6 "Algunos, desviándose de esto, se perdieron en vana palabrería. 7 Pretenden ser doctores de la Ley, cuando no entienden ni lo que hablan ni lo que afirman.
8 Pero sabemos que la Ley es buena, si uno la usa legítimamente, 9 conociendo esto: que la Ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, 10 para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina, 11 según el glorioso evangelio del Dios bienaventurado, que a mí me ha sido encomendado."
Y la Ley era para guiarlos para hacer el bien.
Romanos 2:17-24 RV 1995 nos dice lo siguiente...
Los judíos y la Ley
17 "Tú te llamas judío, te apoyas en la Ley y te glorías en Dios; 18 conoces su voluntad e, instruido por la Ley, apruebas lo mejor; 19 estás convencido de que eres guía de ciegos, luz de los que están en tinieblas, 20 instructor de los ignorantes, maestro de niños y que tienes en la Ley la forma del conocimiento y de la verdad. 21 Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de robar, ¿robas? 22 Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio? 23 Tú que te jactas de la Ley, ¿con infracción de la Ley deshonras a Dios?, 24 pues, como está escrito: «El nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.»"
Otra escritura para los que dependen solo en la Ley sin fe nos dice que no están bien con Dios. Somos salvos por nuestra Fe en Cristo.
Romanos 3:19-31 RV 1995 nos dice los siguiente...
19 "Pero sabemos que todo lo que la Ley dice, lo dice a los que están bajo la Ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios, 20 porque por las obras de la Ley ningún ser humano será justificado delante de él, ya que por medio de la Ley es el conocimiento del pecado.
La justicia es por medio de la fe
21 Pero ahora, aparte de la Ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la Ley y por los Profetas: 22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él, porque no hay diferencia, 23 por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios, 24 y son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, 25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, 26 con miras a manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
27 ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. 28 Concluimos, pues, que el hombre es justificado por la fe sin las obras de la Ley. 29 ¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles, 30 porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión. 31 Luego, ¿por la fe invalidamos la Ley? ¡De ninguna manera! Más bien, confirmamos la Ley."
El regalo más maravilloso que recibimos por nuestra fe en Cristo es el Espíritu Santo.
Gálatas 3:1-5 RV 1995 nos dice los siguiente...
El Espíritu se recibe por la fe
3 "¡Gálatas insensatos!, ¿quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente crucificado? 2 Esto sólo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la Ley o por el escuchar con fe? 3 ¿Tan insensatos sois? Habiendo comenzado por el Espíritu, ¿ahora vais a acabar por la carne? 4 ¿Tantas cosas habéis padecido en vano? Si es que realmente fue en vano. 5 Aquel, pues, que os da el Espíritu y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la Ley o por el oír con fe?"
Gracias Padre Celestial y Cristo Jesús por hacer nuestra salvación tan fácil. Nunca vamos a dejar de albarlos y amarlos por su gran amor por nosotros.
Que Dios los siga bendiciendo es mi deseo...
Hortencia