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General: LAVADO DE CEREBRO BANANERO EN EL GOBIERNO PERONISTA-ARGENTINA
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La verdad los hará libres ! ! ! ! Y la mentira, esclavos (agrego yo).
Que triste ir por la vida blandiendo la mentira como espada.
Yo no soy peronista. Pero reconozco que el peronismo es lo mejor que ha tenido la Argentina, hasta el momento, en cuanto a gobiernos y políticas aplicadas.
Lo que trae el participante, en este Tema, es mentira. Perón nunca dijo lo que Barilochense quiere hacer creer.
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo) |
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saludos gran papiyo
TODO ES RELATIVO
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Y nada es absoluto.
Pero existen las verdades y existen las mentiras.
Tenés que chequear muy bien antes de postear cualquier cosa. Más allá que seas un anti-peronista declarado.
Saludos Barilochense.
REVOLUCIONARIAMENTE
(Gran Papiyo) |
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SALUDOS PAPIYO
Aparentemente este foro se quedo sin administrador y yo fui en una epoca. Te queria solicitar si me podes poner para administrar al mismo, por lo menos hasta que aparezca nuevamente el anterior.
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¿como andas papiyo?
No seria mala idea, que vuelva a tu foro.
saludos |
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Documentos
(por Norberto Galasso) El discurso de la Cámara de Comercio pronuncia en la Bolsa de Comercio -el 25 de agosto de 1944- y es preciso detenerse en él porque produce fuertes polémicas y porque, además, resulta útil para ir delineando la naturaleza histórica del movimiento en gestación, así como la peculiar conducción pendular que comienza a emplear el coronel. Alianza de clases y frente nacional. En esos momentos, los dirigentes gremiales del Partido Comunista, que han ido perdiendo fuerza frente a nuevos sindicalistas, preparan una huelga general que estallará en setiembre u octubre dirigida a derrocar al gobierno de facto. Por otra parte, como se ha señalado, el recientemente constituido Consejo Nacional de Posguerra requiere apoyo de los industriales. Estos dos datos coyunturales ayudan a entender ese discurso. El coronel comienza manifestando: “( ... ) De un lado, me han dicho que soy nazi, de otro lado, han sostenido que soy comunista; todo lo que me da la certidumbre verdadera de que estoy colocado en el perfecto equilibrio que busco en la acción que desarrollo en la Secretaría de Trabajo y Previsión. ( ... ) Pienso que el problema se resuelve de una sola manera: obrando conscientemente para buscar una perfecta regulación entre las clases trabajadoras, medias y capitalistas, procurando una armonización perfecta de fuerzas, donde la riqueza no se vea perjudicada, propendiendo por todos los medios a crear un bienestar social, sin el cual la fortuna es un verdadero fenómeno de espejismo que puede romperse de un momento a otro. Una riqueza sin estabilidad social puede ser poderosa, pero será siempre frágil, y ese es el peligro que, viéndolo, trata de evitar por todos los medios la Secretaría de Trabajo y Previsión”. Señala, luego, que “hasta ahora estos problemas han sido encarados por una verdadera lucha. Yo no creo que la solución de los problemas sociales esté en seguir la lucha entre el capital y el trabajo. Ya hace más de sesenta años, cuando las teorías del sindicalismo socialista comenzaron a producir sus frutos en esa lucha, opiniones extraordinariamente autorizadas, como la de Mazzini y la de León XIII, proclamaron nuevas doctrinas, con las cuales debía desaparecer esa lucha inútil”. Esta concepción es propia de alguien que está gestando un frente nacional, aunque resulta errónea en tanto la lucha de clases existe, más allá de que lo quieran o no sus protagonistas. En este caso, las fuerzas sociales en lucha ya están tendiendo a alinearse: ese frente nacional, por un lado, y la clase oligárquica, asociada al imperialismo, con apoyo de sectores de la vieja clase media, por otro.Lo que ocurre es que más allá de la conciencia del propio Perón, lo que se está generando a su alrededor es una alianza de clases como frente nacional. Esta alianza no elimina el antagonismo entre obreros y empresarios nuevos, sino que lo torna secundario, lo subalterniza frente a la lucha de clases fundamental entre quienes propician la liberación y quienes se entregan al imperialismo. Este modo de presentarse la lucha es común a los países coloniales y semicoloniales, y no pudo ser previsto por Marx -quien elaboró su teoría previamente a la aparición del imperialismo- pero sí por Lenin, Trotsky y Mao, entre otros. De aquí también el papel que el coronel otorga al Estado como árbitro y coordinador de esa alianza: “El abandono por el Estado de una dirección racional de una política social, cualquiera que ella sea, es sin duda el peor argumento porque es el desgobierno y la disociación paulatina y progresiva de las fuerzas productoras de la Nación”. ¿En qué consiste, entonces, la necesaria intervención estatal? En organizar, dar pautas de entendimiento y concertar finalmente a los sectores en conflicto. El coronel sostiene: “Las masas obreras que no han sido organizadas presentan un panorama peligroso, porque la masa más peligrosa, sin duda, es la inorgánica. La experiencia moderna demuestra que las masas obreras mejor organizadas son, sin duda, las que pueden ser dirigidas y mejor conducidas en todos los órdenes (...)” Por el contrario, “esas masas inorgánicas, abandonadas, sin una cultura general, sin una cultura política, eran un medio de cultivo para esos agitadores profesionales extranjeros. Para hacer desaparecer de la masa ese grave peligro, no existen más que tres caminos, o tres soluciones: primero, engañar a las masas con promesas o con la esperanza de leyes que vendrán, pero que nunca llegan; segundo, someterlas por la fuerza; pero estas dos soluciones, señores, llevan a posponer los problemas, jamás a resolverlos. Hay una sola forma de resolver el problema de la agitación de las masas y ella es la verdadera justicia social, en la medida de todo aquello que sea posible a la riqueza de su país y su propia economía, ya que el bienestar de las clases dirigentes y de las clases obreras está siempre en razón directa de la economía nacional. Ir más allá es marchar hacia un cataclismo económico; quedarse muy acá es marchar hacia un cataclismo social. (...)” Y agrega: “He querido presentar solamente, diremos así, una concepción teórica de conjunto”. Señala, luego, la experiencia recogida desde junio de 1943, así como la necesidad de consolidar organizaciones sindicales fuertes: “Todavía hay hombres que se asustan de la palabra sindicalismo (...) Es un grave error creer que el sindicalismo obrero es un perjuicio para el patrón. En manera alguna es así. Por el contrario, es la forma de evitar que el patrón tenga que luchar con sus obreros (...) es el medio para que lleguen a un acuerdo, no a una lucha (...) Así se suprimen las huelgas, los conflictos parciales, aunque, indudablemente, las masas obreras pasan a tener el derecho de discutir sus propios intereses, desde una misma altura con las fuerzas patronales, lo que, analizado, es de una absoluta justicia”. Seguidamente, se refiere a la labor de la Secretaría: “Se ha dicho que en la Secretaría de Trabajo y Previsión hemos perjudicado a tales o cuales fuerzas. (...) La Secretaría responde a la concepción que he explicado. (...) No se produce ningún acuerdo, ningún arreglo por presión, sino por transacción entre obreros y patrones. Nosotros no hemos llegado a establecer ningún decreto, ninguna resolución que no haya sido perfectamente aceptada en nuestras mesas por obreros y patrones. Y ya hemos realizado más de cien convenios colectivos. (...) Nosotros, allí, haciendo de verdaderos jueces salomónicos, ayudamos a la transacción. (...)
(continuará)
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo) |
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