Si los días se marcan por la rotación de la Tierra sobre su eje imaginario y los años por la translación de nuestro planeta alrededor del Sol pero si este último no existía como se midieron los días, puras patrañas de la religión que tiene embobados a muchos ...
Si no creo en dios me preguntará un religioso cómo se creó el planeta Tierra y la humanidad y le respondería que no importa lo que yo crea, la respuesta lo dicta la astrofísica y la biología, estudios que nos dictan que ni el ser humano ni la religión necesitan de un creador, nuestro planeta igual que todos los planetas en el Universo se forman por atracción gravitacional del material estelar circundante alrededor de un disco protoplanetario, de hecho, esos telescopios espaciales han detectado muchísimos sistemas planetarios en formación y gracias a la biología sabemos que el ser humano es el resultado de un proceso evolutivo, por ello mismo es que no creo en la religión ni en libros dizque sagrados, prefiero leer los cuentos de “Las Mil y Una Noches” que contó Scheherezade al sultán para evitar ser decapitada como había hecho con sus más de mil mujeres porque desconfiaba de ellas por traidoras pero Scheherezade lo entretuvo todas las noches narrándole sus cuentos, quizá algunos inventados al momento, quizá dicha dama los había escuchado antes pero lo cierto fue que dicho rey terminó amándola y se casó con ella, por supuesto que esta es una historia persa, quizá mitológica pero mucho más creíble que los cuentos que hacen referencia en la biblia, el Corán y otros más, saludos amig@s …
A finales de 1501, el Papa Alejandro VI y su hijo César Borgia organizaron en el Vaticano una suntuosa orgía con cardenales, obispos y las autoridades más importantes de Roma.
Después de la opípara comida, ingresaron en la estancia decenas de cortesanas bailando sensualmente en torno a ellos, se fueron desnudando al compás de la música, los hombres ataron las manos a la espalda de las mujeres, les arrojaron castañas al suelo y debían recogerlas con la boca para que adoptaran posturas lascivas que despertaran el instinto morboso.
El Papa anunció que habría premios (lujosos zapatos, caros ropajes y joyas preciosas) para aquellos que fueran capaces de fornicar con mayor número de cortesanas.
La historia fue relatada y se conserva en un diario, escrito por el protonotario apostólico y maestro de ceremonias, Johann Burchard.
La pintura abajo es obra de Heinrich Lossow, 1880...