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General: HORSES OF SAINT MARK NAPOLEON CONSTANTINOPLE BRADENBURG GATE BERLIN PARIS
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999  (Mensaje original) Enviado: 13/02/2025 21:41

Horses of Saint Mark

 
From Wikipedia, the free encyclopedia
 
The original Horses inside the St Mark's BasilicaThe replica Horses of Saint Mark

The Horses of Saint Mark (ItalianCavalli di San Marco), also known as the Triumphal Quadriga or Horses of the Hippodrome of Constantinople, is a set of bronze statues of four horses, originally part of a monument depicting a quadriga (a four-horse carriage used for chariot racing). The horses were placed on the facade, on the loggia above the porch, of St Mark's Basilica in Venice, northern Italy, after the sack and looting of Constantinople in 1204. They remained there until looted by Napoleon in 1797 but were returned in 1815. The sculptures have been removed from the facade and placed in the interior of St Mark's for conservation purposes, with replicas in their position on the loggia.

Origins

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The sculptures date from classical antiquity. Many scholars believe they were sculpted in the 2nd or 3rd century AD, noting similarities to the Equestrian Statue of Marcus Aurelius in Rome (c. 175 AD).[1] But some say the evident technical expertise and naturalistic rendering of the animals suggest they were made in Classical Greece of the 5th and 4th centuries BC.[2]

In light of their short backs and long legs, it has been argued that they were originally situated above the eye line,[3] probably created to top a triumphal arch or some other grand building. Perhaps commissioned by the Emperor Septimius Severus, they may originally have been made for the Eastern capital of Constantinople, where they were long displayed.[3]

Analysis suggests that the sculptures are at least 96.67% copper,[4] and therefore should be viewed not as made from bronze but of an impure copper. The relatively low tin content increased the casting temperature to 1200–1300 °C.[5] The copper was chosen to give a more satisfactory mercury gilding.

History

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The Return of the Horses of San Marco by Vincenzo Chilone, depicting the return of the horses from France in 1815.

The horses, along with the quadriga with which they were depicted, were long displayed at the Hippodrome of Constantinople; they may be the "four gilt horses that stand above the Hippodrome" that "came from the island of Chios under Theodosius II" mentioned in the 8th- or early 9th-century Parastaseis syntomoi chronikai.[6] As part of the sack of the capital of the Byzantine Empire in the Fourth Crusade, they were looted by Venetian forces in 1204. That same year, the collars on the four horses were added to obscure where the animals' heads had been severed to allow them to be transported from Constantinople to Venice.[7] Shortly after the Fourth Crusade, Doge Enrico Dandolo sent the horses to Venice, where they were installed on the terrace of the façade of St Mark's Basilica in 1254. Petrarch admired them there.[8]

In 1797, Napoleon had the horses forcibly removed from the basilica and carried off to Paris, where they were used in the design of the Arc de Triomphe du Carrousel together with a quadriga.

In 1815, following the final defeat of Napoleon, the horses were returned to Venice by Captain Dumaresq. He had fought at the Battle of Waterloo and was with the Coalition forces in Paris where he was selected, by the Emperor of Austria, to take the horses down from the Arc de Triomphe du Carrousel and return them to St Mark's in Venice. For the skillful manner in which he performed this work, the Emperor gave him a gold snuff box with his initials in diamonds on the lid.[9]

Conservation-restoration of the Horses of Saint Mark

The horses remained in place over St Mark's until the early 1980s, when damage from air pollution led them to be removed and put on display inside the basilica. They were replaced on the loggia with replicas.

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References

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  1. ^ Henig, Martin (ed), A Handbook of Roman Art, p. 95, Phaidon, 1983, ISBN 0714822140
  2. ^ Rosenblatt, Tom (2016). "The Arrangement of the Tetrarchs and Quadriga"Bowdoin Journal of Art1–21.


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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 15/02/2025 04:51

Cuadro: Alejandría, la Jerusalem egipcia

Anteriormente a los romanos, 300 años antes del nacimiento de Jesús, Alejandro Magno murió sin descendencia, por lo que su imperio se dividió entre sus generales, siendo Ptolomeo el que quedó a cargo del país de las pirámides. Con ello se creó un sincretismo entre los antiguos dioses egipcios y los helénicos. Toth pasó a ser Hermes, y su famoso libro dio origen a la famosa Tabla Esmeralda, e Imhotep, dios de la medicina, fue asimilado con Asclepios. Surgieron nuevos dioses como el adorado Serapis, dios artificial creado a partir del dios egipcio Asar-Hapis (Osiris-Apis), que pasó a ser el esposo de Isis, cuyo culto se desarrolló por todo el Mediterráneo. La adoración a Isis llevó consigo la celebración del nacimiento de Horus, conocido como Harpócrates por los griegos e identificado on ÇApolo y el Sol Invictus por los romanos.

San Marcos

San Marcos

Tras la muerte de Cleopatra (30 a.C.), quien fue una alta sacerdotisa de Isis, Egipto se convirtió en una provincia romana. Alejandría, capital cultural de Egipto, reunía una gran cantidad de filósofos griegos, romanos y judíos escapados de Judea, que fueron desarrollando un culto común en la creencia de que la inmortalidad se conseguía gracias a la iniciación de un “Hijo de Dios muerto y resucitado”, en donde la muerte y el renacimiento era simbolizado por el nacimiento de Horus. El Adonis fenicio, el Attis frigio, el Osiris Egipcio, el Serapis alejandrino todos ellos fueron hijos de dios. Los romanos habían importado de Egipto el culto de Mitra, “Hijo de Dios muerto y resucitado”, cuyo cumpleaños se celebraba el 25 de diciembre.

Con este escenario de creencias hace aparición en Alejandría el cristianismo. La fecha del nacimiento de Mitra fue adoptada por los primeros cristianos como fecha del nacimiento de Jesús, hecho asociado a la señal en el cielo que marcaba una estrella de oriente. Pese que el apóstol que evangelizó Egipto fue Marcos, padre de la iglesia copta, es el evangelio de Mateo el único que nos habla del viaje realizado por la Sagrada Familia a Egipto. Los expertos aseguran que dicho evangelio fue escrito en Alejandría entre los años 40 y 80 d.C. por personas que no podían mantenerse ausentes de los acontecimientos astronómicos que se celebraban desde los antiguos egipcios. Por aquellas fechas en la noche del 25 de diciembre se podía ver ascender por el horizonte las tres estrellas del cinturón de Orión, los tres “reyes” que antecedían la salida de la estrella de oriente, Sirio, que si antiguamente simbolizaba a Isis de la que nació Horus, se transformo en época cristiana en la Madona que daba luz al niño Jesús. Las tres estrellas se convirtieron en la tradición en los Reyes Magos de Oriente.

Por el efecto de la precesión de los equinoccios, la estrella Sirio permanece 72 días al año bajo el horizonte, por lo que no se puede ver. Después de este periodo la estrella vuelve a verse, momento en que se conmemoraba en el Antiguo Egipto el año nuevo. La simbología era la del nacimiento del Horus divino desde el vientre de su madre Isis, representada por dicha estrella. El acontecimiento astronómico varía 8,5 días cada 1000 años. Actualmente el orto helíaco de Sirio se produce el día 5 de agosto, mientras que época de Jesús el hecho se producía el 19 de julio. Es por ello por lo que cuando los romanos cambiaron su calendario lunar a otro solar, de la mano del astrónomo alejandrino Sosígenes, se nombró al mes de salida de la estrella de Sirio con el nombre de Julio César, en ese nuevo calendario “juliano” que no era otra cosa que la continuidad que tuvieron los egipcios durante 3300 años a la hora de medir el tiempo.

Fortaleza Babilonia, Iglesia

Fortaleza Babilonia, Iglesia

El misterio del nacimiento de Horus, nacido de la virgen Isis, tenía por tanto continuidad en la liturgia cristiana, ideas tradicionalmente aceptadas que favorecieron la expansión del cristianismo en tierras egipcias. Un concepto de muerte y resurrección que ha llegado hasta nuestros días ya que, por azares del destino o por causalidades misteriosas, en la pasada noche del 31 de diciembre del año 1.999, cuando todo el mundo se preparaba para la festividad de la entrada del tercer milenio, Sirio marcaba su culminación en el meridiano. Si el helicóptero hubiera colocado (cosa que al final no ocurrió) el piramidión dorado sobre la cúspide truncada de la Gran Pirámide, se podría haber visto mirando desde la cara norte del monumento a Sirio colocado sobre la cúspide, alineado correctamente con el canal sur de ventilación de la cámara de la Reina. Es seguro que muchas sociedades secretas, que muchos estudiosos de los cultos isíacos, considerasen ese momento como el que anunciara la segunda venida de Horus, o de Jesucristo.

Resulta curioso que el único de los discípulos que visitó Egipto fuese Marcos, cuando el único que en los evangelios habla de Egipto fuese Mateo. La tradición oculta esotérica, recogida en sectores de librepensadores, afirma que si por un lado Mateo configuraba las normas de la Iglesia Marcos ofrecía un cristianismo que fue acogido por las corrientes gnósticas.

Hasta el nacimiento del cristianismo todos los adeptos a las diferentes liturgias debían pasar por una iniciación más o menos extensa. El cristianismo rompió esa tradición ya que para pertenecer al grupo sólo se debía profesar la creencia como acto de fe. Fue entonces cuando se produjo la ruptura entre los que, como los antiguos egipcios, el conocimiento era el camino hacia la iluminación, y los que dejaban en manos de la incipiente Iglesia su “salvación”. Una diferenciación que, a lo largo del tiempo, se convirtió en verdaderas persecuciones de los poderosos contra los sectarios y produjo el oscurantismo religioso y científico cuyos flecos han llegado hasta nuestros días pese a los esfuerzos realizados durante el Renacimiento.

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En Alejandría se gestó, o pudo gestarse el pensamiento que ha predominado los últimos dos milenios. Los sabios que moraban en sus casas tuvieron la capacidad de combinar el hábito por la meditación con el desarrollo de la cosa pública, algo que iba en contra de unos poderes a los que no interesaba que el pueblo tuviera un acceso a la divinidad distinto al que propocionaba sus arcas. Y cuando en marzo del año 415 los cristianos enardecidos por el patriarca de Alejandría asesinaron a Hipatia no sólo acabaron con la mujer más notable de la Antigüedad, sino que obligaron a los herederos de la filosofía griega, a los seguidores de Horus, a refugiar su culto a ojos profanos. En Belén nació Jesús, en Alejandría volvió a nacer, como lo había hecho varias veces a lo largo de los tiempos.

http://manueljosedelgado.wordpress.com/tag/jesus-en-egipto/



 
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