"El
recuerdo de sus hechos heroicos por el amor que ofrecieron a
Jesucristo, hace que nosotros estemos unidos a ellos, como un sólo
corazón y como una sola alma, por toda la Eternidad"...
Este estudio de Cristianos en el Oriente consta de cinco libros.
El primer libro recoge como resumen parte de los otros cuatro libros.
PRIMER LIBRO:
Introducción y resumen de todo el estudio de Cristianos en el Oriente.
SEGUNDO LIBRO:
Primera
parte, dedicada al estudio de las Escrituras de la Biblia y al estudio
de los primeros Cristianos que llegaron al Oriente (San Bartolomé,
Santo Tomás, San Panteno, Barlaam y Josafat, Nestorio y los
nestorianos). También recordamos en este libro a algunos de los
misioneros franciscanos llegados al Oriente; a Marco Polo y su relato
sobre su estancia en el Oriente y el imperio mongol; llegada de los
portugueses a la India y cómo encontraron el sepulcro de Santo Tomás y
otras reliquias, como la Cruz de Santo Tomás; llegada de los
misioneros jesuitas (Francisco Javier, Matteo Ricci y otros); algunas
de las controversias surgidas entre católicos y antiguas comunidades
cristianas de Santo Tomás en la India, y, entre estas controversias, el
Sínodo de Diamper y sus causas; llegada de los franceses, holandeses e
ingleses; el emperador Hung (un emperador cristiano de la China); y
los primeros protestantes que tomaron contacto con las antiguas
comunidades cristianas de Santo Tomás.
TERCER LIBRO:
Segunda
Parte. En esta segunda parte recordamos a los judíos exiliados, que
llegaron a la India antes de Jesucristo; a Alejandro Magno y sus
ejércitos griegos; a los romanos; a la primera religión nacional que
tuvo la India (el Cristianismo); las tres versiones diferentes de una
misma historia: la historia de un príncipe piadoso de la India,
llamado San Josafat o Budasaf (la primera versión hecha por los
primeros cristianos en la India, la segunda versión contada por los
nativos de Ceilán a Marco Polo a finales del siglo Xlll, y la tercera
versión (la más moderna) escrita por budistas, y que es conocida en
estos últimos siglos como la leyenda de buda; el origen de las estatuas
de buda; el origen del nombre de buda; comentarios del misionero
Matteo Ricci sobre las tradiciones más antiguas de la China, y sobre
todo de la secta Xaca, la cual él la ve como un movimiento que basó
parte de su filosofía en las enseñanzas del Cristianismo; testimonios
de Francisco Javier; señales y símbolos cristianos en el Oriente;
huellas del Cristianismo en el budismo; persecución contra los
cristianos; expansión del hinduismo y el budismo en Norteamérica,
Europa, y otros lugares de Oriente y Occidente; la antigüedad de buda;
la antigüedad de Jesucristo; y diversos comentarios sobre el
orientalismo.
CUARTO LIBRO:
Tercera
Parte. La antigüedad de los textos hindúes (Ramayana y Mahabharata);
el sánscrito, el veda, los upanishads, los puranas, el veda tamil, el
mahabharata, la bhagavad-gita, el ramayana, poemas alvars; el hinduismo
no es tan pacífico; algunos testimonios de Misioneros y viajeros
(Francisco Javier, Alessandro Valignano, Clemente de Alejandría); el
Cristianismo en Asia; la Estela de Si-Gnan-Fu; franceses, holandeses e
ingleses; el descubrimiento de los sánscritos; influencia de los
filósofos europeos en el hinduismo y el budismo (Voltaire, Renán); la
numerología en el hinduismo y el budismo; datos numéricos que se
refieren al budismo; orientalistas (Sociedad Teosófica); la Biblia y el
Hinduismo (contradicciones); la reencarnación; la filososfía de las
castas; Gandhi (Sociedad Teosófica); nota final; Carta de Amor al
Cristianismo (“A Diognetes”).
QUINTO LIBRO:
Cuarta
Parte. Cristianos en la china. Zen, confucianismo, taoísmo y
lamaísmo; el zen (origen; ingleses, norteamericanos y Sociedad
Teosófica, dan a conocer el zen a Norteamérica y al resto de occidente
después de tomar enseñanzas del Cristianismo). Confucianismo
(enseñanzas tomadas del Evangelio: Matteo Ricci habla de ello; origen;
semejanzas entre confucianismo y catolicismo-protestantismo y entre
taoísmo y cristianismo primitivo; situación actual del confucianismo).
Lao-tsé y el taoismo (origen y evolución histórica del taoísmo popular;
influencia cristiana en el taoísmo; misioneros y viajeros del 1200
aprox. traen noticias de China, y no se hablan de Lao-tsé; biografía
de Matteo Ricci, la secta Xaca, taoísmo antiguo e interés de que
permaneciesen las tres principales sectas en China; el taoísmo en
Occidente; semejanzas entre el Tao y la primitiva comunidad cristiana:
Epífanes, Gratiano). El budismo en el Tíbet: lamaísmo (origen,
antigüedad y situación política y religiosa del Tíbet; los taschi-lamas
y los dalai-lamas: socialismo y capitalismo; falso ideal de
no-violencia de los budistas tibetanos; ingleses en el Tibet; chinos y
tibetanos en guerra; codicia de los lamas). Santo Tomás en la India y
en la China; testimonios de Matteo Ricci sobre el Cristianismo en la
China - Historia de la China y cristiana empresa...; expansión y
persecución del Cristianismo en Asia - misión nestoriana; el Preste
Juan; biografía de Oderico de Pordenone; cristianos ocultos en Fugiú y
tres efigies que representan a tres Apóstoles; la Estela China;
señales cristianas en el Tíbet; los budistas del Tibet tomaron de los
cultos cristianos. La ruta de la seda, Aurelio Stein y templos en
ruinas en Asia Central (señales cristianas; testimonio de Matteo Ricci:
el templo que antes era cristiano, después de ídolos); lamaísmo y
catolicismo; diferentes culturas en Asia. Los Apóstoles en India y
China.... Conclusión.
CRISTIANOS EN EL ORIENTE
INTRODUCCIÓN
El
Evangelio de Jesucristo fue escrito por los cuatro evangelistas:
Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Mateo y Juan eran Apóstoles; Lucas y
Marcos fueron discípulos de los Apóstoles. Junto al Evangelio, los
cristianos de los primeros siglos guardaron también con mucho cariño los
hechos de los Apóstoles. Las comunidades cristianas de los pueblos de
Occidente guardaron los hechos de los Apóstoles que habían conocido.
Igualmente, las comunidades cristianas de Oriente, guardaron también
con mucho cariño los hechos de los Apóstoles que habían predicado hasta
las tierras más distantes de Oriente.
En
el primer siglo, las diferentes comunidades cristianas de Oriente y de
Occidente, parece que guardaban todas la misma interpretación del
Evangelio, y no había muchas controversias importantes entre ellas,
excepto alguna que sí lo fue..., pues en el Concilio de Jerusalén se
reunieron Pedro, Pablo, y algunos otros Apóstoles y discípulos, para
debatir un problema que intentaba dividir a los cristianos de entonces, y
este problema era: si debían o no imponer la ley que tenían los
judíos, y que estos llamaban ley de Moisés o de la circuncisión.
Jesucristo
insistió mucho en enseñarnos que el pueblo judío no había sido fiel a
la Ley que había recibido de Dios a través de Moisés, y en el capítulo 5
de San Mateo, y en otros lugares de los Evangelios , Jesucristo nos
enseña que muchos preceptos que los judíos guardaban, como eran la ley
del talión, leyes sobres los matrimonios, leyes sobre guerras, castigos y
penas de muerte, y otras sobre lo que era puro e impuro..., no
guardaban relación con la verdadera Ley de Dios. Jesucristo había
venido a sacarnos de la confusión y a enseñarnos otra vez la Ley de Vida
y de Misericordia, dada desde el principio, que el pueblo de Israel no
había respetado. Estas cosas que nos enseñó Jesucristo respecto a las
leyes judaizantes, ya las venían avisando los Profetas Isaías (Isaías
10, 1-2), Jeremías (Jeremías 8, 8 y Jeremías 23,33-39), Ezequiel
(Ezequiel 13), Daniel (Daniel 9, 24-27 ), y otros profetas.
EL CONCILIO DE JERUSALÉN (Hechos 15)
Los
Apóstoles, en el Concilio de Jerusalén, se reunieron para detallar
estas cosas sobre la Ley, y todos acordaron que la Ley que tenían los
judíos, a través de los tiempos, algunos escribas la habían convertido
en una carga muy pesada que ningún cristiano podía soportar, y había
quedado como una ley vieja. Pero vieja..., ¿por qué...? Bien claro
está: Los preceptos que Dios nos da para que vivamos con caridad y
justicia, son preceptos de vida y son eternos..., pero muchos escribas
que copiaban las leyes no habían sido fieles a la Palabra de Dios, y
cambiaron la ley en falsedad; era una ley que estaba llena de
sacrificios, y faltaba a la caridad; por eso Jeremías les dijo:
«¿Cómo
os decís: Somos sabios y la Ley de Yavé está con nosotros?
Ciertamente la convirtieron en mentira las mentirosas plumas de los
escribas» { Jeremías 8, 8. ......... Y Jesucristo también les dijo:
«Si hubierais comprendido lo que quiere decir: «Misericordia quiero y no sacrificios», no condenaríais a los inocentes». {San Mateo 12, 7.
Las
leyes del viejo testamento estaban cargadas de preceptos sobre
sacrificios y holocaustos diciendo que eran Ley de Dios, pero Dios no
quería sacrificios, entonces aquellas leyes de sacrificios no eran Ley
de Dios. Dios quería misericordia... Y por esto mataron a Jesucristo y a
algunos de sus Apóstoles, porque se oponían a muchas leyes del viejo
testamento que seguían muchos judíos, leyes que nada tenían que ver con
la verdadera Ley de Dios, la que Dios había dado a Moisés en el
principio. Por este motivo, Jesucristo así les dijo:
"Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres". (Mateo 15,7-9
Así
lo comprendieron los cristianos del primer siglo..., y las dudas que
se habían alzado por causa de los judaizantes antes del Concilio de
Jerusalén, en este Concilio quedaron aclaradas para ellos (Hechos, 15).
Pero la insistencia de los judaizantes no acabó aquí, y estos abrieron
un juicio interminable dentro de las comunidades cristianas, juicio
que aún no ha acabado, pues después de haber pasado dos mil años aún
estamos en plena discusión..., y por lo que se ve, parece ser que los
hombres son incapaces de acabar con este juicio; la gracia de los
Apóstoles, que acabaron este juicio en el Concilio de Jerusalén,
después de los siglos no se respetó y los hombres y sus religiones
volvieron a llamar palabra de Dios y Ley de Dios a todas las leyes de
muerte y esclavitud escritas en el viejo testamento que contradicen
radicalmente la misericordia enseñada por Jesucristo.
Después
de este concilio, San Pablo sigue avisando que se tenga cuidado con
los judaizantes porque siguen insistiendo en imponer las leyes del
viejo testamento a los cristianos. San Pedro, en su segunda carta
también nos avisa que hay muchos que tuercen las cosas escritas en las
cartas de Pablo, igual que hacen con el resto de la Sagrada Escritura
(2ª Pedro 3, 16). Más tarde, San Justino (siglo ll), en su libro
titulado Diálogo con Trifón, también nos avisa que los judíos cambiaban
las escrituras del Antiguo Testamento con intención de cambiar las
profecías respecto a la Virgen, Jesucristo, y otras cosas importantes
para los cristianos.
En
los siglos ll y lll las comunidades cristianas se fueron contaminando
otra vez con aquella carga tan pesada de los preceptos del viejo
testamento, y en el siglo lV, apoyadas por los emperadores de Roma, las
leyes cueles del viejo testamento que nadie podía soportar, volvían a
ser impuestas a todas las comunidades cristianas. Así, muchos libros de
estas comunidades fueron quemados, y muchos cristianos fueron
perseguidos.
Los
Apóstoles ya habían establecido las bases de la fe cristiana, y éstas
eran: que los cristianos no tenían que cumplir las leyes crueles del
viejo testamento..., y que la libertad y la misericordia que había
predicado Jesucristo era la única Ley dada por Dios a Moisés, y la única
que debían guardar los cristianos (Concilio de Jerusalén, Hechos de
los Apóstoles, 15). Todos los mandamientos que nos enseñó Jesucristo
en el Evangelio se basaban en la única y verdadera Ley de Dios enseñada
por Jesucristo que así nos dice:
«Todo lo que queráis que hagan con vosotros los hombres, hacedlo vosotros con ellos, porque ésta es la Ley y los Profetas» {San Mateo 7, 12.
Los
libros históricos incluidos en el viejo testamento son muy importantes
porque contienen la historia más antigua a la que pueden remontarse
los hombres, y los libros proféticos también son muy importantes porque
contienen las profecías que habían de cumplirse..., y entre ellas, la
esperanza de Israel: la Venida del Mesías (el Nacimiento de
Jesucristo). Estos libros proféticos también nos avisan que muchos
escribas cambiaban la ley de Dios en mentira, como hemos comentado
anteriormente. Entonces, el problema del viejo testamento para los
cristianos no radicaba en estos libros históricos y proféticos
especialmente, sino en aquellos que contenían la ley del Talión, y otras
muchas leyes referentes a sacrificios, castigos de muerte, sexualidad,
impureza, y otras..., que eran contrarias a la Ley misericordiosa de
Jesucristo.
El
sentimiento cristiano verdadero de los primeros siglos se mantenía
vivo en muchas almas, en todos los pueblos hasta donde habían llegado
los Apóstoles y los primeros cristianos..., desde España, hasta la
China, pasando por todos los pueblos de Europa, Medio Oriente y Asia.
Estas almas eran la iglesia oculta, perseguida, y la iglesia de muchos
misioneros de buena voluntad que no podían hablar libremente todo lo
que sentían, pero que, a través de los siglos, lograron que el
Evangelio llegara a todos los pueblos del mundo. Es cierto que detrás
de muchos de estos misioneros llegaban otros con interpretaciones
nocivas y leyes de hombres, pero el Evangelio, aun con mucho esfuerzo,
llegaba a todos los pueblos..., para que los hombres de buena voluntad
que tenían que recibir la Ley de Dios, la recibieran y pudieran
descubrir, con la ayuda de Dios, lo que era trigo y lo que era cizaña.
Y en este esfuerzo de los Apóstoles y de estos misioneros de buena
voluntad, es en lo que nos centramos para hacer este estudio.
Nuestro
esfuerzo está dedicado a recordar esta historia y estos hechos de los
primeros cristianos y de muchos otros cristianos que los siguieron
después, cristianos que llegaron a muchas partes del mundo, incluidos la
India, la China y muchos otros lugares del Oriente..., hechos que
muchos desean olvidar pero que nosotros guardamos en nuestro corazón con
mucho reconocimiento, cariño y amor.
JESUCRISTO ABOLIÓ MUCHOS PRECEPTOS DEL VIEJO TESTAMENTO PORQUE NO ERAN LEY DE DIOS
Jesucristo nos dice: "No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas" (Mateo 5,17). Y muchas religiones interpretan que eso significa que Jesús no abolió nada del viejo testamento. Pero esa interpretación es un error, pues Jesús sí dejó abolidos muchos preceptos del viejo testamento cuando nos dice:
"oisteis que fue dicho... pero yo os digo..." (Mateo 5,21-48)
JESUCRISTO ABOLIÓ MUCHOS PRECEPTOS DEL VIEJO TESTAMENTO PORQUE NO ERAN LEY DE DIOS
Jesucristo nos dice: "No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas" (Mateo 5,17). Y muchas religiones interpretan que eso significa que Jesús no abolió nada del viejo testamento. Pero esa interpretación es un error, pues Jesús sí dejó abolidos muchos preceptos del viejo testamento cuando nos dice:
"oisteis que fue dicho... pero yo os digo..." (Mateo 5,21-48)
A los hombres codiciosos que se hacen dueños de muchas posesiones les cuesta muchísimo respetar la vida de Los indefensos (NO MATARÁS), y también les cuesta muchísimo entregar sus bienes a los pobres. Ellos no quieren el camino de la misericordia y prefieren imponer penas de muerte, sacrificios, esclavitud y "FALSAS RELIGIONES" a los pobres.
Por eso, Jesucristo también les dijo a aquellos judíos y a las falsas religiones que aparecerían despees de Él:
"... si hubierais comprendido lo qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio,no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7
"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo". (Mateo 22:34-40)
La
Ley y los mandamientos de Dios fueron cambiados por los escribas, como
nos dicen los profetas Jeremías e Isaías. Entonces, fueron los escribas
antiguos después de Moisés los que cambiaron los mandamientos de Dios y
de esta forma el viejo testamento en tiempos de Jesucristo estaba
cargado de preceptos y tradiciones de hombres. Los profetas nos dicen:
"...mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo
decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros?
Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas" (Jeremías 8:7-9).
"Así ha dicho Yavé el Señor: Esta es Jerusalén; la puse en medio de las naciones y de las tierras alrededor de ella. Y ella cambió mis decretos y mis ordenanzas en impiedad más que las naciones, y más que las tierras que están alrededor de ella; porque desecharon mis decretos y mis mandamientos, y no anduvieron en ellos". (Ezequiel 5:5-6)
"Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes,cambiaron los mandamientos, quebrantaron el pacto sempiterno" (Isaías 24:5-6).
LA GRACIA ES GUARDAR TODOS LOS MANDAMIENTOS DE JESUCRISTO...
Es
cierto que ya no estamos bajo la ley del viejo testamento judío, ley
que mandaba penas de muerte, guerras y genocidios donde se mataba a
hombres mujeres y niños, ley que mandaba también esclavitud y
sacrificios. Todo eso quedó anulado por los mandamientos que Jesucristo
mandó cuando predió el Evangelio. Entonces, ahora los cristianos debemos
guardar los mandamientos de Jesucristo.
Pero
algunos, equivocadamente dicen, que no estamos bajo la Ley sino bajo la
Gracia. Y también dicen equivocadamente que estando bajo la gracia
tenemos solo dos mandamientos, que están basados en el amor a Dios y al
prójimo.
Muchos judaizantes tienen una gran equivocación cuando
dicen que Jesucristo no vino a abolir ningún mandamiento del viejo
testamento, pues interpretan mal los versículos del Evangelio que
dicen así:
"No
penséis que he venido para abrogar la
ley o los profetas...,
ni una jota ni una tilde pasará de la
ley..."(Mateo
5:17-20).
La Ley y los profetas no son todas las leyes del
viejo testamento, pues Jesús abolió muchas de esas leyes. La
Ley que Jesucristo no abolió es la verdadera Ley de Dios, que es la
que Él mismo nos enseña en el Evangelio,
porque Jesucristo mismo nos dice que ésta es la Ley y los
profetas:
"todas
las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así
también haced vosotros con ellos; porque
ésta es la ley y los profetas".
(Mateo 7:12).
Por tanto, ésta es la Ley que Dios dio a
Israel porque Jesucristo mismo dice que "ésta
es la ley y los profetas". Ésta es
la Ley que sigue vigente, que Jesucristo no vino a abolir ("No
penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas").
Y de esta Ley es de la que no ha pasado "ni
una jota ni una tilde":
de esta Ley que Jesucristo nos reveló en el Evangelio y que es la
verdadera Ley que Dios había dado a Moisés. Pero de la Ley del
viejo testamento si que pasaron muchos mandamientos.
Jesús
también enseña los verdaderos mandamientos de la Ley de Dios que
debemos guardar para entrar en la vida y que así nos dicen:
"Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No
matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a
tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo.El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces
Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente
entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más
fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el
reino de Dios" (Mateo 19:16-24)
Los
mandamientos de Jesucristo son los mandamientos del Padre:
"El
que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el
que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me
manifestaré a él.
Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te
manifestarás a nosotros, y no al mundo? Respondió Jesús y le dijo:
El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y
vendremos a él, y haremos morada con él. El
que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído
no es mía, sino del Padre que me envió".
(Juan
14:21-24)
"Si
guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor;
así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco
en su amor. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en
vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. Este
es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus
amigos. Vosotros
sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su
señor; pero os he llamado amigos, porque todas
las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer".
(Juan
15:10-15)
"Porque yo no he hablado por
mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de
lo que he de decir, y de lo que he de hablar. Y
sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo
hablo como el Padre me lo ha dicho".
(Juan 12:49-50)
Los
mandamientos de Jesucristo son los mandamientos del Padre:
"El
que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el
que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me
manifestaré a él.
Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te
manifestarás a nosotros, y no al mundo? Respondió Jesús y le dijo:
El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y
vendremos a él, y haremos morada con él. El
que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído
no es mía, sino del Padre que me envió".
(Juan
14:21-24)
"Si
guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor;
así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco
en su amor. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en
vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. Este
es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus
amigos. Vosotros
sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su
señor; pero os he llamado amigos, porque todas
las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer".
(Juan
15:10-15)
"Porque yo no he hablado por
mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de
lo que he de decir, y de lo que he de hablar. Y
sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo
hablo como el Padre me lo ha dicho".
(Juan 12:49-50)
DIOS NO MANDÓ SACRIFICIOS ni quiere sacrificios...
Jesucristo tampoco quería que le crucificaran (que le sacrificaran)..., pues sudó gotas de sangre cuando sintió que le iban a crucificar...
Pero Él dejó que le crucificaran para que sus hijos comprendieran que la verdadera Ley de Dios manda misericordia y perdón para todos, y aquellos que imponen penas de muerte (sacrificios humanos), antes o después, condenan a los hijos de Dios (a las personas inocentes), igual que crucificaron a Jesucristo. Por eso Jesucristo así les dijo a los judíos:
"Si hubierais comprendido lo que quiere decir: "Misericordia quiero y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes". (Mateo 12,7).
No es lo mismo ofrendas de amor con un sentido religioso en agradecimiento a Dios, que no cuesten sacrificios, que los sacrificios que a veces tenían que hacer los pobres y que les imponían los sacerdotes cuando los pobres en muchos casos no tenían ni para comer.
Dios es misericordioso y Él no manda sacrificios a sus hijos
Los judíos celebraban la pascua así como enseñaban las escrituras del viejo testamento que ellos tenían, Y los cristianos celebran la pascua como manda y enseña Jesucristo en el nuevo pacto, así como lo enseña el Evangelio:
""El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que preparemos para que comas la pascua? Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa celebraré la pascua con mis discípulos. Y los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y prepararon la pascua. Cuando llegó la noche, se sentó a la mesa con los doce"". (Mateo 26:18
Todos
los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores
"Volvió,
pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la
puerta de las ovejas. Todos
los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores"(Juan
10:7-8.)
"Volvió,
pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la
puerta de las ovejas. Todos
los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores"(Juan 10:7-8.)
-Antigüedad
de Jesús.
"Mas
quiero recordaros, bien que sepáis todas estas cosas una vez
aprendidas, que Jesús,
después de haber salvado al pueblo sacándole de la tierra de
Egipto..."
(Judas
1:5)
"Porque
no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos
estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; y todos en Moisés
fueron bautizados en la nube y en el mar, y todos comieron el mismo
alimento espiritual, y
todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca
espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. Pero
de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron
postrados en el desierto". (1ª
Corintios 10:1-5)
"Al
principio era el Verbo,
y el Verbo estaba en Dios, y
el Verbo era Dios.
El estaba al principio en Dios. Todas
las cosas fueron hechas por EL,
y sin El no se hizo nada de cuanto ha sido hecho".
(Juan 1:1-3)
LA GRACIA ES GUARDAR TODOS LOS MANDAMIENTOS DE JESUCRISTO...
Es cierto que ya no estamos bajo la ley del viejo testamento judío, ley que mandaba penas de muerte, guerras y genocidios donde se mataba a hombres mujeres y niños, ley que mandaba también esclavitud y sacrificios. Todo eso quedó anulado por los mandamientos que Jesucristo mandó cuando predió el Evangelio. Entonces, ahora los cristianos debemos guardar los mandamientos de Jesucristo.
Pero algunos, equivocadamente dicen, que no estamos bajo la Ley sino bajo la Gracia. Y también dicen equivocadamente que estando bajo la gracia tenemos solo dos mandamientos, que están basados en el amor a Dios y al prójimo.
LA
LEY QUE JESUCRISTO NO VINO A ABOLIR ES LA LEY DEL EVANGELIO Muchos
judaizantes tienen una gran equivocación cuando dicen que Jesucristo
no vino a abolir ningún mandamiento del viejo testamento, pues
interpretan mal los versículos del Evangelio que dicen así:
"No
penséis que he venido para abrogar la
ley o los profetas...,
ni una jota ni una tilde pasará de la
ley..."(Mateo
5:17-20).
La Ley y los profetas no son todas las leyes del
viejo testamento, pues Jesús abolió muchas de esas leyes. La
Ley que Jesucristo no abolió es la verdadera Ley de Dios, que es la
que Él mismo nos enseña en el Evangelio,
porque Jesucristo mismo nos dice que ésta es la Ley y los
profetas:
"todas
las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así
también haced vosotros con ellos; porque
ésta es la ley y los profetas".(Mateo
7:12).
¿COMO DEBEMOS AMAR A NUESTRO PRÓJIMO como a nosotros mismos?...
“Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con toda tu mente’, y, a tu prójimo como a ti mismo”.
Para amar realmente a nuestros prójimos como a nosotros mismos debemos conocer todos los mandamientos de Jesucristo:
"Mas
si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo:
¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás
falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo
como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi
juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto,
anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el
cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste,
porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De
cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los
cielos. Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo
de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios" (Mateo 19:16-24)
Así
es amigos, no se debe despreciar ninguno de los mandamientos de
Jesucristo que son necesarios para poder conocer plenamente como debemos
amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos...
“Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con toda tu mente’, y, a tu prójimo como a ti mismo”.
Jesucristo
enseñó todos los mandamientos del Evangelio porque todos son
necesarios... Y Jesucristo sabía que cada hombre interpretaría estos dos
mandamientos mencionados según sus intereses... Por eso Jesucristo así
dijo:
]No matarás. No adulterarás. No hurtarás.
No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a
tu prójimo como a ti mismo....
No matarás: El que ama a su prójimo como así mismo no le mata, ni le impone penas de muerte ni hace guerras contra él...
No adulterarás: El
que ama a su prójimo o a su amiga como a si mismo no adultera su
amistad con él o con ella, y siempre son fieles amigos... NO DEBEMOS
ADULTERAR LOS MISERICORDIOSOS MANDAMIENTOS DE JESUCRISTO... Jesucristo
es nuestro mejor amigo...
No hurtarás: El
que ama a su prójimo como a si mismo no le roba su alimento diario, ni
lo tiene de esclavo, ni se hace dueño de las tierras y los bienes que
Dios hizo para todos, pues Dios quiere que las disfruten todos los
hombres con igualdad y en comunidad cristiana...
No dirás falso testimonio: No se deben retorcer las palabras del prójimo, diciendo que dice cosas que no dice, o que hace cosas que no hace...
Honra a tu padre y a tu madre: Debemos respetar a nuestros parientes, y debemos adorar y honrar a Dios que es nuestro Padre...
Amarás a tu prójimo como a ti mismo:
Para amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos debemos saber
perfectamente como debemos hacer para cumplir con los mandamientos: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre...
Debemos ser perfectos en la misericordia, por eso Jesucristo también dice:
Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres:
Los que no entregan todo lo que tienen a los pobres, no son cristianos
perfectos..., no son los que entran por la puerta de las ovejas... Los que no entregan todo lo que tienen a los pobres, son los que se encaraman por otra parte para devorar a los corderos... ...