ESCRITO ESTA EN LA SANTA BIBLIA EL ANTICRISTO El Apóstol Pablo, en su segunda carta a los Tesalonicenses, predijo la gran apostasía que había de resultar en el establecimiento del poder papal. Declaró, respecto al día de Cristo segunda venida : “Ese día no puede venir, sin que venga primero la apostasía, y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición; el cual se opone a Dios, y se ensalza sobre todo lo que se llama Dios, o que es objeto de culto; de modo que se siente en el templo de Dios, ostentando que él es Dios”. 2 Tesalonicenses 2:3, 4 Y además el apóstol advierte a sus hermanos que “el misterio de iniquidad está ya obrando”. Vers. 7. Ya en aquella época veía él que se introducían en la iglesia errores que prepararían el camino para el desarrollo del papado Danien 7:25,Daniel 11 Rey del norte La gente quedó del todo engañada. Se le enseñó que el papa y los sacerdotes eran los representantes de Cristo, cuando en verdad lo eran de Satanás, y a Satanás adoraban cuantos ante ellos se postraban para pedir perdon por los pecados .El papa es el anticristo, y su trono es el de Satanás mismo Apoc12:3,9,13:1,10,17:8,11 Una de las principales doctrinas del romanismo enseña que el papa es cabeza visible de la iglesia universal de Cristo, y que fue investido de suprema autoridad sobre los obispos y los pastores de todas las partes del mundo. Aun más, al papa se le han dado los títulos propios de la divinidad. Se le ha titulado “Señor Dios el Papa” y se le ha declarado infalible. Exige que todos los hombres le rindan homenaje. La misma pretensión que sostuvo Satanás cuando tentó a Cristo en el desierto, la sostiene aún por medio de la iglesia de Roma, y muchos son los que están dispuestos a rendirle homenaje..Apoc12:3,9,13:1,10,17:8,11,16:10 .Títulos Del ANTICRISTO : En un pasaje que forma parte del derecho canónico, el papa Inocencio III declara que el pontífice romano es “el vicario en la tierra, no de un mero hombre, sino del mismo Dios”; y en una glosa del trozo se explica que esto es así debido a que el papa es el vicario de Cristo, el cual es “verdadero Dios y verdadero hombre” (véase Decretal. D. Gregor. Pap. 9. lib. 1, de translat. Episc. tit. 7, c. 3. Corp. Jur. Canon, ed. París, 1612; tom. 2. Decretal. col. 205). En cuanto al título “Señor Dios el Papa”, véase una glosa de las Extravagantes del papa Juan XXII, título 14, cap. 4, “Declaramus”. En una edición de las Extravagantes, impresa en Amberes en 1584, se encuentran en la columna 153 las palabras “Dominum Deum nostrum Papam” (“Nuestro Señor Dios el Papa”). En una edición de París, del año 1612, se hallan en la columna 140. En varias ediciones publicadas desde 1612, se ha omitido la palabra “Deum” (“Dios”)Esta avenencia entre el paganismo y el cristianismo dio por resultado el desarrollo del “hombre de pecado papado ” predicho en la profecía como oponiéndose a Dios y ensalzándose a sí mismo sobre Dios. Ese gigantesco sistema de falsa religión catolicismo es obra maestra del poder de Satanás Apoc12:3,9,14:1,10 17:8,11 , un monumento de sus esfuerzos para sentarse él en el trono y reinar sobre la tierra según su voluntad.El dragón representa en primer lugar a Satanás, y en un sentido secundario recibió del dragón “su poder, y su trono, y grande autoridad” fue, claramente, la Roma papal. “De las ruinas de la Roma política se levantó el gran imperio moral en la “forma gigantesca” de la Iglesia Romana catolica ” (A. C. Flick, The Rise of the Mediaeval Church [ 1900], p. 150).El dragón no actúa directamente por medio del paganismo, sino que empieza a trabajar tras la fachada de una organización profesamente cristiana, esperando de este modo disfrazar su identidad. Trono. Gr. thrónos. Los papas ascendieron al trono de los césares. La capital del sistema papal era la misma que la que había ocupado el Imperio Romano durante su apogeo. Grande autoridad. El papado predominó en los asuntos políticos y religiosos, y sobre la conciencia de los hombres. ]agenda 2030 vaticano 666 laudato cambio climatico domingo catecismo ONU EEUU ES LA IMAGEN DE LA BESTIA QUE LLEVA A CABO LA MARCA DEL 666 CAMBIO CLIMATICO COP28 LAUDATO DOMINGO CATECISMO EUCARISTIA MISA PURGATORIO IDOLATRIA MARIA LOS MUERTOS ESPIRITISMO HIJAS DEL PAPADO EEUU SE UNEN AL 666 .APOC 14:9,Un tercer ángel pasó después, clamando con voz fuerte: «Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y se deja marcar la frente o lamano17:8,1116:13,14,13:1,17,12:3,9.cap16:13 Y vi que de la boca del dragón, de la bestia y del falso profeta salían tres espíritus inmundos que tenían aspecto de ranas.Tres espíritus inmundos. Los defensores de ambas opiniones concuerdan en identificar al “dragón”, la “bestia” y el “falso profeta”, con el espiritismo moderno o paganismo, el papado, y el protestantismo apóstata (cf. Ap 13:4; Ap 13:14-15; Ap 19:20; Ap 20:10), respectivamente. Los “tres espíritus inmundos” evidentemente simbolizan o representan a este trío maléfico de poderes religiosos, que juntos constituyen la “gran Babilonia” de los últimos días (Ap 16:13-14; Ap 16:18-19; ver com. Ap 16:19; Ap 17:5).LA MARCA DE LA BESTIA PAPADO AGENDA 2030 LAUDATO CAMBIO CLIMATICO COP28 EUCARISTIA MISA LA IMAGEN DE LA BESTIA EEUU ONU CAMBIO CLIMATICO LAUDATO 666 CATECISMO MISA EUCARISTIA PURGATORIO REZAR A MARIA LOS MUERTOS ESPIRITISMO IDOLATRIA .LAS PERSONA QUE ACEPTARON ESTA UNION MUNDIAL RECIBEN LAS PLAGAS Y LA MUERTE ETERNA APOC 19:20,21 Pero la bestia fue capturada y con ella el falso profeta que había realizado maravillas al servicio de la bestia, engañando con ellas a los que habían aceptado la marca de la bestia y a los que adoraban su estatua. Los dos fueron arrojados vivos al lago del fuego que arde con azufre.
CRISTO VIENE PRONTO ADVIERTE SALIR DE ESTA FALSA ADORACION APOC 18:2,5 LOS QUE SALEN ESCUCHAN ESTE MJE TRES ANGELES APOCAL 14 RECIBEN LA VIDA ETERNA .APOC 15:2.Vi también como un mar de cristal destellante, y a los vencedores de la bestia, de su imagen y de la cifra de su nombre, que se colocaban sobre el mar de cristal, llevando las arpas celestiales en sus manos.SATANAS VATICANO EEUU ALIADOS MUNDIALES APODERARSE DEL MUNDO QUE CADA PERSONA ACEPTE SU MARCA 666 DE MUERTE ETERNA .
Escultura romana de Cleopatra con una diadema real, de mediados del siglo i a. C. (época de sus visitas a Roma en 46-44 a. C.) encontrada en una villa italiana en la Vía Apia, actualmente expuesta en el Altes Museum.123n 1
En 58 a. C. presuntamente acompañó a su padre, Ptolomeo XII, durante su exilio en Roma tras una revuelta en Egipto (para entonces un Estado cliente de Roma), lo que permitió que su hermana mayor, Berenice IV, reclamara el trono de Ptolomeo. Berenice murió en batalla en 55 a. C., cuando su padre volvió a Egipto con ayuda militar romana. Cuando Ptolomeo murió en 51 a. C., Cleopatra y su hermano menor, Ptolomeo XIII, accedieron al trono como corregentes, pero la ruptura entre ambos desató una guerra civil.
Tras la derrota sufrida en 48 a. C. en la batalla de Farsalia por parte de su rival Julio César durante la segunda guerra civil romana, el estadista romano Pompeyo el Grande huyó a Egipto. Pompeyo había sido aliado político del padre de Cleopatra, pero a sugerencia de los eunucos de su corte, Ptolomeo XIII ordenó emboscar y asesinar a Pompeyo mientras César ocupaba Alejandría en persecución de su enemigo. Como cónsul de la República romana, César trató de reconciliar a Ptolomeo XIII con su hermana Cleopatra, pero Potino el Eunuco, consejero principal del monarca egipcio, creía que los términos que proponía el cónsul beneficiaban a Cleopatra, por lo que sus fuerzas sitiaron a César y Cleopatra en Alejandría. El asedio se levantó gracias a la llegada de aliados de César a comienzos de 47 a. C. y Ptolomeo XIII murió poco después en la batalla del Nilo. Arsínoe IV, media hermana de Cleopatra que había liderado el asedio, se exilió en Éfeso. César, ya elegido dictador, declaró a Cleopatra y a su hermano menor Ptolomeo XIV cogobernantes de Egipto. Sin embargo, el general romano inició una relación sentimental privada con Cleopatra de la que nació Cesarión. Cleopatra viajó a Roma en 46 y 44 a. C. como reina vasalla y se alojó en la villa de César. Cuando este fue asesinado en 44 a. C., Cleopatra intentó que su hijo fuera designado heredero, pero no pudo debido al ascenso al poder de Octavio (posteriormente conocido como Augusto y que sería el primer emperador de Roma en 27 a. C.). Entonces, Cleopatra ordenó asesinar a su hermano Ptolomeo XIV y elevó a su hijo Cesarión como corregente de Egipto, con el nombre de Ptolomeo XV.
Durante la tercera guerra civil de la República romana (43-42 a. C.), Cleopatra se alió con el Segundo Triunvirato, formado por Octavio (sobrino nieto y heredero de César), Marco Antonio y Lépido. Tras su encuentro en Tarso en 41 a. C., la gobernante egipcia inició una relación con Marco Antonio de la que nacieron tres hijos: Alejandro Helios, Cleopatra Selene II y Ptolomeo Filadelfo. Antonio usó su autoridad como triunviro para ejecutar a Arsínoe IV, cumpliendo el deseo de Cleopatra, y se apoyó cada vez más en la reina egipcia tanto para obtener financiación como ayuda militar durante sus invasiones del imperio parto y del Reino de Armenia. En las Donaciones de Alejandría, los hijos de Cleopatra con Marco Antonio fueron nombrados gobernantes sobre varios territorios bajo la autoridad de Antonio. Este hecho, unido al matrimonio de Marco Antonio con Cleopatra después de su divorcio de Octavia la Menor, hermana de Octavio, desató la cuarta guerra civil de la República romana. Después de iniciar una guerra de propaganda, Octavio forzó a huir a los aliados de Antonio en el senado romano y le declaró la guerra a Cleopatra en 32 a. C. La flota de guerra de Marco Antonio y Cleopatra fue derrotada por la de Octavio, bajo el mando de su general Agripa, en la batalla de Accio en 31 a. C., tras lo cual las tropas romanas de Octavio invadieron Egipto en 30 a. C. y derrotaron a las de Antonio, tras lo cual éste se suicidó. Cuando Cleopatra se enteró de que Octavio pretendía llevarla a Roma para exhibirla durante su procesión de triunfo, también se suicidó tomando veneno, si bien popularmente se cree que lo hizo dejándose morder por una áspide.
La forma latina de Cleopatra proviene del griego antiguoKleopátrā (en griego: Κλεοπᾰ́τρᾱ), que significa «gloria de su padre» en la forma femenina.8 Este se deriva de kléos (κλέος) ‘gloria’ y patḗr (πᾰτήρ) ‘padre’, utilizando el genitivopatros (πατρός).9 La forma masculina se habría escrito como Kleópatros (Κλεόπᾰτρος) o Pátroklos (Πάτροκλος).9
En cuanto a la acentuación, la bibliografía en español utiliza las formas Filopator, Filópator y Filopátor, optándose a lo largo de este artículo por la última, de acuerdo con la transcripción al español de los nombres propios griegos en Galiano (1969, p. 81).
Cleopatra y su plan de supervivencia con Julio César
ANTIGÜEDAD
La egipcia, consciente de la tentación que para los romanos representaba su reino, intentó preservarlo por todos los medios a su alcance. Contar con el apoyo de César era un paso lógico e imprescindible
Los historiadores romanos dejaron para la posteridad una colección de ardides de femme fatale tan apoteósicos que durante siglos se olvidaría que el papel de Cleopatra como reina de Egipto consistió en mucho más que seducir, sucesivamente, a Julio César y Marco Antonio.
Se ignoró que la suya fue una desesperada lucha por mantener la independencia de su país. Porque, aun herido de muerte a causa de sus ineptos antecesores en el trono, Egipto era el único baluarte del Mediterráneo que aún no estaba en manos romanas.
Sublevada
La entrada de Cleopatra VII en la historia se produce un día indeterminado de 51 a. C., a la muerte de Ptolomeo XII. En el nido de víboras que era el palacio real de Alejandría no resultaba extraño que un soberano fuera declarado muerto cuando aún estaba moribundo o, por el contrario, que se presentara al difunto como todavía vivo mientras se preparaba la sucesión.
Así pues, por la documentación conservada solo puede afirmarse que en algún momento del citado año murió su padre. Como era preceptivo, el sucesor, Ptolomeo XIII, se desposó con una de sus hermanas, en este caso Cleopatra VII, y ella pasó a ocupar el segundo lugar en la jerarquía egipcia.
Representación en caliza de Cleopatra expuesta en el Museo Fitzwilliam de Cambridge.
Propias
Para una muchacha de 18 años, con una cultura e inteligencia que ensalzaron incluso los poco favorables cronistas romanos, no debía de resultar fácil ser la comparsa de un marido de apenas 11. Aproximadamente un año después de la entronización se sublevó contra Ptolomeo XIII. La jugada, al parecer, le salió mal, y tuvo que huir a Siria.
Desde allí reunió un contingente de mercenarios que en 48 a. C. se disponía a entrar por la fuerza en Egipto. La acción, sin embargo, quedó paralizada. Julio César aparecía en escena. Se alzaba el telón del drama que uniría los destinos de Roma y el valle del Nilo.
El episodio de la alfombra
Los romanos acababan de vivir una guerra civil entre los partidarios de Julio César y los de Pompeyo. Este salió derrotado y se refugió en Egipto. Hacia allí se encaminó César para rematar su faena y halló que en Alejandría los cortesanos de Ptolomeo XIII le ofrecían ya la cabeza decapitada de Pompeyo: evitaban así que cayera sobre ellos la ira de César por haber dado cobijo a su enemigo.
El romano no se mostró entusiasmado con el sangriento presente, según relataría él mismo, pero decidió quedarse en Alejandría para calibrar la riqueza de aquel país y encauzarlo hacia su órbita. Se propuso dirimir el conflicto entre la pareja real, pero topó con un problema: Cleopatra se hallaba acampada más allá de Pelusio, y las tropas de su hermano Ptolomeo XIII le impedían avanzar.
Y aquí llega el primer episodio que inmortalizaría a Cleopatra como la reina de las puestas en escena. Una noche atravesó las líneas enemigas y consiguió que un barquero la llevara hasta Alejandría. César estaba en sus aposentos cuando se le comunicó que había recibido un regalo: una alfombra. Cuando esta fue desenrollada, ante los ojos de aquel cincuentón apareció una jovencita de 20 años con el grado justo de desaliño. Era la mismísima Cleopatra.
La egipcia y el romano pasaron la noche juntos y probablemente entonces empezaron a ser amantes. Lo que es seguro es que el maduro César no cayó fulminado de inmediato ante los encantos de la reina: a la mañana siguiente llamó a Ptolomeo XIII y dictaminó que la situación volviera a su estado previo. Es decir, el joven se situaba de nuevo a la cabeza del Estado y Cleopatra quedaba relegada al segundo puesto en el escalafón.
Cleopatra, inmortalizada en el cine por Liz Taylor.
Otras Fuentes
Para altos funcionarios de Ptolomeo XIII la presencia de César se había vuelto incómoda. No solo les había impuesto otra vez –aunque en su justo segundo lugar– a Cleopatra, sino que les resultaba difícil discernir hasta qué punto se trataba de un simple mediador en pro de la estabilidad o del verdadero poder a la sombra de la pareja real.
El ministro Potino y el comandante Aquilas lo tenían claro: el intervencionismo de Roma estaba llegando demasiado lejos. Reunieron un ejército y se dispusieron a expulsar al romano. Estalló un conflicto fugaz, de cuatro meses, conocido como las guerras de Alejandría.
En primera línea
Los egipcios salieron derrotados y a César se le planteó un dilema: ¿convertía Egipto en provincia romana? Decidió que no. Aquel territorio estaba demasiado poblado y poseía demasiadas riquezas naturales para confiarlo a un gobernador, que podría envalentonarse contra la metrópolis romana. La mejor solución era que en Egipto todo pareciera seguir como siempre, aunque, eso sí: con una pareja real adepta a César.
Durante las guerras de Alejandría, Ptolomeo XIII había perecido ahogado mientras cruzaba el Nilo en una barca sobrecargada. Así que César buscó un nuevo marido para Cleopatra, otro hermano de esta, Ptolomeo XIV, de 13 años. Ahora, sin embargo, tal como atestiguan las inscripciones de la época, se situaba en primer lugar. Era, en definitiva, la auténtica reina de Egipto porque constituía la apuesta de Julio César.
En 46 a. C., Julio César regresó a Roma y mandó llamar a la pareja real egipcia. El motivo nunca ha estado claro: ¿quería demostrar a ojos de los romanos su poder sobre Egipto?, ¿estaba tan prendado de Cleopatra que no podía tenerla lejos? Ambas razones no eran excluyentes, pero la segunda gozó en su momento de mayor predicamento.
La presencia de la reina en Roma provocó todo tipo de habladurías acerca de su embrujo sobre el dictador, como la de que este planeaba trasladar la capital a Alejandría. Subrepticiamente, el mito de la reina devorahombres empezaba a echar raíces, y es que el escenario no podía resultar más idóneo: César, pese a estar casado con Calpurnia, no se molestó lo más mínimo en ocultar su relación con Cleopatra, desposada con su hermano, también presente en Roma.
Busto de Julio César.
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A finales de 45 a. C. César hacía testamento y nombraba como hijo adoptivo y sucesor a Octavio. Roma suspiraba aliviada: César no había perdido totalmente la cabeza, Cleopatra no era más que su capricho oriental. Sin embargo, en el documento introdujo una extraña cláusula: designaba unos tutores para “el hijo que pudiera nacerle”.
¿Un hijo? ¿De quién? ¿De la estéril Calpurnia? Quizá se refería al retoño que sabía que estaba esperando Cleopatra, aunque los planes que pudiera tener para aquel nonato jamás llegó a escribirlos. Durante los idus de marzo de 44 a. C. César perecía asesinado en uno de los complots más famosos de todos los tiempos.
Muerto su protector, Cleopatra y su séquito abandonaron Roma. Según las últimas hipótesis, fue durante una escala en Grecia cuando dio a luz a Cesarión, el hijo de Julio César y la gran baza política de la reina. Aquel niño podía reclamar algún día los derechos de sucesión de su padre, aunque no sin enfrentarse a la ley romana, que prohibía heredar al hijo de una extranjera.
El pequeño abría a Cleopatra un escenario político más inmediato. Si Ptolomeo XIV fallecía, no precisaba de un nuevo marido para gobernar: podía nombrar rey a Cesarión y ambos erigirse como pareja real. La soberana no esperó a que su marido, de 15 años, muriera por causas naturales. La mayoría de los historiadores coinciden en que mandó asesinarlo.
Cleopatra con Marco Antonio. Grabado de 1881.
Terceros
Aparentemente, Cleopatra logró lidiar con una sucesión de sequías en su reino, pero era consciente de que el acecho de Roma no había terminado. Pronto llegaría su segundo intento de sobrevivir a la arrolladora influencia de la potencia occidental, esta vez por vía de un compañero de César, Marco Antonio.
Este texto forma parte de un artículo publicado en el número 437 de la revista Historia y Vida. ¿Tienes algo que aportar? Escríbenos a redaccionhyv@historiayvida.com.
12 may 2022 — Se propuso dirimir el conflicto entre la pareja real, pero topó con un problema: Cleopatra se hallaba acampada más allá de Pelusio, y las tropas ..