La esperanza de los creyentes no está puesta en el mundo..
Sino en Dios, nuestro único Salvador y Redentor..
Los antiguos judíos fuerón expulsados de su tierra..
Y llevados cautivos a Babilonia..
En donde vivieron la servidumbre..
Bajo el dominio de fuerzas mundanas..
Hasta la restauración de la ciudad y el templo..
Aún así, Jerusalén siguió invadida por tropas foráneas..
En la venida del Señor la ciudad de Jerusalén..
Estaba ocupada por la mancilla y las tiranas milicias..
Quedando el templo de Jerusalén..
Como centro religioso bajo la potestad del Sanedrín..
Con la pasión y muerte del Señor por esas manos espurias..
En la confabulación de las huestes invasivas y religiosas..
Viene la devastación de la ciudad y el templo..
Pasando sus ruinas a conformar parte del mundo apóstata..
Unificándose en ella la nueva Babilonia..
Y bajo este imperio inconmensurable..
Que estimula la violencia y la falsa espiritualidad ..
En donde el amor de Dios pasó a ser un bien abstracto..
Y mirado con desdén,
Hemos pernoctado en tiempo de oscuridad..
Cuando muchos hablan del juicio de Dios a una sola entidad..
Olvidan que el juicio de Dios es al mundo..