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من: Josediego (الرسالة الأصلية) |
مبعوث: 30/09/2022 23:10 |
LOS PRIMEROS CRISTIANOS QUE LLEGARON AL ORIENTE
"El
recuerdo de sus hechos heroicos por el amor que ofrecieron a
Jesucristo, hace que nosotros estemos unidos a ellos, como un sólo
corazón y como una sola alma, por toda la Eternidad"...
Este estudio de Cristianos en el Oriente consta de cinco libros.
El primer libro recoge como resumen parte de los otros cuatro libros.
PRIMER LIBRO:
Introducción y resumen de todo el estudio de Cristianos en el Oriente.
SEGUNDO LIBRO:
Primera
parte, dedicada al estudio de las Escrituras de la Biblia y al estudio
de los primeros Cristianos que llegaron al Oriente (San Bartolomé,
Santo Tomás, San Panteno, Barlaam y Josafat, Nestorio y los
nestorianos). También recordamos en este libro a algunos de los
misioneros franciscanos llegados al Oriente; a Marco Polo y su relato
sobre su estancia en el Oriente y el imperio mongol; llegada de los
portugueses a la India y cómo encontraron el sepulcro de Santo Tomás y
otras reliquias, como la Cruz de Santo Tomás; llegada de los
misioneros jesuitas (Francisco Javier, Matteo Ricci y otros); algunas
de las controversias surgidas entre católicos y antiguas comunidades
cristianas de Santo Tomás en la India, y, entre estas controversias, el
Sínodo de Diamper y sus causas; llegada de los franceses, holandeses e
ingleses; el emperador Hung (un emperador cristiano de la China); y
los primeros protestantes que tomaron contacto con las antiguas
comunidades cristianas de Santo Tomás.
TERCER LIBRO:
Segunda
Parte. En esta segunda parte recordamos a los judíos exiliados, que
llegaron a la India antes de Jesucristo; a Alejandro Magno y sus
ejércitos griegos; a los romanos; a la primera religión nacional que
tuvo la India (el Cristianismo); las tres versiones diferentes de una
misma historia: la historia de un príncipe piadoso de la India,
llamado San Josafat o Budasaf (la primera versión hecha por los
primeros cristianos en la India, la segunda versión contada por los
nativos de Ceilán a Marco Polo a finales del siglo Xlll, y la tercera
versión (la más moderna) escrita por budistas, y que es conocida en
estos últimos siglos como la leyenda de buda; el origen de las estatuas
de buda; el origen del nombre de buda; comentarios del misionero
Matteo Ricci sobre las tradiciones más antiguas de la China, y sobre
todo de la secta Xaca, la cual él la ve como un movimiento que basó
parte de su filosofía en las enseñanzas del Cristianismo; testimonios
de Francisco Javier; señales y símbolos cristianos en el Oriente;
huellas del Cristianismo en el budismo; persecución contra los
cristianos; expansión del hinduismo y el budismo en Norteamérica,
Europa, y otros lugares de Oriente y Occidente; la antigüedad de buda;
la antigüedad de Jesucristo; y diversos comentarios sobre el
orientalismo.
CUARTO LIBRO:
Tercera
Parte. La antigüedad de los textos hindúes (Ramayana y Mahabharata);
el sánscrito, el veda, los upanishads, los puranas, el veda tamil, el
mahabharata, la bhagavad-gita, el ramayana, poemas alvars; el hinduismo
no es tan pacífico; algunos testimonios de Misioneros y viajeros
(Francisco Javier, Alessandro Valignano, Clemente de Alejandría); el
Cristianismo en Asia; la Estela de Si-Gnan-Fu; franceses, holandeses e
ingleses; el descubrimiento de los sánscritos; influencia de los
filósofos europeos en el hinduismo y el budismo (Voltaire, Renán); la
numerología en el hinduismo y el budismo; datos numéricos que se
refieren al budismo; orientalistas (Sociedad Teosófica); la Biblia y el
Hinduismo (contradicciones); la reencarnación; la filososfía de las
castas; Gandhi (Sociedad Teosófica); nota final; Carta de Amor al
Cristianismo (“A Diognetes”).
QUINTO LIBRO:
Cuarta
Parte. Cristianos en la china. Zen, confucianismo, taoísmo y
lamaísmo; el zen (origen; ingleses, norteamericanos y Sociedad
Teosófica, dan a conocer el zen a Norteamérica y al resto de occidente
después de tomar enseñanzas del Cristianismo). Confucianismo
(enseñanzas tomadas del Evangelio: Matteo Ricci habla de ello; origen;
semejanzas entre confucianismo y catolicismo-protestantismo y entre
taoísmo y cristianismo primitivo; situación actual del confucianismo).
Lao-tsé y el taoismo (origen y evolución histórica del taoísmo popular;
influencia cristiana en el taoísmo; misioneros y viajeros del 1200
aprox. traen noticias de China, y no se hablan de Lao-tsé; biografía
de Matteo Ricci, la secta Xaca, taoísmo antiguo e interés de que
permaneciesen las tres principales sectas en China; el taoísmo en
Occidente; semejanzas entre el Tao y la primitiva comunidad cristiana:
Epífanes, Gratiano). El budismo en el Tíbet: lamaísmo (origen,
antigüedad y situación política y religiosa del Tíbet; los taschi-lamas
y los dalai-lamas: socialismo y capitalismo; falso ideal de
no-violencia de los budistas tibetanos; ingleses en el Tibet; chinos y
tibetanos en guerra; codicia de los lamas). Santo Tomás en la India y
en la China; testimonios de Matteo Ricci sobre el Cristianismo en la
China - Historia de la China y cristiana empresa...; expansión y
persecución del Cristianismo en Asia - misión nestoriana; el Preste
Juan; biografía de Oderico de Pordenone; cristianos ocultos en Fugiú y
tres efigies que representan a tres Apóstoles; la Estela China;
señales cristianas en el Tíbet; los budistas del Tibet tomaron de los
cultos cristianos. La ruta de la seda, Aurelio Stein y templos en
ruinas en Asia Central (señales cristianas; testimonio de Matteo Ricci:
el templo que antes era cristiano, después de ídolos); lamaísmo y
catolicismo; diferentes culturas en Asia. Los Apóstoles en India y
China.... Conclusión.
CRISTIANOS EN EL ORIENTE
INTRODUCCIÓN
El
Evangelio de Jesucristo fue escrito por los cuatro evangelistas:
Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Mateo y Juan eran Apóstoles; Lucas y
Marcos fueron discípulos de los Apóstoles. Junto al Evangelio, los
cristianos de los primeros siglos guardaron también con mucho cariño los
hechos de los Apóstoles. Las comunidades cristianas de los pueblos de
Occidente guardaron los hechos de los Apóstoles que habían conocido.
Igualmente, las comunidades cristianas de Oriente, guardaron también
con mucho cariño los hechos de los Apóstoles que habían predicado hasta
las tierras más distantes de Oriente.
En
el primer siglo, las diferentes comunidades cristianas de Oriente y de
Occidente, parece que guardaban todas la misma interpretación del
Evangelio, y no había muchas controversias importantes entre ellas,
excepto alguna que sí lo fue..., pues en el Concilio de Jerusalén se
reunieron Pedro, Pablo, y algunos otros Apóstoles y discípulos, para
debatir un problema que intentaba dividir a los cristianos de entonces, y
este problema era: si debían o no imponer la ley que tenían los
judíos, y que estos llamaban ley de Moisés o de la circuncisión.
Jesucristo
insistió mucho en enseñarnos que el pueblo judío no había sido fiel a
la Ley que había recibido de Dios a través de Moisés, y en el capítulo 5
de San Mateo, y en otros lugares de los Evangelios , Jesucristo nos
enseña que muchos preceptos que los judíos guardaban, como eran la ley
del talión, leyes sobres los matrimonios, leyes sobre guerras, castigos y
penas de muerte, y otras sobre lo que era puro e impuro..., no
guardaban relación con la verdadera Ley de Dios. Jesucristo había
venido a sacarnos de la confusión y a enseñarnos otra vez la Ley de Vida
y de Misericordia, dada desde el principio, que el pueblo de Israel no
había respetado. Estas cosas que nos enseñó Jesucristo respecto a las
leyes judaizantes, ya las venían avisando los Profetas Isaías (Isaías
10, 1-2), Jeremías (Jeremías 8, 8 y Jeremías 23,33-39), Ezequiel
(Ezequiel 13), Daniel (Daniel 9, 24-27 ), y otros profetas.
EL CONCILIO DE JERUSALÉN (Hechos 15)
Los
Apóstoles, en el Concilio de Jerusalén, se reunieron para detallar
estas cosas sobre la Ley, y todos acordaron que la Ley que tenían los
judíos, a través de los tiempos, algunos escribas la habían convertido
en una carga muy pesada que ningún cristiano podía soportar, y había
quedado como una ley vieja. Pero vieja..., ¿por qué...? Bien claro
está: Los preceptos que Dios nos da para que vivamos con caridad y
justicia, son preceptos de vida y son eternos..., pero muchos escribas
que copiaban las leyes no habían sido fieles a la Palabra de Dios, y
cambiaron la ley en falsedad; era una ley que estaba llena de
sacrificios, y faltaba a la caridad; por eso Jeremías les dijo:
«¿Cómo
os decís: Somos sabios y la Ley de Yavé está con nosotros?
Ciertamente la convirtieron en mentira las mentirosas plumas de los
escribas» { Jeremías 8, 8. ......... Y Jesucristo también les dijo:
«Si hubierais comprendido lo que quiere decir: «Misericordia quiero y no sacrificios», no condenaríais a los inocentes». {San Mateo 12, 7.
Las
leyes del viejo testamento estaban cargadas de preceptos sobre
sacrificios y holocaustos diciendo que eran Ley de Dios, pero Dios no
quería sacrificios, entonces aquellas leyes de sacrificios no eran Ley
de Dios. Dios quería misericordia... Y por esto mataron a Jesucristo y a
algunos de sus Apóstoles, porque se oponían a muchas leyes del viejo
testamento que seguían muchos judíos, leyes que nada tenían que ver con
la verdadera Ley de Dios, la que Dios había dado a Moisés en el
principio. Por este motivo, Jesucristo así les dijo:
"Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres". (Mateo 15,7-9
Así
lo comprendieron los cristianos del primer siglo..., y las dudas que
se habían alzado por causa de los judaizantes antes del Concilio de
Jerusalén, en este Concilio quedaron aclaradas para ellos (Hechos, 15).
Pero la insistencia de los judaizantes no acabó aquí, y estos abrieron
un juicio interminable dentro de las comunidades cristianas, juicio
que aún no ha acabado, pues después de haber pasado dos mil años aún
estamos en plena discusión..., y por lo que se ve, parece ser que los
hombres son incapaces de acabar con este juicio; la gracia de los
Apóstoles, que acabaron este juicio en el Concilio de Jerusalén,
después de los siglos no se respetó y los hombres y sus religiones
volvieron a llamar palabra de Dios y Ley de Dios a todas las leyes de
muerte y esclavitud escritas en el viejo testamento que contradicen
radicalmente la misericordia enseñada por Jesucristo.
Después
de este concilio, San Pablo sigue avisando que se tenga cuidado con
los judaizantes porque siguen insistiendo en imponer las leyes del
viejo testamento a los cristianos. San Pedro, en su segunda carta
también nos avisa que hay muchos que tuercen las cosas escritas en las
cartas de Pablo, igual que hacen con el resto de la Sagrada Escritura
(2ª Pedro 3, 16). Más tarde, San Justino (siglo ll), en su libro
titulado Diálogo con Trifón, también nos avisa que los judíos cambiaban
las escrituras del Antiguo Testamento con intención de cambiar las
profecías respecto a la Virgen, Jesucristo, y otras cosas importantes
para los cristianos.
En
los siglos ll y lll las comunidades cristianas se fueron contaminando
otra vez con aquella carga tan pesada de los preceptos del viejo
testamento, y en el siglo lV, apoyadas por los emperadores de Roma, las
leyes cueles del viejo testamento que nadie podía soportar, volvían a
ser impuestas a todas las comunidades cristianas. Así, muchos libros de
estas comunidades fueron quemados, y muchos cristianos fueron
perseguidos.
Los
Apóstoles ya habían establecido las bases de la fe cristiana, y éstas
eran: que los cristianos no tenían que cumplir las leyes crueles del
viejo testamento..., y que la libertad y la misericordia que había
predicado Jesucristo era la única Ley dada por Dios a Moisés, y la única
que debían guardar los cristianos (Concilio de Jerusalén, Hechos de
los Apóstoles, 15). Todos los mandamientos que nos enseñó Jesucristo
en el Evangelio se basaban en la única y verdadera Ley de Dios enseñada
por Jesucristo que así nos dice:
«Todo lo que queráis que hagan con vosotros los hombres, hacedlo vosotros con ellos, porque ésta es la Ley y los Profetas» {San Mateo 7, 12.
Los
libros históricos incluidos en el viejo testamento son muy importantes
porque contienen la historia más antigua a la que pueden remontarse
los hombres, y los libros proféticos también son muy importantes porque
contienen las profecías que habían de cumplirse..., y entre ellas, la
esperanza de Israel: la Venida del Mesías (el Nacimiento de
Jesucristo). Estos libros proféticos también nos avisan que muchos
escribas cambiaban la ley de Dios en mentira, como hemos comentado
anteriormente. Entonces, el problema del viejo testamento para los
cristianos no radicaba en estos libros históricos y proféticos
especialmente, sino en aquellos que contenían la ley del Talión, y otras
muchas leyes referentes a sacrificios, castigos de muerte, sexualidad,
impureza, y otras..., que eran contrarias a la Ley misericordiosa de
Jesucristo.
El
sentimiento cristiano verdadero de los primeros siglos se mantenía
vivo en muchas almas, en todos los pueblos hasta donde habían llegado
los Apóstoles y los primeros cristianos..., desde España, hasta la
China, pasando por todos los pueblos de Europa, Medio Oriente y Asia.
Estas almas eran la iglesia oculta, perseguida, y la iglesia de muchos
misioneros de buena voluntad que no podían hablar libremente todo lo
que sentían, pero que, a través de los siglos, lograron que el
Evangelio llegara a todos los pueblos del mundo. Es cierto que detrás
de muchos de estos misioneros llegaban otros con interpretaciones
nocivas y leyes de hombres, pero el Evangelio, aun con mucho esfuerzo,
llegaba a todos los pueblos..., para que los hombres de buena voluntad
que tenían que recibir la Ley de Dios, la recibieran y pudieran
descubrir, con la ayuda de Dios, lo que era trigo y lo que era cizaña.
Y en este esfuerzo de los Apóstoles y de estos misioneros de buena
voluntad, es en lo que nos centramos para hacer este estudio.
Nuestro
esfuerzo está dedicado a recordar esta historia y estos hechos de los
primeros cristianos y de muchos otros cristianos que los siguieron
después, cristianos que llegaron a muchas partes del mundo, incluidos la
India, la China y muchos otros lugares del Oriente..., hechos que
muchos desean olvidar pero que nosotros guardamos en nuestro corazón con
mucho reconocimiento, cariño y amor.
Sigue en el capítulo 1.
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رسائل 2 من 132 في الفقرة |
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CAPÍTULO 1
LOS PRIMEROS CRISTIANOS QUE LLEGARON AL ORIENTE
LOS APÓSTOLES
Los
griegos y después los romanos, en sus conquistas, siguiendo el camino
de la ruta de la seda, llegaron hasta la India; y por esta misma ruta
llegaron también judíos y cristianos. Los Apóstoles San Bartolomé y
Santo Tomás, siguiendo también estos caminos, llegaron hasta la India y
predicaron El Evangelio.
Nuestro sentimiento nos empuja a
recordar los hechos de aquellos dos Apóstoles, San Bartolomé y Santo
Tomás, que más se separaron de su tierra natal para llevar el Evangelio
hasta lugares tan extremos de Oriente, como la costa oriental de la
India y las tierras de Catay (la China). Sin embargo, antes de entrar en
detalle sobre los hechos de estos dos Apóstoles, queremos recordar
aquí también a los demás Apóstoles como un homenaje a todos los
cristianos.
xxxxx xxxxx xxxxx
Palestina
es una pequeña región que se extiende desde el desierto del Tih, cerca
del Sinaí y llega hasta las montañas del Líbano. El famoso río Jordán
divide a Palestina en dos partes. Gran parte de esta tierra es fértil
y muchas de sus ciudades están rodeadas de naranjos, palmeras, olivos,
almendros, etc. Fue la tierra elegida de Dios y tierra reconocida por
los cristianos como Tierra Santa, porque allí nació y se crió
Jesucristo, y predicó El Evangelio hasta su muerte.
Jerusalén es la capital de Palestina, y muy cerca de ella se encuentra Belén, pueblo pequeño donde nació Jesucristo.
Después
de la muerte de Jesucristo, Jesucristo resucitó y se apareció a sus
discípulos, y les mandó que predicaran El Evangelio en todos los
pueblos, y que bautizaran a todos los creyentes en el Nombre del Padre y
del Hijo y del Espíritu Santo. Los nombres de los doce Apóstoles
eran: Simón, a quien El Señor puso el sobrenombre de Pedro; Santiago
(el Mayor), hijo de Zebedeo; Juan, hermano de Santiago; Andrés; Felipe;
Bartolomé; Mateo; Tomás; Santiago (el Menor), hijo de Alfeo; Tadeo;
Simón cananeo y Judas Iscariote. Judas Iscariote fue el traidor que
entregó a Jesucristo a los judíos por treinta monedas de plata, y
después, atormentado por este crimen, se ahorcó.
Los
Apóstoles, después de ascender El Señor a los cielos, cuando aún se
hallaban todos reunidos en Jerusalén, sintieron la inspiración de
escoger al Apóstol que faltaba para seguir siendo doce, y entre todos
los varones que más habían acompañado a los Apóstoles y a Jesucristo, se
presentaron dos: José Barsaba, llamado Justo, y Matías. Y orando,
dijeron: «Tú Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál
de estos dos escoges.......» «Echaron suerte sobre ellos y cayó la
suerte sobre Matías, que quedó agregado a los once Apóstoles» {Hechos,
1.
Pronto,
los Apóstoles sintieron la llamada del Señor, que los mandaba
distribuirse por todos los pueblos de la tierra que ellos pudieran
alcanzar, para llevar a todos los hombres y mujeres que pudieran la
Buena Nueva del Evangelio. Debemos recordar con cariño también no sólo a
los Apóstoles, sino a todos aquellos discípulos de Jesucristo y de los
Apóstoles que también los acompañaron, ayudaron, y muchos de ellos
dieron su vida también, igual que los Apóstoles, para que florecieran en
todas partes Comunidades Cristianas.
JESUCRISTO Y SAN JUAN BAUTISTA: Murieron en Jerusalén. En este lugar también fueron perseguidos muchos cristianos.
SAN
JUAN APÓSTOL: Marchó a Efeso, y luego fue desterrado a la isla de
Patmos. Fue un gran Evangelista y luchador por la causa de Jesucristo, y
de él se recuerdan muchos milagros. Murió de anciano.
SAN
FELIPE: Marchó a Escitia y luego a Hierápolis, en Frigia. Sus hechos
son admirables, y murió crucificado como Nuestro Señor.
SAN
ANDRÉS: Marchó a Escitia, después a los sogdianos y a los pueblos de
Etiopía y otros lugares. Su predicación fue acompañada de muchos
milagros. Murió en Acaya, durante el imperio de Nerón. Murió
crucificado, pero no clavado, sino atado con sogas para que su tormento
durara más.
SAN
SIMÓN Y SAN JUDAS TADEO: El primero predicó en Egipto y el segundo
en Mesopotamia. Después los dos marcharon a Persia. Predicaron en
Babilonia y en diversas partes del país, hasta llegar a una ciudad muy
importante llamada Suamir. Los sacerdotes de los ídolos, al ver los
milagros que realizaba Dios a través de los dos Apóstoles, montaron en
tanta cólera, que abalanzándose sobre Simón y Judas, los despedazaron.
SAN
MATEO: A este Apóstol le correspondió predicar en Etiopía. Antes de
que los Apóstoles se separasen para predicar, San Mateo había escrito su
Evangelio, siendo el primero de los Evangelistas, haciéndolo en lengua
hebrea o siriaca, que era la común entre los hebreos. San Mateo en
Etiopía sufrió muchas calamidades y convirtió a muchos a la fe de
Jesucristo. Murió atravesado por las lanzas de los ministros del rey
Hitarco.
SANTIAGO
EL MENOR, HIJO DE ALFEO: Era tenido por los demás Apóstoles en gran
consideración y aprecio. Ananías, sumo sacerdote de Jerusalén, amenazó a
Santiago para que no predicara en Jerusalén, pero Santiago aprovechó
en la fiesta de Pascua, ya que habían acudido a Jerusalén muchos
judíos, y subió a lo alto del templo, a una especie de azotea, para
predicarles. Y les predicó a Cristo, y muchos cristianos le escucharon
con alegría. Sin embargo, los sacerdotes subieron a lo alto del
templo, se apoderaron de Santiago, y lo arrojaron desde lo alto. El
santo Apóstol no murió enseguida, y con las fuerzas que aún le quedaban
aún pidió perdón para aquellos que le habían hecho tanto daño. Pero
muchos judíos le rodearon y, sin piedad, comenzaron a lapidarle.
Santiago el Menor había sido jefe de la Iglesia de Jerusalén durante 33
años.
MATÍAS:
Fue el Apóstol que había sido escogido en el lugar de Judas
Iscariote. Los Apóstoles presentaron a dos de los discípulos que más les
habían acompañado, y después de orar, lo echaron a suertes para que
Dios escogiera entre ellos. Fue escogido Matías. A San Matías le
correspondió predicar en el reino de Judea, y durante más de 30 años
predicó también en Etiopía. La muerte de San Matías está referida en el
libro de los condenados, donde se consignaban las condenas de muerte de
los cristianos por haber “violado la ley de Moisés”, según decían
ellos; también allí estaban consignados San Esteban y los dos
Santiagos. Los judíos sentenciaron a San Matías a ser apedreado. Los
romanos que gobernaban aquella provincia, horrorizados por este
suplicio, se acercaron al santo, que ya estaba muy mal herido, y
acabaron de matarle cortándole la cabeza.
SANTIAGO
EL MAYOR, HIJO DE ZEBEDEO: Este Apóstol y Juan, su hermano, fueron
llamados por Jesús Hijos del Trueno. Y más tarde, a Santiago el Mayor,
se le llamó también luz y Patrón de las Españas. Predicó Santiago en
Jerusalén y en Samaría. Llegó a España, donde permaneció algún tiempo
predicando, convirtiendo a nueve discípulos. Dice la tradición que en
España se le apareció la Virgen, y que le animó a que siguiera
predicando en España. Después de su predicación en España, Santiago
volvió a Jerusalén, donde fue martirizado. Allí, antes de morir,
predicó con gran fervor El Evangelio de Jesucristo. El rey Herodes,
para contentar a los judíos, que odiaban a Santiago, ordenó que le
degollasen. Dice la tradición que sus discípulos lo trajeron a España
para ser enterrado.
SAN
PEDRO: Fue llamado príncipe de los Apóstoles. Pedro predicó con
tanto amor a Jesucristo, que convirtió a muchísimos en Jerusalén, que
luego se bautizaron. Intervino en el Concilio de Jerusalén y apoyó a
Pablo, diciendo que a los cristianos no se les debía imponer ni la
circuncisión ni las leyes judías. Predicó también en Lidia, Sarón,
Jopé, El Ponto, Galacia, Capadocia, Asia, Bitinia, y otras ciudades.
Marchó el santo Apóstol a Roma acompañado de su discípulo San Marcos,
que después escribió el Evangelio. Iba llegando el momento en que San
Pedro y San Pablo morirían, y los discípulos de San Pedro pidieron a
éste que saliese de la ciudad. San Pedro salió de Roma, y en un lugar
llamado «Santa María ad Passus» se le apareció Jesús. Cuando San Pedro
le preguntó al Señor que dónde iba, El Señor le respondió que a Roma, a
morir crucificado otra vez. Entonces San Pedro comprendió que debía
volver a Roma dispuesto a morir, y así lo hizo. Nerón prendió a San
Pedro y a San Pablo, y mandó que San Pedro fuese crucificado y San Pablo
degollado; pero antes fueron azotados cruelmente. San Pedro y San
Pablo se despidieron con gran amor y ternura antes de ser separados para
morir. San Pedro pidió que le crucificaran con la cabeza hacia abajo,
porque no quería morir como Jesucristo, por no sentirse digno de ello.
Ya en la cruz, antes de morir, habló a la multitud para que creyesen
en Jesucristo, y después murió.
SAN
PABLO: Aunque no es uno de los doce, fue considerado el Apóstol de los
gentiles, y se hizo acompañar de varios de sus discípulos por las
diversas ciudades donde predicaba. Uno de sus acompañantes fue San
Bernabé, y otro San Marcos. A este fervoroso cristiano, San Pablo, se le
atribuyen varias cartas doctrinales. Desde Jerusalén marchó a Damasco,
y luego estuvo en Derbe, Listra, Iconio, Antioquía, Chipre, Siria,
Cilicia, Macedonia, Atenas, y otros muchos lugares, llegando hasta Roma.
En el concilio de Jerusalén, junto a Santiago y Pedro, defendió la
libertad cristiana, frente a las leyes judaizantes. Este Apóstol fue un
gran misionero y sufrió mucha persecución. En Jerusalén fue acusado por
los judíos y los romanos, y encadenado lo llevaron hasta Roma, y allí
estuvo preso.
A los 12 años del imperio de Nerón, éste lo mandó
prender juntamente con el Apóstol San Pedro, y a San Pablo mandó
decapitarlo. El lugar donde fue decapitado se llama “las tres
fontanas”.Todos estos Apóstoles, junto con muchos discípulos, predicaron
El Evangelio de Jesucristo e hicieron que en el mundo de Occidente
brotaran miles de comunidades cristianas, y así es como se conoció El
Evangelio en el mundo de Occidente hasta entonces conocido.
LOS APÓSTOLES DE ORIENTE
BARTOLOMÉ Y TOMÁS LLEGARON AL ORIENTE
SAN
BARTOLOMÉ: No nos han llegado las actas más antiguas de los hechos
de San Bartolomé, y las que se conservan datan de entre 450 y 550,
procedentes de la provincia oriental del Imperio Bizantino y de origen
nestoriano. El Homiliario cristiano Armenio nos indica que el Apóstol
San Bartolomé predicó el Evangelio hasta la ciudad de Edén. Eusebio de
Cesárea también nos cuenta que San Panteno (siglo ll) en su viaje que
hizo a la India encontró allí las comunidades cristianas fundadas por
San Bartolomé.
Cuando
San Bartolomé llegó a la India, la idolatría, la superstición, y los
sacrificios a los ídolos invadían aquellas tierras, como nos dicen sus
hechos. Dios le escogió para a través de él hacer allí muchos milagros, y
muchos enfermos le seguían con la esperanza de ser curados. Llegó
hasta la corte del rey Polimio, en Armenia, y curó a la hija de éste de
una terrible enfermedad. El rey quiso recompensarle con riquezas, pero
San Bartolomé no las aceptó, sino que predicó al rey ampliamente la
doctrina de la Redención. Este rey se convirtió a Jesucristo, pero su
hermano, Astiages, adorador de los ídolos, cuando ascendió al trono, se
enfureció contra San Bartolomé, y mandó que apalearan al Apóstol, y
después de darle una enorme paliza, lo desollaron vivo. Polimio,
después de la muerte del Apóstol, dirigió la Iglesia de aquella parte
del mundo a lo largo de veinte años. Los hechos de San Bartolomé
también nos recuerdan varios de los milagros que hizo el Señor a través
del Apóstol después de su muerte.
SANTO
TOMÁS: Después de que recibieron el Espíritu Santo todos los
Apóstoles, Santo Tomás, predicó en Jerusalén y Judea, y luego marchó a
predicar a Oriente. Y según la tradición, allí encontró a los tres
sabios de Oriente (los que fueron un día a Belén a adorar al Niño Jesús)
. Los bautizó y los tomó por compañeros en sus trabajos y en su
predicación. Con él estaba también Tadeo, uno de los doce discípulos,
que más tarde iría a predicar El Evangelio a Agabaro, rey de Edesa.
Santo Tomás predicó a los medos, persas, hircanos, y brahmanes, llegando
hasta la India.
También
estuvo en Etiopía, donde bautizó a muchos discípulos. Estuvo en muchos
países, y llegó hasta la China, pero donde más tiempo permaneció fue
en la India Oriental. Allí hizo Dios a través de Santo Tomás muchos
milagros y muchas conversiones. Sin embargo, los brahmanes o
sacerdotes de los ídolos se llenaron de odio contra Santo Tomás, y un
día, hallándose el santo Apóstol en una cueva, cerca de la ciudad,
haciendo oración, y arrodillado ante una cruz que tenía esculpida en una
piedra, se lanzaron sobre él los brahmanes y uno de ellos le atravesó
con una lanza, matándole. Sus discípulos tomaron el cuerpo de Santo
Tomás y lo sepultaron en la misma iglesia que él mismo había hecho
edificar. Todo esto ocurría en el primer siglo de nuestra era, cerca
de la ciudad de Meliapur, junto al golfo de Bengala. Gobernaba en aquel
tiempo aquella ciudad el rey Sagamo.
Según
la tradición, un discípulo de Bardesanes compuso hacia el año 200 los
Hechos de Tomás. Las Escrituras que narran los hechos de Juan, Pedro,
Pablo, Andrés y Tomás fueron prohibidas y arrojadas a la hoguera en el
siglo V por orden del sumo pontífice León el Grande, que las tachó de
peligrosas mentiras heréticas.
En la India se mantiene la tradición de que Santo Tomás llegó allí por el camino de la seda, que atravesaba Persia y el Tíbet.
Los
Hechos de Tomás, conservados en el Este de Siria, sobre todo por los
cristianos caldeos, comienzan hablándonos del reparto que se hicieron
ellos mismos para evangelizarlos. Estos informan que Santo Tomás fue
enviado a Gundapher, rey de los indios. Según una tradición de los
cristianos de Santo Tomás, habría fundado en estos territorios siete
protocomunidades.
Sigue en el capítulo 2.
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رسائل 3 من 132 في الفقرة |
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Capítulo 2
COMENTARIO A LA HISTORIA DE LA INDIA DESDE ANTES DE JESUCRISTO:
Los
historiadores, como Heródoto, Arriano y otros, no ven en los pueblos
que ellos conocen de la India ninguna religión grande y extendida.
Mayormente ven ignorancia, superstición, y muchas tradiciones dignas de
pena... Las primeras conquistas extranjeras de la India de las que se
tiene noticias fueron las de Darío del imperio persa, que llegó hasta
las mismas puertas del Punjab y dominó la región al oeste del Indo, que
quedó incorporada al imperio persa.
Después
de estas conquistas, Alejandro Magno conquistó el Irán y también llegó
hasta las tierras bañadas por el Indo; atravesó el río Hydaspes y
llegó hasta el Hifasis, sin embargo, sus soldados no quisieron seguir
más lejos, por aquellas desconocidas tierras de la India. Después
marchó contra Magadha, se apoderó del trono y estableció su dinastía en
estas tierras de la India. Su capital fue Palibothra (323-322).
La
India y Siria fueron colonizadas por sucesivas expediciones de
griegos: Alejandro; Antíoco; Eucrátides, 175; Menandro, 155, etc. Y
desde entonces empezaron a dominar los griegos sobre la India.
También los romanos siguieron
a los griegos en estas conquistas de la India y de la China, buscando
la ruta de la seda. Después de los griegos quisieron invadir el
Oriente, atraídos por las riquezas que allí se encontraban, pero su
invasión fue parada por los partos y otros pueblos de Asia. Estos
últimos acontecimientos ocurrían ya bien entrado el primer siglo de
nuestra era.
Los judíos,
por otra parte, también afirman que sus comunidades llegaron a la
India quinientos años antes de Jesucristo, sobre todo los judíos que
habitan en Kerala, al sur de la India. Muchos judíos, como nos dice la
Biblia, se dispersaron por muchos pueblos muy alejados de Palestina,
después de la destrucción del primer templo de Jerusalén por los
ejércitos babilonios de Nabucodonosor, 600 años antes de Jesucristo,
aproximadamente.
También
se dispersaron muchos judíos de Palestina después de la segunda
destrucción del templo de Jerusalén. Esta destrucción fue llevada a cabo
en el año 70 después de Jesucristo por los ejércitos romanos mandados
por el general Tito.
Muchos
judíos habitaron en Mesopotamia durante el imperio de los partos
(siglo ll antes de Jesucristo). Luego, muchas de estas comunidades
judías, se extendieron por Persia, Armenia, Afganistán y la India.
En
todos estos detalles anteriores nos hemos remontado desde el principio
de la historia de estos pueblos, hasta el siglo primero después de
Jesucristo, y vemos que la historia nos narra cómo los imperios más
antiguos del mundo, como los medos, los persas, los griegos, los romanos
y judíos, influyeron directamente en transmitir sus culturas a los
habitantes de la India.
Pero,
sobre todo, los que más influyeron en transmitir su cultura y
religión, desde el primer siglo de nuestra era, fueron las comunidades
cristianas. Desde la llegada de los Apóstoles se fueron extendiendo
estas comunidades por toda Asia, y en tiempos de las primeras invasiones
mahometanas de la India, siglo Vlll, nos cuentan los historiadores
cristianos de aquellos tiempos, como el metropolitano nestoriano Mar
Abraham y otros misioneros, que las comunidades cristianas en la India y
en otros muchos lugares de Asia, eran numerosísimas.
Hay
que destacar que desde los siglos V al Vlll, existían dos grandes
comunidades cristianas en Asia: los cristianos de Santo Tomás, que
habitaban al sur de la India, sobre todo en las ciudades de las costas, y
los cristianos nestorianos, también llamados caldeos, que se
extendieron por toda Asia, llegando hasta el Tíbet y la China.
A partir de la dominación árabe,
muchas de estas comunidades fueron despareciendo, y cuando el famoso
mercader veneciano Marco Polo llegó a estas tierras de Asia, él nos
describe en sus relatos que encontró a estas comunidades ya muy
perseguidas por diversas corrientes religiosas enemigas de los
cristianos que desde hacía bastante tiempo se iban desarrollando.
Después de Marco Polo hicieron
muchos esfuerzos franciscanos, jesuitas, y otros misioneros de otras
órdenes, en propagar el Evangelio y hacer grandes comunidades cristianas
en Asia. Pero la persecución iría cada vez más en aumento contra los
cristianos, y también por las luchas internas, entre las diferentes
confesiones cristianas, como eran los cristianos de Santo Tomás,
cristianos nestorianos y católicos.
En
estos últimos años, la gran mayoría de estas comunidades cristianas,
que llegaron a ser tan numerosas en Asia en la Edad Media, han
desaparecido casi por completo, y las últimas noticias que nos llegan
casi diariamente, son desastrosas en cuanto a los pocos cristianos que
quedan ya, sobre todo en Asia y en África. Son muchos los que han sido
perseguidos y muertos, pues en muchos de estos pueblos llamarse
cristiano hoy día es correr un gran peligro.
RELACIONES ENTRE PERSIA, EDESA Y EL ORIENTE, Y LA EXPANSIÓN MISIONERA EN EL ORIENTE
En
los primeros años del Cristianismo, y ciertamente antes de finales del
s. ll, parece que los cristianos de la India tenían relaciones con la
Iglesia de Edessa. En los alrededores de Edesa se habían encontrado los
Hechos de Tomás (Acta Judae-Thomae), y también un Evangelio arameo o
siríaco, que había encontrado en la misma India San Panteno. Y ya, desde
el 325, Edesa mantenía estrechas relaciones con la Iglesia Cristiana
de Persia :
EDESA:
Antigua ciudad mesopotámica (actual URFA, en Turquía), ocupada por los
asirios y ampliada después por Seleuco l , se llamó Antioquía bajo
Antioco Vll y en la época bizantina fue un importante centro cristiano,
donde se encontraba una escuela cristiana y algunos monasterios, hasta
que cayó bajo la dominación árabe en el año 639.
SOBRE LOS HECHOS DE BARLAAM Y JOSAFAT
La
actividad misionera de los cristianos nestorianos siempre tuvo un
contacto bastante frecuente con las Comunidades Cristianas de la India,
desde los primeros siglos. Mientras esta actividad misionera
cristalizaba más ampliamente en la India, centro de Asia y China, los
Cristianos de Santo Tomás en la India sufrían mucha persecución, a la
vez que hacían muchas conversiones, según nos cuenta la historia.
Una
de éstas, de la que queremos hablar ahora, es la de un príncipe indio
llamado Josafat. Esta historia se cree que fue recogida por los
misioneros nestorianos, y se daba a conocer seguidamente a las
Comunidades Cristianas de Occidente.
Según
la tradición fue escrita y llevada a Jerusalén por San Juan Damasceno
(siglo VII), siguiendo la tradición de los Cristianos de la India.
Barlaam, asistido por la gracia divina, convirtió al Cristianismo al
príncipe Josafat, llamado también Budasaf por otros escritores, cuando
ya la religión cristiana se había desarrollado grandemente en la India, y
todas estas tierras estaban llenas de predicadores y de monjes.
Se
conservan algunos manuscritos griegos sin datación sobre la historia
de Josafat y Barlaam, que pueden remontar su antigüedad hasta el siglo
X. El más antiguo de los datados que se conservan es de 1021 (ms. V.
3692 de Kíev), que fue descubierto en Odessa y que procede de Atos.
Según
cuentan estos hechos, un rey de la India llamado Abenner, muy enemigo
por cierto de los cristianos, que no tenía hijos, después de mucho
tiempo esperando un hijo, por fin la Providencia le dio uno, y le dio el
nombre de Josafat.
Cuando
nació el niño llegaron al palacio muchos astrólogos para predecir el
futuro del niño, y entre ellos el último que habló le dijo al rey que
aquel niño no sería el heredero de su padre, sino que se convertiría a
la religión de Jesucristo. El rey se asustó mucho por esta predicción y
quiso aislar al niño del contacto de los cristianos, y para ello mandó
construir un gran palacio y allí mantuvo al niño hasta que fue mayor,
rodeado de placeres.
Un
día, ya siendo hombre, cuando iba de paseo con unos acompañantes,
encontró a dos hombres, uno de ellos era ciego y el otro leproso, y esto
le produjo una gran tristeza. Poco tiempo después, paseando por el
campo, encontró a otro hombre muy viejo, todo encorvado y con la cara
llena de arrugas.
Al
ver el estado tan penoso de aquel hombre preguntó a sus acompañantes
que a qué se debía tanta desgracia. Luego se preguntó a sí mismo y
preguntó a los demás sobre la muerte, pero nadie le supo contestar de
forma que calmara su ánimo.
Y
así permaneció triste mucho tiempo, hasta que un día encontró a
Barlaam, Santo predicador cristiano, y encontró en este hombre todas sus
respuestas.
Cuando
el monarca se enteró de que su hijo se había hecho cristiano calló
enfermo de indignación. Fueron muchas las cosas que intentó el rey para
seducir a su hijo, pero todas estas cosas no vencieron a Josafat, pues
éste pidió ayuda a Dios en la Oración y logró escaparse de todas las
trampas. Después, lleno de alegría y confirmado en las enseñanzas
cristianas, huyó al desierto, donde vivía Barlaam, y encontrándolo se
quedó a vivir con él con mucha alegría. Estos dos cristianos llegaron a
ser tan amigos, que cuando murieron los enterraron a los dos juntos.
Esto fue por obra y conocimiento del rey que gobernaba aquellas tierras
en aquel tiempo, llamado Baraquías.
Este
pequeño relato, resumen de los hechos de estos dos santos, sólo recoge
el recuerdo de unas pocas maravillas de las muchas que hizo Dios a
través de ellos. Es un gran ejemplo de humildad y reconocimiento del
amor que se debe a Jesucristo y a su Evangelio.
Este
ejemplo también fue conocido en la India y otros lugares de Asia por
grupos religiosos orientales, que tuvieron en cuenta este ejemplo para
enriquecer sus enseñanzas.
MARCO POLO LLEGA A LA ISLA DE CEILAN A FINALES DEL SIGLO XIII.
Marco
Polo en uno de sus últimos viajes por las tierras y mares de Oriente,
llegó a la famosa isla de Ceilán y allí descubrió que los nativos de
esta isla recordaban un relato muy parecido a los hechos de Barlaam y
Josafat..., pues ellos recordaban que sus antepasados habían venerado
siempre a un príncipe llamado Sagamoni que había llegado a esta isla
huyendo de la vanidad y los lujos que le ofrecían en su palacio,
buscando a su Creador para encontrar la verdad y para servirle.
El
relato de Marco Polo en cuanto a este príncipe te deja sobrecogido por
el parecido que tiene con los hechos de Barlaam y Josafat. Las
principales y más conocidas religiones del Oriente recogen en sus
enseñanzas y ejemplos muchos ejemplos que tienen una raíz común con el
Cristianismo.
Éste
fue el legado que dejaron todos aquellos héroes llamados Apóstoles y
discípulos de Jesucristo para los habitantes de todas aquellas tierras
que conocieron desde el primer siglo las enseñanzas del Evangelio de
Jesucristo.
Por
motivos de las grandes persecuciones, durante mucho tiempo muchas
comunidades cristianas quedaron aisladas, y tuvieron que respetar y
aceptar las tradiciones que les envolvían. Esto hizo que los nativos de
aquellas naciones confundieran, en parte, las enseñanzas cristianas con
sus símbolos, tradiciones y costumbres.
Por
eso, los nombres de sus héroes y dioses pueden ser diferentes, según
las tradiciones de estos pueblos, pero la marca inconfundible de la
enseñanza de Jesucristo es común durante siglos para todas las
corrientes religiosas desarrolladas en Oriente…, desde confucionistas,
taoístas y bonzos adoradores de xaca, en la China, hasta las diversas
corrientes hinduistas, jainistas y budistas, en la India y otras partes
de Asia.
De entre
todas estas corrientes religiosas, la más parecida a los cristianos
católicos, por algunas de sus enseñanzas y prácticas religiosas, es el
lamaísmo. Muchos que han vivido en el Tíbet y han conocido esta
corriente religiosa han llegado a llamar a esta religión: el
catolicismo amarillo o de Oriente.
Sigue en el capítulo 3.
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Capítulo 3LOS NESTORIANOS
Según
nos cuentan estos hechos anteriores, en el siglo lV los Cristianos en
la India sufrían persecuciones grandes y terribles ; pero también
conseguían conversiones que les llenaban de esperanza y alegría. Por
otra parte, y como hemos dicho anteriormente, algunos historiadores
creen que desde el siglo ll estos Cristianos de la India ya tenían
algunos contactos con los misioneros cristianos que venían de Siria y
Medio Oriente. Y en el siglo V parece ser que se habían unido a la sede
de Seleucia-Ctesifonte, cuando comenzaba a reafirmarse la iglesia de
Persia o Mesopotamia.
En
los relatos de los franciscanos y dominicos se recuerda la actividad
misionera de los nestorianos. Esta predicación misionera comenzó en
tiempos del patriarca Mar Abha el Grande (540-552), defensor de la
Iglesia persa. En el siglo VII se produjo una gran expansión del Islam, y
ante esta amenaza y persecución, los nestorianos llegaron en los
siglos Vl-Vlll hasta China, Asia Central y la India. Uno de los
monumentos cristianos nestorianos es el de Sianfú (781) (de la
provincia china de Schensi), que contiene parte de la fe cristiana de
los nestorianos. Con inscripciones sirias y chinas también se informa
sobre el viaje misionero de Alofén a China (año 635) y de cómo le
recibió el emperador Tai Tsung.
La
expansión de los Cristianos nestorianos por toda Asia está
testimoniada ampliamente por muchas señales, muchos historiadores, y
por muchos misioneros y viajeros, que conocieron estas comunidades en
Asia. Pero si grande fue su expansión, también está testimoniada la
terrible persecución que han sufrido durante todos estos siglos, hasta
casi su total exterminio, por diversas corrientes religiosas del
oriente enemigas del cristianismo.
Estas
comunidades cristianas sirias, más tarde llamadas comunidades
nestorianas, desde que el patriarca Nestorio de la iglesia siria se
apartó de Roma, se cree que siempre tuvieron contacto desde los primeros
siglos con los cristianos de Santo Tomás de la India (Goa, Kerala,
Malabar, etc.), pues cuando los portugueses, y los misioneros que con
ellos iban, llegaron a la India en el siglo XV y conocieron estas
comunidades de cristianos de Santo Tomás, estos cristianos ya seguían
las tradiciones de rito caldeo o nestoriano, pues ofrecían obediencia a
los patriarcas caldeos y tenían metropolitanos (obispos).
Los
misioneros nestorianos pronto llegaron hasta Asia Central y China, y
según las crónicas nestorianas, en el siglo V ya había comunidades
cristianas nestorianas en Sistan, Merw, Herat y en las orillas del golfo
Pérsico.
Los
heftalitas de Bactriana solicitaron un obispo en el año 549 y
Samarcanda se convirtió en obispado en el siglo VI-VII. El Katholikos
Timoteo l (patriarca nestoriano), 780-823, que organizaba en aquel
tiempo las misiones, nos ofrece la voluminosa correspondencia que nos
informa de la actividad misionera de los nestorianos en todo el centro
asiático, China, Tíbet, y otros lugares de Asia, que tenían
metropolitanos y cientos de miles de fieles por todas las comunidades.
El
emperador chino Tay-sung acogió al misionero nestoriano O-lo-pen; hizo
traducir los libros cristianos que éste traía y publicó un edicto a
favor del cristianismo; hizo que se levantara un templo cristiano y que a
su servicio estuvieran 21 sacerdotes. Según la estela de Singanfu, los
emperadores siguientes, como Kao-sung, sucesor de Tay-sung,
construyeron templos cristianos en todas las ciudades de su imperio. Al
monje O-lo-pen se le concedió el título de Gran General para todo el
imperio. Muchas familias se convirtieron al Cristianismo. Pero a partir
del año 699 comenzaron las primeras persecuciones por parte de los
idólatras de la China, y se cree que murieron muchos cristianos.
Son
muchos los testimonios que nos indican que el Cristianismo llegó a
muchas partes del Oriente, desde los primeros siglos. Después de los
portugueses y españoles, a partir del 1600, llegaron los holandeses,
franceses e ingleses a la India y a China, aprovechándose de las rutas
abiertas ya por los primeros descubridores. También disputaron las
tierras conquistadas a los primeros conquistadores y se establecieron en
ellas. Finalmente la India, y otras muchas partes del Oriente, pasaron
a ser colonias inglesas.
NESTORIO
Nos dicen
los historiadores que entre todas las comunidades cristianas separadas
de Roma la más antigua es la de los nestorianos. Ellos dicen que su
doctrina procede directamente de los Apóstoles y fue Nestorio el que
les siguió a ellos y no ellos a Nestorio.
Se dice que la
religión católica en el Concilio de Éfeso condenó a Nestorio como
equivocado y lo desterró, y desde entonces, la escuela catequética de
Edesa, de Siria, que pertenecía al imperio romano desde el 435, pasó a
ser el centro principal del nestorianismo.
EXPANSIÓN DEL CRISTIANISMO EN ASIA:
La
invasión musulmana del 637, en guerra contra los católicos, respetó
sin embargo, a los cristianos nestorianos en ese tiempo, y la corte de
los califas se llenó de médicos y astrónomos nestorianos, sobre todo
durante los califatos de Al-Manzor y de Harum Al-Rasid.
Los
nestorianos también evangelizaron a los turcos, y convirtieron a su
rey, y los Keraítas, habitantes de Mongolia, se convirtieron en masa al
cristianismo nestoriano en el 1007. También se convirtieron en el siglo
Xll los Ongüt, que guardaban las fronteras de China y Mongolia.
Gengis Khan
Keraítas
y Ongüt fueron más tarde derrotados por Gengis Khan, que unió al
pueblo mongol, que llegó a ser un fuerte imperio desde el siglo Xll.
Los mongoles conocieron también el cristianismo y muchos de ellos,
incluso príncipes y reyes, se hicieron cristianos. Los historiadores
están de acuerdo en que los mongoles fueron respetuosos con los
cristianos, excepto en algunas ocasiones, y en muchos casos los
defendieron y los apoyaron, sobre todo cuando los mahometanos
comenzaron a desarrollarse por Asia Central.
El
rey mongol Ghazan, convertido al mahometismo, a partir del 1295 diezmó
la población cristiana. Más tarde, la paciente labor del patriarca
nestoriano (katholicos) logró calmarle, convertirle al cristianismo, y
hacerle comprender sus errores. Pero Oldjaïtu, que subió al poder en el
1306 y se convirtió al mahometismo, hizo una matanza general de
cristianos en Arbelas. En tiempos de estas persecuciones dirigía la
iglesia nestoriana el anciano Yahballaha, y la iglesia nestoriana
contaba con 30 provincias eclesiásticas. Existían comunidades
nestorianas desde el golfo Pérsico hasta Manchuria, y algunas ciudades
eran cristianas en su totalidad.
El famoso Preste Juan
Entre
los keraítas que habitaban en Mongolia se podían contar hasta cerca de
200.000 convertidos al cristianismo. También los Ongüt recibieron la
misma fe y un príncipe de esta tribu fue el famoso Preste Juan..., lo
menciona por primera vez Otto de Frisinga en el año 1145, en una carta a
Honorio lll. Como hemos dicho anteriormente, los Keraítas y los Ongüt
fueron derrotados por Gengis Khan. Sin embargo, respetó la fe de estos
pueblos y sus descendientes tomaron esposas cristianas. Algunas,
descendientes también del famoso Preste Juan.
De
toda esta expansión de los nestorianos se conservan muchos monumentos
que se han ido encontrando a partir de 1890, y de ellos puede deducirse
que tenían una buena organización religiosa. Las estelas, lápidas, y
otros monumentos, testimonian la historia de estos hechos. También hay
inscripciones diversas encabezadas siempre con el signo de la cruz. Sólo
entre 1890 y 1930, habían sido descubiertos ya más de 200 monumentos.
CRISTIANOS PERSEGUIDOS
En el
tomo XXX de Historia de la Iglesia, de Ángel Santos, se recoge con
mucha tristeza, la persecución que sufrieron los cristianos de Santo
Tomás en la India. Estos relatos nos dicen que esta comunidad cristiana,
que en siglos anteriores había sido tan grande en la India, y que
abarcaba sobre todo las costas occidental y oriental de la India,
incluida la isla de Ceilán, con el tiempo había sido diezmada por los
reyezuelos vecinos idólatras y paganos, que se habían ido apoderando
poco a poco de todas las tierras donde vivían los cristianos, provocando
muchas persecuciones contra ellos.
Los
cristianos que habitaban en las grandes ciudades, como Mylapore, donde
había muerto Santo Tomás, y otras, huyeron la mayoría a las altas
montañas, especialmente, a las montañas de la península hindostánica.
Ésta es la causa de que cuando llegaron los portugueses en el siglo XV a
la costa Malabar, hubiera allí tan pocos cristianos, y tan
perseguidos, que si no hubiese sido por el respeto que impusieron los
portugueses en estas tierras, no hubieran sobrevivido. Los demás
estaban refugiados en las montañas. Por este motivo, estos fueron
llamados por los portugueses Cristianos de la Sierra.
MUCHOS ORIENTALES NO QUIEREN AL CRISTIANISMO
Algunos
gurús y escritores orientales y orientalistas se empeñan en decir que
la presencia cristiana y la influencia de sus enseñanzas no fue
significativa en Oriente, especialmente en la India y en la China...,
pero la historia no nos dice lo mismo: hubo muchas comunidades
cristianas que habitaron desde el principio de nuestra era en muchísimas
partes del Oriente, y la influencia cristiana de sus enseñanzas está
bien patente, en parte, en todas las doctrinas del Oriente. Y esta
influencia ha sobrevivido a pesar de las grandes persecuciones que ha
habido hasta hace unas cuantas décadas.
Es
ahora cuando empieza a ser mínima la presencia cristiana en muchos
países de Oriente, todo por motivo de las grandes persecuciones. Y de
estas persecuciones bien fueron testigos Marco Polo y muchos viajeros y
misioneros, que les tocó vivir aquellos angustiosos momentos en
aquellas tierras, los cuales nos dejaron sus relatos.
Los
relatos de Marco Polo nos dicen que en una sola provincia de la China
él conoció a 700.000 familias de cristianos, que estaban ocultos y no
podían decir que eran cristianos, por miedo a los idólatras. Esto, según
cuenta el relato de Marco Polo, ocurrió cuando estuvo él en la China, a
finales del siglo Xlll, en la ciudad de Fugiú.
Sigue en el capítulo 4.
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CAPÍTULO 4
Sobre
los temas que hemos seleccionado en los tres capítulos anteriores
podíamos haber presentado muchos más detalles, pues es muy grande la
documentación que existe sobre estos hechos, y todo es muy importante;
sin embargo, en el transcurso de los tres capítulos, hemos dejado
indicios y señales para aquellos que quieran seguir investigando más
detalles sobre estos hechos.
MISIONEROS CRISTIANOS EN ASIA CENTRAL
La
mayoría de estos misioneros salían de las órdenes de los Hermanos
menores y de los Hermanos predicadores. Todos ellos nos dejaron
noticias de las comunidades cristianas de los nestorianos en Asia, y
especialmente a través de la ruta de la seda (Europa-China). Entre
ellos podemos recordar a los dominicos húngaros, que evangelizaron a los
turcomanos (1220-1239); también al prior dominico del convento de
Jerusalén, Philippe, que conoció a los patriarcas caldeos y sirios en
1237; y a Guillermo Ruisbroquio, franciscano que fue a evangelizar el
imperio mongol. En el último cuarto del siglo Xlll, los franciscanos
establecieron conventos por muchas partes de Asia Central y otros países
más lejanos, a pesar de que estas tierras en este siglo y desde siglos
anteriores estaban llenas de mahometanos.
Entre
estos misioneros franciscanos, y de otras congregaciones, que
evangelizaron desde el principio del siglo Xlll en Asia Central y hasta
la India y China, se encuentran los siguientes : el dominico Ascelino
de Cremona, el franciscano de Pian Carpino, el franciscano Guillermo de
Ruisbroquio, Guillermo de Trípoli, Ricoldo de Montecroce (que vivió
entre 1289 y 1295 en Mosul), el franciscano Raimundo Lurio, Roger Baco
(nacido en 1210), muy conocido por su famosa carta de respeto a los
cristianos no católicos, Barsoma (obispo caldeo nacido en Mongolia en
1288) ; Juan de Montecorvino ; Oderico de Pordenone ; Cathala de
Séverac ; y otros muchos que dejaron su vida evangelizando aquellas
tierras.
El
recoger estos nombres de estos misioneros es como un símbolo de todos
aquellos misioneros que los acompañaron en su misión, y también un
homenaje de reconocimiento a todos ellos.
Contemporáneo
de algunos de estos misioneros fue el famoso viajero y comerciante
Marco Polo, que en sus relatos famosos nos recuerda el heroico esfuerzo
de las comunidades Cristianas nestorianas y de Santo Tomás extendidas
por toda Asia, y que en su tiempo ya vivían heroicamente dentro de tanta
amenaza y tanta persecución.
SOBRE MARCO POLO Y SUS VIAJES
En
el siglo Xlll, Nicolás Polo y su hermano Matías, que eran comerciantes
y viajeros, lograron llegar hasta la corte del Gran Kan, pues éste, al
saber que habían llegado a la ciudad, ordenó que les llevasen a la
corte, y les recibió con alegría por no haber visto nunca un latino.
Después
de 15 años por el Oriente, volvieron con cartas del Gran Kan dirigidas
al sumo pontífice de Roma, Clemente lV. Éste ya había muerto a la
llegada de los hermanos Polo a Occidente. El nuevo pontífice, Gregorio
X, preparó unas nuevas cartas de respuesta para el mongol y fueron
llevadas de vuelta por los mismos emisarios, los hermanos Polo, y
algunos misioneros predicadores. Esta vez también les acompañó el que
llegaría a ser el famoso viajero e historiador, Marco Polo, hijo de uno
de estos dos emisarios.
Más
de veinte años estuvo Marco Polo sirviendo en la Corte del Gran Kan
como embajador suyo. Luego volvió a su tierra natal, donde dio a conocer
las experiencias de su viaje. Su ciudad natal le honró, concediéndole
un cargo de importancia y algunos años más tarde, en 1296, cuando
estalló la guerra entre Venecia y Génova, Marco Polo intervino en esta
guerra como capitán de una galera. Finalmente fue herido, cayó
prisionero en poder de los genoveses y fue encerrado en un castillo
junto con otros compañeros.
El
recuerdo de sus experiencias en el Oriente, le empujaba a contarlas a
sus compañeros de prisión....; uno de ellos, llamado Rusticiano de
Pisa, hombre muy culto, le sugirió que escribiera un libro con su
relato. Así es como aquel hombre, Rusticiano, escribió el relato de
Marco Polo. El trabajo se cree que duró un año entero. Fue escrito en
lengua francesa y su título fue “Las Maravillas del Mundo”.
Marco
Polo, en su libro La Descripción del Mundo, nos recuerda cómo en sus
viajes desde Venecia hasta la China en el año 1250 aproximadamente,
encontró en su camino hacia la China muchas comunidades cristianas. Aunque
conoció plenamente la Ruta de la Seda y las principales ciudades y
reinos desde Turquía a Pekín y, más tarde, de vuelta, las costas del mar
de China, Ceilán, la costa Malabar y otros lugares de la India, en los
que gastó aproximadamente 30 años de su vida, sólo define en todos
estos lugares a unas pocas religiones conocidas allí: los Cristianos
nestorianos, en la India los Cristianos de Santo Tomás, y los
mahometanos. A los demás grupos les da a todos ellos el nombre de
idólatras.
También
Marco Polo sufrió la experiencia de ver cómo todas aquellas
comunidades cristianas eran muy perseguidas por mahometanos, judíos y
adoradores de ídolos, pero al mismo tiempo también destaca cómo los
mongoles, de vez en cuando, las defendían de algunos de estos ataques.
Cuando
nos referimos al Cristianismo no nos referimos nunca a ninguna
religión determinada que se llame cristiana, pues la Religión de
Jesucristo creemos que son todos los hombres de buena voluntad que, en
cualquier lugar que estén, amen a Jesucristo. Pues estos hombres
siempre han estado llenos de bondad, de Espíritu desinteresado y
misionero, y dispuestos a entregar su heroico esfuerzo por el bien de
los pobres, por la Verdad y la Justicia.
La
descripción de las tierras del Oriente, de sus gentes y costumbres,
fue el gran legado que dejó este famoso viajero (Marco Polo) al mundo, y
gracias a él se conocieron en el futuro muchas cosas importantes de la
India y del resto del Oriente. El libro original que escribió
Rusticiano de Pisa (Las Maravillas del Mundo o La Descripción del Mundo,
de Marco Polo) se ha perdido, pero en la Biblioteca Nacional de París
aún se conserva una de las primeras copias de la obra original.
Marco
Polo murió en el año 1324, pero su recuerdo se ha mantenido siempre
inolvidable en la China, sobre todo en la ciudad de Cantón, en Venecia y
en muchos países; también en los libros de muchos descubridores y
viajeros, que se apoyaron en los relatos de Marco Polo para descubrir
las tierras del Oriente.
CRISTIANOS PERSEGUIDOS EN ASIA (Relatos del libro de Marco Polo)
Estos
relatos nos refuerzan la creencia que tienen algunos Cristianos de que
los famosos santuarios “budistas” de Dunhuang, Asia Central y El
Tíbet, en muchas de sus pinturas y estatuas no están representando al
personaje de Buda que hoy conocemos ni a monjes budistas, sino a
Jesucristo, a los Apóstoles o a alguna comunidad Cristiana que había
estado allí bien arraigada desde los primeros siglos del Cristianismo.
También nos habla Marco Polo de Samarcanda, entre otras ciudades del
Asia Central, de Yarcan, muy cerca del Tibet, situada más al Este, en
el Turquestán chino..., como principales centros del llamado camino de
la seda, ciudades donde también habitaban muchos cristianos. También
cercanas al Tibet se encuentran Saciú, Succiú, Campçió..., entre otras,
donde nos dice Marco Polo que había comunidades cristianas.
Marco
Polo en sus viajes por la ruta de la seda (Asia Central y China),
entre otros muchos lugares, pasa por Mosul, Taurisio, Baldach, Cascar,
Samarcanda, Yarcán, Tanguth, Camul, Chinchículas, Caracoran (donde tuvo
comienzo el señorío de los tártaros), Tenduch, Fugiú, etc. En muchas
de estas provincias y ciudades encontró Marco Polo muchos cristianos
nestorianos, y nos cuenta parte de las persecuciones, los hechos y
milagros que vivieron estos cristianos durante su estancia en estos
países.
RELATO DE SAGAMONI BURCÁN Y SU SEMEJANZA CON LA HISTORIA DE SAN JOSAFAT (príncipe cristiano del siglo IV)
De
vuelta de la China a su tierra natal, y al mando de una flota, Marco
Polo pasa por la isla de Ceilán y, como hemos dicho anteriormente, allí
descubre que los nativos de aquel lugar tenían en gran devoción los
hechos de un príncipe muy bondadoso llamado Sagamoni Burcán, leyenda muy
parecida a la vida de San Josafat. Debemos recordar que las
comunidades cristianas de la India llegaron también hasta Ceilán, pues
Ceilán está muy cerca de la costa india de Malabar; y nos dice la
historia de los hechos de Barlaam y Josafat, que cuando nació este
príncipe, todas estas tierras de la India estaban llenas de cristianos y
predicadores (siglo lV); actualmente estas grandes comunidades del
oriente han sido casi extinguidas. Es muy posible que la enseñanza que
conoció Marco Polo en Ceilán del relato de Sagamoni Burcán hubiera sido
en un principio la enseñanza de cristianos llegados a Ceilán, que
quedaron aislados en estas tierras por motivo de las grandes
persecuciones que sufrieron a través de los siglos.
MARCO POLO ESTUVO EN TIERRAS DONDE PREDICÓ Y MURIÓ EL APÓTOL TOMÁS
Marco
Polo después de estar en Ceilán, partió hacia lo que se conocía como
India Mayor, llamada también provincia de Malabar. Él llamó a esta
provincia “reino excelentísimo”.
En
esta provincia encontró a los descendientes de los que mataron a Santo
Tomás, y nos dice que todos eran idólatras, y adoraban al buey.
Tierra adentro, en una ciudad pequeña, nos sigue diciendo que allí se
encontraba un templo donde estaba enterrado Santo Tomás, y que había
allí muchos cristianos, pero también habían llegado muchos sarracenos.
Marco Polo se informa lo mejor que puede de los hechos de Santo Tomás, y
nos describe estos detalles en su libro.
Conoce
cerca de Malabar los reinos de Coilum, Chana, Cambaeth, y algunos
otros; pasa por algunas islas, donde encuentra cristianos, y en una de
ellas (isla de Scoiran) descubre que tenían un Arzobispo caldeo.
Luego
pasa a la India mediana o Abascia. Esta región era muy grande y
tenía siete reinos; el rey más poderoso era cristiano, y los demás,
tres eran cristianos y los otros sarracenos. En los confines de estos
reinos se encontraba la provincia de Adén, y en esta provincia había
predicado Santo Tomás y convertido muchos pueblos a Jesucristo.
Estos
relatos de Marco Polo, tan ricos en detalles sobre los cristianos en
el Oriente, fueron coronados después por otros historiadores,
misioneros y viajeros.
Sigue en el capitulo 5.
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CAPÍTULO 5
TESTIMONIOS DE MISIONEROS FRANCISCANOS
JUAN DE MONTE CORVINO
Cuando
Marco Polo acababa de salir de Catay (China) un misionero franciscano
(Juan de Montecorvino) llegaba a estas tierras con ánimo de seguir
propagando El Evangelio. El pontífice Nicolás IV envió a este
misionero como embajador ante el rey de Armenia. Después fue enviado
ante el Gran Khan mongol, llegando a Catay (China) el año 1293.
Clemente V nombró a Montecorvino arzobispo de Khambaliq (Pekín), en el
año 1307. Este misionero no volvió a Occidente, y murió cuando tenía
81 años, en 1328.
Juan
de Montecorvino fue fundador de la misión y arzobispado de Khambaliq, y
durante su viaje a China estuvo trece meses conviviendo con los
Cristianos malabares de Santo Tomás. De este misionero es una famosa
carta que nos ofrece información sobre sus actividades en China.
Otros
franciscanos buscando la misión fundada por Montecorvino, bajo la
dirección de Tomás de Tolentino, en 1320, se dirigían a la misión de
China, y dieron un rodeo para visitar el sepulcro de Santo Tomás, pero
fueron apresados y asesinados por los mahometanos en la isla de
Salsette, cerca de Bombay. Les acompañaba un dominico llamado Jourdan
de Séverac, que escapó de ser asesinado, por estar entonces visitando a
los cristianos de la isla de Socotora..., y se cree que se quedó luego
solo en el litoral indio durante varios años, acompañando a los
cristianos de Santo Tomás. Después decidió regresar a Europa para
informar a sus superiores sobre la existencia de estas comunidades
cristianas de Santo Tomás.
ODORICO DE PORDENONE
Este
misionero franciscano (1286-1331), italiano, estudió en Udina, y
destinado a las misiones salió de Italia en 1314, atravesó el mar Negro y
Armenia y llegó a Ormuz después de recorrer Persia. Más tarde pasó a
Tatta, donde recogió los cuerpos de cuatro hermanos suyos, de su misma
orden, que habían sido asesinados. Evangelizó en las islas de Ceilán,
Sumatra, Borneo y Java, y llegó a las costas de Malabar. Más tarde
llegó a Catay (China), donde residía el Gran Khan de los tártaros.
Estuvo tres años en Pekín y sus expediciones le llevaron hasta el país
del Preste Juan (Asia Central). De regreso de estas tierras (nos
cuenta en sus relatos), pasó por gran parte del Tibet y del Turquestán, y
por fin llegó a Italia en 1330. Guillermo de Solagna, otro hermano
suyo de religión, recogió en Padua el relato de este heroico misionero,
por disposición del provincial de la orden, y de este relato se
hicieron varias ediciones (Resumé de voyages et documents pour servir à
l`histoire de la geographie (París, 1891).
Este
heroico misionero bautizó en los dieciséis años que estuvo en Asia, a
20.000 infieles, y estudió los usos y costumbres de algunos países como
la India, con tal detalle, que sus relatos se han visto confirmados
posteriormente por muchos viajeros.
El
movimiento misionero por parte de franciscanos, dominicos, y otras
congregaciones, en los siglos Xlll y XlV fue bastante extenso y
señalado.
UN RECUERDO INOLVIDABLE
CÓMO SE ENCONTRÓ EL SEPULCRO DE SANTO TOMÁS
El
relato de Otto de Frisinga en su carta a Honorio lll, en 1145, en el
que menciona por primera vez al rey cristiano de Oriente llamado Preste
Juan, y los relatos de los misioneros franciscanos que conocieron
Oriente en el siglo Xlll y XlV, igual que Marco Polo..., entregaron a
los reyes de Europa el testimonio de que en el Oriente había reyes y
príncipes cristianos, había muchas comunidades cristianas de los
nestorianos, y también que al sur de la India aún quedaban pueblos
cristianos, discípulos del Apóstol Santo Tomás. Estos relatos
encendieron el ánimo de algunos reyes de Europa, y fueron los reyes de
Portugal los que más interés pusieron en tomar contacto con estos reinos
cristianos del Oriente. Así que, mientras Colón, asistido por muchos
españoles, buscaba las tierras de las Indias por el camino de
Occidente, las expediciones portuguesas, capitaneadas por Vasco de
Gama, con mucho peligro y esfuerzo, y sobre frágiles embarcaciones...,
atravesaban los tormentosos mares de las costas de África, salvaban
también el igualmente tormentoso cabo de Buena Esperanza, y bordeando
Sumatra y atravesando el Océano Índico, llegaban gloriosamente a las
costas occidentales de la India. Aquellas expediciones costaron muchas
vidas y muchos barcos a Portugal. Pero con el entusiasmo de
encontrar en esos lugares hermanos cristianos, aquellos hombres
llegaron a las costas de la India, y llegaron a ser temidos por muchos
reinos de la India que tomaron contacto con ellos. Es posible que
entre ellos fuera gente ambiciosa, pues nos dice la historia que
algunos de ellos no se portaron correctamente, sin embargo, el
esfuerzo de los demás fue heroico y siempre se debería recordar con
cariño, pues muchos misioneros y escritores han creído siempre que las
comunidades de Santo Tomás, tan perseguidas cuando ellos llegaron,
encontraron alivio y consuelo en estos hombres que los abrazaron como
hermanos de fe, y que posiblemente los salvaron de una muerte segura,
porque la persecución contra ellos era terrible en aquellos momentos.
Los
cristianos de Santo Tomás recordaron a los portugueses que el cuerpo
del Apóstol aún seguía enterrado en las ruinas de una pequeña ermita que
el mismo Apóstol construyó para que quedara siempre como símbolo de su
amor a Jesucristo. El cuerpo del Apóstol, después de ser asesinado,
lo llevaron sus discípulos hasta esta ermita, y allí fue enterrado.
Estas noticias llegaron hasta los reyes de Portugal, y el rey de
Portugal mandó al gobernador de la India, don Duarte de Meneses,
instrucciones para que se informase en la tierra de Coromandel de dónde
se encontraba el cuerpo del glorioso Apóstol Santo Tomás. Así, llegó
una expedición con expertos para que encontraran las Santas Reliquias, y
descubrieran todas las pruebas que pudieran sobre estos hechos. Los
nativos de aquel lugar, que habían guardado en su corazón siempre los
detalles de estos acontecimientos, llevaron a los expertos portugueses
hasta este lugar, y Vicente Fernández, que era experto en cantería,
ayudado por los nativos, encontró, todavía en pie, una capilla y muchas
cruces en ella. Los naturales de aquella costa afirmaban que al pie
de aquella capilla debía estar el cuerpo del Apóstol. Así siguieron
buscando y, después de no poco esfuerzo, encontraron maravillados el
cuerpo de Santo Tomás. Junto al cuerpo del Apóstol estaba la lanza con
que fue atravesado, y un vaso de barro junto al báculo con que
caminaba. Junto al cuerpo del Apóstol estaba el cuerpo de un
discípulo, cuyos huesos eran de diferente color y figura (los
cristianos de Santo Tomás pensaron que aquel cuerpo podía ser del rey
Sagamo descrito en los hechos de Santo Tomás). Los portugueses habían
encontrado el cuerpo del Santo así tal y como decían aquellos
cristianos que había sido enterrado después de ser asesinado. Más
tarde, allí mismo por orden del rey de Portugal, fue construido por los
portugueses y los cristianos de Santo Tomás, un templo en memoria del
Apóstol, que aún existe y lleva su nombre.
DESCIFRADA LA INSCRIPCIÓN DE LA CRUZ DE SANTO TOMÁS
Cuando
encontraron el cuerpo de Santo Tomás también encontraron una cruz
labrada de medio relieve que tenía sobre la punta de arriba pintada un
ave, parecida a una paloma, como representando la Venida del Espíritu
Santo. Tenía también la cruz unos caracteres antiguos alrededor que,
aunque los expertos enviados por los reyes los examinaron, no pudieron
descifrarlos. Así es como fue llamado un anciano conocedor de las
escrituras antiguas de la India, que se esforzó en descifrarlos.
Aquella escritura confirmaba que allí había estado el Santo Apóstol, en
aquel lugar..., y que allí hizo una Iglesia y convirtió muchas almas, y
entre ellos, a varios reyes de la costa Malabar y de otros lugares.
Para confirmar más el resultado de este hallazgo, los portugueses
buscaron a otro anciano muy docto en las lenguas de la India, que
después de estudiar con detalle aquella escritura, y sin saber de la
declaración del primer anciano, explicó lo que decían las palabras
escritas en aquella cruz, coincidiendo igualmente con lo que había
declarado el primer anciano.
UNA HISTORIA GLORIOSA (HISTORIA GENERAL DE LA INDIA ORIENTAL)
Todos
estos testimonios que declaran tanta gloria y tanta maravilla para el
Apóstol Santo Tomás, para sus discípulos, y para los portugueses que
descubrieron su sepulcro, están recogidos y explicados de una forma
magistral en el libro Historia General de la India Oriental, compuesto
por Fray San Román, que recoge los hechos de los portugueses que
llegaron a la India, capitaneados por Vasco de Gama a finales del siglo
XV. Este libro narra los hechos de los portugueses en la India hasta
el año 1557. Fue impreso en Valladolid en el año 1603. El citado
libro es uno de los muchos libros ya casi olvidados. Está escrito en
castellano antiguo, y es un libro que todo cristiano debería leer por la
importante información que encierra concerniente a las comunidades
cristianas antiguas del Oriente.
UN BREVE RESUMEN DE LOS ESTUDIOS ANTERIORES
Primero
llegaron los primeros franciscanos con las expediciones portuguesas, y
luego llegaron los misioneros jesuitas, esforzados misioneros y
grandes historiadores del Oriente. Entre estos, no podemos olvidar a
Alexandro Valignano, Francisco Javier, Matteo Ricci, Roberto de Nobili,
Nicolás Trigault..., ni tampoco al viajero portugués Fernao Lopes de
Castanheda, que recorrió la India durante diez años, y escribió una
obra titulada «Historia del Descubrimiento y Conquista Portuguesa de la
India» (hacia 1500-1559), en diez libros.
Uno
de estos famosos misioneros que hemos nombrado (Matteo Ricci), a
partir de 1578, llegó a la India, donde estuvo cuatro años. De su
estancia en la India nos habla extensamente, de los cristianos de Santo
Tomás y de las persecuciones que les amenazaban. Luego marchó a la
China, donde predicó valientemente la fe de Jesucristo, y fue
reconocido allí por muchos como un hombre muy sabio.
La
predicación de Santo Tomás, y más tarde de los misioneros nestorianos
de la China, había dado sus frutos. Pero las comunidades cristianas
que allí se formaron, fueron muy perseguidas, hasta el punto de casi
ser exterminadas. Ya hemos recordado que Marco Polo había conocido una
de estas comunidades, tan perseguida, que no se atrevían a llamarse
cristianos; y gracias a la intervención de Marco Polo ante el emperador
mongos Kublay Khan, volvieron a ser respetados. Esto ocurría en el
siglo Xlll. En el siglo XVl, cuando llegó Matteo Ricci, esta comunidad
cristiana de la China, fue descubierta por Matteo Ricci en la misma
situación, muy atemorizados y muy perseguidos.
Nicolás
Trigault, cuando recuerda los escritos de Matteo Ricci, nos dice que
éste encontró allí en la China unos judíos que le dieron información
sobre una comunidad adoradora de la Cruz, que estaban muy perseguidos;
hasta tal punto que no querían dar noticias a nadie de que eran
cristianos. Hasta la China habían llegado Santo Tomás, los misioneros
nestorianos (desde el siglo Vl), y más tarde los misioneros
franciscanos, como fue el caso de Juan de Montecorvino.
Sigue en el capítulo 6.
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CAPITULO 6
LLEGADA DE VIAJEROS Y MISIONEROS JESUITAS AL ORIENTE
FRANCISCO JAVIER ( 1506-1552 )
En
1530, siendo profesor en París, trabó amistad con uno de sus alumnos y
compatriotas, Ignacio de Loyola, del que pronto sería discípulo. A
instancias de Paulo lll, marcha a la India en 1541. Evangeliza el sur
de la India, Ceilán, la península de Malaca, las Molucas, el Japón
(1551) y murió de fatiga en la isla de Sancián (Cantón) antes de
penetrar en China. Su labor como misionero fue muy grande, y muchos
historiadores han escrito sobre él. Parte de sus hechos se encuentran
escritos en Historia de la Iglesia (Editorial Edicep) y Vida de San
Francisco Javier (por Guillermo Ubillos S. J.), entre otros libros.
Estos dos libros hablan ampliamente de él.
FERNAO LOPES DE CASTANHEDA
Son
muchos los que han escrito sobre estos hechos de las misiones
católicas en Oriente, pero uno de los más famosos es Fernao Lopes de
Castanheda, que escribió una obra titulada Historia del descubrimiento y
conquista portuguesa de la india (hacia 1500-1559), en diez libros.
Este
autor recorrió el país durante diez años desde 1528, y buscó
documentos e inscripciones, y recogió testimonios directos de los
portugueses que intervinieron en la conquista de la India, en los que
se basó para escribir su historia.
MATTEO RICCI
Nació
en Macerata el 6 octubre de 1552 y murió en Pekín el 11 de mayo de
1610. Ingresó en la Compañía de Jesús, y fue destinado a las misiones
extranjeras. Marchó a Portugal y después a la India. Llegó a Goa en
1578, y Alejandro Valignano le llamó para que fuera a Macao, y llegó
allí en 1582. Estudió el chino, aprendiéndolo con gran fluidez.
Estableció una misión con Miguel Ruggieri en 1583, en la ciudad de
Shiuhing, y fundó allí las modernas misiones católicas. Supo hacerse
estimar por los chinos hasta el punto de suavizar bastante el ambiente
hostil a los extranjeros. Murió en China después de haber dejado allí
unos 2500 bautizados, y después de haberle legado al cristianismo una
amplia información de detalles referentes a las costumbres y religiones
de la China.
ALESSANDRO VALIGNANO S. I.
Alessandro
Valignano en su libro Historia del principio y Progreso de la Compañía
de Jesús en las Indias Orientales, recoge las experiencias de esta
misión en la India desde 1542 a 1564 ; y nos habla extensamente de la
Iglesia de Santo Tomás en Malabar, y de otros detalles relacionados con
los portugueses y su gobierno en Goa y otras partes de la India ; y
también de los indios y sus tradiciones.
NICOLÁS TRIGAULT
Nicolás
Trigault (1577-1628) fue misionero en China, y nos informó sobre la
actividad de Santo Tomás en China, recogiendo datos del breviario
“caldeo” (sirio) de los cristianos de Santo Tomás en la costa de
Malabar.
Su
labor misionera también fue muy reconocida, y también la labor que
hizo de rescatar los escritos de Matteo Ricci, después de la muerte de
éste, y recogerlos en su libro Historia de la China y Cristiana Empresa
Hecha en ella por la Compañía de Jesús, donde se recogen las
costumbres, las leyes y los estatutos de aquel reino de la China.
ROBERTO DE NOBILI ( 1577-1656 )
Otro
misionero muy conocido como héroe de las misiones en la India, fue el
Jesuita italiano Roberto de Nobili, sobrino de Belarmino, que en 1606
fue enviado a las Indias, donde adoptó la indumentaria y las costumbres
de los brahmanes sanyasis, entre los que hizo numerosas conversiones.
Denunciado por los franciscanos, fue autorizado por Gregorio XV a
continuar con su apostolado (1623), aunque modificando algún tanto sus
métodos. En 1651 se retiró a Meliapur, donde murió en olor de santidad.
Sobre este misionero hubo mucho debate en cuanto a su forma de
predicar, y fue llamado a consultas por la Inquisición. De este
misionero nos habla extensamente el libro de Historia de la Iglesia, de
Ángel Santos S. J.
En
estos años los misioneros católicos sufrían grandes dificultades, las
principales provenían de los holandeses, que eran luteranos, y estaban
en continua guerra contra los portugueses, disputándoles sus
conquistas. También había bastante persecución por parte de los
brahmanes. Después de 45 años de apostolado, Nobili murió agotado por
sus trabajos. En los últimos años de su vida había quedado casi ciego y
tuvo que recogerse en la misión de Ceilán, abandonando su misión de
Maduré en 1644. Murió en el colegio de Meliapur el 16 de enero de 1656.
En
Trichinópoly, la misión fue comenzada por Nobili y continuada por Vico
y Martins. Para 1681 los cristianos llegaban a los 80.000, con varios
misioneros y 11 misiones.
LA MISIÓN DE MYSORE
Las
comunidades cristianas de Santo Tomás habían sufrido mucha persecución
por parte de los reyes indios y por los mahometanos, antes de llegar
los portugueses a Goa y a las costas del sur de la India. Y después de
llegar a la India los portugueses, seguían siendo muy perseguidos no
solamente los cristianos de Santo Tomás, sino también muchos misioneros
católicos. Importantes son de tener en cuenta los testimonios de los
misioneros franciscanos y jesuitas, entre ellos Mateo Ricci, Nicolás
Trigault, Alessandro Valignano, Francisco Javier, Roberto de Nobili, y
otros muchos. A partir del 1600 las misiones católicas se fueron
consolidando y fueron integrando en sus misiones a muchos cristianos de
la Iglesia de Santo Tomás, desde Goa, Kerala y Malabar, hasta Ceilán,
las Molucas, Bengala, etc. Años más tarde se llegó a la región de Maduré
y en 1648 llegó otra misión a Mysore, pero el esfuerzo por consolidar
estas misiones era enorme, pues había contra ellas mucha persecución.
Aparte
de estas persecuciones, los conflictos religiosos también estaban
presentes. Pues entre los católicos y cristianos de Santo Tomás
existían diferencias doctrinales, ya que los cristianos de Santo Tomás
guardaban tradiciones muy antiguas del cristianismo que los católicos no
toleraban. Por eso los católicos celebraron en Diamper un sínodo para
discutir estas cuestiones.
SÍNODO DE DIAMPER ( 1599 )
Este
Sínodo dedicado a prohibir ciertas costumbres a las comunidades
cristianas de Santo Tomás en la India, deja notar un poco de amargura y
tristeza por los hechos que se desprenden de él. En él se declaró la
unión con Roma, y se ordenó que los cristianos de Santo Tomás, se cree
que unos 200.000, prestaran el juramento de fidelidad a Roma. Con esta
orden pretendían eliminar ciertas costumbres de estos cristianos.
Fueron quemados muchos libros de estos cristianos de Santo Tomás, y se
introdujo la liturgia romana., y se les impuso la orden de suprimir por
completo a los teólogos nestorianos. En aquellos siglos la
inquisición era muy severa con toda doctrina que no guardara la línea
católica impuesta por Roma. Aquellas antiguas tradiciones se perdieron
y con ellas se perdió un gran tesoro de conocimiento y sabiduría de
las antiguas comunidades cristianas del oriente.
Los Diez puntos de la firma de este sínodo:
1.
La condenación del nestorianismo : sean rechazados para siempre
Nestorio, Teodoro y Diodoro. 2. Que la ley del apóstol Tomás concuerda
del todo con la de Pedro. 3. Aceptación de una fórmula de fe
redactada por el arzobispo Menezes. 4. Entrega de todos los libros
para su corrección o quema. 5. Reconocimiento de la suprema autoridad
del sumo pontífice de Roma. 6. Condena del Patriarca de Seleucia ;
jurar que no se tendrá ninguna relación con él. 7. Sólo hay que
aceptar obispos enviados por Roma y confirmados por Goa. 8. Juramento
de obediencia al arzobispo de Goa y de llevar a la práctica sus
conclusiones. 10. Ningún acompañamiento militar para el archidiácono ;
él sólo puede viajar con Menezes.
La
unión llegó sólo hasta el 1653, y desde entonces la mayoría de los
cristianos de Santo Tomás se separaron de los católicos ; de 200.000
quedó sólo un número muy reducido unido a Roma. Se cree que en
aquellas tierras había 116 comunidades de cristianos de Santo Tomás.
Historiadores religiosos consideran este sínodo como inválido.
Estas
decisiones del clero romano trajeron mucho descontento y provocaron
muchas divisiones entre los cristianos de Santo Tomás y los católicos.
xxxxx xxxxx xxxxx
UN REPASO SOBRE LAS MISIONES HASTA LOS HOLANDESES
Cuando
llegaron los portugueses a la India en los últimos años del siglo XV
se encontraron para gran admiración suya con estas comunidades
Cristianas de Santo Tomás. Eran muchos los centros cristianos de Santo
Tomás que estaban dispersos por toda la zona costera y montañosa de
Malabar y otras partes de la India. Vasco de Gama, al mando de la
primera expedición portuguesa, cuando llegó a Cranganor, allí pudo
conocer a estos Cristianos. Al igual que los católicos, estos
Cristianos también estaban dirigidos por obispos (metropolitanos
caldeos o nestorianos). Muchas de estas comunidades también eran
conocidas como cristianos de la sierra, pues desde que llegaron los
mahometanos a la India desde el siglo Vlll, comenzaron a perseguir a
estas comunidades cristianas de la India, igual que en todo el
Oriente ; estos Cristianos tenían que huir de las grandes ciudades
donde iban llegando los mahometanos, y sólo encontraban refugio en las
altas montañas ; por eso fueron conocidos como cristianos de la
sierra.
Según
los datos históricos conservados por la religión nestoriana, los
centros metropolitanos cristianos nestorianos (obispados) eran muchos en
India y en toda el Asia, con muchos cientos de miles de conversos ;
pero desde la expansión mahometana hacia todas las partes de Asia,
estas comunidades cristianas nestorianas fueron muy perseguidas, y
muchas de ellas estaban casi extinguidas a la llegada de los portugueses
y los misioneros católicos. En la India, los que aún quedaban, unos
200.000 repartidos entre todas las comunidades, según nos cuentan las
crónicas de los misioneros católicos, al final sufrieron también otro
tipo de persecución : la conversión forzosa al catolicismo ordenada
desde el Sínodo de Diamper.
Después
de esta expedición de los portugueses llegaron otras expediciones con
más misioneros, y son incontables los hechos heroicos de estos
misioneros que llegaron a la India, y después a todos los pueblos de
Asia: India, Asia Central, China, etc. Y entre las misiones católicas
más importantes estaban las de la costa de malabar (Goa, Cranganor,
Cochín y otras) (costa occidental), las de la costa de la pesquería
(costa oriental), cabo Comorín, isla de Manar, la diócesis patronal de
Cochín, diócesis de Santo Tomás de Meliapur, la misión de Maduré, la
isla de Ceilán, las Molucas, Bengala, Pegú, Assam y otras; y al
noroeste de Maduré, la misión de Mysore, la misión karnática,
Pondichery, etc. Solamente de estas misiones del sur de la India nos
cuentan las crónicas que había más de 200.000 cristianos. El número de
estos cristianos se fue reduciendo poco a poco a través de los siglos
por causa de las grandes persecuciones que sufrieron.
Después
de consolidar estas misiones en la India, los misioneros católicos
también llegaron a Birmania, Tailandia, Indochina, Las Filipinas, China,
Japón, el Imperio del Gran Mogol, y muchos otros lugares de Asia.
Seguidos
de estos misioneros llegados a estas misiones, luego llegaron los
españoles con más misioneros fundando más misiones, y casi al mismo
tiempo, los franceses. Entre la expansión portuguesa, francesa, y
española en Asia no hubo mucha controversia..., pues aunque había
grandes intereses en las colonias por causa del comercio, sin embargo
aún se seguían consolidando las misiones católicas en cualquier lugar
del Oriente. Fue un esfuerzo tremendo por parte de soldados y
misioneros por propagar en todas estas tierras las causas que les
movían, causas que en muchos casos no eran fieles a los mandamientos del
Evangelio...
Sigue en el capítulo 7.
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CAPÍTULO 7
LLEGADA DE LOS HOLANDESES E INGLESES
Las
compañías de las Indias de estas dos naciones llegaron después que los
portugueses y españoles a las costas de la India y a las islas que la
rodeaban..., y la expansión católica por Asia, y sobre todo en la
India, también fue atacada por holandeses e ingleses (luteranos). Más
tarde, Inglaterra sería la que dominaría, comercial y políticamente, la
mayor parte de la India y otras naciones de Asia.
LA MISIÓN DE CEILÁN
En
1745 había en Ceilán un total de 14 misioneros, 4 hermosas iglesias en
Kandi, Bollawate, Puttalam y Kottiyar, y 300 capillas, aproximadamente
en toda la isla. Cuando los ingleses invadieron la isla en 1796,
había en ella unos 65.000 católicos, 15 misioneros y 400 capillas.
Los
portugueses, para poder mantener sus colonias y las misiones
católicas, tuvieron que sufrir muchos enfrentamientos armados, no
solamente contra los mongoles hinduistas y mahometanos, sino también
contra otras potencias europeas como los holandeses e ingleses, que al
final limitaron su poder arrebatándoles casi todas sus colonias y
haciendo desaparecer de la India, del Tíbet, de Indochina, Indonesia,
Filipinas, y en fin, de todos los pueblos de Asia, muchas misiones
católicas. Los hechos aquí apuntados sobre estas luchas sólo son una
mínima parte de los hechos recogidos en las crónicas de las misiones
católicas.
LA INVASIÓN OCCIDENTAL
Los
españoles habían descubierto América, y los portugueses, siguiendo la
costa occidental de África, habían descubierto varios pueblos, entre
ellos Sudáfrica y el cabo de Buena esperanza. Después llegaron a
Sumatra y la India. Pero Francia, Inglaterra, Alemania, y Holanda, que
entonces eran potencias europeas, después de enterarse de estas
conquistas, no se resignaron ante esta expansión colonial y misionera de
España y Portugal. Para ellos no fue tan duro el esfuerzo, sólo
tenían que esperar a tener una buena información sobre las conquistas, y
más tarde, y pisando sobre seguro, mandar potentes ejércitos a
reconquistar y extender sus dominios sobre los países y ciudades ya
descubiertos y colonizados por españoles y portugueses. Así pasó con
las colonias españolas en América y Filipinas, y así pasó también con
las colonias portuguesas en Sudáfrica, India e Indonesia.
Y
en cuanto a las causas y creencias, tampoco eran tan espirituales como
las latinas (Portugal y España). El ideal de estas naciones del norte
de Europa no estaba basado en extender mundialmente sus religiones
llamadas cristianas; ellos pensaban que el Cristianismo ya estaba
demasiado extendido con todo lo que lo habían extendido los misioneros,
sobre todo los que llegaron a esas tierras amparados por portugueses y
españoles; y si bien hubo una cierta preocupación de los cristianos
luteranos por predicar en Asia, sin embargo, el ideal de los
gobernadores y magnates que controlaban económicamente las colonias, y
también el de muchos orientalistas..., no estaba basado en extender el
Cristianismo. Los orientalistas de estas naciones fueron reconocidos
más bien en la India por su espléndido respeto hacia las religiones
orientales no cristianas.
Es
cierto que la religión católica y las luteranas o protestantes, se
habían desviado mucho del Cristianismo primitivo de los Apóstoles y,
según muchos pensadores cristianos, estas religiones estaban cargadas de
muchos preceptos judíos y judaizantes (leyes del viejo testamento), y
también de intereses políticos..., y esto hacía que muchos cristianos,
como los cristianos de Santo Tomás, muchos nestorianos, franciscanos
también al principio, y otros grupos de cristianos que aún sobrevivían
en el mundo, encontraran a estas religiones demasiado autoritarias y
desviadas de aquella vida basada en la caridad que nos predicó
Jesucristo.
Estas
grandes religiones, como la católica y las protestantes, amparadas por
los imperios de Occidente, no solamente eran criticadas por otros
grupos cristianos, sino que también, por causa de sus leyes, fueron
motivo de rechazos por parte de muchos mahometanos, hinduistas,
budistas, y otras corrientes religiosas de Oriente. Y estos rechazos
más tarde provocaron odio..., y el odio provocó mucha persecución, no
solamente contra estas grandes religiones, sino también contra todo lo
que se llamaba Jesucristo y Cristianismo defendido por muchos misiones
de buena voluntad. El Cristianismo ya había sido muy perseguido desde
los primeros siglos en Oriente por parte de otras corrientes
religiosas orientales... , pero estas causas provocadas por católicos y
protestantes harían que estas corrientes religiosas del Oriente las
tomaran como justificación para perseguir aún más a las comunidades
cristianas que con buena voluntad querían predicar el Evangelio..
FILÓSOFOS Y ORIENTALISTAS
Estas
causas anteriormente mencionadas provocadas por católicos y
protestantes también las tomaron muchos filósofos de Occidente como
justificación para lanzar una crítica internacional contra el
cristianismo, y al mismo tiempo apoyar a cualquier filosofía o religión
orientalista. Muchos filósofos románticos llegaron a la India o
escribieron sobre ella cuando conocieron las leyendas de las religiones
del Oriente, no para rescatar los textos antiguos de la India, sino
para edificar sobre estos textos la filosofía que a ellos les movía;
éste es el caso de Herder, Foster, Shopenhauer, que era un poco de
todo, y otros muchos escritores del orientalismo..., que encontraron en
las leyendas de Asia, y en especial de la India, un filón de oro para
extender sus fantasías y cánticos de sirena. Estos no apoyaron
mucho la predicación del Evangelio en ninguna parte de Asia, poniendo
como excusa que había que respetar las tradiciones locales. Esta es la
causa de que la comunidad cristiana haya sido siempre tan perseguida
en la India y otros lugares de Asia..., mientras que la teosofía, las
religiones orientalistas y otras filosofías occidentales, se han
desarrollado enormemente lo mismo en oriente que en occidente.
LAS COMPAÑÍAS INGLESAS
Las
naciones de Europa que colonizaron muchas partes de Asia, parece que
querían justificar sus deseos de abandonar las misiones cristianas en
la India con estas declaraciones anteriores y otras parecidas a éstas.
Algunos orientalistas y filósofos europeos, no solamente desalentaron
el sentimiento de los misioneros europeos y de los Cristianos de Santo
Tomás, sino que también lo criticaron y negaron en muchos casos sus
hechos y sus esfuerzos.
Desde
1602 aparecieron las compañías inglesas en la India, y en 1624 tenían
poder para administrar justicia. En 1639, muy cerca de la iglesia de
Santo Tomás, en Madrás, construida por los portugueses, los ingleses
construyeron el fuerte de San Jorge. Los barcos ingleses llegaron hasta
Hugli, en Bengala, y construyeron el fuerte William en 1688. Y también
llegaron hasta la isla de Bombay.
Desde
Bengala los ingleses dieron pasos importantes para dominar toda la
India. En 1765 vencieron al rey de Bengala. En 1773, Inglaterra tenía
un gran poder político en la India, y en este mismo año, se nombró a
Warren Hastings como primer gobernador inglés en la India. El imperio
portugués del Oriente, que abarcó casi todas las costas orientales,
quedó reducido solamente a Díu, Damao y Goa, con una población de
571.000 habitantes. Los ingleses se habían hecho dueños de casi toda la
India, y su definitivo poder lo alcanzó el 23 de junio de 1757. Gran
Bretaña administró desde entonces el imperio de Oriente, con un virrey
y dos cámaras. La sede del gobierno fue trasladada de Calcuta a
Delhi.
Siguiendo
los pasos de los Cristianos en Oriente, hemos recogido parte de sus
hechos desde el primer siglo hasta el siglo XVlll, cuando los ingleses
anuncian su dominio sobre la India y otros países de Asia. Desde
entonces, el cristianismo empezó a declinar en oriente. De los hechos
del Cristianismo llegado a la China también hemos recogido parte de
ellos, y los hemos recordado en los anteriores capítulos. Sin embargo,
la influencia del Cristianismo en la China también, como en la India,
es algo más profundo de lo que quieren hacernos ver las religiones
Orientalistas, y por este motivo queremos exponer algunos testimonios
históricos que ocurrieron en el siglo XlX y que nos abren un horizonte
más amplio de lo que ha significado el Cristianismo en esta parte del
Oriente llamada China (el antiguo Cathay).
Sigue en el capítulo 8.
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CAPÍTULO 8
EL CRISTIANISMO EN CHINA
EN EL SIGLO XlX Y EL EMPERADOR HUNG.
(Un intento desesperado por hacer resurgir de nuevo el cristianismo en Asia)
Hung
provenía de una familia pobre, fue pastor en su tierra natal y más
tarde, con mucho esfuerzo, y con la ayuda de su familia, estudió
bachiller y llegó a ser profesor de escuela. Entre todas las
injusticias que sufrió en su infancia y en su juventud, una de ellas fue
la de las supersticiones e idolatrías a las que estaba sometido el
pueblo chino. Tuvo un sueño que le indicó que buscara la verdadera
religión, y más tarde la encontró en los libros cristianos. Las
enseñanzas cristianas llegaron a su corazón tan profundamente, que
comenzó una fervorosa revolución ayudado por todos aquellos que querían
seguirle. Enseñaba a sus seguidores a respetar y a estudiar las
enseñanzas cristianas, y descubrieron que todas las demás filosofías
sólo eran superstición e idolatría... Por eso, se propuso acabar con
todo este atraso, y también intentar vivir una sociedad más justa e
igualitaria, libre de emperadores extranjeros y más cercana al
Evangelio. El entusiasmo de aquellos revolucionarios cristianos de China
hizo sentirse a los misioneros cristianos de Occidente (muy
perseguidos anteriormente) más animados para intentar de nuevo asentar
sus misiones en China. El esfuerzo que realizaron él y sus compañeros
fue un esfuerzo heroico, pero aquel tipo de cristianismo social y
comunitario fue visto por el gobierno chino como una causa
revolucionaria. Por este motivo, el gobierno pidió ayuda a las
naciones extranjeras, y entre ellas a Inglaterra y Francia, para acabar
con aquella revolución.
HUNG
SIU-TS’UAN nació en Hoa, provincia de Cantón, en el año 1812. Él y
sus padres eran cultivadores de arroz, y también criaban cerdos. Hung
desde pequeño estuvo aprendiendo los libros clásicos chinos. Luego se
presentó en Cantón a la edad de 16 años para examinarse y obtener el
grado de bachiller; no fue aprobado y esto le entristeció mucho. Sus
padres y amigos le ayudaron en lo que pudieron..., pero tuvo que volver a
su tierra natal empujado por la pobreza. Los ancianos de la aldea le
nombraron profesor de la escuela pública, y esto le valió para poder
seguir estudiando. Después de un tiempo se presentó de nuevo a los
exámenes, pero fue nuevamente desaprobado. Hung volvió a sentir mucha
frustración y cansancio, y decidió volver a su pueblo; pero, en el
camino encontró un predicador protestante, el cual le entregó algunos
libros de la Biblia. Hung, sin embargo, siguió sus estudios, y por
tercera vez se presentó a exámenes. Otra vez fue rechazado, y esto le
puso enfermo y le hizo volver a casa. Su enfermedad fue larga y
bastante grave, y en el transcurso de su enfermedad tuvo unas visiones.
Hung llamó a su padre y le dijo que un Venerable se le había
aparecido, y que le anunció que muchos de buena voluntad le seguirían, y
que conseguiría muchas riquezas.
Un
pariente suyo se unió a él, y encontrando en la casa de Hung los
libros cristianos que hacía tiempo le había dado aquel predicador a
Hung, se pusieron a estudiarlos... Hung y su pariente descubrieron la
palabra de Dios en aquellos libros, y comenzaron seguidamente a
proclamar su fe, y a destruir todos los ídolos chinos que encontraban a
su paso. Hung convirtió a
otro profesor de escuela, llamado Fung Yong-san, que también llegó a
ser muy importante en aquella revolución, y pronto se unirían muchos a
ellos. Se estableció un estado donde se llegó a la abolición de todos
los ídolos; se impuso el bautismo, la oración, la celebración del
domingo, y otras normas cristianas.
Hung
organizó un ejército, y tomó la ciudad de Yong-ngan, de la provincia
de Kuang-si; esto ocurría el día 27 de agosto de 1851. En esta misma
ciudad, Hung se proclamó emperador, dando a su dinastía el nombre de
Tái P’ing o Gran Paz. Quiso que se le aceptara como hijo de Dios, y
hermano menor de Jesús, enviado para destruir a los demonios y expulsar a
los tártaros del gobierno de la China.
Todo
esto sorprendió mucho y animó a muchos misioneros cristianos del
Oriente, pues desde hacía ya mucho tiempo de vez en cuando venían
noticias muy tristes de la China: misioneros asesinados, monjas
empaladas, cristianos quemados, otros torturados de diferentes
formas..., en fin, las tierras de la antigua Catay (China), hasta
mediados del siglo XlX, habían sido unas tierras muy difíciles y
peligrosas para los cristianos. Parte de estas persecuciones están
recogidas en muchos libros, y entre ellos en Historia de las Naciones,
de Eduardo Toda, y también en Historia de la Iglesia, de Ángel Santos
Hernández.
Desde
hacía ya mucho tiempo dominaban los tártaros en la China, y aquella
dinastía de reyes tártaros, conocida como el gobierno Mandchud, se había
hecho odiar por gran parte del pueblo chino por su crueldad. Por
otro lado, aunque el pueblo chino guardaba las tradiciones de Confucio y
de otros ídolos, sin embargo, la predicación de los cristianos no
había sido estéril ni acabada del todo, pues el primer Apóstol de la
China fue Santo Tomás; también se recordaba a San Bartolomé en las
lecciones litúrgicas de las pocas comunidades cristianas que iban
quedando ya en la China... La semilla de las enseñanzas cristianas del
Evangelio había calado muy hondo en la China y en toda Asia; y aunque
la propaganda enemiga del cristianismo se movía con mucha fuerza por
todo el Oriente, sin embargo, en muchos sectores del pueblo chino, aún
se recordaba con cariño el mensaje de libertad, de amor y de paz, que
proclamaba el Evangelio de Jesucristo.
Lo
que ocurrió a mediados del siglo XIX en China en cuanto a la
conversión al cristianismo predicado por Hung no fue casual, ni tampoco
el capricho de un loco...; fueron las ansias escondidas en muchos
corazones de buena voluntad de poder vivir algún día aquel reino de
libertad y de paz que les habían predicado Santo Tomás y tantos
misioneros que siguieron a los Apóstoles, enseñanzas que aún en el siglo
XIX se conservaban con cariño en muchas almas piadosas del oriente...,
almas que habían dejado allí la semilla del amor de Jesucristo, que
obra por medio de la Caridad, y que nunca pudieron vivir porque el odio
contra el cristianismo, incomprensible pero real, seguía latente en
esos tiempos, igual que en todos los siglos anteriores.
Los
misioneros cristianos extranjeros que se vieron envueltos por esta
revolución se alegraron y se animaron pensando que aquel imperio de los
Tai Ping podría ser una puerta abierta para convertir muchísimas almas
en la China, pero a los gobiernos de las naciones occidentales, que
amenazaban a Oriente con su poder, no les interesaban lo más mínimo las
esperanzas de los misioneros cristianos ni aquella revolución iniciada
por Hung..., y se pusieron incondicionalmente al lado de los tártaros
que habían invadido la China desde hacía cientos de años.
Con sus ejércitos, naves y armas poderosas, los ingleses y franceses,
ayudados por los ejércitos del gobierno tártaro, atacaron los
asentamientos principales de aquel ejército de Hung, tan espontáneamente
convertido al cristianismo, haciendo cenizas aquellas esperanzas que
soñaron un día muchos chinos cristianos que desearon vivir en la China
un reino cristiano.
Cuando
se alzó este movimiento cristiano en la China, muchos misioneros se
habían llenado de alegría, y decidieron entrar en Nankín, base principal
de los ejércitos de Hung, con la esperanza de entregar muchas Biblias y
Evangelios a todos aquellos hombres de aquel imperio que se había
proclamado cristiano. Pero Nankín estaba sitiada por los ejércitos del
gobierno Mandchud, que a su vez estaban apoyados por ingleses y
franceses; y por esta causa se les impidió el paso a estos misioneros,
que quedaron sorprendidos ante las puertas de Nankín por todo lo que
ocurría... y, sobre todo, por las decisiones que habían tomado los
ejércitos de Inglaterra y Francia de apoyar a aquel gobierno de los
tártaros que luchaba con tanto odio contra aquel imperio cristiano
llamado Gran Paz.
Eduardo
Toda, en su libro Historia de las Naciones, recoge con mucho detalle
las crónicas que llegaban a Europa sobre esta revolución, y nos cuenta
que las noticias venían muy canalizadas a través de los portavoces de
Inglaterra y Francia. Nos remarca que no era una información imparcial,
pues a los servidores de Hung les pone a todos de desquiciados..., sin
embargo, él dice que si las naciones de Europa hubiesen examinado con
más detenimiento las causas que movieron a Hung y sus seguidores
(imperio T’ai P’ing o Gran Paz), quizás Inglaterra y Francia no hubiesen
actuado tan precipitadamente por acabar con aquella revolución.
En
las últimas crónicas sobre esta revolución, nos cuenta Eduardo Toda
que el palacio de Hung había sido quemado, y que Hung se había
suicidado al verse vencido.
Los
enemigos de aquella revolución que nos narran todos estos
acontecimientos, según hemos visto, no son muy respetuosos con la
persona de Hung ni de sus seguidores: los presentan como locos, crueles
y fanáticos. Sin embargo, en todo el contexto se descubre que, a
pesar de los adjetivos puestos por sus enemigos, fueron movidos por un
sentimiento heroico de justicia y de amor a las enseñanzas de
Jesucristo; aunque debemos
comprender que todos aquellos que se sentían cristianos y que hicieron
revoluciones armadas en cualquier tiempo de la historia, cometieron
grandes errores..., porque interpretaron mal El Evangelio. La causa de
esto quizás fuera la costumbre de las grandes religiones llamadas
cristianas de justificar las guerras.
Estos
hechos con otros detalles diferentes son los que estamos viviendo
actualmente, pues los cristianos, en muchas partes de Asia, están siendo
muy perseguidos, y en algunas naciones están siendo exterminados o
convertidos, por el terror, a otras religiones. Estos cristianos piden
desesperadamente ayuda, pero las grandes naciones de Europa que se
llaman cristianas sólo les dan como respuesta la confabulación del
silencio, y aunque se oye de vez en cuando alguna noticia de persecución
de cristianos, los corresponsales le quitan importancia o lo presentan
como guerras entre movimientos religiosos de Oriente y cristianos,
para que nadie se entere de lo que está ocurriendo en estas partes del
mundo.
Nosotros
sentimos y decimos que la historia y la Providencia algún día
proclamarán estos errores que cometieron estas naciones de Occidente.
Muchas religiones de occidente se llaman cristianas, y los que dirigen
estas religiones se presentan como cristianos..., pero su amor por el
cristianismo no es lo que vive en sus corazones.
CONFUSIÓN EN EL MUNDO LLAMADO CRISTIANO
La
interpretación del Evangelio ha producido muchas corrientes y
contracorrientes dentro del mundo que se ha llamado cristiano..., y
esto no justifica el que haya hombres que odien y desprecien al
cristianismo en general. No se puede condenar a Jesucristo y a su
Evangelio como algo malo por los errores o crímenes que hayan cometido
las religiones o grupos que se han llamado cristianos..., pues el juicio
de las naciones a favor de Jesucristo o contra Jesucristo, después de
2000 años, aún no ha terminado..., el juicio todavía está abierto..., y
nadie tiene poder de acabar este juicio, ni tampoco de dictar
sentencia, y mucho menos de condenar como mala la enseñanza
cristiana..., pues en todos los tiempos ha habido almas piadosas que
han amado el Evangelio de Jesucristo porque la enseñanza del Evangelio
es una enseñanza misericordiosa como nunca antes se ha conocido.
Por
otra parte, todas las doctrinas orientalistas están llenas de palabras
y ejemplos tomados de las enseñanzas cristianas predicadas desde los
primeros siglos de nuestra era..., y eso no se puede negar tan
fácilmente...; pues nosotros creemos que sería más correcto, y de buen
corazón, comprenderlo y valorar toda la sabiduría que ha derramado Dios
sobre la tierra a través de sus Apóstoles y cristianos que han
predicado el Evangelio.
Sigue en el capítulo 9.
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CAPÍTULO 9
UN REPASO A LA HISTORIA DEL CRISTIANISMO EN EL ORIENTE
Los
Apóstoles y misioneros Cristianos de los primeros siglos hicieron
muchas comunidades Cristianas, sembraron de comunidades cristianas una
gran parte del oriente..., pero fueron muy perseguidos por los caciques
locales, y más tarde, muy aislados de Occidente. Desde el siglo VI,
los Cristianos de Santo Tomás en la India se unieron a los nestorianos.
Estos últimos, desde el Concilio de Éfeso (siglo V), fueron
rechazados en Occidente por la religión católica. Desde entonces,
estos cristianos nestorianos emprendieron una impresionante actividad
misionera por toda Asia.
Los
misioneros nestorianos más tarde, desde el siglo Vll, en el Medio
Oriente y Asia también fueron muy perseguidos por corrientes no
cristianas; pero aún así continuaron su labor misionera. A la llegada
de los franciscanos y de Marco Polo al Imperio Mongol (siglo Xlll), los
franciscanos, igual que Marco Polo, conocieron estas comunidades
cristianas en la mayoría de las ciudades por donde iban pasando, desde
Medio Oriente y a lo largo de toda la Ruta de la Seda, hasta China.
Toda Asia estaba sembrada de comunidades cristianas. En la India Marco
Polo conoció a los Cristianos de Santo Tomás, y los santuarios
principales del Apóstol. Los cristianos de Santo Tomás en la India
sufrían la misma persecución que los cristianos nestorianos; y a partir
del siglo XV, cuando llegaron los portugueses a la India, China,
Japón y otros países de Asia..., los nestorianos y los cristianos de
Santo Tomás que quedaban en Oriente, tenían miedo hasta de llamarse
Cristianos en muchos lugares de estas tierras.
Muchos
misioneros, apoyados por los portugueses, y en menor proporción por
españoles y franceses, volvieron a extender una gran labor misionera en
toda Asia hasta el siglo XVll.
LOS PROTESTANTES SE ACERCAN A LA
IGLESIA DE SANTO TOMÁS
En
1795 Cochín caía en manos de los ingleses, y este acontecimiento iba a
cambiar la situación religiosa en Malabar. Los misioneros de la
Church Missionary Society llegaron a Malabar en 1816, y enseguida se
pusieron en contacto con las comunidades cristianas jacobitas y de
Santo Tomás y, con sus enseñanzas anglosajonas y protestantes,
influenciaron a estas comunidades. En 1840 unos 10.000 jacobitas se
pasaron al anglicanismo, y desde estas fechas los cristianos jacobitas
tenían una extensa red de escuelas, pero con tendencias protestantes.
De estos cristianos jacobitas y nestorianos, actualmente en la India
quedan ya muy pocos.
Este
resumen cronológico de la historia de los Cristianos en el Oriente
sólo es una pequeña parte de todos sus hechos. Y confirma lo muy
equivocados que están todos aquellos que dicen que el Cristianismo no ha
influido nada en el mundo Oriental ni en sus filosofías.
Hay
muchas editoriales que se dedican a hacer propaganda de la India y su
historia en libros, videos, etc., en estas últimas décadas. Sitúan el
origen de sus leyendas desde tiempos muy lejanos, y cuando hablan de
los primeros siglos de nuestra era, nada recuerdan de los Apóstoles que
allí predicaron, ni de las comunidades cristianas que allí se
desarrollaron. Parece que quieren hacer ver que nunca existió el
cristianismo en Asia, especialmente en la India. Sin embargo, la
historia de la India y de los cristianos de la India y de muchas partes
del oriente desde el primer siglo de nuestra era, se encuentra
ampliamente escrita en los hechos de Santo Tomás, de San Bartolomé y en
los hechos de tantísimos misioneros que predicaron en oriente y dejaron
sus vidas en aquellas tierras, como los cristianos caldeos y de Siria,
los cristianos nestorianos, franciscanos y jesuitas. También muchos
viajeros de Europa y de otros pueblos recorrieron estas tierras y nos
dejaron muchos testimonios históricos de la presencia cristiana y de las
costumbres de los indios.
El
libro Hechos de Tomás, que recoge los hechos del Santo Apóstol, se
cree que fue escrito por un discípulo de Bardesanes en el siglo ll. El
original se ha perdido, pero existen dos resúmenes en griego y en
sirio desde los primeros siglos. También existe otro libro de los
Hechos de Tomás, utilizado por los maniqueos, que nos ha llegado
entero. Este libro es de la primera mitad del siglo lll; está
compuesto también en siríaco, y nos relata, entre otras cosas, el
embarque de Santo Tomás hacia la India, en concreto hacia la corte del
rey Gondoforo.
Todos
estos documentos siempre han estado entre los escritos de los
cristianos caldeos y siríacos. En los primeros años del cristianismo y,
ciertamente, antes del final del siglo ll, parece que los cristianos
de la India tenían relaciones con la Iglesia de Edesa. En
los alrededores de Edesa se habían encontrado los Hechos de Tomás
(Acta Judae-Thomae), y también un Evangelio arameo o siríaco, que había
encontrado en la misma India San Panteno. Y ya, desde el 325, Edesa
mantenía estrechas relaciones con la Iglesia Cristiana de Persia.
También
de San Bartolomé, el otro Apóstol de la India, muchos escritores de
los primeros siglos hablaron de sus actividades en la India. No nos
han llegado las actas más antiguas que hablan de él, pero se conservan
algunas que datan de entre el 450 y el 550, procedentes de la
provincia oriental del imperio bizantino, y de origen nestoriano. El
Homiliario Armenio confirma todos estos hechos de San Bartolomé, y
también el Breviario Romano. También Eusebio de Cesárea nos cuenta
en su libro Historia Eclesiástica, cómo San Panteno, del siglo ll, en
su viaje que hizo a la India, encontró allí las comunidades cristianas
fundadas por San Bartolomé, y trajo de allí a Alejandría el Evangelio
de San Mateo, escrito en hebreo, que predicaba San Bartolomé en la
India. Fue el obispo de Alejandría , Demetrio, quien envió a San
Panteno a esta misión. Estos hechos los recoge la Historia
Eclesiástica, como hemos dicho anteriormente, y también S. Jerónimo en
su libro De Viris Illustribus.
También
tenemos como testimonios los escritos sobre los hechos de todos los
misioneros caldeos, sirios y nestorianos. Los misioneros nestorianos
pronto llegaron hasta Asia Central y China, y según las crónicas
nestorianas, en el siglo V ya había comunidades cristianas nestorianas
en Sistan, Merw, Herat y en las orillas del golfo Pérsico. Los
heftalitas de Bactriana solicitaron un obispo en el año 549 y Samarcanda
se convirtió en obispado en el siglo VI-VII. El Katholikos Timoteo l
(patriarca nestoriano), 780-823, que organizaba en aquel tiempo las
misiones, nos ofrece la voluminosa correspondencia que nos informa de la
actividad misionera de los nestorianos en todo el centro asiático,
China, Tíbet, y otros lugares de Asia, que tenían metropolitanos y
cientos de miles de fieles por todas las comunidades.
LA ESTELA DE SI-NGAN-FU Y OTRAS SEÑALES CRISTIANAS ANTIGUAS EN ASIA
Sobre
la expansión de los cristianos nestorianos en Asia (China, Mongolia,
Manchuria, India..., llegando hasta las islas de Java y Sumatra), han
escrito muchos historiadores, y ciertos investigadores nos han informado
de señales cristianas, de fechas tempranas, en China, el Tíbet y otros
lugares, describiéndonos estas señales que testimonian la estancia de
las comunidades cristianas caldeas en aquellas tierras. Así, pues,
tenemos la Estela de Si-ngan-fu como testimonio de la presencia de los
cristianos en China. Se trata de una tabla de piedra con caracteres
grabados en chino y en siríaco, y habla del misionero nestoriano Olopen,
que llegaba a la China siendo emperador T,ai Tsoung (627-649);
también dice que muchas familias chinas se habían convertido al
cristianismo, y que se levantaron monasterios en varias ciudades de
diez provincias. La estela continua diciendo que después hubo una gran persecución, en la que debieron morir muchos cristianos.
En
el Tíbet también se han encontrado señales cristianas, como las
descubiertas en Drang-tse, cerca del lago de Pang-Kong. Se trata de
tres cruces caldeas, grandes, grabadas en roca, con inscripciones en
tibetano, sogdiano (texto que menciona el nombre de Jesús, y una fecha
que parece referirse al año 825 u 826), y kutcheano. Otros testimonios
que demuestran la expansión del cristianismo en el Tíbet son las cartas
enviadas por el patriarca nestoriano Timoteo l, entre 792 y 798, en
las que menciona a los cristianos tibetanos, y expresa el patriarca su
deseo de nombrar un metropolitano para el país de los tibetanos.
LAS FILOSOFÍAS RELIGIOSAS DEL ORIENTE SE IMPONEN EN OCCIDENTE
Los
testimonios que se han conservado sobre los hechos de los patriarcas y
profetas de Israel, alcanzan una antigüedad que supera los 4000 años
antes de Jesucristo, aproximadamente. Y los escritos de los hechos de
los Apóstoles y de los cristianos que les siguieron, alcanzan una
antigüedad de casi 2000 años. Sin embargo, hay muchos filósofos unidos
en una sola intención, y ésta es: hacer una historia nueva del
Oriente, basada en leyendas, donde no se recuerde que hubo en la India y
en otras partes de Asia, como es la Ruta de la Seda, una gran
civilización cristiana, bien testimoniada por la historia. Muchos
hombres y mujeres de Occidente, arrastrados por la propaganda
orientalista, han seguido el camino del Oriente buscando respuestas
espirituales en todas estas leyendas aparecidas en estos últimos
siglos, despreciando así al Padre de todas las buenas enseñanzas: el
Evangelio de Jesucristo.
RECUERDO DE AMOR PARA LOS CRISTIANOS DEL ORIENTE
Creemos
que hasta aquí está cumplido este homenaje que hemos querido ofrecer a
todos los cristianos que llegaron al Oriente, y a todos los cristianos
del Oriente que han sido tan perseguidos, cuyos descendientes han
sobrevivido tan heroicamente hasta nuestros tiempos. Y para que quede
presente nuestro agradecimiento para siempre..., a todos ellos con
mucho cariño, volvemos a dedicarles aquellas palabras que les dedicamos
al principio de este estudio:
"El
recuerdo de sus hechos heroicos por el amor que ofrecieron a
Jesucristo, hace que nosotros estemos unidos a ellos, como un sólo
corazón y como una sola alma, por toda la Eternidad"...
Les
pedimos de todo corazón a todos los hombres y mujeres que hablen o
escriban sobre el Cristianismo, que cuando lo hagan sepan distinguir
entre cristianismo verdadero y cristianismo equivocado, pues fueron
muchísimos los cristianos que dieron su vida por la verdad y por la
justicia, y nunca se mancharon con la codicia, ni con la sangre de sus
enemigos.
NOTA FINAL
PROMESAS Y ENSEÑANZAS DE JESUCRISTO
Antes de despedirnos queremos recordar con mucho cariño las siguientes palabras de Jesucristo:
«No temáis, pequeño rebaño, porque yo he vencido al mundo........»
«No temáis a los que matan el cuerpo y nada pueden contra el alma.......»
«Habéis
oído que fue dicho: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo.
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os
persiguen.........»
Al joven rico le dijo:
«Si quieres ser perfecto, anda vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos.....»
Para los gobernantes que quieren llamarse cristianos, escrito está:
«Sabéis
que los gobernantes de las naciones tiranizan a los pueblos, no seáis
así entre vosotros, pues el que quiera ser grande entre vosotros sea
vuestro servidor......».
A sus hijos queridos les dijo:
«Éste es el mandamiento que os doy: que os améis unos a otros......»
«Porque
todo lo que queráis que hagan con vosotros los hombres, hacedlo
vosotros con ellos, porque ésta es la Ley y los Profetas.......»
A los judíos les recordó que sus leyes faltaban a la misericordia:
«Si hubierais comprendido lo que significa: «Misericordia quiero y no sacrificios», no condenaríais a los inocentes.......»
Y para todos aquellos que quieren acabar con el cristianismo sobre la tierra, el Señor dijo:
«No acabará esta generación hasta que todo se cumpla.......»
Y
algunas de las cosas finales que el Señor nos dijo que habían de
cumplirse, serían que el remanente de los santos sería salvado de la
tierra antes de la Segunda Venida de Jesucristo..., y finalmente, que se
cumpliría también la Segunda Venida de Jesucristo.
LA SEGUNDA VENIDA DE JESUCRISTO
«Saliendo
Jesús del templo, se le acercaron sus discípulos y le mostraban las
construcciones del templo. El les dijo: ¿No veis todo esto? En verdad
os digo que no quedará aquí piedra sobre piedra que no sea demolida. Y
sentándose en el monte de los Olivos, llegáronse a El aparte los
discípulos, diciendo: Dinos cuándo será todo esto y cuál la señal de
tu venida y de la consumación del mundo. Jesús les respondió: Cuidad
que nadie os engañe, porque vendrán muchos en mi nombre y dirán: Yo soy
el Mesías, y engañarán a muchos. Oiréis hablar de guerras y rumores de
guerras; pero no os turbéis, porque es preciso que esto suceda, mas no
es aún el fin. Se levantará nación contra nación y reino contra reino,
y habrá hambres y terremotos en diversos lugares; pero todo esto es el
comienzo de los dolores. Entonces os entregarán a los tormentos y os
matarán, y seréis aborrecidos de todos los pueblos a causa de mi nombre.
Entonces se escandalizarán muchos y unos a otros se harán traición y
se aborrecerán; y se levantarán muchos falsos profetas que engañarán a
muchos, y por el exceso de la maldad se enfriará la caridad de muchos;
mas el que perseverare hasta el fin, ése será salvo. Será predicado
este Evangelio del reino en todo el mundo, como testimonio para todas
las naciones, y entonces vendrá el fin. Cuando viereis, pues, la
abominación de la desolación predicha por el profeta Daniel en el lugar
santo -el que lea entienda-, entonces los que estén en Judea huyan a
los montes; el que esté en el terrado no baje a tomar nada de su casa y
el que esté en el campo no vuelva atrás en busca del manto. ¡Ay de
las que estén encintas y de las que críen en aquellos días! Orad para
que vuestra huida no tenga lugar en invierno ni en sábado. Porque
habrá entonces una tan gran tribulación cual no la hubo desde el
principio del mundo hasta ahora, ni la habrá, y, si no se acortasen
aquellos días, nadie se salvaría; mas por amor de los elegidos se
acortarán los día aquellos. Entonces, si alguno dijere: Aquí está el
Mesías, no le creáis, porque se levantarán falsos mesías y falsos
profetas, y obrarán grandes señales y prodigios para inducir a error,
si posible fuera, aun a los mismos elegidos. Mirad que os lo digo de
antemano. Si os dicen, pues: Aquí está, en el desierto, no salgáis;
aquí está, en un escondite, no lo creáis, porque como el relámpago que
sale del oriente y brilla hasta el occidente, así será la venida del
Hijo del Hombre. Donde está el cadáver, allí se reúnen los buitres.
Luego, en seguida, después de la tribulación de aquellos días, se
oscurecerá el sol, y la luna no dará su luz, y las estrellas caerán del
cielo, y los poderes del cielo se conmoverán. Entonces aparecerá el
estandarte del Hijo del Hombre en el cielo, y se lamentarán todas las
tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre venir sobre las nubes
del cielo con poder y majestad grande. Y enviará sus ángeles con
resonante trompeta y reunirá de los cuatro vientos a sus elegios, desde
un extremo del cielo hasta el otro. Aprended la parábola de la
higuera: cuando sus ramos están tiernos y brotan las hojas, conocéis
que el estío se acerca; así vosotros también, cuando veáis todo esto,
entended que está próximo, a las puertas. En verdad os digo que no
pasará esta generación antes que todo esto suceda. El cielo y la
tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.» {San Mateo
24, 1-35.
Fin de este resumen de Cristianos que llegaron al Oriente...
Próximamente pondremos el libro completo...
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QUÉ ES EL TRIGO Y QUÉ ES LA CIZAÑA...
El
trigo es la enseñaNza y los misericordiosos mandamientos de
Jesucristo... La cizaña es todo lo que Jesucristo abolió del viejo
testamento judío, y también todo lo escrito en cualquier escritura que
contradice lo que Jesucristo manda.
EL TRIGO Y LA CIZAÑA, ¿cómo podemos entender este ejemplo en las escrituras?
"Otra
parábola les propuso, diciendo: «El Reino de los Cielos es semejante a
un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero, mientras su gente
dormía, vino su enemigo, sembró encima cizaña entre el trigo, y se fue.
Cuando brotó la hierba y produjo fruto, apareció entonces también la
cizaña. Los siervos del amo se acercaron a decirle: "Señor, ¿no
sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?" El les
contestó: "Algún enemigo ha hecho esto." (Mateo 13,24-28)
INTERPRETACIÓN:
El
campo es el mundo, y también las escrituras. El Hijo del Hombre
entregó a los hombres sus Palabras y su Ley, y los hombres las
escribieron. Luego se fue, subió a los cielos... La predicación de
los profetas y apóstoles dio mucho fruto, y entre los hombres surgieron
muchos creyentes. Pero al surgir muchos creyentes, también surgieron
de la oscuridad muchos hombres codiciosos que sembraron en el mundo y en
las escrituras mucha cizaña (muchos preceptos de hombres). Los ángeles
y muchos hombres conocedores de la verdader Ley de Dios preguntaron: "Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?"
Y el Señor, a través de su profeta, les dice:
"Aun
la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la
golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el
juicio de Yavé. ¿Cómo
decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros?
Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los
escribas" (Jeremías 8:7-8).
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LOS PRIMEROS CRISTIANOS QUE LLEGARON AL ORIENTE
"El
recuerdo de sus hechos heroicos por el amor que ofrecieron a
Jesucristo, hace que nosotros estemos unidos a ellos, como un sólo
corazón y como una sola alma, por toda la Eternidad"...
Este estudio de Cristianos en el Oriente consta de cinco libros.
El primer libro recoge como resumen parte de los otros cuatro libros.
PRIMER LIBRO:
Introducción y resumen de todo el estudio de Cristianos en el Oriente.
SEGUNDO LIBRO:
Primera
parte, dedicada al estudio de las Escrituras de la Biblia y al estudio
de los primeros Cristianos que llegaron al Oriente (San Bartolomé,
Santo Tomás, San Panteno, Barlaam y Josafat, Nestorio y los
nestorianos). También recordamos en este libro a algunos de los
misioneros franciscanos llegados al Oriente; a Marco Polo y su relato
sobre su estancia en el Oriente y el imperio mongol; llegada de los
portugueses a la India y cómo encontraron el sepulcro de Santo Tomás y
otras reliquias, como la Cruz de Santo Tomás; llegada de los
misioneros jesuitas (Francisco Javier, Matteo Ricci y otros); algunas
de las controversias surgidas entre católicos y antiguas comunidades
cristianas de Santo Tomás en la India, y, entre estas controversias, el
Sínodo de Diamper y sus causas; llegada de los franceses, holandeses e
ingleses; el emperador Hung (un emperador cristiano de la China); y
los primeros protestantes que tomaron contacto con las antiguas
comunidades cristianas de Santo Tomás.
TERCER LIBRO:
Segunda
Parte. En esta segunda parte recordamos a los judíos exiliados, que
llegaron a la India antes de Jesucristo; a Alejandro Magno y sus
ejércitos griegos; a los romanos; a la primera religión nacional que
tuvo la India (el Cristianismo); las tres versiones diferentes de una
misma historia: la historia de un príncipe piadoso de la India,
llamado San Josafat o Budasaf (la primera versión hecha por los
primeros cristianos en la India, la segunda versión contada por los
nativos de Ceilán a Marco Polo a finales del siglo Xlll, y la tercera
versión (la más moderna) escrita por budistas, y que es conocida en
estos últimos siglos como la leyenda de buda; el origen de las estatuas
de buda; el origen del nombre de buda; comentarios del misionero
Matteo Ricci sobre las tradiciones más antiguas de la China, y sobre
todo de la secta Xaca, la cual él la ve como un movimiento que basó
parte de su filosofía en las enseñanzas del Cristianismo; testimonios
de Francisco Javier; señales y símbolos cristianos en el Oriente;
huellas del Cristianismo en el budismo; persecución contra los
cristianos; expansión del hinduismo y el budismo en Norteamérica,
Europa, y otros lugares de Oriente y Occidente; la antigüedad de buda;
la antigüedad de Jesucristo; y diversos comentarios sobre el
orientalismo.
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