Un día, ya muy cansado de buscar
la verdadera enseñanza y los verdaderos mandamientos de mi amado Señor
Jesucristo, se me manifestó el Señor en una visión:
"El Señor, con mucho amor, puso sus manos
sobre mis hombros, y así me sentí amado y bendecido por Él por unos
momentos... Enseguida sentí que detrás de mí se acercaba mucha gente.
Yo miré, y vi los campos llenos de gente que venía con odio y con rabia
buscando a Jesucristo para matarlo... Era como si el mundo entero se
hubiera vuelto loco de odio contra Jesucristo.
Yo estaba en un puente, y la parte baja del
puente terminaba en los campos donde venia el mundo en manifestación
contra Jesucristo... En la parte alta del puente había un palacio donde
entró Jesucristo con los amigos que le acompañaban, y se cerró la
puerta.
Yo, pronto me sentí rodeado de gente violenta
que quería derribar la puerta del palacio para matar a Jesucristo... Yo
me sentía atrapado entre la gente y temeroso de que descubrieran que
yo era amigo de Jesucristo. Pero enseguida, dos de los amigos del señor
que le acompañaban, como volando saltaron al puente donde yo me
encontraba y entre ellos y la gente enfurecida se produjo una gran
batalla".
Cuando desapareció de mi mente aquella visión, enseguida comprendí
que Dios me estaba manifestando que el Mundo con sus poderes ateos y
sus falsas religiones, estaba caminando en contra de lo que mandaba y
había enseñado Jesucristo.
Los días pasaban y yo me preguntaba que donde estaría la verdadera
enseñanza de Jesucristo para seguirla, y así ofrecer a Jesucristo todo
mi amor.
Buscando y buscando encontré los mandamientos de Jesucristo que así dicen:
"todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)
"Si hubierais comprendido qué quiere decir: "Misericordia quiero, y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7)
"si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos" (Mateo 19:16-22)
"........ si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo:
No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio.
Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más
me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que
tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y
sígueme.
Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas
posesiones. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que
difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os
digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que
entrar un rico en el reino de Dios". (Mateo 19:16-24)
Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (Marcos 16:15-16).
Jesús también enseña los verdaderos mandamientos de la Ley de Dios que debemos guardar para entrar en la vida y que así nos dicen:
"Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios" (Mateo 19:16-24)
Dios es misericordioso y Él no manda sacrificios a sus hijos, pero satanás, enemigo de Dios siempre quería hacer ver que Dios era cruel y que mandaba al pueblo llevar cargas insoportables. Pero esa carga de los sacrificios escritos en las leyes del viejo testamento no venía de Dios ni la quería Dios, sino que fueron los hombres los que impusieron esas leyes como si fueran leyes de Dios..., pues los escribas había cambiado la Ley de Dios, como nos dicen los profetas:
"...mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas" (Jeremías 8:7-9).
Jesucristo nos dijo: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (Marcos 16:15-16).
JESUCRISTO NO VINO A ABOLIR LA VERDADERA LEY DE DIOS
Jesucristo no había venido a abolir la verdadera Ley de Dios, sino que vino a darla a conocer de nuevo cuando nos dijo: "todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12).
"No
todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los
cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los
cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no
profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y
en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé:
Nunca
os conocí; apartaos de mí, que estáis obrando sin Ley".(Mateo
7:21-23)
"ypor
haberse multiplicado la infracción de la Ley,
el amor de muchos se enfriará".(Mateo
24:12)
"Todo
aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues
el pecado es infracción de la ley".(1ª
Juan 3:4)
--- Las cartas atribuidas a Pablo dicen que por las obras
de la ley nadie será justificado, pues en algunas partes las cartas
dicen así:
"por
cuanto por las obras de la ley nadie será justificado".
(Gálatas 2:16)
"ya
que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado".
(Romanos 3:20)
"Concluimos,
pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley".
(Romanos 3:28.)
Sin embargo, Jesucristo en el Evangelio
dice así: "si
quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos":
"Mas
si quieres entrar en
la vida, guarda los mandamientos.
Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No
matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio.
Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti
mismo. El joven le
dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me
falta? Jesús le
dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a
los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.
Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas
posesiones" (Mateo 19:16-22)
Y
en cuanto a las obras, el Evangelio nos dice así:
"Porque
el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles,
y entonces pagará a
cada uno conforme a sus obras".
(Mateo 16:27)
Todos los foristas se disipan en cuentos de magia, filosofías raras, y elucubraciones mentales que nada edifican...¿ Pero donde están los verdaderos cristianos que nos recuerden las enseñanzas del Evangelio?.
Jesucristo nos dijo: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (Marcos 16:15
La vida de los primeros cristianos(todas las cosas en común) "Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles.
Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos". (Hechos 2:42-47). "Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos.
Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad. Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre, como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles". (Hechos 4:32-37)
El Señor no mandó que se mate a las personas que cometen faltas, sino que se les perdone, pues el Evangelio así nos dice:
"Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete". (Mateo18:21-22)
"Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas". (Mateo 6:14)
"Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas". (Marcos 11:25-26) "No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados". (Lucas 6:37) "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (Marcos 16:15-16). "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén". (Mateo 28,19-20).
La abominación desoladora en el lugar santo es haber cambiado las enseñanzas del Evangelio, y haber puesto en su lugar doctrinas que mandan cosas diferentes a lo que mandó Jesucristo, como por ejemplo doctrinas que dicen que no hay que guardar la Ley y los mandamientos de Jesucristo, que mandan: NO MATARÁS y que también mandan que los ricos repartan sus bienes entre los pobres.
La abominación desoladora son las doctrinas religiosas que imponen penas de muerte, guerras y desigualdad (sacrificios y esclavitud a los pobres), faltando con ello al mandamiento de Jesucristo que desde el principio dijo: "NO MATARÁS", y tener misericordia con todos... Jesucristo así dijo:
"Si hubierais comprendido qué quiere decir: "Misericordia quiero, y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7)
LA
LEY QUE JESUCRISTO NO VINO A ABOLIR ES LA LEY DEL EVANGELIO Muchos
judaizantes tienen una gran equivocación cuando dicen que Jesucristo
no vino a abolir ningún mandamiento del viejo testamento, pues
interpretan mal los versículos del Evangelio que dicen así:
"No
penséis que he venido para abrogar la
ley o los profetas...,
ni una jota ni una tilde pasará de la
ley..."(Mateo
5:17-20).
La Ley y los profetas no son todas las leyes del
viejo testamento, pues Jesús abolió muchas de esas leyes. La
Ley que Jesucristo no abolió es la verdadera Ley de Dios, que es la
que Él mismo nos enseña en el Evangelio,
porque Jesucristo mismo nos dice que ésta es la Ley y los
profetas:
"todas
las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así
también haced vosotros con ellos; porque
ésta es la ley y los profetas".(Mateo
7:12).
LA GRACIA ES GUARDAR TODOS LOS MANDAMIENTOS DE JESUCRISTO...
Es cierto que ya no estamos bajo la ley del viejo testamento judío, ley que mandaba penas de muerte, guerras y genocidios donde se mataba a hombres mujeres y niños, ley que mandaba también esclavitud y sacrificios. Todo eso quedó anulado por los mandamientos que Jesucristo mandó cuando predió el Evangelio. Entonces, ahora los cristianos debemos guardar los mandamientos de Jesucristo.
Pero algunos, equivocadamente dicen, que no estamos bajo la Ley sino bajo la Gracia. Y también dicen equivocadamente que estando bajo la gracia tenemos solo dos mandamientos, que están basados en el amor a Dios y al prójimo.
Jesucristo también nos enseña la Ley en
preceptos:
"........
si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.
Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No
matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio.
Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti
mismo.
El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué
más me falta? Jesús
le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a
los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.
Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas
posesiones. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os
digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos.
Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de
una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios". (Mateo
19:16-24)
Ésta es la Ley y estos son los preceptos que
Jesucristo no vino a abolir, los que Jesucristo mismo nos enseña en
el Evangelio... Pero del viejo testamento Jesucristo sí que abolió
muchos mandamientos, como se pueden ver en las siguientes citas del
Evangelio:
Mateo
5:31-48, Mateo 12:1-8, Mateo 20:25-28, Juan 5:8-11, Juan 5:16-18,
Juan 8:3-11 y todo el contexto del Evangelio.
Como
podemos ver en estas citas, Jesucristo, con los mandamientos del
Evangelio, dejó abolidos los preceptos del viejo testamento que
mandaban: esclavitud, sacrificios, "ojo por ojo y diente por
diente"; quemar a las hijas que no iban vírgenes al matrimonio;
matar a pedradas a los hijos desobedientes, a las mujeres acusadas de
adulterio, a los hombres que recogían leña en día de reposo, y
otras penas de muerte; y también abolió hacer guerras y matar a los
hombres, mujeres y niños de los pueblos
vencidos...
Jesucristo
había dicho que Él no había venido a abolir la Ley, y la Ley que Él no
había venido a abolir es la verdadera Ley de Dios, que es la que Él
mismo nos enseña en el Evangelio y que así nos dice:
"todas
las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también
haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)