Buenas tardes a todos mis Hermanos y Hermanas en Cristo.
Hoy voy a hablar del amor. El amor es uno de los más hermosos regalos que recibimos cuando somos Cristianos. Mucha gente piensa que el amor es una sensación buena. Pero el amor es mucho más que una sensación. Pero actualmente el amor es una elección y una acción. Esto pueda sonar extraño pero eso es cierto. Nuestro Padre Celestial nos amó tanto que sacrifico a Nuestro Salvador Cristo Jesús para que tuviéramos salvación.
Se nos dice en 1Juan 4:7-10 Reina-Valera 1995 lo siguiente...
Dios es amor
7 "Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. 8 El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. 9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros: en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por él. 10 En
esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en
que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo en propiciación por
nuestros pecados."
El amor es un regalo de Dios. Cuando creemos en Cristo Jesús como Nuestro Salvador y nos bautizamos, recibimos el Espíritu Santo. El Espíritu Santo es nuestra guía.
Se nos dice en Gálatas 5:22-26 Reina-Valera 1995 lo siguiente...
22 "Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. 26 No busquemos la vanagloria, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros."
El mandamiento más importante que se nos ha dado con respecto al amor fue por Cristo Jesús.
Se nos dice en Marcos 12:28-31 Reina-Valera 1995 lo siguiente...
El gran mandamiento
28 "Acercándose uno de los escribas, que los había oído discutir y sabía que les había respondido bien, le preguntó:
—¿Cuál es el primer mandamiento de todos?
29 Jesús le respondió:
—El primero de todos los mandamiento es: “Oye, Israel: el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. 30 Y
amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda
tu mente y con todas tus fuerzas.” Éste es el principal mandamiento. 31 El segundo es semejante: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” No hay otro mandamiento mayor que estos."
Dios quiere que lo amemos para nuestro beneficio, no para su beneficio. Para mi uno de los más hermosos
pasajes sobre el amor es que el amor es paciente y amable. Hay veces
que nos enojamos con alguién pero si leemos el capítulo sobre el amor, aprendemos a amar.
Se nos dice en 1Corintios 13:1-13 Reina-Valera 1995 lo siguiente...
13 "Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. 2 Y
si tuviera profecía, y entendiera todos los misterios y todo
conocimiento, y si tuviera toda la fe, de tal manera que trasladara los
montes, y no tengo amor, nada soy. 3 Y
si repartiera todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si
entregara mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
4 El amor es sufrido, es benigno;
el amor no tiene envidia;
el amor no es jactancioso, no se envanece,
5 no hace nada indebido, no busca lo suyo,
no se irrita, no guarda rencor;
6 no se goza de la injusticia,
sino que se goza de la verdad.
7 Todo lo sufre, todo lo cree,
todo lo espera, todo lo soporta.
8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, cesarán las lenguas y el conocimiento se acabará. 9 En parte conocemos y en parte profetizamos; 10 pero cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. 11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; pero cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. 12 Ahora
vemos por espejo, oscuramente; pero entonces veremos cara a cara. Ahora
conozco en parte, pero entonces conoceré como fui conocido. 13 Ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor."
Hay muchos y muchos capítulos
sobre el Amor. Si Dios nos ha dado amor no debemos ponerlo a un lado y
olvidar a Nuestro Padre Celestial y Nuestro Salvador Cristo Jesús. Debemos de amarlos con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerzas y amar al prójimo y a nuestros hermanos y hermanas en Cristo.
Les deseo que Dios los siga bendiciendo...
Hortencia