COMER LA CARNE DE LOS CORDEROS no es un sacrificio...
La gente come la carne de los animales cuando
puede y a nadie le cuesta un sacrificio comer la carne... Ni a
Jesucristo ni a los apóstoles les costó un sacrificio al comer el
cordero... comer la carne de los animales bien guisada es un placer, y
no es un sacrificio... Entonces Jesucristo y los apóstoles no hicieron un sacrificio al come el cordero... Y Jesucristo dijo que Dios no quiere
sacrificios... Pues así dijo:
"Si hubierais comprendido qué quiere decir: "Misericordia quiero, y no
sacrificios", no condenaríais a los
inocentes" (Mateo 12:7)
"Aquí la sabiduría. El que tenga inteligencia calcule el número de la bestia, un número de hombre. Su número es 666". [Apocalipsis 13,18].
Sobre
este número simbólico de la Bestia (666), Juan el apóstol nos dice
que el que tenga inteligencia lo calcule. Y este es el cálculo y la
interpretación:
6 + 6 + 6 = 18 y 1 + 8 = 9...
9 será el número y la llave que nos abrirá la puerta de muchos misterios en el tiempo del Fin.
En
nuestros tiempos es cuando la Bestia del Fin ha llegado a su máximo
poder, y luego vendrá su fin, cuando Dios tenga determinado. Creemos
que será muy pronto porque muchas profecías están ya cumplidas. El
Anticristo o Bestia del Fin desencadenó la Primera y Segunda Guerras
Mundiales y puede ser el causante de la Guerra del Fin, si el mundo
no se arrepiente.
"Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin". (Mateo 24:14).
"cuarenta y dos meses"... OTRA SEÑAL SIMBÓLICA DE LOS TIEMPOS DE LAS BESTIAS y su relación con el numero 666.
Si recordamos las palabras de Juan el apóstol cuando en las páginas
anteriores nos habla del Dragón, vemos que nos dice que la Iglesia de
Jesucristo huirá a un lugar donde es alimentada por "un tiempo, dos
tiempos y medio tiempo, lejos de la vista de la serpiente". Y ahora nos
dice que a la Besita "Le fue dada una
boca que profería palabras arrogantes y blasfemias, y le fue dado
poder de hacerlo durante cuarenta y dos meses".
Los tiempos bíblicos significan años, entonces: "un tiempo, dos tiempos y medio tiempo"
son tres años y medio o cuarenta y dos meses... Y tres años y medio o
cuarenta y dos meses también son: 1260 días bíblicos y simbólicos que
equivalen a un tiempo real determinado. Y ahora volvamos a recordar
la relación que tienen estos números con el número de la bestia, que
es 666:
Cuarenta y dos meses o "un tiempo, dos tiempos y medio tiempo" = 3,5 años por 360 días es igual a 1260 días... y, sumando entre sí los números, 1260 sería igual a: 1+2+6+0 = 9...
Y ahora, si recordamos el número de la bestia del fin, que es 666, y
sumamos sus números entre si, vemos que también nos entregan el numero
9: 6+6+6 = 18... y 1+8 = 9..." Entonces, "cuarenta y dos
meses" y "un tiempo, dos tiempos y medio tiempo", que también son 3
años y medio o 1260 días, tiene relación con el número 666 de la
Bestia porque todos guardan relación con el número 9.
Las
bestias son imperios del mundo, y el tiempo de cada imperio es de
1260 días simbólicos que son 666 años reales... porque el numero de la
Bestia es el 666.
De todos estos números y tiempos simbólicos que tienen relación con el 666 y con el "9" hablaremos más adelante.
Un día, ya muy cansado de buscar la verdadera enseñanza y los verdaderos
mandamientos de mi amado Señor Jesucristo, se me manifestó el Señor en
una visión:
"El Señor, con mucho amor, puso sus manos sobre mis hombros, y así
me sentí amado y bendecido por Él por unos momentos... Enseguida sentí
que detrás de mí se acercaba mucha gente. Yo miré, y vi los campos
llenos de gente que venía con odio y con rabia buscando a Jesucristo
para matarlo... Era como si el mundo entero se hubiera vuelto loco de
odio contra Jesucristo.
LOS PRIMEROS CRISTIANOS NO IMPONÍAN PENAS DE MUERTE ni GUERRAS...
Las naciones antes de Jesucristo en su mayoría imponían penas de muerte para los que faltaban a las leyes, también acostumbraban a hacer guerras contra sus enemigos. Y esto es lo que imponian las leyes del viejo testamento judío. Pero Jesucristo, que es Dios, al ver todas aquellas leyes tan crueles que imponían los hombres, entonces se hizo hombre y vino a enseñar al mundo los Verdaderos mandamientos de Dios, que dejaron abolidas las penas de muerte y las guerras que hacían los pueblos.
El Señor dijo: NO MATARÁS... Y con esto dejó abolidas las penas de muerte, porque aquellos actos eran tan crueles y despiadados, que eran antinaturales y contrarios a los mandamientos de Jesucristo.