Dios entregó a sus hijos e hijas la Ley desde el principio..., pero pasados los siglos los hombres no fueron fieles a la Ley de Dios y, en tiempos de Moisés, Dios volvió a entregar la Ley a su pueblo para que vivieran con amor, con justicia y con igualdad.   Pero los hombres quisieron dominar unos sobre otros y, en su deseo de dominar sobre los demás, cambiaron la Ley de Dios..., y los profetas, llenos de amor por la verdadera Ley de Dios, así nos dicen:

"Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado" (Isaías 29,13) 

"Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Yavé.¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas" (Jeremías 8:7-8).

En tiempos de los profetas Isaías, Jeremías y otros profetas, así estaban las cosas en el pueblo elegido de Dios.  Los hombres no habían respetado la Ley de Dios y la habían cambiado en falsedad, como nos dice el profeta Jeremías.   Y por eso enseñaban preceptos de hombres, como nos dice el profeta Isaías.  Jesucristo (Dios hecho Hombre), viendo todas estas cosas, en tiempos del imperio romano, nació en Belén, se hizo Hombre y nos vino a enseñar de nuevo la verdadera Ley de Dios cuando los judíos ya no la conocían porque los escribas la habían cambiado en falsedad, y por eso enseñaban muchos mandamientos de hombres, como también dijo el Señor a los escribas y fariseos de Israel cuando comenzó a predicar el Evangelio.   El Señor, recordando al profeta Isaías, así les dijo:

"Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
Este pueblo de labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí.
Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres".(Mateo 15,7-9)

La Ley que Dios dio a los hombres desde el principio fue la Ley que nos entrega Jesucristo en el Evangelio.  Jesucristo vuelve a enseñar y restablecer esta Ley del Evangelio (la verdadera Ley de Dios) cuando los judíos ya no la conocían...  Los profetas habían dejado escrito que Dios restablecería de nuevo su Ley, y así lo recuerdan también los apóstoles:

"Después de esto volveré
Y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído;
Y repararé sus ruinas,
Y lo volveré a levantar" (Hechos 15:16).  

  Dios escoge a sus hijos para dieferentes cosas y les dá dones diferentes, de profecía de sanación de hospitalidad, de ver visiones en sueños de El o de algo que va a pasar.

 Sólo Dios sabe porque no todo el mundo verle. pero de alguna forma si le vemos en nuestros hermanos. Me parece muy bonito lo que cuentas que  tuvistes una manifestación del amor de Dios  juan30  pues cambia la vida cuando vives algo así.

que pronto todos los que ansiamos verle podamos encontrar algo parecido.  saludos.

"Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo. Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable; y toda alma que no oiga a aquel profeta, será desarraigada del pueblo"  (Hechos 3:19-23)