de clase social se abstuviesen del trabajo ordinario, so pena de multa para los señores y de azotes para los siervos. Más tarde se decretó que los ricos serían castigados con la pérdida de la mitad de sus bienes y que finalmente, si se obstinaban en desobedecer, se les hiciese esclavos. Los de las clases inferiores debían sufrir destierro perpetuo. CI 57.3
Se recurrió también a los milagros. Entre otros casos maravillosos, se refería que un campesino que iba a labrar su campo en día domingo limpió su arado con un hierro que le penetró en la mano, y por dos años enteros no lo pudo sacar, “sufriendo con ello mucho dolor y vergüenza.”—Francisco West, Historical and Practical Discourse on the Lords Day, 174. CI 58.1
Más tarde, el papa ordenó que los sacerdotes del campo amonestasen a los que violasen el domingo y los indujeran a venir a la iglesia para rezar, no fuese que atrajesen alguna gran calamidad sobre sí mismos y sobre sus vecinos. CI 58.2
Como los decretos de los concilios resultaran insuficientes, se instó a las autoridades civiles a promulgar un edicto que inspirase terror al pueblo y le obligase a abstenerse de trabajar el domingo. En un sínodo reunido en Roma, todos los decretos anteriores fueron confirmados con mayor fuerza y solemnidad, incorporados en la ley eclesiástica y puestos en vigencia por las autoridades civiles en casi toda la cristiandad. (Véase Heylyn, History of the Sabbath, parte 2, cap. 5, sec. 7.) CI 58.3
A pesar de esto la falta de autoridad bíblica en favor de la observancia del domingo no originaba pocas dificultades. El pueblo ponía en tela de juicio el derecho de sus maestros para echar a un lado la declaración positiva de Jehová: “El séptimo día Sábado es del Señor tu Dios” a fin de honrar el día del sol. Se necesitaban otros expedientes para suplir la falta de testimonios bíblicos. Un celoso defensor del domingo que visitó a fines del siglo XII las iglesias de Inglaterra, encontró resistencia por parte de testigos fieles de la verdad; sus esfuerzos resultaron tan inútiles que abandonó el país por algún tiempo en busca de medios que le permitiesen apoyar sus enseñanzas. Cuando regresó, la falta había sido suplida y entonces tuvo mayor éxito. Había traído consigo un rollo que presentaba como del mismo Dios, y que contenía el mandamiento que se necesitaba para la observancia del domingo, con terribles amenazas para aterrar a los desobedientes. Se afirmaba que ese precioso documento, fraude tan vil como la institución misma que pretendía afianzar, había caído del cielo y había sido encontrado en Jerusalén sobre el altar de San Simeón, en el Gólgota. Pero en realidad, de donde procedía era del palacio pontifical de Roma. La jerarquía papal consideró siempre como legítimos los fraudes y las adulteraciones que favoreciesen el poder y la prosperidad de la iglesia. CI 58.4
Pero a pesar de todos los esfuerzos hechos para establecer la santidad del domingo, los mismos papistas confesaban públicamente la autoridad divina del sábado y el origen humano de la institución que lo había suplantado. En el siglo XVI un concilio papal ordenó explícitamente: “Recuerden todos los cristianos que el séptimo día fué consagrado por Dios y aceptado y observado no sólo por los judíos, sino también por todos los que querían adorar a Dios; no obstante nosotros los cristianos hemos cambiado el sábado de ellos en el día del Señor, domingo.” Ibid., 281, 282. Los que estaban pisoteando la ley divina no ignoraban el carácter de la obra que estaban realizando. Se estaban colocando deliberadamente por encima de Dios. CI 59.1
Un ejemplo sorprendente de la política de Roma contra los que no concuerdan con ella se encuentra en la larga y sangrienta persecución de los valdenses, algunos de los cuales observaban el sábado. Otros sufrieron de modo parecido por su fidelidad al cuarto mandamiento. La historia de las iglesias de Etiopía, o Abisinia, es especialmente significativa. En medio de las tinieblas de la Edad Media, se perdió de vista a los cristianos del Africa central, quienes, olvidados del mundo, gozaron de plena libertad en el ejercicio de su fe. Pero al fin Roma descubrió su existencia y el emperador de Abisinia fué pronto inducido a reconocer al papa como vicario de Cristo. Esto fué principio de otras concesiones. Se proclamó un edicto que prohibía la observancia del sábado, bajo las penas más severas. Véase Miguel Geddes, Church History of Ethiopia, 311, 312. Pero la tiranía papal se convirtió luego en yugo tan amargo que los abisinios resolvieron sacudirlo. Después de una lucha terrible, los romanistas fueron expulsados de Abisinia y la antigua fe fué restablecida. Las iglesias se regocijaron en su libertad y no olvidaron jamás la lección que habían aprendido respecto al engaño, al fanatismo y al poder despótico de Roma. En medio de su reino aislado se sintieron felices de permanecer desconocidos para el resto de la cristiandad.
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La sagacidad y astucia de la iglesia romana asombran. Puede leer el porvenir. Se da tiempo viendo que las iglesias protestantes le están rindiendo homenaje con la aceptación del falso día de reposo y que se preparan a imponerlo con los mismos medios que ella empleó en tiempos pasados. Los que rechazan la luz de la verdad buscarán aún la ayuda de este poder que se titula infalible, a fin de exaltar una institución que debe su origen a Roma. No es difícil prever cuán apresuradamente ella acudirá en ayuda de los protestantes en este movimiento. ¿Quién mejor que los jefes papistas para saber cómo entendérselas con los que desobedecen a la iglesia? CI 62.1
La iglesia católica romana, con todas sus ramificaciones en el mundo entero, forma una vasta organización dirigida por la sede papal, y destinada a servir los intereses de ésta. Instruye a sus millones de adeptos en todos los países del globo, para que se consideren obligados a obedecer al papa. Sea cual fuere la nacionalidad o el gobierno de éstos, deben considerar la autoridad de la iglesia como por encima de todas las demás. Aunque juren fidelidad al estado, siempre quedará en el fondo el voto de obediencia a Roma que los absuelve de toda promesa contraria a los intereses de ella. CI 62.2
La historia prueba lo astuta y persistente que es en sus esfuerzos por inmiscuirse en los asuntos de las naciones, y para favorecer sus propios fines, aun a costa de la ruina de príncipes y pueblos, una vez que logró entrar. En el año 1204, el papa Inocencio III arrancó de Pedro II, rey de Aragón, este juramento extraordinario: “Yo, Pedro, rey de los aragoneses, declaro y prometo ser siempre fiel y obediente a mi señor, el papa Inocencio, a sus sucesores católicos y a la iglesia romana, y conservar mi reino en su obediencia, defendiendo la religión católica y persiguiendo la perversidad herética.”—Juan Dowling, The History of Romanism, lib. 5, cap. 6, sec. 55. Esto está en armonía con las pretensiones del pontífice romano con referencia al poder, de que “él tiene derecho de deponer emperadores” y de que “puede desligar a los súbditos de la lealtad debida a gobernantes perversos.”—Mosheim, lib. 3, siglo 11, parte 2, cap. 2, sec. 2, nota 17. CI 62.3
Y téngase presente que Roma se jacta de no variar jamás. Los principios de Gregorio VII y de Inocencio III son aún los principios de la iglesia católica romana; y si sólo tuviese el poder, los pondría en vigor con tanta fuerza hoy como en siglos pasados. Poco saben los protestantes lo que están haciendo al proponerse aceptar la ayuda de Roma en la tarea de exaltar el domingo. Mientras ellos tratan de realizar su propósito, Roma tiene su mira puesta en el restablecimiento de su poder, y tiende a recuperar su supremacía perdida. Establézcase en los Estados Unidos el principio de que la iglesia puede emplear o dirigir el poder del estado; que las leyes civiles pueden hacer obligatorias las observancias religiosas; en una palabra, que la autoridad de la iglesia con la del estado debe dominar las conciencias, y el triunfo de Roma quedará asegurado en la gran República de la América del Norte. CI 63.1
La Palabra de Dios ha dado advertencias respecto a tan inminente peligro; descuide estos avisos y el mundo protestante sabrá cuáles son los verdaderos propósitos de Roma, pero ya será tarde para salir de la trampa. Roma está aumentando sigilosamente su poder. Sus doctrinas están ejerciendo su influencia en las cámaras legislativas, en las iglesias y en los corazones de los hombres. Ya está levantando sus soberbios e imponentes edificios en cuyos secretos recintos reanudará sus antiguas persecuciones. Está acumulando ocultamente sus fuerzas y sin despertar sospechas para alcanzar sus propios fines y para dar el golpe en su debido tiempo. Todo lo que Roma desea es asegurarse alguna ventaja, y ésta ya le ha sido concedida. Pronto veremos y palparemos los propósitos del romanismo. Cualquiera que crea u obedezca a la Palabra de Dios incurrirá en oprobio y persecución.
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El sello de Dios sábado séptimo día Apocalipsis 7:2,3cap 14:7cap 14:12Exodo 20:8,11Exodo 31:12,18 Génesis 2:1,4 Apoc 15:2 y la marca de la bestia Génesis 4:15 Apoc cap 13 CAP 14:8,11cap 16cap 17:8cap 19:20,21 .
Sólo dos clases antes del regreso de Cristo
Sólo puede haber dos clases. Cada grupo está marcado claramente, ya sea con el sello del Dios viviente o con la marca de la bestia o de su imagen.—
Todo el mundo cristiano estará involucrado en el gran conflicto entre la fe y la incredulidad. Todos tomarán partido. Aparentemente algunos no participarán en el conflicto en ninguno de los dos lados. Parecerá que no toman partido contra la verdad, pero no se adelantarán osadamente por Cristo por temor a perder propiedades o a sufrir reproches. Los tales serán contados con los enemigos de Cristo.—
A medida que nos acerquemos al fin del tiempo, la línea de separación entre los hijos de la luz y los de las tinieblas será más y más definida. Estarán más y más en desacuerdo. Esta diferencia se expresa en las palabras de Cristo, “Nacido de nuevo”: creado de nuevo en Cristo, muerto al mundo y vivo para Dios. Estos son los muros de separación que dividen lo celestial de lo terrenal y que describen la diferencia entre aquellos que pertenecen al mundo y los que son escogidos para salir de él, que son elegidos, preciosos a la vista de Dios.—
SELLO DE DIOS SELLO DE PROPIEDAD A DIOS CRISTO PARA VIDA ETERNA ESCRITO ESTA EN LA SANTA BIBLIA .
. Fundamento de Dios la Santa Biblia y su ley Éxodo 20:1,17Exodo 31:12,18 Escrito con su dedo en piedra Sinaí . Este “fundamento” es la inmutabilidad de la naturaleza y del carácter divino como se revelan en las Escrituras. La iglesia, que es el resultado de la gracia de Dios y el objeto de su máximo cuidado, finalmente triunfará porque Dios no anulará sus promesas ni dejará de guiarla. Ella descansa sobre un fundamento seguro (c£ Efe 2:19-20; ver com. Mat 16:18). Firme. Gr. stereós, “firme”, “sólido”, “estable”. Sello. Gr. sfragís, “sello” para confirmar, autenticar o certificar. Cf. Eze 9:4; Rom 4:11. Dios ha deseado desde la creación de¡ mundo proporcionar un firme motivo de confianza a los que manifiestan una verdadera lealtad al sendero que él estableció. Ser sellado con la aprobación de Dios es lo máximo que el hombre puede aspirar y alcanzar. A los seres humanos que son “sellados” Dios les ha prometido la protección de legiones de ángeles y el consuelo y el aliento de la presencia divina. Además, los hombres pueden estar seguros ahora de que las normas sobre las cuales Dios basa su aprobación son las mismas que hubo en los tiempos bíblicos (ver com. 2Ti 2:13). La obra del sellamiento continuará mientras los seres humanos tengan la oportunidad de aceptar la salvación. Ver com. Ap 7:1; Ap 7:4. Conoce. Quizá sea una referencia a Num 16:5, LXX. Todos los que lealmente aceptan los principios de¡ gobierno de Dios, pueden estar seguros de la promesa divina de que ni el hombre ni el demonio pueden arrebatarlos de su mano (Jn 10:28). Podemos confiar en Dios; las condiciones que presenta para la vida eterna son inmutables. Por esto nadie tiene nunca motivo para perder su fe en la palabra divina. Los que están dispuestos a testificar fielmente por Dios aquí en la tierra, pueden tener la confianza de que Dios los recordará en el cielo (cf. 2Ti 2:12). Apártese. Gr. afístemi, “estar lejos de”. Cf. Mat 7:23 (ver com. Isa 52:11; 1Co 6:1718; 1Pe 1:15-16). El apóstol destaca la inevitable consecuencia de una plena entrega a la voluntad de Dios. El miembro de iglesia que así procede, aborrecerá el mal como Cristo lo detestó. El sello de Dios nunca puede descansar sobre un ser humano impuro. Dios nunca aprobará nada que no sea una entrega completa a los principios de su gobierno. Los que llevan el sello de la aprobación divina serán para el mundo ejemplos de una forma superior de vida; revelarán un carácter que refleja la integridad moral de Dios. Iniquidad. Gr. adikía, “injusticia”. Todo aquel que invoca. Es decir, los que han elegido ser llamados “cristianos” (ver com. Hch 11:26). En los días de Pablo llevar el “nombre de Cristo” era una abierta invitación a la persecución y la burla (ver com. Hch 15:26). El cristiano deseará expresar su entrega a la forma de vida dispuesta por Cristo, pues estima que la aprobación del cielo está por encima de la de los hombres. ]
LA MARCA DE LA BESTIA ,MARCA DE PROPIEDAD A SATANAS LOS DEL CATECISMO.LAUDATO SI CAMBIO CLIMATICO COP26
null 13-> Y hace que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se hagan una marca en la mano derecha o en la frente,
17 y que nadie pueda comprar nada ni vender, sino el que lleve la marca con el nombre de la Bestia o con la cifra de su nombre.
18 ¡Aquí está la sabiduría! Que el inteligente calcule la cifra de la Bestia; pues es la cifra de un hombre. Su cifra es 666.
[V.16-> Hacía que a todos. Todos serán afectados por esta legislación mundial por leyes del estado e iglesia unión mundial hijas y madre . Es evidente que sólo el fiel remanente de Cristo se negará a obedecer Al papado catecismo (Ap 13:8; cf. Ap 12:17). Una marca. Gr. járagma, “impresión”, “sello”, “marca”. Evidentemente es algún distintivo de lealtad a la bestia papado , algo característico que indica que el que lleva esa marca adora a la primera bestia papado , cuya herida mortal fue curada (Ap 13:8). Los intérpretes adventistas en tienden que esta marca no es un distintivo literal, concreto, sino una señal de homenaje que identifica al portador como leal al poder, representado por la bestia papado . La lucha en ese tiempo tendrá como centro la ley de Dios Éxodo 20:1,17Exodo 31:12,18 , específicamente el cuarto mandamiento Génesis 2:1,4Exodo 20:8,11sabado séptimo día (ver com. Ap 14:12); por lo tanto, la observancia del domingo constituirá una señal de Satanás su marca del papado , pero esto será sólo cuando resurja el poder de la bestia papado y la observancia del domingo se imponga como una ley civil del estado EEUU todos los países se unirán que debe cumplirse. Los adventistas sostienen que el mensaje del tercer ángel Apoc14:6,13 amonestará simultáneamente contra la recepción de esa marca (Ap 14:9-11). Este mensaje, que llegará a ser un fuerte clamor (Ap 18:1-4), iluminará a los hombres en cuanto a los principios en pugna. Cuando los hombres, a pesar de tener claramente delante de sí las consecuencias implicadas, elijan apoyar la institución de la bestia papado sabiendo que está en directa oposición con el cuarto mandamiento de la ley de Dios Éxodo 20:8,11sabado séptimo día , estarán rindiendo su homenaje al poder de la bestia y entonces recibirán su marca. La mano derecha... la frente. Esta marca en la mano o en la frente indica que están afectadas las acciones y los pensamientos de quienes reciben la señal. También puede referirse a dos clases de personas: los que se someten a los decretos de la bestia sólo por conveniencia, y los que lo hacen por convicción personal. ]
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Arrepentimiento
¿CÓMO SE JUSTIFICARÁ el hombre ante Dios? ¿Cómo se hará justo al pecador? Sólo por medio de Cristo podemos ponemos en armonía con Dios y la santidad; pero, ¿cómo iremos a Cristo? Muchos formulan la misma pregunta que hicieron las multitudes el Día de Pentecostés, cuando, convencidas de su pecado, exclamaron: “¿Qué ha-remos?” La primera palabra de respuesta de Pedro fue: “Arrepentíos”. Poco después, en otra ocasión, dijo: “Arrepentíos y convertios, para que sean bo-rrados vuestros pecados”. 1 CC 21.1
El arrepentimiento incluye tristeza por el pecado y abandono del mismo. No renunciaremos al pecado a menos que veamos su pecaminosidad; mientras no lo repudiemos de corazón, no habrá cambio real en la vida. CC 21.2
Hay muchos que no entienden la verdadera natu-raleza del arrepentimiento. Gran número de personas se entristecen por haber pecado e incluso se reforman exteriormente porque temen que su mala vida les acarree sufrimientos. Pero esto no es arrepentimiento en el sentido bíblico. Lamentan el sufrimiento antes que el pecado. Tal fue el dolor de Esaú cuando vio que había perdido su primogenitura para siempre. Balaam, aterrorizado por el ángel que estaba en su camino con la espada desnuda, reconoció su culpa por temor a perder la vida; pero no experimentó un arrepentimiento genuino por el pecado, ni cambio de propósito, ni aborrecimiento del mal. Judas Iscariote, después de traicionar a su Señor, exclamó: “He peca-do entregando sangre inocente”. 2 CC 21.3
Esta confesión fue arrancada a la fuerza de su alma culpable por un tremendo sentido de conde-nación y una pavorosa expectación de juicio. Las consecuencias que le sobrevendrían lo llenaban de terror, pero no experimentó profundo quebranta-miento de corazón, ni dolor en su alma, por haber traicionado al inmaculado Hijo de Dios y negado al Santo de Israel. Cuando Faraón sufría bajo los juicios de Dios, reconocía su pecado para escapar del castigo, pero volvía a desafiar al Cielo tan pronto como cesaban las plagas. Todos éstos lamentaban los resultados del pecado, pero no sentían tristeza por el pecado mismo. CC 22.1
Pero cuando el corazón cede a la influencia del Espíritu de Dios, la conciencia se vivifica y el peca-dor discierne algo de la profundidad y santidad de la sagrada ley de Dios, fundamento de su gobierno en los cielos y en la Tierra. “La luz verdadera que ilumi-na a todo hombre que viene a este mundo” 3 ilumina las cámaras secretas del ser y se manifiestan las ocul-tas cosas de las tinieblas. La convicción se posesiona de la mente y el corazón. Entonces el pecador tiene conciencia de la justicia de Jehová y siente terror de aparecer en su iniquidad e impureza delante del Escudriñador de los corazones. Ve el amor de Dios, la belleza de la santidad y el gozo de la pureza; ansia ser limpiado y restituido a la comunión con el Cielo. CC 22.2
La oración de David después de su caída ilustra la naturaleza del verdadero dolor por el pecado. Su arrepentimiento fue sincero y profundo. No hizo ningún esfuerzo por mitigar su culpabilidad; ningún deseo para escapar del juicio que lo amenazaba inspiró su oración. David vio la enormidad de su transgresión; vio las manchas de su alma; aborreció su pecado. No imploró solamente por perdón, sino también por pureza de corazón. Deseó tener el gozo de la santidad: ser restituido a la armonía y comunión con Dios. Este fue el lenguaje de su alma: CC 23.1
“Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño”. 4 “Ten piedad de mí, Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones... Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí... Purifícame con hisopo y seré limpio, lávame y seré más blanco que la nieve... ¡Crea en mí, Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí! No me eches de delante de ti y quites de mí tu santo Espíritu. Devuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente... Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación, cantará mi lengua tu justicia”. 5 CC 23.2
Efectuar un arrepentimiento como éste está más allá del alcance de nuestro propio poder; sólo se lo obtiene de Cristo, quien ascendió a lo alto y ha dado dones a los hombres. CC 23.3
Precisamente éste es un punto en el cual muchos yerran, y por esto dejan de recibir la ayuda que Cristo desea darles. Piensan que no pueden ir a Cristo a menos que primero se arrepientan, y que el arrepentimiento los prepara para el perdón de sus pecados. Es verdad que el arrepentimiento precede al perdón de los pecados, porque solamente el corazón quebrantado y contrito es el que siente la necesidad de un Salvador. Pero ¿debe el pecador esperar hasta haberse arrepentido antes de poder ir a Jesús? ¿Ha de ser el arrepentimiento un obstáculo entre el pecador y el Salvador? CC 24.1
La Biblia no enseña que el pecador deba arrepen-tirse antes de poder aceptar la invitación de Cristo: “¡Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso!” 6 La virtud que sale de Cristo es la que guía a un arrepentimiento genuino. Pedro habla del asunto de una manera muy clara en su exposición a los israelitas cuando dice: “A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados”. 7 Así como no podemos ser perdonados sin Cristo, tampoco podemos arrepentimos sin el Espíritu de Cristo, que es quien despierta la conciencia. CC 24.2
Cristo es la fuente de todo impulso correcto. Él es el único que puede implantar enemistad contra el pecado en el corazón. Todo deseo por verdad y pureza, toda convicción de nuestra propia pecaminosidad, es una evidencia de que su Espíritu está obrando en nuestro corazón. CC 24.3
Jesús dijo: “Yo, cuando sea levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo”. 8 Cristo debe ser revelado al pecador como el Salvador que muere por los pecados del mundo; y cuando contemplemos al Cordero de Dios sobre la cruz del Calvario, el misterio de la redención comenzará a descifrarse en nuestra mente y la bondad de Dios nos guiará al arrepentimiento. Al morir por los pecadores, Cristo manifestó un amor incomprensible; y este amor, a medida que el pecador lo contempla, enternece el corazón, impresiona la mente e inspira contrición en el alma. CC 25.1
Es verdad que algunas veces los hombres se avergüenzan de sus caminos pecaminosos y aban-donan algunos de sus malos hábitos antes de darse cuenta de que son atraídos a Cristo. Pero cuando hacen un esfuerzo por reformarse, nacido de un sincero deseo de hacer lo correcto, es el poder de Cristo el que los está atrayendo. Una influencia de la cual no son conscientes obra sobre el alma, la conciencia se vivifica y la vida externa se enmienda. Y a medida que Cristo los induce a mirar su cruz y contemplar a quien han traspasado sus pecados, el mandamiento halla cabida en la conciencia. Se les revela la maldad de su vida, el pecado profundamente arraigado en su alma. Comienzan a comprender algo de la justicia de Cristo, y exclaman: “¿Qué es el pecado, para que exigiera un sacrificio tal por la redención de su víctima? ¿Fueron necesarios todo este amor, todo este sufrimiento, toda esta humillación, para que no pereciéramos sino que tuviésemos vida eterna?” CC 25.2
El pecador puede resistir este amor, puede rehusar ser atraído a Cristo; pero si no se resiste será atraído a Jesús; un conocimiento del plan de la salvación lo guiará al pie de la cruz arrepentido de sus pecados, los cuales han causado los sufrimientos del amado Hijo de Dios. CC 26.1
La misma mente divina que obra en las cosas de la naturaleza habla al corazón de los hombres y crea un deseo indecible de algo que no tienen. Las cosas del mundo no pueden satisfacer su ansiedad. El Espíritu de Dios está suplicándoles que busquen las cosas que sólo pueden dar paz y descanso: la gracia de Cristo y el gozo de la santidad. Por medio de influencias visibles e invisibles, nuestro Salvador está constan-temente obrando para atraer la mente de los hombres de los vanos placeres del pecado a las bendiciones infinitas que pueden disfrutar en él. A todas estas per-sonas, que están procurando vanamente beber en las cisternas rotas de este mundo, se dirige el mensaje di-vino: “El que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”. 9 CC 26.2
El que en su corazón anhela algo mejor que lo que este mundo puede dar, reconozca este deseo como la voz de Dios que habla a su alma. Pídale que le dé arrepentimiento, que le revele a Cristo en su amor infinito y en su pureza perfecta. En la vida del Salvador quedaron perfectamente ejemplificados los principios de la ley de Dios: amor a Dios y al hombre. La benevolencia y el amor desinteresado fueron la vida de su alma. Mientras lo contemplemos, a medida que nos inunde la luz de nuestro Salvador, será cuando veremos la pecaminosidad de nuestro corazón. CC 26.3
Podemos lisonjeamos, como lo hizo Nicodemo, de que nuestra vida ha sido muy buena, de que nuestro carácter moral es el correcto y pensar que no ne-cesitamos humillar nuestro corazón delante de Dios como el pecador común; pero cuando la luz prove-niente de Cristo resplandezca en nuestro interior, ve-remos cuán impuros somos; discerniremos el egoísmo de nuestros motivos y la enemistad contra Dios, los cuales han manchado todos los actos de nuestra vida. Entonces sabremos que nuestra propia justicia es en verdad como trapos inmundos, y que sólo la sangre de Cristo puede limpiamos de la contaminación del pecado y renovar nuestro corazón a su semejanza. CC 27.1
Un rayo de luz de la gloria de Dios, un destello de la pureza de Cristo que penetre en el alma, hace dolorosamente visible toda mancha de contaminación y descubre la deformidad y los defectos del carácter humano. Hace patente los deseos impuros, la infidelidad del corazón y la impureza de los labios. Los actos de deslealtad del pecador al querer anular la ley de Dios quedan expuestos a su vista, y su espíritu se aflige y se oprime bajo la influencia escudriñadora del Espíritu de Dios. Se aborrece a sí mismo mientras contempla el carácter puro y sin mancha de Cristo. CC 27.2
Cuando el profeta Daniel contempló la gloria que rodeaba al mensajero celestial que le había sido enviado, se sintió abrumado con un sentido de su propia debilidad e imperfección. Al describir el efecto de la maravillosa escena dice: “Estaba sin fuerzas; se demudó mi rostro, desfigurado, y quedé totalmente sin fuerzas”. 10 Cuando la persona se conmueva de esta manera odiará su egoísmo, aborrecerá su narcisismo y buscará, mediante la justicia de Cristo, la pureza de corazón que esté en armonía con la ley de Dios y el carácter de Cristo. CC 27.3
Pablo dice que “en cuanto a la justicia que se basa en la Ley” -es decir, en lo que se refiere a las obras externasera “irreprochable”; 11 pero cuando discernió el carácter espiritual de la ley se vio a sí mismo un pecador. Juzgado por la letra de la ley, así como los hombres la aplican a la vida externa, se había abstenido de pecado; pero cuando miró en las profundidades de sus santos preceptos y se vio como Dios lo veía, se humilló profundamente y confesó su pecado. Dice: “Yo sin la ley vivía en un tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí”. 12 Cuando vio la naturaleza espiritual de la ley, el pecado apareció en su verdadera fealdad y su vanidad se desvaneció. CC 28.1
Dios no considera todos los pecados como de igual magnitud; a su juicio, hay grados de culpabilidad, como los hay a juicio de los hombres; sin embargo, aunque éste o aquel acto malo pueda parecer frívolo a los ojos de los hombres, ningún pecado es pequeño a la vista de Dios. El juicio de los hombres es parcial e imperfecto; pero Dios considera todas las cosas como realmente son. El borracho es detestado y se le dice que su pecado lo excluirá del cielo, mientras que muchísimas veces el orgullo, el egoísmo y la codicia pasan sin condenarse. Pero estos pecados son especialmente ofensivos para Dios; porque son contrarios a la benevolencia de su carácter, a ese amor desinteresado que es la atmósfera misma del universo que no ha caído. El que cae en alguno de los pecados más groseros puede avergonzarse y sentir su pobreza y necesidad de la gracia de Cristo; pero el orgullo no siente ninguna necesidad, y así cierra el corazón contra Cristo y las infinitas bendiciones que él vino a derraMarcos CC 28.2
El pobre publicano que oraba: “¡Dios, ten mise-ricordia de mí, pecador!”, 13 se consideraba un hom-bre muy malvado, y así lo consideraban los demás; pero él sentía su necesidad, y con su carga de pecado y vergüenza vino delante de Dios implorando su misericordia. Su corazón estaba abierto para que el Espíritu de Dios hiciera en él su obra de gracia y lo libertase del poder del pecado. La oración jactanciosa y santurrona del fariseo mostró que su corazón estaba cerrado a la influencia del Espíritu Santo. Por estar lejos de Dios, no tenía idea de su propia corrupción, la que contrastaba con la perfección de la santidad divina. No sentía necesidad alguna, y nada recibió. CC 29.1
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Los defensores de la ley dominical LAUDATO SI DOMINGO no advierten lo que están haciendo.
El movimiento dominical está avanzando en la oscuridad. Los líderes encubren el verdadero problema, y muchos que se unen al movimiento no ven hacia dónde tiende la corriente oculta .Están trabajando a ciegas. No ven que si un gobierno protestante saca los principios que lo han hecho una nación libre e independiente, y mediante leyes incorpora en la Constitución principios que propagarán las falsedades y los engaños papales, se hundirán en los horrores del romanismo papado de la Edad Oscura edad media .—
Son muchos los que, aun entre los empeñados en este movimiento para imponer el domingo, están ciegos en cuanto a los resultados que seguirán a esta acción. No ven que están atentando directamente contra la libertad religiosa. Son muchos los que nunca han comprendido las obligaciones que impone el día de reposo bíblico sábado séptimo día sello de Dios del Sinaí del cielo Apoc 7:2cap14:7cap14:12 ni el fundamento falso sobre el cual descansa la institución del domingo catecismo .
Los que están haciendo un esfuerzo para cambiar la Constitución y obtener una ley que imponga la observancia del domingo catecismo , no se dan cuenta de lo que será el resultado. Una crisis está por sobrecogernos.
Argumentos usados por los abogados de la ley dominical
Satanás papado y aliados pone su interpretación sobre los eventos, y ellos piensan, como él quiere que lo hagan, que las calamidades sequía falta de agua terremotos inundaciones fuego del cielo la tierra desastres hambruna guerras pestes que llenan la tierra son un resultado de la violación del domingo. Pensando apaciguar la ira de Dios, estos hombres influyentes promulgan leyes imponiendo la observancia del domingo.
Esa misma clase de gente asegura que la corrupción que se va generalizando más y más, debe achacarse en gran parte a la violación del así llamado “día del Señor” (domingo), y que si se hiciese obligatoria la observancia de este día día domingo del catecismo misa , mejoraría en gran manera la moralidad social. Esto se sostiene especialmente en los Estados Unidos de Norteamérica, donde la doctrina del verdadero día de reposo sábado séptimo día , o sea el sábado, se ha predicado con más amplitud que en ninguna parte.—
Las leyes dominicales honran a Roma papado catecismo misa su marca de su autoridad .
Cuando las iglesias principales de los Estados Unidos, uniéndose en puntos comunes de doctrina catecismo , influyan sobre el Estado para que imponga los decretos y las instituciones de ellas, entonces la América protestante habrá formado una imagen de la jerarquía romana papado , y la imposición de penas civiles cárcel muntas etc contra los disidentes(Los del sábado séptimo día de la Santa Biblia) vendrá de por sí sola .
La imposición de la observancia del domingo por parte de las iglesias protestantes es una imposición de que se adore al papado .
Por el mismo hecho de imponer un deber religioso con ayuda del poder secular, las mismas iglesias estarían elevando una imagen a la bestia; de aquí que la imposición de la observancia del domingo en los Estados Unidos equivaldría a imponer la adoración de la bestia y de su imagen.Apocalipsis 13:17,18cap14:8,11cap17:8 .
Cuando el protestantismo extienda la mano a través el abismo para asir la mano del poder romano papado , cuando se incline por encima del abismo para darse la mano con el espiritismo, cuando, bajo la influencia de esta triple unión, nuestro país repudie todo principio de su Constitución como gobierno protestante y republicano, y haga provisión para la propagación de las mentiras y seducciones papales catecismo misa domingo , entonces sabremos que ha llegado el tiempo en que se verá la asombrosa obra de Satanás, y que el fin está cerca del regreso de Cristo y fin del hombre de pecado papado e iglesia católica y sus aliados Apoc cap16 CAP 19:20,21cap 9:20,21 .Porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades En el cáliz que ella os dio a beber, dadle a beber doblado. Cuanto ella se ha glorificado, y ha estado en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada reina, y no soy viuda, y no veré llanto. Por lo cual en un día vendrán sus plagas, muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque el Señor Dios es fuerte, que la juzgará. Y llorarán y se lamentarán sobre ella los reyes de la tierra, los cuales han fornicado con ella diciendo: ¡Ay, ay, de aquella gran ciudad de Babilonia, aquella fuerte ciudad; porque en una hora vino su juicio!” Apocalipsis 18:5-10.
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