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General: EXPERIMENTO FILADELFIA=22 DE JULIO=DIA DE MARIA LA MAGDALENA
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Respuesta  Mensaje 1 de 680 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999  (Mensaje original) Enviado: 15/09/2014 02:57
 

Experimento Filadelfia

De Wikipedia, la enciclopedia libre
 

El Experimento Filadelfia, también llamado Proyecto Arcoíris, es el nombre que recibió un supuesto experimento secreto llevado a cabo por la marina estadounidense en los astilleros navales de Filadelfia, en el estado de Pensilvania, durante o antes del 28 de octubre de 1943. En el cual el destructor escolta de la Armada USS Eldridge al parecer fue invisibilizado (o "encubierto") electrónicamente contra los dispositivos enemigos. La marina de Estados Unidos comenta que ha buscado archivos que se refieran a este hecho y no los ha encontrado, ni ha encontrado evidencia de que se intentara.[cita requerida]

El incidente fue reportado repetidamente como una farsa.[1] [2] [3]

 

A finales de los años 30, el ingeniero eléctrico Nikola Tesla, afirmó[cita requerida] haber completado una teoría dinámica de la gravedad, que básicamente explica la gravedad como una mezcla de ondas electromagnéticas longitudinales y transversales. Estos razonamientos calaron hondo en un grupo de trabajo que experimentaba con los campos electromagnéticos en la Universidad de Chicago[cita requerida], donde se estaban iniciando las investigaciones sobre la posibilidad de la invisibilidad a través del uso de campos eléctricos y magnéticos. Este proyecto se habría trasladado en 1939 al Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Princeton[cita requerida].

En un momento determinado, se afirmó haber conseguido la invisibilidad de pequeños objetos, con lo que se presentó al gobierno de los Estados Unidos.[cita requerida] Por lo que en el plano militar vieron el potencial de esta nueva tecnología y decidieron sufragar el curso de las investigaciones a fin de direccionarlas en el sentido que les convenía: su aplicación a la industria bélica. El USS Eldridge, es modificado para transportar toneladas de equipamiento electrónico, entre el que se incluirían dos enormes generadores de 75 kV cada uno, montados en el lugar que debería ocupar la torreta de cañones de proa, y que distribuían su potencia a través de cuatro bobinas montadas en cubierta. Tres transmisores RF de 2 megavatios cada uno, 3.000 tubos amplificadores 6L6 (empleados para canalizar los campos de las bobinas de los dos generadores), circuitos de sincronización y modulación... fueron empleados para generar campos electromagnéticos masivos que, correctamente configurados, serían capaces de curvar las ondas de luz y de radios alrededor del buque, haciéndolo invisible.

Las pruebas habrían empezado el verano de 1943, y hasta cierto punto tuvieron éxito al principio. Una prueba, el 22 de julio de 1943, volvió al USS Eldridge (DE-173) casi totalmente invisible, con algunos testigos reportando una "niebla verdosa" —sin embargo, algunos miembros de la tripulación se quejaron de náuseas posteriormente. En ese momento, el experimento fue alterado a petición de la Marina, con el objetivo de hacer al navío invisible a los radares únicamente.[cita requerida]

El equipo fue recalibrado y el experimento se llevó a cabo el 28 de octubre. Esta vez, el Eldridge no sólo se volvió totalmente invisible a la vista, sino que de hecho desapareció del área en un relámpago azul. Al mismo tiempo, la base naval estadounidense en Norfolk, Virginia, a 600 km de distancia, un tripulante en sus costas declaró haber visto al Eldridge durante 15 minutos, al final de los cuales desapareció, para volver a aparecer en Filadelfia, en sus coordenadas originales —supuestamente un caso accidental de teletransportación.[cita requerida]

Según el relato de Carlos Allende[cita requerida], los efectos fisiológicos en la tripulación fueron profundos. Mareos muy violentos, personal que desapareció por completo, otros que simplemente se volvieron locos o padecieron esquizofrenia severa, y lo más terrorífico fue el hallazgo de cinco miembros de la tripulación fundidos completamente con la estructura de metal de la proa del buque y otros tantos sufrieron desmaterializaciones de algunas partes de sus cuerpos. Supuestamente, los oficiales navales horrorizados cancelaron el experimento inmediatamente. Los supervivientes nunca fueron los mismos, y permanecieron en una suerte de amnesia total.[cita requerida]

Publicación de la historia[editar]

Los detalles de este experimento fueron revelados indirectamente.

Carl Allen/Carlos Allende[editar]

En 1955, K. Jessup, un astrónomo amateur, antes investigador postuniversitario, publicó The Case for the UFO, un examen del fenómeno del OVNI (UFO en inglés) en el que teorizaba los medios de propulsión que un platillo volador del estilo de un OVNI podría utilizar. Jessup especuló que la anti-gravedad o el electromagnetismo pueden ser responsables del comportamiento de vuelo observado en los OVNIs, y lamentó, tanto en el libro como en la publicidad del tour que siguió, que la investigación de los vuelos espaciales se concentrara en el área de los cohetes, y que se pusiera poca atención a otros medios teóricos de vuelo, que él consideraba rendirían más frutos al final.

El 13 de enero de 1956, Jessup recibió una carta de un hombre que se identificaba como "Carlos Miguel Allende". En ella, Allende informaba a Jessup del Experimento Filadelfia, aludiendo a artículos periodísticos de la época de fuentes dudosas como "prueba". Allende también decía haber sido testigo de la desaparición y reaparición del Eldridge mientras trabajaba en un barco mercante que se encontraba cerca, el SS Andrew Furuseth. Incluso mencionó los nombres de otros tripulantes del Andrew Furuseth, y decía saber del destino de algunos miembros de la tripulación del Eldridge tras el experimento, incluyendo uno que dice haber visto "desaparecer" durante una pelea en un bar. Jessup le respondió a Allende con una postal, pidiendo más evidencia y corroboración de la historia, tales como fechas y detalles específicos de la misma. La respuesta llegó varios meses más tarde; sin embargo, esta vez el hombre se identificaba como "Carl M. Allen". Allen dijo que no podría proveer los detalles pedidos por Jessup, pero insinuaba que podrían ser obtenidos a través de la hipnosis. Jessup decidió cortar la correspondencia.

La ONR y las notas de Varo[editar]

En la primavera de 1957, Jessup fue contactado por la Oficina de Investigación Naval (Office of Naval Research, ONR) de Washington D.C., que le pedía estudiar el contenido de un paquete que habían recibido. Al llegar, el curioso Jessup quedó perplejo al encontrar que una copia de su libro había sido enviada a la ONR en un sobre manila con la leyenda "HAPPY EASTER" (felices pascuas). Además, el libro tenía numerosas notas al margen, y la oficina de la ONR le preguntó a Jessup si tenía idea de quién pudo haberlas hecho.

Las largas anotaciones estaban escritas en tres diferentes colores, y parecían detallar la correspondencia entre tres individuos, de los cuales solo uno tenía nombre: "Jemi". La ONR etiquetó a los otros dos como "Mr. A" y "Mr. B". Las notas se refieren a las otras personas y discuten dos tipos diferentes de "gente" que viven en el espacio. El uso de las mayúsculas y la puntuación era inusual, y detallaba largamente los méritos de varias suposiciones que Jessup hacía en el libro, con referencias oblicuas al Experimento Filadelfia, en una forma que sugería conocimiento previo o superior (por ejemplo, "Mr. B" asegura sobre una teoría de Jessup que "No sabe, no puede saber. sólo adivina").

Basado en el estilo de la escritura y el tema y comparando con las cartas que había recibido previamente, Jessup identificó a "Mr. A" como Carlos Allende/Carl Allen. Otros han sugerido que todas las anotaciones las hizo la misma persona, usando tres plumas diferentes.

La ONR contactó después a Jessup, diciendo que la dirección de la carta de Allende era una casa de campo abandonada. También le informaron a Jessup que la corporación Varo, una firma de investigación, estaba preparando una impresión de The Case for the UFO con las dos cartas y las notas. Al parecer, se imprimieron alrededor de 100 copias, incluyendo tres enviadas a Jessup.

Jessup trató de sacar provecho del tema, pero su siguiente libro se vendió mal y su editor rechazó algunos escritos más. En 1958 lo dejó su esposa, y sus amigos lo describieron como inestable cuando viajó a Nueva York. Tras su regreso a Florida estuvo envuelto en un accidente automovilístico severo y tardó en recuperarse, aumentando su desánimo. Morris Jessup se suicidó en 1959, (envenenado por los gases de escape de su vehículo).

La misteriosa muerte de Jessup[editar]

La muerte de Jessup ha sido tema de muchas especulaciones. Algunos amigos suyos dijeron que Jessup no era el tipo de persona que se suicida. Otros han sugerido que fue asesinado porque se negó a dejar las investigaciones sobre el enigma de los OVNIS. Sin embargo, otros amigos dijeron que Jessup estaba deprimido a causa de problemas personales, y que había anunciado su suicidio a un intimo amigo suyo.

Biografía de Carl Allen[editar]

Carl Allen fue un enigma viviente. El verdadero nombre de Carl Allen era Carl Meredith Allen, quien cambió varias veces de nombre y domicilio. Nació en Springdale (Pensilvania) en mayo de 1925, y se le suponen por lo menos cinco seudónimos. Es el menor de tres hijos; su padre era irlandés y su madre gitana. Se alistó en la Marina de los Estados Unidos el 14 de julio de 1942, y se licenció el 21 de mayo de 1943. En julio de 1943 entró en la marina mercante, que abandonó en octubre de 1952, y desde entonces fue una especie de vagabundo. Se dice que visitó la corporación Varo por invitación de su presidente, y que estuvo en contacto con el doctor Edward U. Condon durante la investigación de OVNIS que realizó en la Universidad de Colorado. Allen reconoció ser el autor de las cartas de Jessup y de las anotaciones que había en el libro enviado a la ONR. Se supone que negó que se tratara de una simple broma. Murió en un asilo de Colorado el 5 de marzo de 1994.

Las cartas de Carlos Allende[editar]

La historia del Experimento Filadelfia se basa, sobre todo, en la información contenida en dos cartas enviadas en 1956 por Carlos Allende (Carl Allen) a Morris Jessup. En la traducción no se han mantenido las faltas de ortografía del original, pero se ha intentado preservar el sorprendente "tono" de Allende.

Primera carta

Estimado doctor Jessup: Su invocación al público para que se mueva en masa sobre sus representantes y haya así suficiente presión colocada en un correcto y suficiente número de lugares donde pueda ser aprobada una ley para que la Teoría del campo unificado del doctor Albert Einstein (1925-27) sea puesta en práctica no es nada necesaria.

Se usaron los "resultados" de mi amigo Dr. Franklin Reno... Los resultados fueron y son hoy prueba de que la Teoría del Campo Unificado hasta cierto punto es correcta... El "resultado" fue la completa invisibilidad de un barco, tipo destructor, y toda su tripulación. Estaba navegando. (Oct. 1943). El Campo fue efectivo en una forma esferoidal oblata que se extendía cien yardas (más o menos, debido a la posición lunar y latitud) fuera de cada lado del barco. Cualquier persona dentro de esa esfera se volvía de forma vaga pero él también observó a esas personas a bordo de ese barco como si ellas también estuvieran en el mismo estado y sin embargo estuvieran andando sobre nada. Cualquier persona fuera de esa esfera no podía ver nada, salvo la forma claramente definida del casco del barco en el agua...

Quedan muy pocos de la tripulación experimental original ahora, Señor. La mayoría enloqueció, uno salió a través de la pared de su alojamiento a la vista de su mujer e hijo y otros 2 miembros de la tripulación (no volvió a ser visto), dos "se fueron al Fuego" o sea se inmovilizaron y se incendiaron mientras llevaban unas brújulas comunes... (ardieron 18 días)... El experimento fue un éxito completo. Los hombres fueron fracasos completos.

Revise periódicos de Filadelfia buscando un parrafito (parte superior de la hoja, interior del periódico cerca del tercio final del periódico, 1944-46 en primavera u otoño o invierno, no en verano) de una noticia describiendo las acciones de los marineros después de su viaje inicial. Asaltaron un local en el astillero de la Marina "Gin Mill" o "Beer Joint" y causaron tanta conmoción y parálisis de las camareras que poco de comprensible se les pudo sacar, que el párrafo y el que lo escribió no lo cree, y dice "Sólo escribí lo que oí y esas mujeres están locas...".

Le pido que haga éste poco de investigación sólo para que se trague la lengua cuando recuerde lo que "pidió que se haga ley".

Muy irrespetuosamente suyo, Carl M. Allen

P.S. Ayudaré más si usted ve que puedo. (Z416175)

Segunda carta (Días después)

Notas de adición y pertenecientes a la misiva:

Quiero mencionar que de algún modo también el Barco Experimental desapareció del muelle de Filadelfia y muy pocos minutos después apareció en otro muelle en Norfolk, Newport News, en la zona de Portsmouth. Éste fue señalado y claramente identificado como el lugar pero entonces el barco, de nuevo desapareció y volvió a su muelle de Filadelfia en sólo unos pocos minutos o menos. Esto también fue notado en los periódicos. Pero he olvidado en qué periódico lo leí o cuándo pasó. Probablemente al final de los experimentos. Podría haber sido en 1956, después de que terminaran los experimentos, no lo puedo decir con seguridad.

Muy sinceramente,

Carl M. Allen

Estimado señor Jessup:

Me pide lo que es equivalente a pruebas positivas de algo que sólo la duplicación de los dispositivos que produjeron "este fenómeno" podrían darle... Nunca podré satisfacer esa actitud... Puedo ser de alguna ayuda positiva para usted en mí mismo pero para hacerlo requeriría un Hipnotizador, Pentotal Sódico, un grabador y una excelente dactilógrafa para producir material de valor para usted...

Soy un contemplador de las estrellas Sr. Jessup. No lo disimulo y el hecho de que... estoy seguro de que el hombre irá adonde ahora sueña con estar... hacia las estrellas vía la forma de transporte con que tropezó accidentalmente la Marina (para consternación suya) cuando su barco exp. despegó y apareció un minuto después más o menos a varios cientos de millas marinas de distancias... Quizás la Marina ya haya usado este accidente de transporte para construir sus OVNIS. Eso es un avance desde todos los puntos de vista. ¿A usted qué le parece?

Muy respetuosamente, Carl Allen.

Curiosidades[editar]

  • Al barco lo rodeaba una niebla verde, y esto es lo que sucede en la mayoría de los casos reportados en el Triángulo de las Bermudas[cita requerida].
  • Los tripulantes viajaron en octubre de 1943 en los 15 minutos que duro la invisibilidad desde el muelle de Filadelfia a otro muelle en Norfolk, Newport News, en la zona de Portsmouth.
  • Según la leyenda, se afirma que se produjo una pelea en un bar donde los tripulantes supervivientes comenzaron a materializarse y desmaterializarse.

Referencias[editar]

  1. Volver arriba Carroll, Robert Todd (03-12-2007). «Philadelphia experiment». The Skeptic's Dictionary. Consultado el 05-02-2008.
  2. Volver arriba Dash, Mike (2000) [1997]. Borderlands. Woodstock, New York: Overlook Press. ISBN 978-0-87951-724-3. OCLC 41932447. 
  3. Volver arriba Adams, Cecil (23-10-1987). «Did the U.S. Navy teleport ships in the Philadelphia Experiment?». The Straight Dope. Consultado el 20-02-2007.

Referencias literarias[editar]

  • (Charles Berlitz) "Triángulo de las Bermudas" En este libro aparte de relatar los hechos del misterio también hace referencia al experimento
  • Charles Berlitz; "The Philadelphia Experiment - Projecto Invisibility" (1979)
  • Thin Air (Aire delgado) George E. Simpson Trata sobre el tema, desde una investigación de personas tratadas psicológicamente, debido al trauma subsiguiente al supuesto experimento.-

Referencias filmográficas[editar]

Véase también[editar]

 
http://es.wikipedia.org/wiki/Experimento_Filadelfia


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Respuesta  Mensaje 666 de 680 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 27/10/2024 16:44

 Una nueva invitada internacional acaba de confirmar su presencia en la décima edición y aniversario de Cinefan Festival. Por primera vez en la historia del evento asistirá un intérprete de la conocida saga “Regreso al futuro”. La actriz Claudia Wells, que interpretó a la novia de Marty Mcfly,  Jennifer Parker, en el primer largometraje de la trilogía, representará en Úbeda a un clásico del cine fantástico y de ciencia ficción. Era un empeño de la organización que la saga tuviera presencia en el evento, desde hace varios años. Ojalá sea la primera de muchos de los que se esperan que pasen por su alfombra roja en las próximas ediciones.

 

Actriz norteamericana nacida en Kuala Lumpur (Malasia) y criada en San Francisco, California (EEUU), comenzó su carrera artística siendo adolescente, participando en diversas series de televisión como Herbie, The Love Bug (1982), Fama (1984) o Simon & Simon (1985). A pesar de que su carrera interpretativa parecía estar encaminada hacia el éxito, decidió apartarse de los platós cuando a su madre le fue diagnosticado un cáncer; esa trágica experiencia le impulsó a tomar un papel activo en organizaciones benéficas. En 2008 retoma la interpretación con Still Waters Burn, a la que siguen El mentalista (2011),  Starship: Rising (2014), EP/Executive Protection (2015) o Vitals (2017), entre otros muchos títulos. A pesar de todo su bagaje artístico, para los fans siempre será recordada como la genuina Jennifer Parker, en la primera entrega de la trilogía de “Regreso al Futuro” (1985).

Claudia Wells se une a los actores  ya anunciados del apartado internacional: John Simpkin, Peter Ross-Murray y Sarah Douglas. Los veremos en los encuentros y charlas del festival y en las sesiones de firmas entre el 22 y el 24 de julio. Aún quedan más comunicaciones de invitados internacionales y nacionales. ¡Esperar y ver!

http://cinefanfestivalubeda.blogspot.com/2022/06/regreso-al-futuro-desembarca-en-la.html

Respuesta  Mensaje 667 de 680 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 02/12/2024 16:32
Matthew 15:39 KJV Bible Verse Images
Matthew 15:39 After Jesus had dismissed the crowds, He got into the boat  and went to the region of Magadan.
Matthew 15:39 And he sent away the multitude, and took ship, and came into  the coasts of Magdala.

Respuesta  Mensaje 668 de 680 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 12/01/2025 18:14
BARILOCHENSE6999  (Mensaje original) Enviado: 12/01/2025 13:57
July 25: Arch of Constantine | FCIT

Respuesta  Mensaje 669 de 680 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 07/02/2025 17:33
Gateway Arch
Map
Alternative names
  • Gateway to the West
  • St. Louis Arch
General information
Architectural style Structural expressionism[1]
Location 100 Washington Avenue
St. Louis, Missouri, 63102, U.S.
Coordinates 38.6245°N 90.1847°W
Construction started February 12, 1963; 61 years ago
Completed October 28, 1965; 59 years ago
Inaugurated June 10, 1967; 57 years ago
Cost $13 million (c. $95.9 million in 2023)[2]
Height 630 ft (192 m)
Dimensions
Other dimensions 630 ft (192 m) width
Design and construction
Architect(s) Eero Saarinen
Architecture firm Eero Saarinen and Associates
Structural engineer Severud Associates
Main contractor MacDonald Construction Co.
Website
www.gatewayarch.com
 
 
Gateway Arch
Gateway Arch is located in St. Louis
Gateway Arch
 
NRHP reference No. 87001423
Significant dates
Added to NRHP May 28, 1987[3]
Designated NHL May 28, 1987[4]

Respuesta  Mensaje 670 de 680 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 08/02/2025 14:08

On This Day, October 28th

1. 1965: Gateway Arch in St. Louis completed

Photo: history

Photo: history

Photo: roadtrippers

Photo: roadtrippers

The tallest monument in the United States was completed on this date in 1965. The Gateway Arch stands 630 feet tall and is the focal point of the St. Louis skyline. Constructed out of concrete and stainless steel, the arch has a tram system built within it that will take visitors to the very top where they have an amazing view of the city. The arch was built for two main reasons, first was to create jobs, but maybe more importantly to commemorate the Westward Expansion of the United States. According to reports, the cost of the project was estimated to be around $13 million which in today’s money would be around $190 million. The arch has more than 4 million visitors each year and is an important part of the city’s economy.

2. 1886: Dedication of the Statue of Liberty

Photo: tumblr

Photo: tumblr

Photo: tumblr

Photo: tumblr

The last rivet was fitted which completed the installation of the Statue of Liberty on this date in 1886. President Grover Cleveland was on hand to perform the dedication ceremony as well as numerous American and French dignitaries. Lady Liberty was a gift from the people of France to the people of the United States to commemorate their friendship during the American Revolution. The 151-foot tall statue was originally built in Paris then disassembled and shipped to the U.S. in an estimated 200 different crates. The steel framework was designed by Alexandre-Gustave Eiffel, who made a name for himself by designing the Eiffel Tower. But the overall design was done by French sculptor Frederic-Auguste Bartholdi.

 

3. 1922: First college football game broadcast nationwide on the radio

Photo: flashbackdallas

Photo: flashbackdallas

Photo: photobucket

Photo: photobucket

It was on this date in 1922 the first college football game was broadcast nationwide on the radio. The Princeton Tigers went up against the Chicago Maroons at Stagg Field in Chicago. The Maroons were heavily favored and were one of the most dominant teams in the Big Ten conference. Unfortunately, the broadcast wasn’t live during the game; that didn’t happen until two years later in 1924. What would normally happen was a reporter would sit in the press box at the stadium and would phone the details of what was happening back to the station. An announcer would be standing by to re-enact the play by play using the help of sound effects and sometimes an in-studio audience. Even though Princeton was the underdog, they managed to pull off a major upset and then went on to finish the season with an undefeated record.

https://historythings.com/day-october-28th/

Respuesta  Mensaje 671 de 680 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 09/02/2025 16:42

Start-up of 22nd Run at the Relativistic Heavy Ion Collider (RHIC)

Physicists will try out innovative accelerator techniques and deliver high-energy polarized protons for explorations of protons' inner structure using new detector components at STAR

Aerial photo of RHICenlarge

Run 22 at the Relativistic Heavy Ion Collider (RHIC) will feature collisions of polarized protons, new data collected by upgraded components of the STAR detector, and tests of innovative accelerator techniques.

UPTON, NY—Particle smashups have begun for Run 22 at the Relativistic Heavy Ion Collider (RHIC). RHIC, a 2.4-mile-circumference particle collider at the U.S. Department of Energy’s Brookhaven National Laboratory, operates as a DOE Office of Science user facility, serving up data from particle collisions to nuclear physicists all around the world. On the menu this run: collisions between beams of polarized protons interspersed with tests of innovative accelerator techniques. During the run, RHIC’s recently upgraded STAR detector will track particles emerging from collisions at a wider range of angles than ever before.

The new data will add to earlier RHIC datasets exploring the fundamental building blocks of visible matter. In addition, the physics findings, accelerator tests, and detector technologies will play important roles in the Electron-Ion Collider (EIC)—DOE’s next planned nuclear physics facility, which will reuse key components of RHIC.

Discovering the universal properties of protons and how they emerge from the interactions of quarks and gluons, the building blocks within protons, is a central goal of both facilities. RHIC’s proton-proton collisions could reveal unprecedented details and a preview of how certain characteristics depend on the dynamic motions of the quarks and gluons.

Photo of Elke Aschenauerenlarge

Brookhaven Lab physicist Elke Aschenauer, who led the STAR upgrade project, notes how the new detector components will enable measurements at RHIC that advance our understanding of nucleon structure and help to lay the foundations for future measurements at the Electron-Ion Collider.

“Our goal this run is basically doing EIC physics with proton-proton collisions,” said Brookhaven Lab physicist Elke-Caroline Aschenauer, a member of the STAR collaboration who is also involved in planning the experiments and scientific program at the EIC. “It’s important to do both [measurements at RHIC and the EIC] because you have to verify that what you measure in electron-proton collisions at the EIC and in proton-proton events at RHIC is universal—meaning it doesn’t depend on which probe you use to measure it,” she explained.

The measurements rely on RHIC’s ability to align the “spins” of protons in an upward pointing direction. This alignment, or polarization—a capability unique among colliders like RHIC—gives scientists a directional frame of reference for tracking how particles generated in the collisions move.

“We are using polarization as a vehicle to study proton structure, and particularly the 3D structure, including how the internal particles (quarks and gluons) are moving inside the proton,” Aschenauer said.

Delivering proton beams

The physicists in Brookhaven Lab’s Collider-Accelerator Department (C-AD), who steer the beams around RHIC, are determined to give STAR what it needs.

“For Run 22 we are going to focus on being as efficient as possible and racking up the collisions at the highest possible polarization,” said C-AD physicist Vincent Schoefer, this year’s run coordinator.

When we spoke with Schoefer, he was busy “waking up” equipment that hasn't been used since Run 17—the last time polarized protons were collided at RHIC. This equipment includes “helical dipole” magnets that help preserve the polarization of the protons as they make millions of turns around RHIC’s twin accelerator rings. This year’s run will take place at the highest collision energy: 500 billion electron volts (GeV) per colliding proton pair.

Photo of Haixin Huang and RHIC tunnelenlarge

C-AD physicist Haixin Huang with some of the accelerator components that keep RHIC's proton beams aligned as they make their way around the 2.4-mile-circumference tunnel (right).

The C-AD team was also preparing “polarimeters” to measure just how aligned those proton spins are.

“It doesn't matter how highly polarized your beam is if you can't measure that. So, the polarimetry is really crucial,” Schoefer said.

Accelerator physicists in C-AD and experimental physicists involved in making measurements that rely on polarized beams collaborated on the design of RHICs polarimeters.

“This work is an example of the type of collaboration between groups that has been going on since the start of RHIC,” said C-AD physicist Haixin Huang.

Pumping up polarization

Keeping proton beams tightly packed helps preserve polarization. It also maximizes the likelihood that you get collisions when the beams cross. But keeping protons close together is a challenge.

“They're all positively charged particles, so they want to repel one another,” Schoefer explained. “The more tightly you pack them, the more they resist that packing.”

The repulsion is particularly strong in the early stages of acceleration—before protons have been ramped up to full collision energy. So, this run, the C-AD team will try a technique that’s worked when RHIC accelerates larger particles but has never been used with protons before.

“We are going to split each proton bunch into two when they’re still at low energy in the Booster, and accelerate those as two separate bunches,” Schoefer said. “That splitting will alleviate some of the stress during low energy, and then we can merge the bunches back together to put very dense bunches into RHIC.”

This merging maneuver is challenging, Schoefer said, because it takes “a really long time—where a really long time is one second! For the protons, that’s 300,000 turns around the Alternating Gradient Synchrotron (AGS).” (The AGS is the link in the accelerator chain after the Booster that feeds particle beams into RHIC.) “During those 300,000 turns, we have to handle the protons very gently, so we don’t ruin the nice beams we have prepared.”

The CA-D team will also calculate very careful trajectories for the particles’ paths through the collider. This step should help counteract the tendency of the accelerator’s magnetic fields (which physicists use to steer and focus the beams) to rotate the spins of protons away from ideal alignment.

“We're going to try different trajectories and see if we can learn something about what is making this misalignment happen,” Schoefer said.

The combination of techniques is now delivering highly polarized proton beams to collide inside STAR.

STAR upgrades

When they analyze results from these collisions, STAR physicists will be looking for differences in the numbers of certain particles emerging to the left and right of the polarized protons’ upward pointing direction.

For example, they want to test whether there’s a repulsive interaction between particles with like “color” charges that’s opposite to the attractive interaction observed between unlike color-charged particles. (Color charge is the type of charge through which quarks interact.) The opposite force should produce the opposite directional preference for certain particle decay products.

STAR first saw hints of this effect in data collected in 2011, published in 2016. A preliminary analysis of additional data collected in Run 17 indicates a small effect but with large uncertainties. Run 22 will help STAR reduce those uncertainties with larger data sets.

In addition, the recently installed STAR upgrades will give physicists the ability to track particles at previously inaccessible angles toward the front and rear of the detector.

“This is the region where we expect the left-right directional preference to be larger,” Aschenauer said.

side view of the STAR detector with an inset showing particle tracks (left) and particle detector &aenlarge

A side view of the STAR detector with an inset showing particle tracks (left) and particle detector "hits" (right) from a collision. The top part of the inset shows the coverage with the new iTPC sectors compared to the old sectors (bottom). Notice how the new sectors record more hits per track, especially close to the beamline, as well as tracks at more forward and rearward angles (more to the left and right in the inset view).

The upgrades include an inner Time Projection Chamber (iTPC), installed in 2019, which placed many more sensors in the inner sectors of the cylindrical STAR detector, close to the colliding particles. Then, earlier this year, the STAR team installed “forward” particle-tracking components outside one end of the detector.

To picture how these upgrades increase STAR’s particle tracking range, think of STAR as a barrel lying on its side with colliding particles entering at each end. Ever since RHIC’s first collisions in 2000, STAR has tracked particles emerging perpendicular to the colliding particles’ path all around the barrel. The classic end-on views of STAR particle tracks showcase this 360-degree detection capability. But looking from the side, the original STAR detector could only track particles emerging at angles up to 45 degrees off vertical in either the forward or rearward direction.

The upgrades “open wider the cone where the particles can go and be detected,” said Zhenyu Ye, a STAR collaborator from the University of Illinois, Chicago. Ye led the design and construction of the new silicon-based particle-tracking components installed at the forward end of STAR, working with scientists from National Cheng Kung University in Tainan and Shandong University in Qingdao.

These components give scientists the ability to detect particles emerging almost in line with the colliding beams, including jets of particles that reveal information about the colliding quarks’ energy, direction, and spin.

“This information is essential for mapping the 3D arrangement of the proton’s inner building blocks,” said Chi Yang from Shandong University. Yang worked with colleagues from the University of Science and Technology of China and Brookhaven Lab to build additional subdetector systems for the forward tracking detector.

“These upgrades cover exactly the angles where jets would go in the EIC,” said Brookhaven Lab physicist Prashanth Shanmuganathan. So, in addition to increasing the data set for exploring the color charge interactions, “Run 22 will help us learn about the detector technology and the behavior of nucleon structure so we can apply that knowledge to the EIC.”

Photo of one plane of three silicon and Zhenyu Ye tracker detector modules andenlarge

Left: One plane of three silicon tracker detector modules installed around the beampipe at one end of the STAR detector. The shiny mirrorlike wedges, arrayed in alternating "inner" and "outer" positions, form a ring around the beampipe, with each sector connected to readout electronics. Right: Zhenyu Ye inspects the silicon tracker after insertion into the STAR Time Projection Chamber (TPC), where it will operate closer to the point where particles collide. Violet tubes encase signal readout cables while clear tubes carry a cooling fluid to the detector.

Cooling protons

Interspersed with delivering proton-proton collisions for STAR’s Run 22 measurements, the C-AD team will also spend the equivalent of two weeks’ time testing a technique for keeping high-energy protons tightly packed.

You’ll recall that keeping particles packed is important for maximizing collision rates and maintaining polarization. But particle spreading, or heating up, is a problem for all accelerated ion beams—from protons to uranium nuclei (the heaviest ions that have been collided at RHIC).

“There’s no natural shrinking of these ion beams; they never get denser by accident,” Schoefer said.

Photo of  STAR shows the endcap calorimeter electronics (blue with black cables) and four new planesenlarge

This view of STAR shows the endcap calorimeter electronics (blue with black cables) and four new planes of small-strip Thin Gap Chambers (copper colored with white at edges).

So RHIC accelerator physicists have developed a variety of successful techniques to keep ion beams “cool.” Some of these cooling methods involve delivering “kicks” to push particles closer together, while others literally use cool beams of other particles (electrons) to extract heat from circulating ions.

Realizing that different cooling techniques work best for different types of particles at different energies, physicists are exploring several strategies for possible use at the EIC. In Run 22 they’ll test something called “coherent electron cooling” (CeC) on high energy polarized protons.

Instead of just being cool in temperature, as described above, the negatively charged electrons in CeC play a more active role: They clump around each positively charged proton to create a “mold” of the proton beam.

“It's a little bit like getting braces when the orthodontist takes a mold of your teeth,” Schoefer said. “We take a mold of the proton beam and then we adjust the electron beam slightly to attract the protons closer to a central position. As the electrons move, their electrical attraction drags the protons with them.”

In 36-hour stints, the C-AD physicists will test and try to fine-tune the technique.

Measuring ion polarization

In addition, every two weeks during Run 22, the C-AD team will stop proton acceleration for 12- to 16-hour stretches of accelerator R&D experiments. For one of these projects, they’ll ramp up beams of Helium-3 ions to work on methods for measuring the polarization of particles other than protons.

“In RHIC, the only polarized species we’ve ever had is polarized protons. But EIC will do experiments with polarized ions such as Helium-3. That’s an entirely different beast,” Schoefer said.

Photo of Felix Archampong, Robert Soja, William Struble, and Rahul Sharmaenlarge

Felix Archampong, Robert Soja, William Struble, and Rahul Sharma of the STAR technical support group completed the mechanical design, construction, and installation of the small-strip Thin Gap Chambers—shown here in position for collecting data—with support from the STAR electronic support group.

The C-AD team worked in collaboration with members of the “Cold-QCD” group in the Physics Department to design ways to measure the polarization of these more complicated ions.

To measure polarization, physicists spray a gas through the beam to act as a target, and measure how the particles in the beam scatter.

“For a proton, that’s already a challenge, but at least the proton stays a proton. When Helium-3 scatters off a target, it may break up into two protons and a neutron, or a proton and a deuteron. To accurately measure the polarization, we have to identify when breakup occurs,” said William Schmidke, a scientist in the physics department who’s been developing polarimetry detectors to make the measurements.

During Run 22, physicists will test the components’ ability to accurately characterize scattering products using unpolarized beams of Helium-3.

“We can do these tests, without measuring polarization, to develop the methods so we’ll be able to measure polarization when we eventually have polarized beams at the EIC,” said Brookhaven physicist Oleg Eyser, another member of the Cold-QCD team.

“Many people made important contributions to the detector and accelerator components needed for Run 22 at RHIC. We are looking forward to the exciting opportunities for physics discoveries and for advancing the technologies and physics analysis methods we will need for the EIC,” said Haiyan Gao, Brookhaven’s Associate Laboratory Director for Nuclear and Particle Physics.

Brookhaven National Laboratory is supported by the Office of Science of the U.S. Department of Energy. The Office of Science is the single largest supporter of basic research in the physical sciences in the United States and is working to address some of the most pressing challenges of our time. For more information, visit science.energy.gov.

https://www.bnl.gov/newsroom/news.php?a=119262

Respuesta  Mensaje 672 de 680 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 10/02/2025 17:45
Napoleon Bonaparte - From the heights of these pyramids...

Respuesta  Mensaje 673 de 680 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 26/02/2025 17:28

Project Rainbow: What really happened in the Philadelphia experiment?

Aman named Al Bielek, who claimed to be a test subject of various secret U.S. Military Experiments, said that on August 12, 1943, the U.S. Navy carried out an experiment called the “Philadelphia Experiment” on the USS Eldridge, at the Philadelphia Naval Shipyard, after installing special equipment on it. In this test, they allegedly send the ship and all its crew members 10 minutes back in time, making it apparently ‘invisible’, and then bring them back to the present time.

 MRU

As a consequence, many of the sailors onboard went insane, many lost their memory, some were engulfed in flames to their deaths, and others molecularly bonded with the ship’s metal structure. However, according to Bielek, he and his brother, who were aboard the experiment ship at the time, jumped off just before the time warp opened and survived without any injuries. There’s a huge argument as to whether this event is true or not. But if such an experiment really happened then it’s undoubtedly one of the eeriest mysteries in human history.

The Philadelphia Experiment: Project Rainbow

 MRU CC

According to Al Bielek, August 12, 2003, is an extremely important anniversary date in the U.S. Navy’s secret World War II invisibility project known as the Philadelphia Experiment. Bielek claimed that ― on August 12, 1943 ― the Navy, after installing special equipment on the USS Eldridge, made the ship and its crew disappear from Philadelphia harbour for over 4 hours.

The exact nature of this test is open to speculation. Possible tests include experiments in magnetic invisibility, radar invisibility, optical invisibility or degaussing ― rendering the ship immune to magnetic mines. The tests were conducted, only to produce undesirable results. Afterwards, the project — supposedly called “Project Rainbow” — was cancelled.

What Really Happened During The Philadelphia Experiment?

Two separate sets of bizarre events make up the “Philadelphia Experiment.” Both revolve around a Navy Destroyer escort, the USS Eldridge, with the events taking place on two separate days in the summer and fall of 1943.

In the first experiment, an alleged method of electrical field manipulation allowed the USS Eldridge to be rendered invisible on July 22, 1943, in the Philadelphia Naval Shipyard. The second rumoured experiment was the teleportation and small-scale time travel (with the ship sent a few seconds in the past) of the USS Eldridge from the Philadelphia Naval Shipyard to Norfolk, Virginia, on October 28, 1943.

Horrible tales of mangled seamen and sailors stuck within the metal of the USS Eldridge often accompany this experiment, with the USS Eldrige reappearing seconds later in the waters around Philadelphia. Recitation of the events surrounding the second Philadelphia Experiment often includes a cargo and troop transport vessel, the SS Andrew Furuseth. The lore of the second experiment claims those on board the Andrew Furuseth viewed the USS Eldridge and it’s crew as they teleported into Norfolk momentarily before the ship returned to the waters of Philadelphia.

Prior to the mid-1950s, no rumours of bizarre activity surrounded any teleportation or invisibility experiments in North America during the 1940s, let alone in the area surrounding Philadelphia.

Carl Meredith Allen, using the alias Carlos Miguel Allende, sent a series of letters to the astronomer and writer Morris K. Jessup. Jessup authored several early UFO books including the mildly successful The Case For The UFO. Allen claimed to be on the SS Andrew Furuseth during the second experiment, witnessing the USS Eldridge emerge in the waters of Norfolk and quickly disappear into thin air.

Carl Allen supplied no proof to verify what he claimed to witness on October 28, 1943. He did win the mind of Morris Jessup, who began to champion Allen’s view of the Philadelphia Experiment. Jessup, however, died four years after his first contact with Allen from an apparent suicide.

Moving a ship weighing several thousand tons leaves an inevitable paper trail. On the date of the Philadelphia “Invisibility” Experiment, July 22, 1943, the USS Eldridge had yet to be commissioned. The USS Eldridge spent the day of the alleged teleportation experiments, October 28, 1943, safely within a New York harbour, waiting to escort a naval convoy to Casablanca. The SS Andrew Norfolk spent October 28, 1943, sailing across the Atlantic Ocean en route to the Mediterranean port city of Oran, further discrediting Carl Allen’s comments.

And in the early 1940s, the Navy did conduct experiments to make naval vessels “invisible” in the Philadelphia Naval Shipyards, but in a different manner and with a completely different set of desired results.

In these experiments, researchers ran an electric current through hundreds of meters of electrical cable around the hull of a ship to see if they could make the ships “invisible” to underwater and surface mines. Germany deployed magnetic mines in naval theatres — mines that would latch on to the metal hull of ships as they came near. In theory, this system would make the ships invisible to the magnetic properties of the mines.

Seventy years later, we are left without a shred of credible evidence for the Philadelphia Experiment(s), yet rumours persist. If you are still unconvinced, think of the situation from a different viewpoint. No incident, regardless of the horrific nature, would stall the development of teleportation technology if the military believed it feasible. Such a resource would be an invaluable front line weapon in war and the backbone of many commercial industries, yet decades later, teleportation is still caged within the realm of science fiction.

In 1951, the United States transferred the Eldrige to the country of Greece. Greece christened the ship the HS Leon, using the vessel for joint U.S. operations during the Cold War. The USS Eldridge met an unceremonious end, with the decommissioned ship sold to a Grecian firm as scrap after five decades of service.

In 1999, fifteen members of the USS Eldridge crew held a reunion in Atlantic City, with the veterans bemoaning the decades of questioning surrounding the vessel they served on.

https://mru.ink/the-philadelphia-experiment/

Respuesta  Mensaje 674 de 680 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 03/03/2025 15:57

MCM: Billy Zane

Billy Zane

Billy Zane

This post was inspired by a conversation with a reader (maybe on Facebook?) about loving Billy Zane in Titanic. He’s had a few roles that real standouts to me (Dead CalmOnly You — both modern-set — as well as frock flicks Titanic and Orlando). He’s got THOSE EYELASHES. Sadly these days he seems to be mostly doing low-budget productions, although I’m glad to see he’s working. So, with a lot of B-movie stuff, here’s beautiful Billy Zane in historical flicks:

 

Back to the Future (1985) & Part II (1989)

As “Match,” so called because he always chewed on a match; one of villain Biff’s gang in these time travel to the 1950s classics.

1989 Back to the Future Part IIWide ties, high waistbands: check.
https://frockflicks.com/mcm-billy-zane/

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De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 03/04/2025 02:54

LEYENDAS SEUDOCIENTÍFICAS

El experimento Filadelfia

 

 

 Por Pablo Capanna

Alguna vez Roland Barthes supo contar las infructuosas manipulaciones a que fue sometido el cerebro de Einstein cuando se intentaba desentrañar el porqué de su genio. Su fracaso llevaría a pensar que el secreto de Einstein consistía en usar el cerebro, en lugar de llenarlo de pavadas como es costumbre hacer.
En los años ‘50 todos aquellos ensayos parecían estar justificados por la estatura legendaria que había alcanzado Einstein. Pocos entendían la Relatividad, pero la liberación de la energía atómica había situado a Einstein más alto que Newton, convirtiéndolo en un mito.
En esos años se echó a rodar una de las leyendas seudocientíficas más persistentes del siglo XX, el “experimento Filadelfia”. Inicialmente, la historia se construyó en torno del prestigio de Einstein, pero con el tiempo, la paranoia y el cine de por medio, fue creciendo como una bola de nieve. A su paso arrastró a nombres prestigiosos como Nikola Tesla y John von Neumann, a otros tan inesperados como Wilhelm Reich y, por supuesto, se cruzó con nuestros viejos amigos los Hombres de Negro. Cuarenta años más tarde, la leyenda terminó por absorber un mito urbano, el laboratorio encantado de Montauk.

El barco fantasma
Cuenta la leyenda que, en tiempos del proyecto Manhattan, la marina estadounidense realizó un experimento secreto, cuyas terribles consecuencias terminaron por convencer al Senado de que la bomba era el mal menor.
La leyenda asegura que el 28 de octubre de 1943 la US Navy probó un dispositivo destinado a modificar el campo magnético del destructor USS “Eldridge”, con la intención de volverlo “invisible” a las minas y torpedos. El director del proyecto era Franklin Reno, quien se había propuesto aplicar la teoría einsteiniana del Campo Unificado. Algunos llegaron a afirmar que el propio Einstein había presenciado la prueba.
Pero en esta historia, algo salió mal en el experimento, porque el buque no sólo desapareció sino que fue teleportado a Norfolk, y volvió súbitamente cuatro horas después, envuelto en un halo de luz verdosa. Entre los tripulantes había locos, muertos y desaparecidos. Algunos estaban en llamas o embutidos en la cubierta del barco. Según una versión añadida años más tarde (obviamente inspirada en reminiscencias bíblicas) algunos regresaron a su hogar, pero a los pocos días salieron caminando a través de las paredes y nunca más fueron vistos.
Se dijo que el barco habría sido desmantelado poco después, pero hay quien sostiene que fue vendido a Grecia. Rebautizado “León”, el venerable cascarón todavía seguiría a flote, cargado de extrañas fuerzas como el navío del Holandés Errante.
Hasta aquí la historia. Pero teniendo en cuenta que no convence ni siquiera a un creyente ufólogo como Jacques Vallée, quien ha escrito un libro para refutarla, veamos cómo nació.
El libro de bitácora del “Eldridge” dice que en octubre de 1943 el barco estaba en Nueva York. Varios de sus ex tripulantes, que en 1999 se reunieron en una cena de camaradería, juraron que el barco nunca había amarrado en Filadelfia. Sin embargo, Edward Dudgeon, un marino que estaba en Filadelfia a bordo de otra nave de guerra, recuerda que en esos días corrió el rumor de que “iban a volverlos invisibles”. La leyenda dice que el “Eldridge” desapareció a las 23 horas, fue visto en Norfolk y volvió por la mañana, en una travesía que demandaba casi dos días. Pero según Dudgeon, el barco evitó salir a mar abierto para eludir las zonas minadas, y navegó por el Canal Chesapeake-Delaware, con lo cual pudo regresar en apenas seis horas.
De hecho, la marina estadounidense estaba haciendo experiencias secretas en esos años y es probable que contribuyera a confundirlo todo. Se sabe de pruebas con ultrasonidos, y en particular de un experimento para aumentar la potencia de los generadores del USS Timmerman, que pudo haber provocado llamativos destellos de luz.

Otra vez los Hombres de Negro
Hasta donde sabemos, el mito tomó forma en 1956, cuando Morris K. Jessup, un astrónomo aficionado, dio una conferencia sobre ovnis. Entre el público se hallaba un sujeto llamado Carlos Miguel Allende, que no se dio a conocer entonces, pero comenzó a perseguir a Jessup con cartas en las que decía haber presenciado el experimento Filadelfia. Carlos Allende (que para ser más creíble se hacía llamar “Carl Allen”) había sido dado de baja por la armada cuatro meses antes y el día del desastre estaba a bordo de un barco mercante.
Temeroso de haberse metido en terreno vedado, Jessup entregó las cartas de Allende a la marina. La correspondencia fue editada por Varo Corp., una consultora naval, y resumida en un libro, Horizontes invisibles (1965), de Vincent H. Gaddis.
De repente, en 1959 Jessup se suicidó. Alguien dijo que lo había hecho porque su relación con Allende había dañado su credibilidad científica y le había hecho perder clientes a su negocio de repuestos de auto.
La historia no resultaba creíble, y era inevitable que diera pie a las versiones conspirativas: se dijo que Jessup había sido asesinado por los Hombres de Negro, por haber revelado un secreto militar. Pero lo cierto es que ninguno de todos aquellos que luego publicaron libros sobre el tema tuvo el menor problema con las agencias de inteligencia.

La mano de Hollywood
Llegados a este punto, el paso siguiente era que el tema cayera en manos de un profesional. El indicado fue nada menos que Charles Berlitz, un auténtico polirrubro de reconocida experiencia en temas como la Atlántida, las Pirámides y los ovnis.
Berlitz mencionó el “experimento” en un libro sobre el Triángulo de las Bermudas, a pesar de que Filadelfia quedaba un poco lejos del Caribe. Luego, plagiando una novela (Aire claro, de George R. Burger y Neil R. Simson), escribió otra historia, El Experimento Filadelfia: Proyecto Invisibilidad (1979), una ficción “basada en hechos reales”.
Aquí es donde metió la mano Hollywood. En 1984 John Carpenter produjo El experimento Filadelfia, con un guión basado en Berlitz y reescrito por el propio Carpenter. En el film, algunos tripulantes del “Eldridge” aparecen cuarenta años después en medio del desierto de Nevada. Han caído en un torbellino espacio-temporal, están desorientados y se les hace difícil creer que Ronald Reagan haya podido llegar a la Casa Blanca.
Mientras tanto, el tema había tenido una entusiasta acogida entre los ufólogos. Brad Steiger no vaciló en revelar que en Filadelfia se había usado “tecnología extraterrestre”. Uno de los inventos alienígenas era el transistor de germanio, que estaba en uso desde los años de la guerra. Uno de los más delirantes fue Alfred Bielek, doctor en física, quien le dedicó un libro al “experimento” en 1990. Bielek afirma que al ver la película de Carpenter la luz se hizo en su mente. Súbitamente recordó que su verdadero nombre era Ed Cameron. El y su hermano estaban a bordo del “Eldridge” cuando el desgarro espacio-temporal producido por la experiencia los arrojó al futuro. Su hermano había muerto en pocos meses, tras envejecer hora tras hora, pero Ed parecía haber salido indemne.
Apresado por la marina, que lo estaba esperando cuarenta años después, Bielek asegura que fue sometido a un lavado de cerebro y que le dieron una nueva identidad. Ahora, gracias a Hollywood, creía recordarlo todo. No es la primera vez que ocurre.

Sabios y famosos
En la loca versión de Bielek, Einstein parece haber pasado a segundo plano, para hacer lugar a otras luminarias como Von Neumann y a Tesla.
Reclutar al difunto Nikola Tesla (1856-1943) para el mito Filadelfia fue sin duda una jugada maestra. Menos celebrado que su rival Edison, Tesla era una figura mítica de la tecnología. Desde 1899 había venido imaginando cómo enviar “inteligencia y energía” a distancia, una idea que curiosamente prefiguraba a Internet. Hasta había intentado mandar señales a otros planetas desde la colosal antena que levantó en Pikes Peak. Pero la cruda verdad es que para la fecha de la “experiencia” ya había muerto.
Según la fábula de Bielek, Tesla había venido investigando la posibilidad de viajar por el tiempo desde los años ‘30. Otros le atribuyen a Tesla las cosas más increíbles, como haber trabajado durante los ‘40 en proyectos como rayos de partículas, antigravedad y transmisión de electricidad sin cable. Esto último es precisamente lo único que Tesla intentó hacer, aunque no tuvo éxito.
En 1939, el proyecto había pasado a Princeton. Allí enseñaba Einstein, quien por entonces venía tratando de desarrollar su teoría del campo unificado.
Con esta movida, el mito Filadelfia se apropia de los prestigios de la bomba. Muerto Tesla en enero de 1943, para el 27 de agosto John von Neumann se habría hecho cargo del proyecto: algo bastante inverosímil, porque entonces estaba en Los Alamos, trabajando en el desarrollo de la bomba atómica. Von Neumann habría realizado una prueba en el “Eldridge”, logrando volver invisibles algunos animales durante unas horas aunque sin evitar que sufrieran quemaduras de radiactividad. Esto último era un detalle ineludible para asociarse con la mitología nuclear de esos años.
La experiencia definitiva, con toda la tripulación a bordo, habría generado un “vórtice espacio-temporal” (es decir, nada menos que el famoso “Warp” de la ciencia ficción), que alteró las propiedades de la materia al punto de permitir que los hombres atravesaran las paredes.
Según Bielek, el secreto de la experiencia fue ocultado tan bien como el Proyecto Manhattan. Sin embargo, sabemos que el Manhattan tuvo sus filtraciones. Los servicios se lo pasaron censurando revistas de ciencia ficción, y llegaron a someter a arresto domiciliario a un autor que se había acercado demasiado a la verdad. Considerando estas circunstancias, es muy poco convincente que los servicios hubieran logrado guardar el secreto durante nada menos que cincuenta años.
Por si faltaba algo, recordemos que ya todo el mundo había visto la serie “El túnel del tiempo”, que difundió la tevé en 1966-67.

El laboratorio encantado
Cuarenta años más tarde, la historia del “experimento Filadelfia” terminó asociándose con una leyenda urbana del área de Nueva York. Hay quien cree que en Long Island existiría un sitio encantado por la magia tecnológica. Sería algo parecido a la Zona de Tarkovski (si la paranoia fuera poética) en torno de la cual se han escrito varios libros.
Long Island, que no está demasiado lejos de Manhattan, reunía condiciones especiales. Nikola Tesla había tenido un laboratorio en la isla, y allí también está Brookhaven, donde trabajó Von Neumann.
Al sudeste de la isla se encuentra el Parque Montauk Point, que guarda las ruinas de una base aérea militar desmantelada después de la Segunda Guerra Mundial. Algo extraño debe pasar allí porque se prohíbe acampar, a pesar de ser un parque natural, y los merodeadores son echados por guardias armados, como en las películas.
La leyenda añade que hasta esas ruinas llegan líneas de alta tensión, lo cual indica que allí se oculta un enorme laboratorio subterráneo afectado al desarrollo de armas secretas. Una de ellas sería el láser de partículas que, al dispararse por error el 17 de julio de 1996, habría causado la caída del vuelo 800 de TWA. De existir tal cosa, podría haber sido efectivo para evitar el atentado a las Torres Gemelas, que están a tiro de láser de Long Island.
El círculo se cierra. Filadelfia y Montauk son los extremos de un túnel del tiempo que habría sido abierto por Von Neumann en 1943. El túnel fue saboteado en 1983, cuarenta años después, por los propios investigadores, aterrados por las siniestras experiencias que estaban realizando. Todo el arsenal de la ciencia ficción estaría en Montauk: simulación de agujeros negros, viajes interdimensionales, rayos de partículas, “psicotrónica”...
El genio que habría puesto en marcha todo eso había sido el propio Tesla. Asustado por el impredecible experimento de 1943, lo había dejado en manos de Von Neumann.
John von Neumann (1903-1957), era la figura ideal para ser el sabio loco de la historieta. Defensor de la guerra nuclear preventiva y confeso belicista, fue al mismo tiempo uno de los patriarcas de la computación. La leyenda dice que en los ratos libres que le dejaba la bomba de hidrógeno, habría intentado conectar mentes con computadoras para crear una tecnología “psicotrónica”. La idea la habría tomado de los descubrimientos de Wilhelm Reich, un psicólogo freudiano refugiado en Estados Unidos. Reich decía haber aislado y acumulado la energía sexual (un resplandor azulado llamado “orgón”) y culminó su carrera en un psiquiátrico, pero no en carácter de director sino de paciente.
Desde Montauk, y usando médiums acoplados con computadoras para producir una suerte de orgasmo cósmico, Von Neumann habría intentado crear un túnel del tiempo hacia Filadelfia 1943 para arreglar el desastre que él mismo había producido. Por fin, el sabotaje de agosto 1983 habría logrado restaurar todo tal como estaba cuarenta años antes. Y aquí no ha pasado nada, como dirían los Hombres de Negro.

Las ficciones imitan a la Ficción
Por una de esas casualidades que uno creía que sólo le pueden pasar a gente como Umberto Eco, en un quiosco del Parque Rivadavia me tropecé con un cuento de ciencia ficción de los años ‘40 donde toda la historia aparece extrañamente prefigurada.
Hasta ahora, en esta típica leyenda norteamericana hemos visto desfilar al latino Allende, a los alemanes Einstein y Reich, al húngaro Von Neumann y al serbio Tesla. Sólo faltaba un ruso, cuando apareció el escritor Reginald Bretnor. Nadie lo recuerda hoy, pero bien pudo haber sido el inspirador de todo esto.
Reginald Bretnor (1911-1992) fue un autor de ciencia ficción nacido en Vladivostok que tuvo su auge en los ‘40. Conoció un moderado éxito cuandocreó uno de los tantos profesores chiflados del género, el Papá Schimmelhorn, a quien hizo protagonista de varios cuentos.
Schimmelhorn se presentaba como un octogenario de origen centroeuropeo, excéntrico y mujeriego, que se tuteaba con Einstein y llamaba “Maxie” a Max Planck.
En el cuento de Bretnor (“El pequeño Antón”, 1949) aparece trabajando para la marina en un proyecto avalado por su amigo Einstein, que consiste en probar en los buques de guerra un revolucionario sistema electrónico que los hará “invisibles” al radar. Ante el asombro de todos, un acorazado británico desaparece en alta mar y reaparece unas horas más tarde en New Haven. Es el “efecto Schimmelhorn”, que resulta de conjugar los sistemas electrónicos con los poderes mentales de Antón, el sobrino del genio, quien envía al barco “a otra dimensión” por unas horas.
Cualquier parecido con la realidad, o mejor con la ficción seudorrealista, se diría que no es casual.
Por si faltaba algo, contamos con una versión todavía más antigua. Se la puede encontrar en la novela La flota desaparecida, que un tal Roy Norton escribió en 1907. También allí las flotas japonesa y británica desaparecen en un instante, gracias a un arma secreta inventada por Bill Roberts, un clon de Edison, quien transporta por aire los barcos a Seattle y los desarma.
Quizás estemos en presencia de otra de las perversiones de la ciencia ficción, que ha inspirado tantas seudociencias. Se diría que mucha gente puede concebir alguna vez una idea ingeniosa, pero no todos son capaces de escribir cuentos o novelas. Entre algunos de estos escritores frustrados están los que echan a correr los nuevos mitos, cuyos protagonistas vienen de la ciencia y de la tecnología, y existe una incansable industria editorial que se encarga de editarlos. Si Elvis, los Beatles y hasta Gardel han tenido sus mitologías, habrá que resignarse a que muchos se tomen en serio estas nuevas aventuras del Doctor Fausto.
https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/futuro/13-331-2003-01-04.html

Respuesta  Mensaje 676 de 680 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 03/04/2025 03:02

El experimento secreto: Einstein y Tesla

En 1943, la Armada estadounidense realizó una serie de pruebas para hacer invisibles a los buques aliados y a los radares enemigos. Los resultados de estas pruebas nunca se hicieron públicos, pero la última prueba, la que culminaría el proyecto, se conoce como el Experimento Filadelfia.

Corría el año 1943 y estábamos en plena Segunda Guerra Mundial. Ambos bandos intentaban imponerse mutuamente creando armas cada vez más nuevas, modernas y específicas. En ese momento, se libraba una feroz batalla naval entre los buques estadounidenses y los temibles submarinos alemanes, en la que los cazadores silenciosos parecían, por el momento, llevar la delantera al hundir continuamente buques aliados. Estados Unidos se preguntó entonces si era posible llevar el camuflaje a un nivel superior para hacer que un buque fuera invisible al radar, o completamente invisible.

Así nació el Proyecto Arcoiris, cuya conclusión fue el experimento Filadelfia.

Los estadounidenses creían tener ya una teoría adecuada para la realización de su proyecto. La interacción entre la gravedad, el magnetismo y la electricidad, teorizada por Einstein, parecía perfecta. Pero había un problema: necesitaban a alguien capaz de implementarla en la práctica, y en aquellos años solo había una persona capaz de hacerlo: Nikola Tesla.

La idea era utilizar la teoría no demostrada de Einstein del campo unificado y la bobina de cabeza. El proyecto Rainbow se clasificó y ejecutó en dos fases diferentes.

La primera fase consistió en hacer invisible al radar un barco. Según algunos testigos, esta fase tuvo éxito y se decidió pasar a la segunda, es decir, intentar la invisibilidad total. Fue en ese momento cuando algo salió mal.

El buque elegido para los experimentos fue el recién terminado USS Eldridge, con una tripulación de 30 hombres que desconocían los experimentos, al menos en la primera fase. Según algunas fuentes, en la segunda fase, el personal fue seleccionado por un grupo de voluntarios y científicos de la Marina. Mientras tanto, en 1942, Nikola Tesla se retiró del proyecto, seguido poco después por Einstein.

USS Eldridge 

En sustitución de Tesla, se unió al equipo el matemático y físico John von Neumann, quien, a diferencia de Tesla, no tenía ninguna reserva moral particular.

El 28 de octubre de 1943, todo estaba listo en el puerto de Filadelfia. A las 17:15, el USS Eldridge y su tripulación desaparecieron entre una nube verde. Minutos después, el barco reapareció cerca de Norfolk, a unos 500 km de su punto de partida, para luego desaparecer y reaparecer en Filadelfia, en el mismo lugar donde había estado antes.

Una escena de la película 

Según algunas versiones, el barco incluso retrocedió diez minutos. Sin embargo, cuando Eldridge reapareció, la imagen que se mostró a los presentes fue horrible. Algunos marineros quedaron soldados total o parcialmente dentro del barco, destinados a sufrir una muerte atroz, mientras que otros perdieron la razón. Todos los marineros supervivientes murieron poco después debido a enfermedades o problemas físicos derivados del experimento.

Una escena de la película 

Pero ¿cómo sabemos todo esto?

En 1955, Morris K. Jessup, licenciado en ciencias y fotógrafo y astrónomo aficionado, tras años de observación y estudio de los movimientos de los ovnis, publicó el libro "El caso de los ovnis". En él, Jessup escribió que creía que el sistema de propulsión de los ovnis debía estudiarse con mayor profundidad, ya que, a partir de lo que había observado y aplicado, de alguna manera, se basaba en la teoría, en cierto modo unificada, de Einstein.

Morris K. Jessup 

El libro alcanzó cierto éxito y Jessup empezó a gozar de cierta notoriedad por sus teorías y especulaciones sobre la antigravedad y el electromagnetismo, así como por lo que se decía en el libro.

Con su libro y sus ideas, atrajo la atención de algunos, y en enero de 1956 recibió una carta de alguien que firmaba como Carlos Miguel Allende. En la carta, Allende confirmó la validez y el interés de las teorías de Jessup, pero no solo eso. Allende también escribió sobre un experimento realizado por los servicios secretos militares estadounidenses en 1946, donde se aplicó la teoría del campo unificado a un cazador al acecho.

Según Allende, el resultado demuestra que la teoría del campo unificado es, hasta cierto punto, correcta. El resultado fue la invisibilidad total de un barco y toda su tripulación.

Quisiera señalar que el buque experimental desapareció del muelle de Filadelfia y reapareció tan solo unos minutos después en el muelle de Portsmouth, frente a Norfolk. Fue identificado con claridad en ese lugar, desapareció de nuevo y regresó al muelle de Filadelfia en cuestión de minutos, o menos. — De la carta de Allende.

Jessup quedó impactado por la carta de aquel extraño y así comenzó un intercambio de cartas.

Allende, en cartas posteriores, afirmó ser testigo directo del experimento, ya que era un marinero que en ese momento estaba en el USS Andrew Furuset, un buque de transporte de clase Liberty que ayudaba en las operaciones.

Tras varios intercambios epistolares, Jessup escribió una larga carta en la que, fascinado por la historia de Allende, solicitaba más detalles. La respuesta tardó mucho, pero finalmente llegó.

Aunque la redacción era la misma de siempre, quien firmaba esa carta, sin embargo, no era Carlos Miguel Allende, sino un tal Carl Allen quien dijo no poder aportar mayores datos ni pruebas porque los hechos conocidos sobre el tema, salvo aquellos de los que él mismo fue testigo, habían surgido de sesiones hipnóticas realizadas a sujetos presentes en los hechos.

En una carta, Allende se refirió a un artículo publicado en el periódico de Filadelfia, que hablaba de tres marineros que habían aparecido de la nada en un bar cerca del puerto, casi como si hubieran llegado de una puerta o habitación contigua, que sin embargo no existía. Al cabo de un par de minutos, los marineros habían desaparecido.

La Armada dijo que desconocía este hecho.

El intercambio continuó y Jessup comenzó a investigar. A partir de ese momento, solo encontrará medias verdades e información sin fundamento.

Durante las entrevistas sobre el libro, Jessup también empezó a hablar del experimento Filadelfia. En 1957, fue citado por la Oficina de Investigación Naval porque la agencia había recibido un paquete con una copia de su libro, con varias notas manuscritas, presumiblemente de tres personas diferentes.

Las notas hablaban de tecnologías extraterrestres y viajes en el tiempo. Sin embargo, Jessup reconoció de inmediato la letra desordenada y distintiva de Allende. Tras un breve interrogatorio, Jessup pudo regresar a casa. Jessup continuó investigando, pero en 1959 fue encontrado muerto dentro de su coche.

Según los investigadores, el hombre, deprimido tras la pérdida de fama tras su libro y debido a problemas familiares, decidió quitarse la vida a través del tubo de escape de un coche. A pesar de las protestas de familiares y amigos, quienes siempre se opusieron a la idea del suicidio, no se realizó ninguna investigación ni autopsia.

Sabemos, sin embargo, que Jessup, antes de morir, telefoneó a su amigo, el Dr. Mason Valentin, para informarle de que había llegado a conclusiones extraordinarias sobre el experimento de Filadelfia, gracias a nuevas pruebas. Durante la llamada, acordaron reunirse a la mañana siguiente en casa de Valentin, pero ni Jessup ni sus notas llegaron.

Inmediatamente comenzaron las teorías conspirativas sobre su muerte, según las cuales Jessup había sido eliminado por los Hombres de Negro, la CIA o similares, porque hablaba demasiado y se hacía demasiadas preguntas.


Respuesta  Mensaje 677 de 680 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 03/04/2025 03:06

Tras la muerte de Jessup, un investigador afirmó haber descubierto la verdadera identidad de Allende: Carl Allen, de Pensilvania. Allen había sufrido delirios, pero durante la Segunda Guerra Mundial sirvió en la Marina de los Estados Unidos, como describió en sus cartas.

Desde ese momento y hasta aproximadamente 1977, la historia del experimento Filadelfia dejó de explorarse y durante algunos períodos terminó olvidada.

Pero en 1977 se publicó un libro, "El Triángulo de las Bermudas", que también abordaba el experimento. El libro fue escrito por Charles Berlitz, exagente de inteligencia, quien desde entonces se ha convertido en un escritor de gran éxito de misterio, arqueología misteriosa e historia alternativa. Las declaraciones de Berlitz sobre el experimento parecen en su mayoría forzadas, imprecisas y manipuladas, pero a pesar de ello, el éxito de su libro volvió a llamar la atención sobre esos eventos.

Charles Berlitz

Con el tiempo, algunas personas se presentaron y afirmaron haber estado en el barco o en los barcos de apoyo el día del experimento.

Entre ellos, uno de los más famosos es Alfred Wieleck, quien se desempeñó como científico. S. Eldridge el 28 de octubre de 1943. El verdadero nombre de Wieleck era Edward Cameron y en 1990 reveló públicamente su participación tanto en el Experimento Filadelfia como en el Proyecto Montauk.

Alfred Bielek

En sus declaraciones, confirmó que el propósito del experimento era hacer que un barco fuera invisible al radar, pero que el objetivo final era hacerlo invisible. Contó cómo él y su hermano fueron seleccionados tanto para la fase de implementación del experimento como para la tripulación, no solo por ser investigadores, sino por la estima de Von Neumann, mientras que su hermano menor, él, había sido seleccionado como marinero.

Explicó que tras activar la maquinaria que debía hacer desaparecer al USS Eldridge, lograron la invisibilidad del radar en 70 segundos, pero en ese momento el barco fue rodeado por una nube verde y sin que ellos lo supieran, donde antes estaba su barco ahora había un agujero y poco después, desapareció.

Juan Von Neumann

Los tubos electrónicos comenzaron a centellear, y luego las descargas se vieron claramente; mientras tanto, la radio estaba totalmente averiada. Edward y su hermano intentaron intervenir en el panel de control, sin éxito. Luego salieron al puente, donde reinaba un caos absoluto, pues el barco seguía rodeado de niebla verde y los marineros estaban desorientados. En ese momento, decidieron lanzarse al mar: nunca llegaron al agua, sino que se encontraron en una base militar, de noche.

La policía militar los recogió y los condujo a un edificio dentro de la base. Allí se encontraron con el ya anciano profesor Von Neumann, quien le contó que se encontraban en Montauk, Long Island, en la sede del proyecto Fénix (un proyecto que involucra el flujo del tiempo), en 1983. Después, Von Neumann les indicó que regresaran a bordo y destruyeran el equipo, que todo estaba bajo control y que regresarían en 1943.

Los hermanos se encontraron de nuevo en el USS Eldridge e hicieron lo que se les indicó. Luego, en 1943, volvieron a Filadelfia, en el mismo lugar donde se encontraban al comienzo del experimento.

A su regreso, el horror: algunos tripulantes habían muerto de un ataque al corazón, otros estaban completamente desorientados y al borde de la locura, mientras que otros (incluido el hermano menor de los Cameron) habían sido incorporados al acero del buque debido a rupturas moleculares
ocurridas durante el viaje que habían realizado y los que estaban cerca de mamparos o partes del barco habían sido reensamblados e incorporados a la materia del barco.

Una escena de la película

El hermano de Edward, conmocionado por la escena, saltó por la borda, regresando al futuro en el último segundo.

Edward Cameron participó más tarde en el experimento de Montauk y viajó nuevamente en el tiempo hasta el año 2137 donde permaneció unos meses y de allí fue enviado al año 2749 donde permaneció un par de años.

Pero ¿qué dijo la Marina sobre estas acusaciones?

La Armada confirmó que se han realizado experimentos relacionados con una especie de invisibilidad, pero dijo que estos solo estaban relacionados con la invisibilidad a las minas magnéticas, a través de un proceso llamado DESGASIFICACIÓN.

A través de cables eléctricos instalados a lo largo de la quilla del barco desde la popa hasta la proa, la corriente eléctrica controlada cancelaría el campo magnético del barco.

Una explicación que recuerda mucho a las dadas por la Fuerza Aérea respecto a los sucesos de Roswell y otros.

¿Cuánta verdad hay en la posibilidad de que un barco pueda desaparecer?

En los años 70, el profesor James Corum reunió a un grupo de científicos para intentar verificar si existía una base científica sobre los acontecimientos que se creía ocurridos en 1943.

Descubrió la existencia de esta base. Los científicos lograron replicar la invisibilidad del radar utilizando la llamada "bobina de Tesla".

Es posible, por tanto, que el Experimento Filadelfia se haya llevado a cabo, al menos en su primera fase.

Bobina de Tesla

Sin embargo, hay muchas cosas que no cuadran en varias historias y libros.

En primer lugar hay que recordar que es en los años 50 que las películas de ciencia ficción encuentran su época dorada porque la gente se sentía atraída por ellas, pero también aterrorizada por lo que narraban esas películas y algunos libros.

En la gente se instaló la idea y la sensación de que, hablando de espacio y extraterrestres, todo era posible, especialmente después del caso Roswell.

Además, en aquellos años existía una gran tensión entre la URSS y Estados Unidos en torno a la carrera espacial. La constante conversación sobre el espacio y la incertidumbre sobre lo que allí podría encontrarse habían desatado en la población, especialmente en la estadounidense, el terror a una invasión extraterrestre.

Según los registros del barco, se registró que el USS Eldridge, botado el 27 de agosto de 1943, permaneció en el puerto de Nueva York hasta finales
de septiembre y luego, en octubre, partió para su viaje inaugural a las Bahamas, regresando recién el 18 de octubre del mismo año.

Además, parece que nunca estuvo en Filadelfia durante todo el tiempo que estuvo en servicio, es decir, hasta 1951, cuando fue vendido a la
Armada griega.

El USS Furuseth, el barco en el que Allende afirmaba estar, sin embargo, navegaba en ese período en el mar Mediterráneo.

Algunos argumentan que, de hecho, las páginas relativas a ese período fueron arrancadas de los diarios de a bordo. Otro hecho que no cuadra es la supuesta presencia de Von Neumann en 1983 (según lo narrado por Al Bielek): Von Neumann, de hecho, falleció en 1957.

Según algunas teorías, Von Neumann no murió en 1957, sino que viajó al futuro. Tras las declaraciones de Bielek, se intentó averiguar qué era cierto y por qué, según la declaración, algunos detalles cambiaban. Resultó que Bielek no solo no estaba a bordo del USS Eldridge, sino que ni siquiera se encontraba en Filadelfia en ese momento.

Justificó la diferencia de detalles en los relatos culpando al lavado de cerebro al que había sido sometido, mientras que la razón por la cual no estaba en el diario de a bordo y no hay rastro de él en Filadelfia en ese momento, fue que todos sus movimientos se hicieron secretos debido a su papel en el Proyecto Mantouk.

- NIKOLA TESLA -

Nikola Tesla es ahora una leyenda, pero ¿qué hacía en el grupo de científicos del Experimento Filadelfia? ¿Él, quien había descubierto la manera de tener energía continua?

En 1899, Tesla estaba experimentando cómo el espacio y el tiempo podían verse influenciados por la electricidad y los campos magnéticos.

Ese mismo año, un periódico publicó una noticia en la que un periodista había encontrado a Tesla, sentado solo en un bar. El periodista lo saludó y el científico le respondió:

Me temo que no me encontrarán agradable esta noche: lo cierto es que casi me matan hoy. Una chispa saltó un metro y medio y me dio en el hombro derecho. Si mi asistente no hubiera cortado la corriente, habría muerto.

Por ello, le dijo al periodista que en el momento en que fue golpeado, para él fue como ser transportado fuera de nuestra ventana espacio-temporal.

“Pude ver el pasado, el presente,
el futuro… todo al mismo tiempo”.

Durante la década de 1930, Tesla trabajó en la Universidad de Chicago, realizando experimentos para hacer invisible un cuerpo utilizando electricidad.

Este trabajo será la base del Experimento Filadelfia.

En 1939 su proyecto fue transferido a la Universidad de Princeton y fue allí donde Albert Einstein y otros se unieron a Tesla y juntos trabajaron en el Proyecto Arco Iris y el Experimento Filadelfia.

No mucho después, Nikola Tesla se retiró del proyecto, quizá intuyendo el peligro que se escondía tras estos experimentos, sobre todo si
hubieran tenido éxito.

Nikola Tesla, un hombre de sólida moral, renunció al proyecto tras intentar por todos los medios detenerlo. En su lugar, como ya se mencionó, John von Neumann, quien no compartía las mismas reservas morales que Tesla, se incorporó al proyecto.

Nikola Tesla murió solo y en la pobreza en una habitación de hotel, en 1943.

Su habitación fue inmediatamente limpiada de funcionarios del gobierno estadounidense y los documentos recolectados fueron enviados al entonces Director del FBI, J. Edgar Hoover quien los hizo desaparecer .

De la mayor parte de aquellos documentos ya no se supo nada, ni siquiera cuando, tras una sentencia, los herederos y familiares del científico consiguieron que los documentos les fueran devueltos.

Una parte de los pocos documentos de Tesla que no están clasificados

A la familia le fue devuelto menos de la mitad de los documentos, de los cuales ninguno contenía notas sobre uno de los estudios
científicos más extraordinarios que, a diferencia de algunos, no estaba dispuesto a poner en peligro vidas, ni
en su presente, ni en el futuro.

En conclusión, es difícil determinar cuánto del Experimento
Filadelfia es cierto. Hay demasiada información contradictoria,
historias y elementos diferentes que no coinciden.

Sin embargo, sería ingenuo para la gente pensar que Estados Unidos, en esos años, no intentó realmente lograr la invisibilidad total.

La duda por tanto no está en los estudios, sino en este experimento preciso o, al menos, en la parte del viaje en el tiempo.

Ahora sabemos que llevan años probándolo (tanto la invisibilidad como los viajes en el tiempo) y quizá en Filadelfia ese día desapareció el USS Eldridge, viajó en el tiempo y murieron muchos hombres o quizá no fue ese destructor el que desapareció y no lo hizo en 1943, sino tiempo después.

Demasiadas preguntas y tan pocas respuestas.

https://medium.com/@commanderk/the-secret-experiment-einstein-and-tesla-06f921e8e563

Respuesta  Mensaje 678 de 680 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 03/04/2025 03:13

«Experimento Filadelfia»: el misterio sin resolver del buque fantasma creado para aplastar submarinos nazis

La leyenda cuenta que los norteamericanos trataron de volver invisible un barco de guerra para luchar contra la Alemania nazi. La ciencia, sin embargo, destruye el mito

USS Eldridge
Manuel P. Villatoro
13/10/2018
Actualizado a las 16:52h.

A un hecho que ha surcado las décadas pero del que no estamos seguros de su veracidad lo llamamos leyenda, y sin duda existen centenares. Sin embargo, hay un mundo que es especialmente propenso a esconder este tipo de «cuentos»: el marítimo. Un claro ejemplo de ello es la historia del « Experimento Filadelfia », un mito que narra cómo, durante la Segunda Guerra Mundial , un grupo de científicos norteamericanos trató de hacer que un buque de guerra y su tripulación se volvieran invisibles a la vista, intento que habría finalizado con trágicas y paranormales consecuencias. 

Conocido también por el nombre de « Project Rainbow » (« Proyecto Arcoíris ») esta historia fue incluso llevada al cine por el director Stewart Raffill hace más de 30 años. Así, en la película « The Philadelphia experiment », este estadounidense cuenta como dos jóvenes oficiales se ofrecen voluntarios para participar en un raro experimento, el que hoy nos ocupa. Pero este mito, tantas veces nombrado a lo largo del tiempo ¿fue real?  La historia nos dice que no.

Los inicios de la leyenda

Según la leyenda, este experimento comenzó a tomar forma a partir de 1939, año en que una serie de científicos se interesaron por las investigaciones de Nikola Tesla –inventor y experto en electromagnetismo- y Albert Einstein . Al parecer, y según determinaron los especialistas, creían posible que a partir del trabajo de estos dos expertos podrían lograr curvar los rayos de luz que llegan a los objetos para así volverlos invisibles. 

 

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Acorde al mito, el Gobierno de los Estados Unidos se interesó inmediatamente por este proyecto por ver en él grandes aplicaciones militares para sus buques de guerra. Y es que, los barcos norteamericanos estaban siendo arrollados por la potencia de los submarinos U-Boot alemanes en el Atlántico. 

Por lo tanto, ante las ventajas que ofrecía esta nueva tecnología, el ejército norteamericano aceptó llevar a cabo un experimento en el que se pretendía, en términos del historiador y periodista Jesús Hernández , «emplear unos generadores eléctricos en el interior de un buque con el fin de formar campos electromagnéticos lo suficientemente potentes como para curvar las ondas de luz y radio alrededor del barco, logrando así hacerlo invisible, no sólo al radar, sino a la vista». 

Alrededor de 1943, se seleccionó el navío en el que se realizaría esta prueba, el USS. Eldridge, un destructor de escolta que podía albergar hasta 200 marineros en su interior. Este barco de guerra contaba con un gran armamento para la época, lo que hizo que los responsables lo eligieran para hacer de él un arma definitiva. 

El experimento

El experimento, según el mito, fue realizado por científicos norteamericanos (entre ellos, el propio Albert Einstein ) e investigadores alemanes contrarios al régimen nazi. Para llevar a cabo la prueba, se seleccionó la base naval de Filadelfia , actualmente dedicada, entre otras cosas, a guardar navíos militares « jubilados ». 

En términos de Hernández, que insiste en señalar que esta historia no es más que un mito, se hizo una primera prueba « el 22 de julio de 1943 » en las aguas del puerto de Filadelfia , y tuvo un relativo éxito. «El destructor quedó cubierto de una extraña luz verde hasta que desapareció a la vista de los testigos. La tripulación quedó en estado de shock y muchos sufrirían posteriormente desórdenes mentales» explica el historiador. 

El presunto éxito, provocó que la marina estadounidense planificara una nueva prueba para cerciorarse de que era posible mantener la invisibilidad de este barco durante un largo período de tiempo, lo que haría que pudiese atravesar las líneas enemigas sin ser detectado. La imaginación empezaba a volar y los norteamericanos se creían inventores de la técnica militar definitiva. 

USS Eldridge

Este segundo experimento tendría lugar presuntamente el 28 de octubre de 1943. Pero, esta vez, los resultados fueron mucho más catastróficos. Según la leyenda, alrededor del buque comenzó a materializarse un campo de energía perfectamente visible, a continuación, una neblina verde ascendió desde el casco y, de repente, el Eldridge desapareció.

Sin embargo, se podía apreciar que aún se encontraba en el agua debido a las marcas que el peso del barco provocaba en el mar. Se cuenta que, momentos antes de volverse invisibles, varios marineros sufrieron desmayos y uno fue fulminado al instante. A su vez, se narra también que algunos sufrieron combustiones espontáneas o cayeron rendidos al suelo 

El buque se habría teletransportado a 600 km de distancia

 

Después, hubo una explosión luminosa y las marcas en el mar desaparecieron. «En esta ocasión, tras su desaparición en el puerto de Filadelfia, fue avistado durante quince minutos en Norfolk, a 600 kilómetros de distancia, por la tripulación de un mercante» explica el historiador. Por lo tanto no sólo se esfumó ante los ojos de los asombrados expertos, sino que el buque de guerra se teletransportó con toda su tripulación hasta otro punto del planeta. 

Para corroborar esta historia, apareció un marinero que afirmaba haber visto en Norfolk durante breves minutos al Eldridge, justo antes de volver a desaparecer para regresar a su lugar de origen: «Un hombre que se identificaría como Carlos Allende , aunque su nombre real era Carl Allen , aseguró que algunos marineros del destructor quedaron fundidos con la estructura de metal del buque. También afirmó que algunos de los supervivientes sufrieron posteriormente súbitas desmaterializaciones» 

Según Allende, las consecuencias fueron terribles para la tripulación, ya que los que no murieron sufrieron grandes trastornos mentales. El mito incluso afirma que los marineros que pudieron declarar tras el experimento atestiguaron que, cuando el Eldridge se desmaterializó, se sentían flotando sobre la nada. Tras este accidente, el proyecto fue cancelado inmediatamente, el instrumental desmantelado y los archivos y datos del proyecto presuntamente eliminados 

Desmitificando el experimento

A pesar de lo arraigada que está la leyenda del « Experimento Filadelfia » y que determinados investigadores han llegado a afirmar que podría ser cierto, Jesús Hernández, especializado en la Segunda Guerra Mundial , no comparte esta opinión. «Hay que tener presente que este supuesto experimento no es más que un mito, sin que exista ninguna evidencia de que hubiera podido tener lugar» establece. 

Para empezar, y entre los muchos elementos con los que no está de acuerdo, sentencia que es imposible que Albert Einstein participara en el proyecto. «Nadie pudo haber colaborado en él. Si se ha unido el nombre de Einstein al Experimento Filadelfia es porque este científico trató de unificar el electromagnetismo y la gravedad mediante una única teoría, aunque no tuvo éxito en el empeño; de ahí se ha deducido, sin ninguna base, que Einstein pudo haber estado detrás del experimento», asevera. 

«Pensar que se logró hacer invisible un destructor es algo inconcebible»

 

En segundo lugar, el historiador también afirma que en la época en la que presuntamente se llevó a cabo la prueba, los U-Boot no representaban un problema serio para sus acorazados. «En el verano de 1943, cuando supuestamente tuvo lugar el experimento, los submarinos alemanes habían dejado de ser un peligro para los barcos aliados que atravesaban el Atlántico» expone. 

De hecho, afirma que los Aliados ya habían perfeccionado mucho sus tácticas para hacer frente a los U-Boot, contra los que si habían sufrido grandes derrotas anteriormente. «En cambio, antes, a mediados de 1941, la situación para los Aliados había sido dramática y Churchill incluso llegó a pensar que, si continuaba el ritmo de hundimientos, la guerra estaba irremediablemente perdida. Pero dos años después, el peligro había pasado», determina Hernández. 

Finalmente, Hernández afirma que existe una incoherencia entre los datos que se presentan en esta leyenda. «El USS Eldridge era un destructor de la marina norteamericana que, según los datos que figuran en los archivos, entró en servicio después de la fecha del primer experimento, por lo que es difícil que pudiera ser el protagonista del misterioso episodio. Del mismo modo, en la fecha del segundo experimento, el USS Eldridge no se hallaba en Filadelfia» sentencia. 

¿Realidad o ficción?

Pero, después de todo, lo que hay que preguntarse es una cosa: ¿fue el « Experimento Filadelfia » una realidad? Jesús Hernández lo ve claro: «No tengo dudas de que el Experimento Filadelfia como tal se trata de una leyenda, pensar que se logró hacer invisible un destructor y, no sólo eso, sino teletransportarlo a 600 kilómetros, es algo sencillamente inconcebible», explica.

Sin embargo, deja la puerta abierta a una posible explicación lógica: «Cabría la posibilidad de que el USS Eldridge u otro buque se emplease para realizar algún tipo de prueba de carácter electromagnético que entrañó riesgos para la tripulación y que por eso se mantuvo en secreto. Ese tipo de experimentos no fueron infrecuentes durante la Segunda Guerra Mundial », finaliza. 

Tres preguntas a Jesús Hernández

1 - ¿Era Carlos Allende un loco? 

La primera referencia que se tuvo del supuesto experimento fue una carta que Carlos Allende envió en 1956 a un astrofísico, Morris Jessup, que había publicado un libro sobre OVNIS. El incoherente texto de la carta ya denota que Allende sufría algún tipo de desequilibrio mental. Una segunda carta, tan incongruente como la primera, confirmaría esa impresión. Aunque Allende no aportó ni una sola prueba del experimento, pese a los requerimientos de Jessup, su revelación sería posteriormente amplificada por otros investigadores de casos paranormales, dando pábulo a la leyenda. Sin embargo, el que Jessup se suicidase tres años después de recibir las cartas ha servido para alimentar el misterio. Allende vivió como un vagabundo y murió en 1994. 

2 - ¿Hubo respuesta oficial de los EEUU sobre este experimento? 

En 1979, y ante las continuas peticiones de información de los investigadores, la marina norteamericana publicó una nota en la que afirmaba que no había tenido lugar ningún experimento de estas características, al considerarlo ‘totalmente imposible y que cae en el terreno de la ciencia-ficción’. 

3 - ¿Qué sucedió con el Eldridge una vez acabada la guerra? 

La marina norteamericana vendió el destructor a la marina griega, sirviendo hasta 1990. Un hecho extraño, y que siembra alguna duda, es que las páginas del cuaderno de bitácora desde su botadura hasta el 1 de diciembre de 1943 estaban cuidadosamente arrancadas. También resulta inquietante que la instalación eléctrica del barco presentase anomalías que sorprendieron a los técnicos griegos. También se reportaron incidentes menores, como desaparición de pequeños objetos, extrañas vibraciones o presencia de un halo verde, pero cabe la posibilidad de que fuera debido a la autosugestión provocada por la peculiar historia del barco.

https://www.abc.es/historia/abci-experimento-filadelfia-misterio-sin-resolver-buque-fantasma-creado-para-aplastar-submarinos-nazis-201810130150_noticia.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.abc.es%2Fhistoria%2Fabci-experimento-filadelfia-misterio-sin-resolver-buque-fantasma-creado-para-aplastar-submarinos-nazis-201810130150_noticia.html

Respuesta  Mensaje 679 de 680 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 03/04/2025 03:18

“Experimento Filadelfia”: el enigmático barco invisible que buscó viajar en el tiempo

La leyenda urbana detrás de uno de los más grandes misterios que involucra a la Marina estadounidense.

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"Experimento Filadelfia": el enigmático barco invisible que buscó viajar en el tiempo Una imagen del Barco USS Eldridge de la Marina de Estados Unidos que “se sometió al experimento”. Foto: Twitter.
09/05/2023 12:27/ Actualizado al 29/05/2023 16:32
 

Lo llamaron "Experimento Filadelfia". Y cuenta la historia de que, en 1940, la Marina de Estados Unidos desarrolló un barco de guerra que era invisible y podía desaparecer por completo en el ámbito físico mediante el uso de campos electromagnéticos y experimentos de teletransportación.

Algunos testigos dijeron haber visto cómo el barco se desvanecía ​en la bahía, pero otros aseguraron que se trata solo de una leyenda urbana. 

Según National Geographic ​, el experimento buscó crear un barco que pudiera evadir las minas y torpedos enemigos a través de su invisibilidad y capacidad de teletransportarse. Sin embargo , algo salió mal y el barco no solo se volvió invisible, sino que algunos tripulantes habrían fallecido en el proceso, mientras que otros habrían sufrido efectos secundarios como enfermedades mentales y desorientación.

Existen varios libros y películas que han hablado o se han inspirado en la historia del "Experimento Filadelfia", como "The Philadelphia Experiment: Project Invisibility" de Charles Berlitz y William Moore (1979); “The Case for the UFO" de MK Jessup (1955) y “The Myth of the American Sleepover" (2010).

Franklin Reno le propuso le propuso a Estados Unidos una técnica para hacer que los buques de guerra fueran menos detectables por los radares enemigos. Foto: Twitter.Franklin Reno le propuso le propuso a Estados Unidos una técnica para hacer que los buques de guerra fueran menos detectables por los radares enemigos. Foto: Twitter.

El origen de la leyenda

Según la versión más popular, la Marina de los Estados Unidos comenzó el experimento con la ayuda del doctor Franklin Reno, un científico alemán expatriado que afirmaba tener conocimientos avanzados sobre la tecnología de invisibilidad. El ejército quería utilizar esta tecnología para evitar que los barcos enemigos pudieran detectar sus embarcaciones.

En 1940, Reno le propuso le propuso a Estados Unidos una técnica para hacer que los buques de guerra fueran menos detectables por los radares enemigos.

Trabajaba para una empresa de electrónica llamada Research Institute of America. El hombre se acercó a la Oficina de Investigación y Desarrollo de la Armada estadounidense con una idea que se basaba en el revestimiento de los buques de guerra con un material especial que pudiera absorber las ondas de radar.

Según el medioThe Revealer, la Marina evaluó la idea y, después de algunas pruebas, descubrió que había algún valor en el concepto de Reno. Además, la técnica se mejoró aún más en el transcurso de varios años y finalmente, según la historia, querían utilizar la tecnología en la Segunda Guerra Mundial .

Para fundamentar el “Experimento Filadelfia” se acudió a diversas teorías de Tesla y Einstein. Foto: Twitter.Para fundamentar el “Experimento Filadelfia” se acudió a diversas teorías de Tesla y Einstein. Foto: Twitter.

El experimento, en dos fases

El experimento habría consistido en enrollar el casco del Barco USS Eldridge con una serie de cables electromagnéticos, lo que permitiría manipular los campos eléctricos y magnéticos a su alrededor. Las pruebas para el barco habrían sido llevadas a cabo en el astillero naval de Filadelfia el 22 de Julio de 1943, durante la Segunda Guerra Mundial.

Según National Geographic, el USS Eldridge fue equipado con una serie de generadores y bobinas electromagnéticas diseñadas para crear un campo magnético poderoso capaz de torcer la luz y crear así una ilusión de invisibilidad. El plan habría sido que el USS Eldridge se volviera invisible ante los ojos de las naves enemigas.

Según algunos relatos, el USS Eldridge habría aparecido minutos después en el mismo lugar, pero con algunos de los miembros de la tripulación mutilados, fundidos con la cubierta del barco o desaparecidos por completo.

​ Otros informes dicen que el barco habría viajado en el tiempo, siendo teletransportado más de 100 millas de distancia en el espacio-tiempo.

El Experimento Filadelfia tuvo varias adaptaciones tanto en libros como en el cine.El Experimento Filadelfia tuvo varias adaptaciones tanto en libros como en el cine.

Luego de los inconvenientes, el 28 de octubre de 1943 se programó una segunda prueba. Se dice que en ésta, la tripulación del USS Eldridge habría huido del barco cuando éste desapareció y reapareció de repente, y los tripulantes habrían sufrido efectos secundarios graves, como enfermedades mentales y físicas, debido a la exposición a la energía electromagnética.

La persona que comenzó el mito

La leyenda parece haber sido iniciada por un hombre llamado Carl Allen, quien afirmó haber trabajado en el proyecto y más tarde hizo varias declaraciones sobre lo sucedido. En 1955, Allen le dijo a Jessup, autor de "The Case for the UFO", que había trabajado en el proyecto y que había visto y experimentado los efectos del experimento.

Posteriormente, en la década de 1970, Allen, en una entrevista con un medio estadounidense, volvió a afirmar que su historia era cierta, pero no proporcionó ninguna prueba o evidencia que respaldara sus afirmaciones.

Haciendo referencia al suceso, en el 2000, la Marina de los Estados Unidos emitió un comunicado oficial negando la existencia del supuesto Experimento Filadelfia.

"La Marina de los Estados Unidos nunca ha realizado un experimento de invisibilidad o teletransportación que involucre al USS Eldridge o cualquier otro barco. La leyenda urbana del Experimento Filadelfia se basa en ficción y no tiene ninguna base en la realidad", afirmó.

Carl Allen afirmó haber trabajado en el proyecto y más tarde hizo varias declaraciones sobre lo sucedido.Carl Allen afirmó haber trabajado en el proyecto y más tarde hizo varias declaraciones sobre lo sucedido.

Varias películas y libros se han inspirado en la leyenda del "Experimento Filadelfia", algunos de los más destacados son: "The Philadelphia Experiment" (1984) y "The Philadelphia Experiment II" (1993).

La historia relatada por Carl Allen sigue siendo un misterio hasta hoy. Aunque no hay pruebas concretas ni evidencias de que haya realmente ocurrido, la leyenda urbana ha logrado mantenerse presente en la cultura popular durante décadas, inspirando películas y libros.

https://www.clarin.com/internacional/-experimento-filadelfia-enigmatico-barco-invisible-busco-viajar-tiempo_0_QBxi6ilRNm.html

Respuesta  Mensaje 680 de 680 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 04/04/2025 17:43
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Respuesta  Mensaje 17 de 18 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 04/04/2025 14:28
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Respuesta  Mensaje 18 de 18 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 04/04/2025 14:34
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